Otra semana más, os traemos el nuevo episodio de Hunt the Truth en castellano. La semana pasada, en el episodio 10 del viral de Halo 5: Guardians, Giraud nos mostraba como la rebelión en las calles de las colonias exteriores había comenzado, así como la sospecha de que Sapien Sunrise, el grupo activista pro-humanos, podía estar involucrado en la matanza que realizó el Jefe Maestro en un tratado de paz entre los humanos y el Covenant.
¿Será todo una gran mentira? De momento, Giraud ha seguido investigando ha dado con algo que llevaba tiempo oculto:
»No podía creer que la estación hubiese sobrevivido y, sin embargo, aquí se encuentra. Una tumba administrativa enterrada en capas de ‘vidrio’.»
Giraud terminó el antiguo capítulo de Hunt the Truth adentrándose en un misterioso edificio y encontrándose con alguien… especial.
Estáis en SomosXbox y esto es Hunt the Truth, episodio 11 en castellano.
‘‘Había seguido las instrucciones de Petra, y había vuelto donde estaba mi hogar. Estaba todo desierto, la temperatura caía y se me congelaban los huesos mientras la noche caía sobre mis hombros. La ONI consigue que quien ella quiera desaparezca. No hay rastro de identidad, de dinero, de nada si la ONI así lo desea. Ahí estaba, en silencio y helado cuando recibí una llamada. »
La llamada era de FERO. Otra vez, tras un tiempo sin saber de ella, la supuesta líder rebelde, FERO se ponía en contacto con Giraud, quien parecía su marioneta. »Ve en búsqueda de la verdad, Giraud. Te dije que te protegería así que muévete antes de que sea demasiado tarde.»
Ben se muestra escéptico: »ni siquiera sé quien eres, ¿cómo se supone que voy a confiar en ti?, no voy a ir a ningún sitio.» – »Ben, escúchame… Ben….». ¡Mierda! alguien estaba al otro lado de la ventana, voces militares que helaron aun más el corazón de Ben. Giraud tenía que huir pero ¿dónde iba a ir?. Se mantuvo callado, moviéndose lo más rápido que podía mientras intentaba ser silencioso. De pronto se percató de que la puerta de su casa se abría, alguien estaba en su apartamento. Necesitaba relajarse, respirar y esperar que todo pasara. Quien quisiera que fuera escanearía la escena y capturaría a Ben. Sin embargo, Giraud vio una oportunidad y corrió hacia fuera pero algo estaba mal, estaba todo en silencio y…
»No, no no no no ¡NO!» Ben fue capturado y golpeado en repetidas ocasiones y, de repente, unos disparos ensordecieron la escena.
Estaban muertos pero, ¿qué había pasado? Ben abrió los ojos, los agentes estaban postrados en el suelo, ¡seguían vivos! pero, de repente, otro disparo acabó con la vida de uno de ellos que se debatía entre ambos mundos. Todo pasó para él. »Escuché los pasos de aquel que había matado a los agentes de la ONI, pasos que se dirigían hacia mi» se dijo el bueno de Ben.
»¿Confías en mi ahora?» FERO había salvado a Ben y, por primera vez, daba la cara. »Más agentes llegarán aquí en dos minutos, puedes quedarte aquí y morir o venir conmigo y vivir». Ben estaba petrificado. En toda su carrera este había sido el momento más aterrador de su vida y FERO, la misteriosa voz que le había llevado hasta aquí estaba plantada frente a él. Por supuesto, Ben hizo lo que FERO le ordenó, lo necesario para vivir.
‘‘FERO, donde vamos». – »Para, de, hablar. Te espera un largo viaje. La ONI te está buscando, mandarán a los mejores para detenerte pero estoy tranquila porque estoy dispuesta a morir, a ir por mi cuenta ya que ahora estoy segura: la gente necesita tipos como tu.»
FERO era una amiga para Ben a estas alturas. Se despidió de ella, le dio las gracias y corrió hacia la oscuridad. Emprendió un viaje que lo llevo al infierno, literalmente. Embutido en un traje protector vio, por primera vez, un planeta cristalizado por el Covenant. Lo más impresionante de todo es que estaba… quemado, cristalizado de verdad, todo en sus posiciones originales al llegar el fatídico momento y tantos años después aun con ceniza y polvo en el ambiente. Era desolador.
Sin embargo, de pronto, arreció una tormenta que provenía de… ¿dónde? Ben tenía que llegar al complejo pero lo tenía complicado. Empezó a correr pero la tormenta también aceleraba el paso. Todo pasaba muy deprisa, estaba caminando sobre cristales y casi no podía respirar y, de pronto, llegó a un lugar seguro. Tenía algunas heridas que sangraban pero no eran demasiado profundas. Se quitó el casco y empezó a respirar.
Ben había llegado a una base abandonada de la ONI. Una base enterrada en un planeta cristalizado en el que se supone encontraría algo de gran valor. Caminó pero sólo encontraba polvo, armas, munición, explosivos… hasta que cruzó una perta y, por fin, lo vio.
De las sombras surgió una luz que activó un relé de energía, algo que había estado enterrado mucho tiempo. Los sistemas empezaron a activarse, a llenar de luz la habitación y a aparecer vídeos de los sucedido en Biko, entre otras cosas. Esto es lo que debía estar buscando, el vídeo original de la matanza, un vídeo capturado desde todos los ángulos posibles. El vídeo que la ONI facilitó como propaganda mostraba al Jefe Maestro disparando a civiles desarmados pero Ben no vio civiles en ese vídeo, vio a soldados con dos lanzacohetes, a otros cuantos con granadas de fragmentación y más gente armada. Terroristas. El Jefe mató a los malos. Los malos iban a matar inocentes. Ben tenía todo lo que necesitaba para limpiar el nombre del Jefe pero ahí había más material que podría implicar a la ONI. Sabía exactamente que buscar:
»Ben-ja-min… Gi-raud». Ben tecleó esto esperando hallar sus archivos y ahí estaban. Su informe psicológico, todas las conversaciones y relaciones de Giraud, las conversaciones con Sully y sus superiores, la ONI lo sabía todo. Había cientos de archivos ahí, una completa librería con la vida de Ben. Deon, Walker, todos estaban ahí. »Walker, maldito bastardo».
A continuación buscó los datos de los Spartan y todo cuadraba. Clones, aumentos y, lo peor, la edad de reclutamiento: 6 años… o menos. Era una barbarie pero tenía una cosa más que buscar:
»John-117»
Ahí estaba. Una lista con todos los reportes del Jefe. Había encontrado el archivo matriz pero, de repente, una alarma sonó y todo el sistema se apagó. Giraud se preocupó al principio pero era sólo una alarma que desactivaba el sistema, nada más. Se puso en pie y salió del bunker con todo lo que necesitaba.
SI queréis saber más, seguidnos la semana que viene.