Regresa Rayo McQueen en un derrape providencial para traernos un juego cargado de locuras, gasolina, acelerones y curvas. Los carismáticos coches de Disney Pixar regresan a la gran pantalla y como copiloto viene acompañado de un juego que es más de lo que parece a simple vista. Con una esencia que bebe directamente del clásico Mario Kart, incorpora algunos elementos nuevos que hacen que este Cars 3: Hacia la Victoria sea un juego de corte infantil que enganchará a todos los miembros de la familia que le den una oportunidad.
No encontraremos spoilers sobre la película, recientemente estrenada en cines, ya que estas carreras suceden tras los hechos que acontecen en ella, lee sin miedo. Sin más, vamos a sumergirnos en el análisis de Cars 3: Hacia la Victoria.
Rayo McQueen y compañía a toda velocidad
Avalanche Software, los padres de Disney Infinity se pasan a las carreras más alocadas en las que podremos ponernos al volante de los personajes más emblemáticos del mundo de Cars. No falta ni uno, Rayo McQueen, el carismático Mate, Sally o Doc estarán presentes en este trepidante juego.
A nuestra disposición se presenta un generoso plantel con 21 coches que tendremos que ir desbloqueando según avanzamos en el juego y nos hacemos mejores pilotos. Al principio contaremos con 6 vehículos a elegir, cada uno con personalidad propia, no supone ninguna ventaja ni cambian los parámetros al elegir uno u otro por lo que la selección queda al gusto de la carrocería que más nos plazca. El principal atractivo es disfrutar de nuestro personaje favorito llevándolo a lo más alto de la tabla de clasificación. Todos los textos y voces están en español por lo que no tendremos problema para entender las divertidas frases de nuestros coches preferidos.
Variedad y diversión a golpe de acelerador
El título es sencillo en esencia pero no es plano. Es decir, las carreras son asequibles y no requieren que tengamos en cuenta algunas características que son de importancia en otros juegos de carreras. No es plano, no todo es correr sin más, ya que cuenta con seis modos de juego diferentes con los que podremos poner a prueba toda nuestra habilidad al volante. Además, si ajustamos la dificultad y nos ponemos las cosas difíciles ganar nos costará más de lo que pensamos para un juego «infantil». No se debe subestimar la necesidad de habilidad en Cars 3: Hacia la Victoria.
Podremos darle al modo carrera, combate, oleadas, filigranas, velocidad y carreras contra jefes, además del imprescindible multijugador local a pantalla partida y el parque de Thomasville. Este espacio nos presenta un «mundo abierto» en el que podremos pilotar a nuestro antojo, realizar acrobacias imposibles a nuestro ritmo y participar en carreras. Es una pena que este Cars 3: Hacia la Victoria carezca de un modo online que podría haberlo hecho infinitamente más divertido.
Las similitudes con Mario Kart al derrapar y llenar nuestra barra de turbo para alcanzar la victoria son inevitables. Bebe del mejor y de eso no hay duda pero incorpora otros elementos que dotan a este título de personalidad propia. Podemos darle la vuelta al coche y conducir marcha atrás, ponernos sobre las dos ruedas y hacer equilibrios o saltar a nuestro antojo para realizar acrobacias. Todo esto, en el momento adecuado, será vital para salir vencedor en la carrera. Golpear a los rivales o cumplir con ciertos objetivos también será muy útil para crecer en experiencia e ir adquiriendo más presencia en el Salón de la Fama.
Las carreras a lo largo de 21 pistas, algunas sacadas directamente de la película (se agradece), 14 tipos de armas a nuestra disposición y 136 retos a los que enfrentarnos hacen que Cars 3: Hacia la Victoria sea un título bastante profundo y que requiere tiempo si queremos dominarlo y completarlo.
Apartado técnico a medio gas
Es una pena que con la cantidad de posibilidades que ofrece Cars 3: Hacia la Victoria se haya quedado a medio gas en el apartado técnico. Faltan algunos detalles en carrera, y algunos elementos parecen un poco planos para la generación en la que nos encontramos. No hay caídas de frames y todo es bastante fluido por lo que no habrá problemas en plena acción. Los colores son vivos y agradables a la vista.
El apartado sonoro sí resulta un tanto repetitivo ya que los personajes no tienen una gran selección de frases y a la larga resultan demasiado familiares. La música y el ambiente son aceptables para un juego de estas características.
Conclusiones del análisis de Cars 3: Hacia la Victoria
El título es una elección muy divertida y amplia para toda la familia. Sus modos de juego no dejarán que te aburras rápidamente y su modo multijugador local es una fuente que alarga su vida. Lástima de la falta de online porque limita las posibilidades y la diversión. Su apartado técnico no es nada del otro mundo y se queda a medio gas pero no será limitante a la hora de echar unas carreras a toda máquina con estos carismáticos coches de Disney Pixar.
Eso sí, espera a que baje de precio si quieres echar unas partidas. Si no puedes esperar lo tienes disponible en la store de Xbox España por 59,99 euros.