El género deportivo abarca una inmensidad de diferentes títulos en el mundo de los videojuegos. Fútbol, baloncesto, tenis, lucha libre, fútbol americano, hockey, Fórmula 1, velocidad en general… Son muchos y muy variados, pero existe un deporte o juego de destreza generalmente olvidado que, aunque de nicho, cuenta con un público muy apasionado. Hablamos del billar. Hoy venimos a traerte nuestro análisis para Xbox Series X|S de 3D Billiards: Pool & Snooker Remastered, una revisión del juego de 2016 mejorado para la nueva generación de consolas y que trata de nutrir el vacío que suele haber habitualmente con los títulos de este género.
Billar para toda la familia
Lo mejor que tiene 3D Billiards: Pool & Snooker Remastered es que es un juego para todos los públicos. Nos ofrece la posibilidad de jugar a cuatro modos de juegos distintos: bola 8, bola 9, bola 10 y snooker (o billar inglés), todo ello tanto en solitario contra la IA o contra otros jugadores en nuestra misma consola. Su gameplay es muy sencillo. Tan solo tenemos que apuntar a la bola que queramos golpear con la blanca y decidir una potencia en función del ángulo en el que nos encontremos o de la distancia a la tronera a la que se encuentre nuestra bola objetivo. No hay muchas más complejidades jugables en el título de la compañía alemana Joindots GmbH, por lo que su juego de billar es accesible para toda la familia, pero poco atractivo para el público aficionado al billar.
Lamentablemente existen otros títulos enmarcados en este mismo género que van un poco más allá y ofrecen una experiencia no solo más desafiante, sino también más emocionante. Aunque los contrincantes de la IA tienen varias dificultades crecientes a medida que progresamos en el juego, 3D Billiards: Pool & Snooker Remastered es insultantemente fácil en sus primeras horas, lo que puede desmotivar a aquellos que no son unos recién llegados al billar.
Entronar o no entronar, esa es la cuestión
Más allá de la dificultad que ofrece este videojuego de billar, no nos queda más remedio que hablar de las cosas que suceden cuando estamos en una partida. Es cierto que 3D Billiards: Pool & Snooker Remastered tiene algunos problemas con su cámara y con el movimiento alrededor de la mesa, algo incómodo, pero es lo menos sangrante de la propuesta de Joindots GmbH. El gran error del juego es que en muchas ocasiones no aplica correctamente las reglas de las disciplinas en las que nos sumergimos u, otra opción, no reconoce adecuadamente en algunos momentos qué es lo que ha ocurrido sobre el tapete. Pongamos algunos ejemplos. Jugando a bola 8, fuimos sancionados por embocar la bola negra cuando era la única que nos quedaba por introducir en la tronera, dándole la victoria al rival.
El problema se agrava cuando jugamos al snooker, una modalidad de billar con bastante más complejidad técnica y reglamentaria. Por ejemplo, en nuestras partidas al snooker se nos ha señalizado falta por hacer un supuesto mal saque inicial (en el que tocamos la bola roja obligatoria para no cometer falta) o por embocar una bola de color tras haber hecho lo propio con una roja, que es el procedimiento a seguir. Igualmente, cada vez que se comete una falta, independientemente de su tipología, se nos obliga a llevar la bola blanca al semicírculo de la parte superior del tapete, en lugar de permitirnos elegir entre quedarnos en la situación en la que haya quedado la bola blanca o mandar repetir el lanzamiento al oponente, todas ellas posibilidades válidas en el snooker.
Por si fuera poco, los rivales iniciales de bajo nivel son prácticamente injugables en la modalidad de snooker, donde cometen infracciones en casi todas las jugadas y apenas se puede desarrollar una partida con cierta lógica y fluidez. Como punto positivo diremos que el juego cuenta con una pequeña explicación con las claves de cada una de las modalidades para aquellos que no conozcan los entresijos y no quieran caer en infracciones, pese a que después el propio título tal vez te penalice por faltas no cometidas.
Conclusión
3D Billiards: Pool & Snooker Remaster tiene buenas intenciones y ofrece algunas mejoras técnicas con respecto a su antecesor con el objetivo de hacer que el título se sienta un poco más next-gen. Es un juego recomendable para jugar en familia con gente no muy habituada al billar, pero se quedará muy corto tanto a nivel de opciones como de complejidad y acierto para los aficionados a esta disciplina deportiva. Además de la escasa profundidad jugable, la obra de Joindots cuenta con errores imperdonables y que empañan muchísimo la experiencia de juego. No solo errores conceptuales, sino problemas a la hora de aplicar las reglas más básicas de las disciplinas que representa y que lastran mucho el devenir de las partidas. Si eres un fan del billar, existen mejores opciones en el mercado.