El mundo de los videojuegos está en constante cambio y evolución, de ahí la necesidad de cambiar de rumbo, cambiar términos y aportar opiniones y contenido interesante. En un reciente artículo de investigación en GamesRadar, hemos visto cómo el término «Juegos Triple A» es visto por algunos desarrolladores como algo fútil, algo vacío de cariño, creatividad y que busca únicamente el beneficio económico.
El término «Triple A» (AAA) se ha convertido en sinónimo de videojuegos de gran presupuesto y alta calidad en los últimos años, pero su definición cada vez está siendo más difusa. Este cambio ha generado cierto debate entre algunos desarrolladores, principalmente veteranos en el desarrollo de videojuegos que ven cómo ser un Juego Triple A últimamente comporta más el beneficio y costo económico de los videojuegos, que algo hecho con verdadera pasión.
Así ha sido el debate acerca de la etiqueta «Juegos Triple A» entre algunos veteranos creadores
Charles Cecil, cofundador de Revolution Studios, destaca que la aparición de esta etiqueta coincidió con una época en la que muchos de los estudios de desarrollo independientes enfrentaban dificultades frente a grandes corporaciones centradas en maximizar los beneficios, y esto es algo que se ha seguido viendo con el paso de los años. Es por ello que para él, la etiqueta es «estúpida y sin sentido«.
Aunque actualmente tal y como está la industria, la línea entre la calidad de los juegos independientes, y los proyectos Triple A se ha ido emborronando cada vez más. De hecho, varios desarrolladores actuales coinciden en que el término ha perdido su valor, y ahora estudios más pequeños e independientes pueden permitirse crear auténticas obras maestras, que impactan igual o más que un juego de gran inversión.

Además, el uso de «Triple A» se ve mucho en compañías como Microsoft y THQ, que según desarrolladores como el que hemos mencionado antes, y Chris Charla, director de ID@Xbox, dicho término puede llegar a disgustar a muchos jugadores, ya que se distingue entre juegos de primera y juegos de segunda.
Algunos expertos vistos en el reportaje de GamesRadar que puedes consultar al principio de nuestra entrada, consideran que la obsesión por el término Triple A podría limitar la creatividad y el alcance de la industria, maximizando en su lugar los beneficios económicos en lugar de dejar juegos originales y llenos de profundidad. Un ejemplo de estas prácticas lo hemos visto recientemente con Ubisoft y Electronic Arts, que están siendo duramente castigadas por los jugadores en los últimos años. ¿Tú qué opinas?