Lo último que ocurre suele ser lo que se queda en la retina de la mayoría. No cabe duda de que el lanzamiento de Redfall fue doloroso para Arkane Austin y para Xbox. Tanto es así que hoy hemos contado la terrible noticia de que la compañía de Redmond va a cerrar Arkane Austin, Tango Gameworks y otros dos estudios. Se trata de pérdidas humanas y creativas nefastas para Microsoft y, en especial, para los jugadores. Y es que antes de Redfall hubo grandes obras maestras en este estudio.
En ese sentido, hoy queremos dedicarle un artículo a ellos para dar, de la forma en que merecen, el adiós a Arkane Austin, un estudio legendario responsable de Dishonored y Prey y que ahora cerrará para siempre sus puertas, dejando en el aire el futuro de las franquicias en las que han trabajado y solos ante el peligro a Araken Lyon, la otra rama de la compañía con sede en Francia.
Cierra Arkane Austin y con él perdemos una compañía fundamental de las últimas dos décadas
Arkane nació en territorio francés, pero solo unos años después de sus primeros lanzamientos, poco reconocidos a nivel internacional (Arx Fatalis, Dark Messiah of Might and Magic), expandió sus fronteras para su siguiente gran proyecto Dishonored. Aunque la autoría del videojuego ha estado en cuestión durante mucho tiempo, el propio Raphael Colantonio, fundador de la empresa, lo aclaró hace unos meses, señalando que Dishonored fue un trabajo coral y realizado a caballo entre Arkane Lyon y Arkane Austin, con algunas grandes mentes en Francia y otras es Estados Unidos.
El resultado fue, en opinión de muchos, uno de los mejores inmersive sims de la historia. Contó con un reparto de lujo (Susan Sarandon, Lena Headey, Carrie Fisher, Chloe Moretz), una ambientación irrepetible y una mecánica jugable sorprendente y repleta de posibilidades. Arkane encontró su fórmula y mientras Lyon seguía ampliando la franquicia, Austin se encargaba de revivir otra icónica saga como Prey, su primer gran proyecto en solitario.

La licencia, largamente olvidada y con una secuela que nunca vio la luz, reapareció con su reinterpretación del universo de ciencia ficción. Prey de 2017 fue uno de los mejores juegos del año, poco apreciado por las grandes masas pero uno muy querido entre los aficionados al género y al estudio. Los últimos años fueron más complicados en el estudio afincado en Texas. El desarrollo de Redfall, para el que se contrató a gente que no tenía experiencia en títulos cooperativos y no se les dijo el propósito del nuevo proyecto, lo que resultó en el desastroso lanzamiento que ya todos conocemos y al que Microsoft a buen seguro se ha agarrado para acabar con la corta pero intensa trayectoria de un estudio del que todos guardaremos un buen recuerdo.