Volvemos de una galaxia muy, muy lejana para traeros el análisis de Star Wars Battlefront II en Xbox One X. Se trata del primer análisis de un juego que realizamos íntegramente en la nueva máquina de Microsoft, de la que también os hablamos largo y tendido y, por tanto, tanto los vídeos como imágenes de nuestro análisis de Battlefront II están tomadas en dicha consola.
El juego de Electronic Arts no ha tenido el mejor de los lanzamientos debido a una polémica relacionada con el desbloqueo de los héroes de Battlefront II, pero que los árboles no os impidan ver el bosque ya que, aún con las cajas de loot, Star Wars Battlefront II es el juego que muchísimos jugadores llevaban años esperando. Acompañadnos en nuestro análisis de Star Wars Battlefront II en Xbox One X para descubrir qué esconde la ambiciosa nueva obra de Electronic Arts.
Ahora sí, con campaña
Uno de los grandes fallos del Star Wars Battlefront de 2015 fue el no incluir una campaña para un jugador. Da la sensación de que hubo prisas en DICE para lanzar el juego antes del estreno del Episodio VII y el juego llegó como llegó, con poco contenido que, además, se fue ampliando mediante DLC que segmentaba la comunidad. EA no ha querido cometer los errores del pasado y, por eso, ha puesto a tres estudios a trabajar en este segundo Battlefront.
EA Motive, el estudio creado a gusto de Jade Raymond para crear un juego narrativo de Star Wars, firma la campaña de Battlefront II. Raymon y Kim Swift, creadora del diseño de Portal, ahí es nada, nos brindan una campaña que nos pone en la piel de Iden Versio, una soldado de élite impedial que comanda el temido Escuadrón Infernal. Se trata de una unidad de fuerzas especiales que opera sólo cuando la situación es crítica y que tiene su propia nave (con un diseño muy similar a las que vemos en la Primera Orden).
Y es que, aunque la campaña de Battlefront II está ambientada al final del Episodio VI, con la destrucción de la segunda Estrella de la Muerte, tiene mucho que ver con la nueva trilogía de la saga, ya que veremos cómo se reconstruye el Imperio. No voy a contar absolutamente nada, ya que es muy fácil caer en los temidos spoilers y, aunque la historia es bastante contenida, ya que no se atreven a contar demasiado que pueda enfadar a los fans de la saga que no jueguen videojuegos, es canon y, por tanto, merece que la disfrutéis como es debido.
De lo que sí puedo hablar es de ciertas mecánicas jugables. Y es que, como os contamos en nuestras primeras impresiones de la campaña de Star Wars Battlefront II, hay mecánicas de sigilo que, aunque no funcionan del todo bien, ahí están si queremos utilizarlas. Iden cuenta con un dron especial a su espalda que hace las veces de potenciador. Mediante cartas, podremos personalizar el dron para que nos haga de escudo, por ejemplo, y también podremos darle órdenes sencillas para que piratee terminales o electrocute a enemigos mientras nosotros disparamos en otra dirección.
Por otro lado, aunque corta (unas cinco horas sin demasiada dificultad), el ritmo es bastante bueno y siempre va a más. No nos cuenta la gran historia de Star Wars, pero sí detalles interesantes que permiten que el fan profundice en ciertos temas y, además de misiones muy épicas, potenciadas por el apartado audiovisual y el tono, nos presentan a una Iden Versio que es uno de los mejores personajes de Star Wars. Así de claro.
La guerra total
Si la campaña está firmada por EA Motive, el multijugador lo firman dos estudios que han colaborado para crear los diferentes modos. Empezaré con mi preferido, el de las batallas espaciales. Criterion, creadores de Burnout, es el estudio encargado de las batallas espaciales y, sinceramente, podría haber sido cualquier otro, ya que nos han vendido que el legendario estudio experto en velocidad se encargada de este modo, que, básicamente, es igual que el que había en el primer juego, pero con una evolución que vemos también en el resto de modos creados por DICE.
Dicho esto, es mi preferido por la cantidad de naves que tenemos a nuestra disposición. En el primer juego nos hartamos de controlar las naves de la primera trilogía y, ahora, la cosa cambia. A las clásicas, que siguen perfectamente modeladas, se les añaden las naves de la segunda trilogía y los héroes de la tercera, como el Ala X de Dameron. Es una auténtica pasada controlar las naves de la República, como los cazas clon ARC-170, pero también mola lo suyo ir con las naves de la Federación de Comercio. Cada nave tiene tres potenciadores básicos y diferentes ranuras que personalizar con cartas que salgan en las cajas de botín (una al día, al menos, la tenemos asegurada).
El sonido, en todos los casos, es brutal, el modelado de las naves es sublime y, además, podemos reventar, por ejemplo, el Halcón Milenario con la nave de Darth Maul. Y es que, todo se mezcla en el multijugador para ofrecer la batalla definitiva, sin importar las generaciones. Y esto me da paso a hablar de los héroes y el sistema de iconos en el mapa. En el primer Battlefront, ya sabéis que la única forma de coger un héroe era de chiripa. Había un icono en el mapa que nos permitiría en los mapas terrestres o en las batallas aéreas controlar a una serie de héroes. Era aleatorio y muchas veces ni llegábamos al icono, ya que lo había pillado un aliado.
Ahora todo es mucho más justo. Matando, conseguiremos puntos. Cuando más matemos, más puntos tendremos y antes llegaremos a los 2.000, el mínimo para conseguir un héroe (tanto en modos terrestres como en las naves) de entre los disponibles. Y no hay límite. Tan pronto podemos coger a Vader la primera vez que tenemos posibilidad como a Ren la segunda (siempre que otro jugador no lo haya cogido antes). Además, en el caso de las naves, los héroes ya no son prácticamente indestructibles. Tienen más resistencia, pero caen antes que en el primer juego.
En el modo terreste, firmado por »los titulares», DICE, tenemos un montón de modos. Hay Deathmatch 10v10, héroes y villanos en el que nos enfrentaremos 4v4, un modo captura de equipos de ocho jugadores, y el asalto galáctico para 20 jugadores por equipo que compiten por atacar y defender zonas en mapas con un tamaño considerable. Es el modo más completo ya que, además de poder pilotar naves y coger héroes terrestres, tenemos una serie de objetivos que cumplir, diferentes soldados (divididos en clases que necesitan jugar en equipos), un modo patrulla a lo Battlefield 1 que funciona muy bien y, en definitiva, un modo con muchísimas cosas que hacer para no aburrirnos durante meses.
El multijugador es redondo con dos modos que son claros protagonistas (batallas espaciales y asalto galáctico) y un modo héroes que no está nada mal para desengrasar, ya que no es ni estratégico, ni pausado.
Frostbite está a cinco galaxias de los demás
Puede haber dudas en los diferentes aspectos del juego, como las odiadas cajas de botín de Battlefront II, de las que hablaré más adelante, la duración de la campaña, lo que innova o los propios modos multijugador. Del apartado audiovisual, sin embargo, no tengo duda alguna. No se me ocurre ningún calificativo lo suficientemente rotundo como para describir los gráficos (hablemos primero de lo visual) de Battlefront II.
DICE ha llevado el motor Frostbite a un nuevo peldaño del escalón. Y menos mal. Recientemente hemos publicado nuestro análisis de Need For Speed Payback, un juego que optimizado para Xbox One X que, aún montando el motor Frostbite, no deja de ser… cumplidor, por decirlo de alguna forma. Se limita a ofrecer una imagen nítida y nada más. Star Wars Battlefront II, sin embargo, sin ser una nueva generación, sí me ha causado esa sensación de choque. No es tan bestia como el paso de la era SD a los 720p, pero casi.
Y es que, le di muchas horas a la beta del juego en mi Xbox One »fat» y el cambio ha sido sideral en Xbox One X. No hay fisuras, no hay tearing, no hay bajadas de frames aparentes, no hay nada, absolutamente nada, borroso en pantalla. El filtro anisotrópico es de gran calidad, las texturas son en HD, las partículas se ven perfectamente, los efectos de humo están muy logrados… Star Wars Battlefront II es un juego impresionante tanto en campaña como en los modos multijugador. Además, como en el primero, podremos poner cámara en primera persona, espectacular, o en tercera persona para disfrutar de los modelados.
Todo está cuidado al extremo y la iluminación juega aquí un papel fundamental, recreando escenarios tan diferentes como la base Starkiller, Endor, Camino o Jakku de forma perfecta. La iluminación en estos cuatro ejemplos es clave, ya que tenemos los clásicos bosques, escenarios nevados, desiertos y el mapa de Camino en el que la oscuridad es protagonista, así como un oleaje furioso. Y, si la iluminación es soberbia, qué decir de los modelados tanto de los héroes como de los demás personajes y las naves. Es complicado describirlo con palabras, pero es, posiblemente, lo más bestia de lo que llevamos de generación.
El sonido no se queda atrás y, a unas voces en castellano que están muy bien grabadas, no como las de Call of Duty WWII donde, por ejemplo, encontramos constantes fallos a nivel de regulación de volúmenes. No todos los actores de doblaje españoles han dado vida a sus respectivos personajes en el videojuego, pero el resultado es muy bueno, casi tanto como la espectacular música. Las composiciones son originales, en su mayoría, para el juego, pero están inspiradas en las partituras clásicas de la saga y nos recuerdan a las del Episodio VII. Son distintas, sí, pero reconocibles y pegan con el universo Star Wars.
Los micropagos de Star Wars Battlefront II
Salimos de los gráficos, el apartado más redondo del juego, para meternos de lleno en la polémica de Star Wars Battlefront II. ¿Es necesario pagar para ganar? ¿Es Battlefront II un pay to win? En sentido estricto, no, algo que se solucionó tras el feedback de la beta. Todo se puede desbloquear jugando, aunque jugando mucho en el caso de los que hemos estado estos últimos días con el análisis de Battlefront II. Tras una nueva polémica con los micropagos de Battlefront II, que no ha habido pocas, Electronic Arts ha decidido abaratar el coste de los héroes y los ha bajado un 75%.
Antes costaban unos 60.000 créditos, algo que se consigue tras muchas horas de juego, aunque tampoco es extraño debido a que es un juego online en el que pasaremos mucho tiempo, pero está claro que algo no funcionaba cuando EA, de nuevo, ha intentado apretar hasta el límite y la comunidad se ha quejado. Bien que rectifiquen, pero está claro que las cajas de loot han llegado para quedarse. Y no sólo en Battlefront, en los videojuegos en general. Ahí están Sombras de Guerra o Forza 7 como ejemplos muy recientes.
Conclusión
Pese al trago amargo de los micropagos de Battlefront II, que parece que se ha solucionado en el último momento, se trata de un juego soñado por los amantes de Star Wars. El primer Battlefront de EA en 2015 nos dejó con una sensación agridulce. El juego, claramente, tenía potencial, pero tanto la progresión online no animaba, para nada, a jugar durante largos periodos de tiempo, ni tenía campaña y, además, gozaba de un pase de temporada que sólo consiguió una cosa: fragmentar la comunidad.
Star Wars Battlefront II, sin embargo, llega como una especie de disculpa, con una campaña interesante para un jugador, con un apartado visual que explota todo lo que vimos en el primer juego, modos multijugador de sobra para divertir durante meses, un sistema de progresión interesante y, lo más importante, todo el contenido gratuito para alargar la experiencia lo que haga falta con nuevos héroes, mapas y modos sin que ello afecte a la comunidad de jugadores.
Battlefront II es un juego redondo en prácticamente todos los sentidos aunque, eso sí, por muy buenas palabras que pueda verter sobre el juego, no se puede obviar que la campaña, pese a ser interesante, no es nada del otro mundo y es un primer intento bastante conservador del estudio que controla Jade Raymond. Claramente, esperaba algo más de una de las creadoras de Assassin’s Creed. Además, en el modo de batallas espaciales, las colisiones nos jugarán más de una mala pasada por ser demasiado quisquillosas en ocasiones (nos chocaremos sin saber por qué contra los obstáculos) y, claro, las cajas de botín.
El multijugador, por su parte, es fantástico, con modos muy diferenciados unos de otros y un sistema de progresión que realmente nos anima a jugar para conseguir algo más que un diorama, como en el primer juego. Todo ello está bañado por un espectacular apartado visual que es de los que te animan a dar el salto a Xbox One X. Pese a las cajas, así se hace un Battlefront, Electronic Arts.