Un año más FIFA vuelve con las pilas cargadas y decidido a mantener su liderato en cuanto a simulación futbolística. ¿Serán suficientes las novedades que incorporará esta nueva edición para hacer frente a un recuperado PES? Veámoslo. FIFA 16 es, ante todo, una revisión de la anterior entrega. Eso es algo que podemos comprobar desde el momento en el que iniciamos el juego, todos los menús, opciones, stats y muchos más aspectos que iremos viendo son similares a como lo eran en FIFA 15 Ahora bien, es una revisión cuyos cambios han afectado notoriamente al conjunto general del juego.
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Comencemos por hablar de lo más importante, el transcurso de los partidos y las sensaciones que tenemos tocando bola. FIFA 15 era un gran juego, de eso no hay duda, pero obviamente tenía sus fallos. Uno de ellos, quizás lo que más caracterizaba a esta entrega, era la sensación de que los partidos, sobre todo los que echábamos contra otros jugadores, se acababan convirtiendo en una especie de correcalle. Por lo que los jugadores más codiciados terminaban siendo casi siempre los que poseían la cualidad del ritmo más desarrollada. Podríamos hablar largo y tendido de los motivos que hacían que la mayoría de los partidos acabasen por estos derroteros: que si defensas que se desajustaban con demasiada facilidad, que si delanteros mucho más rápidos que los rivales, que si un ritmo de juego elevado, excesiva facilidad para dar pases por alto en profundidad, y así se podría continuar un rato más. Y lo cierto es que todas esas afirmaciones, que tantas veces hemos oído a nuestros colegas o leído en foros, tienen su parte de razón. En FIFA 15 encontrábamos un conjunto de circunstancias que hacían que el juego directo fuese excesivamente asequible, y que penalizaba claramente a los jugadores que pretendían llegar a la portería contraria sirviéndose de una mayor elaboración.
Sin embargo, parece que desde Electronic Arts en esta ocasión han escuchado las quejas de los usuarios a este respecto. Y si bien han construido, o más bien reconstruido, un juego bastante similar en todos sus aspectos a su predecesor, sí que parecen haber puesto gran parte de su esfuerzo en reforzar la característica más importante de un simulador futbolístico, el desarrollo de los partidos. Y según me ha parecido este esfuerzo ha dado su frutos. El desarrollo de los partidos en FIFA 16 resulta bastante más verosímil que el de su predecesor. La primera obviedad de ello es un ritmo de juego más pausado y unos resultados más realistas, en los que rara vez encontramos grandes goleadas, aunque como veremos dependen en gran medida del estilo de juego de los dos rivales que se enfrenten.
Aunque a simple vista, en un primer partido, es posible que no encontremos importantes novedades, están ahí, y creed que conforme vamos jugando se van haciendo cada vez más notables. Son bastantes los pequeños detalles que se han añadido, y cada uno de ellos supone un factor que ayuda a conseguir esa nueva sensación de un juego más trabajado y sobre todo equilibrado.
En primer lugar nos encontramos con un balón cuya física ha sido mejorada sensiblemente, y que sin llegar a ser del todo la idónea (hay ocasiones en las que el balón continúa pareciendo pesar más que en otras), deslumbra más que en FIFA 15. Y eso es gracias a que poco a poco se van eliminando más los scripts del balón, o al menos se encuentran mejor camuflados, dando lugar a un balón con un comportamiento más natural, y que puede ocasionar situaciones inesperadas y azarosas. Donde mejor se aprecia esto, claro está, es en los rebotes y contrabalones. Pero también lo podemos percibir en los pases o tiros.
Precisamente en los primeros también podemos encontrar interesantes novedades. Realizar buenos pases se ha vuelto una tarea más compleja de lo que era en FIFA 15. Deberemos precisas mucho mejor la potencia y dirección de estos para asegurarnos de que llegan a buen puerto. Pero además las defensas tapan mejor los huecos que antes, por lo que deberemos estar muy atentos al momento preciso para soltar los pases, y no quedarnos con el jugador receptor esperando a que nos llegue el balón a los pies, ya que los defensas están listos a la hora de anticiparse. Del mismo modo, los centros desde la banda también se han vuelto bastante más difíciles de dirigir, y a menos que los demos con el jugador libre y sin estar demasiado presionados será raro que lleguen donde queremos.
Nos veremos obligados a mover más el balón por el medio del campo y elaborar algo más las jugadas en la mayoría de ocasiones si queremos que lleguen a buen puerto, ya que salvo que tengamos la oportunidad de realizar un contraataque rápido será muy raro que pillemos a las defensas por sorpresa. Y los pases elevados al hueco han perdido esa eficacia de la que hacían gala en la anterior entrega, cuando la mejor opción solía ser en todo momento lanzar el balón al delantero y correr.
En gran medida eso es porque encontramos movimientos más reales y naturales. Por ejemplo, ahora los jugadores tardan algo más en darse media vuelta. Esto por un lado hace más complicado realizar rápidas combinaciones y da cierta ventaja a los rivales frente a nosotros a la hora de robar el balón, mientras que los pases a la media vuelta también son más difíciles de dar y apenas que los demos con jugadores que no sean demasiado habilidosos los veremos como no van bien dirigidos o llegan a los compañeros dando botecitos en el suelo y haciendo más complicado su control. Estas circunstancias nos harán perder bastantes balones, sobre todo en los primeros minutos que pasemos con el juego y hasta que nos acostumbremos a estas nuevas mecánicas.
Pero será importante aprender a controlar estos movimientos, porque de lo contrario sacar el balón jugado mientras nos están haciendo una fuerte presión se convertirá en un tarea realmente complicada, y apenas que nos desesperemos un poco acabaremos recibiendo un gol en contra.
Con respecto a los tiros a puerta, continúan más o menos iguales, a veces ante una misma situación y potencia parece que el tiro es demasiado distinto, algo a priori realista, el problema es que cuando esto ocurre da la sensación de que es porque el balón pesa más en una ocasión que en la otra, creando una cierta incoherencia. Salvando esto, que no ocurre demasiado a menudo, la física en los tiros es bastante aceptable. Y las nuevas animaciones, aunque disimuladas, contribuyen a mejorar también este apartado creando movimientos y situaciones más naturales. Algo que, sin embargo, sí ha seguido sin correjirse y que puede resultar bastante molesto, es cuando inexplicablemente nos perfilamos con la pierna buena del jugador para hacer un remate más precio y este termina chutando con su pierna mala, para la que tiene peor ángulo de tiro. Era algo muy común en FIFA 15 y que continúa apareciendo alguna que otra vez.
Otro de los añadidos que se ha hecho es el de los movimientos sin balón, que se realizan presionando el gatillo izquierdo y gracias a los cuales podemos hacer fintas con las que engañar a los rivales. La verdad es que son movimientos bastante interesantes tanto de realizar como de ver, aunque habrá que aprender a usarlos bien para sacarles todo el partido, al igual que el resto de filigranas, más complicadas de llevar a buen puerto ahora.
Defendiendo se ha introducido una nueva entrada agresiva, que permite un mayor control de la acción, y en la que podemos modificar nuestra trayectoria una vez nos lancemos, o incluso rectificar para levantarnos rápidamente y evitar cometer falta o acudir a la carrera. Sin duda un gran añadido que unido a la mejorada IA de la defensa hace más factible defender con buen tino. A pesar de que la entrada suave sigue siendo algo difícil de dominar y puede dejarnos vendidos a poco que la hagamos a destiempo.
El ritmo de juego más pausado da lugar a un juego más táctico y por lo tanto, más divertido, deberemos de percatarnos durante los partidos de cuál es la mejor opción para sorprender a nuestros rivales. En cuanto juguemos unos pocos partidos nos daremos cuenta de lo diferente que puede resultar un partido de otro en función del rival al que nos enfrentemos. Cada usuario con el que nos enfrentemos en el multijugador tiene su propia forma de jugar, sus virtudes, pero también sus vicios. Los hay muy capaces de mantener una defensa bien arbolada cerrando los huecos de pase, mientras que otros saben muy bien como crear una fuerte presión. Los hay con buena visión de juego y muy capaces de encontrar el momento preciso para pillar la espalda a nuestra defensa, mientras que otros también pueden ser realmente habilidosos en el uno contra uno cuando manejan a los jugadores más técnicos.
En general, podemos observar cómo FIFA 16 se ha convertido en un juego bastante más divertido, ya que nos obliga a cambiar nuestra forma de jugar en cada partido. Si queremos ganar ya no solo dependemos de nuestra habilidad al mando, sino también de nuestra capacidad para leer los partidos y elegir las mejores opciones para crear nuestro juego. Además, la mejora en los choques entre jugadores y del balón hacen que se produzcan ciertos momentos de azar en las jugadas. Todo el conjunto hace que se produzcan una gama de jugadas y situaciones más variadas, lo que contribuye a eliminar esa sensación de correcalle, y lo más importante, de monotonía.
Como digo, ahora FIFA nos permitirá abrazar distintos estilos de juego para acercarnos a la portería rival con peligro. Lo que desembocará en que en el multijugador nos toparemos con jugadores que practiquen un fútbol diferente y con distintas estrategias. Donde más obvio se hará la necesidad de adaptarnos a esta nueva forma de jugar será cuando nos enfrentemos contra queienes aún están jugando a FIFA 16 como si se tratase de FIFA 15. Ya que defender este estilo de juego directo se ha vuelto considerablemente más sencillo, y nos será muy fácil plantarles cara.
Ahora bien, esa «magia» que encontramos en los modos multijugador, que han ganado enteros en cuanto a diversión, no llega a forjarse en el offline, donde como ya ocurría en FIFA 15, incluso aquí si cabe algo más, volvemos a toparnos con una IA con un comportamiento bastante irrealista. Si jugamos de profesional para abajo, o incluso en clase mundial, no tendremos demasiados problemas para ganar partidos. Pero si elevamos más la dificultad nos encontraremos con que los rivales, sean del equipo que sean, nos marean como si nada con la pelota, que es prácticamente imposible arrebatársela, creando cierta sensación de que nos pueden hacer un gol en cuanto se lo propongan. Se hace ya bastante necesario un comportamiento más verosímil con respecto a la CPU, en el que se adapte su forma de jugar de una forma más clara al equipo del que se trate. Por otro lado, si lo que más os gusta es jugar offline, siempre os queda la opción de retocar los sliders. Por internet es posible encontrar todo tipo de combinaciones distintas.
FIFA 16 continúa sin ser el juego perfecto como vemos, si bien no está muy lejos. Y sigue arrastrando algunos defectos de otras entregas, no solo en la IA de la CPU. En primer lugar, aunque algo menos, continúa siendo demasiado sencillo cometer faltas cuando cargamos contra los rivales. Es bueno que piten faltas por ello para que no abusemos en exceso de mantener el botón presionado y nos obligue a ser más precisos. Pero el margen de error sigue siendo demasiado amplio, lo que en ocasiones puede provocar frecuentes interrupciones del juego que no benefician ni al atacante ni al defensor. Pero lo peor vuelve a venir dentro del área, donde es extremadamente sencillo cometer un penalti, para ello no será siquiera necesario hacer una entrada, bastará con intentar llegar a un balón antes que el rival pulsando el botón de pase. Al igual que la ley de la ventaja no siempre es bien aplicada, y nos encontraremos con ocasiones en las que nos pitan falta y nos corten una opción de contrataque, y otras en las que no la piten y nos encontremos con una situación con desventaja.
Por su parte, los compañeros no siempre hacen gala de la mejor IA en determinadas situaciones, como se puede comprobar en los desmarques que a veces realizan a destiempo, o cuando en lugar de abrirse para recibir el balón se vienen hacia nosotros dejándonos sin opción de pase. Mientras que la mejora en defensa en la que los compañeros acuden a tapar los huecos que dejan otros jugadores se vuelve en ocasiones en nuestra contra. Algo que puede ocurrirnos principalmente en zonas cercanas al área, en las que el jugador en lugar de apróximarse a rivales para cerrarles el paso y tapar el tiro, se abren para tapar el hueco de pase a un segundo jugador. Mientras que los porteros, aunque algo más inteligentes, siguen cometiendo a veces extraños errores en los que dejan pasar un balón por alto, o dan demasiados despejes a la frontal. A su vez la dinámica en los centros sigue sin ser la adecuada, el comportamiento del balón es aquí donde más flojea, y no se comprende muy bien como unas veces los jugadores rematan tan mal estando completamente libres de marca y otras son capaces de marcar un gol a la media vuelta con la coronilla casi desde la frontal del área.
En definitiva pequeños defectos que pueden molestar bastante en momentos puntuales del partido. Pero que no terminan de empañar una experiencia que se ha vuelto mucho más divertida, además de realista.
Modos de juego para aburrir
Así mismo, si hablamos de los modos de juegos disponibles en FIFA 16 también tenemos para largo rato. En la faceta offline tenemos los clásicos modos: partido rápido, juegos de habilidad, la infinidad de torneos licenciados, el modo carrera, como manager o como jugador, y al igual que en las anteriores entregas podremos volver a jugar al Ultimate Team compitiendo en torneos o temporadas contra la propia máquina. Con respecto a los dos modos carrera, vuelven a ser prácticamente similares a lo que ya hemos visto en FIFA 15, tanto en aspecto como en opciones, con alguna que otra pequeña sorpresa como los torneos de pretemporada, que da algo de vidilla a los primeros compases de la temporada, o los entrenamientos. Más allá de las carencias obvias de un título de este tipo (no es ni mucho menos un juego de gestión futbolística como pueda serlo Football Manager), le habría sentado bien un remodelado a estos modos, ya sea para mejorar algunos aspectos o al menos para aportar alguna novedad importante que suponga un nuevo incentivo para quienes ya les han dedicado bastantes horas en las anteriores entregas, algo así como lo que está haciendo 2K Sports con su saga de baloncesto en estos modos, mucho más completos. Aunque no han dejado de ser modos interesantes a los que seguro dedicaremos algún que otro rato aunque ya los tengamos bastante vistos.
Por su parte, en la faceta online, la cada vez más solicitada y donde FIFA 16 muestra todo su esplendor, encontramos además de los mismos modos del año pasado, uno nuevo que hará las delicias de los más atrevidos. Se trata de FUT Draft, que no consiste exactamente en un nuevo modo de juego, sino más bien en una de las variantes u opciones del propio Ultimate Team. Se trata de una especie de «arena» en la que entramos en igualdad de condiciones con respecto a nuestros rivales (aunque también lo podremos disputar offline, como el resto del Ultimate Team), y deberemos ir planificando nuestra plantilla desde cero a partir de elecciones que nos van presentando entre cinco jugadores aleatorios, desde el capitán hasta el entrenador. Tendremos que cuidar tanto nuestra media como nuestra química para crear el mejor equipo posible. El resultado suelen ser equipos bastante competitivos y que nos permitirán probar jugadores difíciles de conseguir en el Ultimate Team en propiedad.
Deberemos ir disputando partidos en los que si ganamos pasaremos al siguiente, así hasta un máximo de cuatro seguidos. Cuantos más partidos ganemos mejores recompensas obtendremos en forma de sobres y otros ítems para nuestro club del Ultimate Team. Sin embargo no será sencillo entrar a jugar este modo, ya que deberemos pagar 15,000 monedas por ello. En cualquier caso merecerá la pena ya que la recompensa mínima es similar a este valor.
El Club Pro volverá a ser uno de los modos estrella, y es que a pesar de sus carencias, que las vuelve a tener, pues resulta prácticamente el mismo formato que en el pasado, puede ser también uno de los modos más divertidos y que más horas nos roben cuando jugamos con amigos. No obstante, siempre se ha caracterizado también por ser el modo menos realista y en el que se daban las situaciones más subrrealistas con las que podíamos toparnos en FIFA. Esto es algo que promete cambiar para bien este año. Ya que el nuevo ritmo del juego obliga más a combinar con los compañeros, ya no pueden darse tan fácilmente esas jugadas maradonianas nada más sacar del centro del campo, por ejemplo. El bug de los disparos lejanos se ha corregido, y la física mejorada ha dado lugar a choques más versímiles. Aunque como es lógico si contamos con el factor humano, seguirá siendo uno de los modos en los que se den situaciones más extrañas, ¡qué no se pierda la magia! Por cierto, el priemr bug curioso con el que me he topado ha sido cuando disputando el primer partido con mi club y cuando estábamos siendo superiores al rival a pesar del empate en el marcador, un rival ha chutado desde el medio del campo un balón que se quedó botando. El problema ha llegado cuando este ha pasado clarísimamente por encima de la portería, e imaginaros cuál ha sido nuestra sorpresa cuando tanto árbitro como comentaristas lo han dado por gol. Tanto es así que ha subido al marcados y hemos perdido el partido. Vaya facepalm se nos ha quedado, esperemos que no ocurran cosas como esta muy a menudo.
Además, no podemos olvidarnos de comentar también una de las grandes novedades de este FIFA 16, el fútbol femenino. Un nuevo modo de juego que ha pasado a ser algo más que un mero añadido. Jugar con las chicas es una experiencia notablemente diferente. No tanto como para que parezca un nuevo juego, pero sí para que nos resulte bastante atractivo dedicarle un buen tiempo. Las futbolistas tienen un modo de jugar ligeramente distinto, en el que podemos apreciar un juego menos físico y más centrado en la agilidad y destreza. Así por ejemplo encontramos una mayor tendencia a realizar remates acrobáticos que de cabeza, mientras que las colisiones y cargas no son tan «duras», y pueden mantenerse por más tiempo sin cometer faltas, o unos tiros más centrados en la colocación que en la potencia. En general es un fútbol algo más lento y estratégico, y que invitará a probar esta nueva modalidad con nuestra selección favorita de las 12 representadas.
Las licencias, cómo no, vuelven a ser otro de sus puntos fuertes. Además de las selecciones femeninas, encontramos las ligas de hasta 26 países. A las que se unen 48 selecciones nacionales. Una auténtica burrada, contando con que además muchas ligas como la ingles o la española incluyen divisiones inferiores. Una pena, eso sí, que no todos los jugadores estén igual de bien recreados. Pero eso sería una tarea casi imposible, claro. Además podemos encontrar hasta 79 estadios diferentes.
Un cordial saludo de Paco González y Manolo Lama
Lo que más he comentado ha sido el aspecto jugable de este FIFA 16, y no es por capricho, sino porque realmente es donde se presentan las novedades significativas. Y es que más allá de este aspecto, que además es el más importante, FIFA 16 es realmente un juego bastante continuista, como ya hemos visto en sus modos de juego. Y en su aspecto técnico le ocurre algo parecido, viene a ser una revisión, buena, eso sí, de lo que ya conocíamos.
Cierto es que se ha mejorado en general el aspecto visual, sobre todo en el apartado de la iluminación, más natural y que permite distinguir claramente la hora del día a la que jugamos los partidos. Los efectos climáticos y el césped también han sido retocados también. Con respecto al primero, el desgaste vuelve ser bastante realista, aunque lo más satisfactorio es su aspecto jugable, ya que afecta a los botes y al rodamiento del balón según su estado. Con respecto al clima me ha resultado especialmente llamativo el uso de la niebla, que aunque queda bien a nivel visual, resulta algo molesto al jugar. También se ha trabajado en añadir nuevas y distintas animaciones, como ya se ha comentado, lo que ha resultado en que visualmente el resultado quede más realista por tener una mayor variedad de ellas, aunque tampoco es algo de lo que nos percatemos a simple vista, sino que más bien es una aportación que ayuda a lucir al conjunto. El aspecto de los jugadores ha sido actualizado, aunque este era un aspecto bastante bueno de la anterior entrega y tampoco ha sufrido un gran cambio, no lo necesitaba. Aunque como es lógico, los jugadores más populares vuelven a lucir mucho más detallados y semejantes a sus yo reales que por ejemplo los jugadores de segunda división o de equipos más modestos.
La introducción de nuevas animaciones, eso sí, ayuda a crear una mayor sensación de dinamismo durante los partidos, que lucen más suaves y naturales que nunca. Un añadido que, si bien es discreto, no solo ha contribuido a nivel jugable, sino también visual.
Por contra, volvemos a toparnos con los mismos comentarios, repetidos hasta la saciedad, de Manolo Lama y Paco González, que siguen sin renovar el repertorio. Quizás va siendo hora un cambio en este aspecto, ya que a pesar de no ser relevante, podría ayudar a renovar la cara de la saga. Al menos siempre queda la opción de desactivar los comentarios o poner los de otro país, si es que los preferimos. Mientras que por su parte los efectos ambientales en los campos vuelve a ser ejemplar. Y mantiene una banda sonora bastante completa, con géneros y grupos para todos los gustos, que nos ayudarán a amenizar los ratos entre menús.
En definitiva, tenemos juego para mucho, mucho rato. Los modos de juego de siempre, unidos a las novedades como el fútbol femenino o el FUT Draft. Pero sobre todo, una nueva jugabilidad que, si sabemos apreciarla, nos atrapará durante infinidad de horas hasta que logremos dominarla por completo, en la que cuanto más juguéis más satisfactoria os parecerá.
Conclusión
La temporada acaba de comenzar. Ahora toca comenzar a construir nuestros equipos en función de nuestra forma preferida de jugar, pero no os olvidéis de dejar alguna alternativa en el banquillo, porque los partidos se os pueden complicar, y pocos rivales os lo pondrán fácil. FIFA 16 se ha convertido en general, y a pesar de sus líneas continuistas, en un juego más difícil de dominar pero también más satisfactorio y divertido, y que a muchos nos devolverá las ganas de jugar al fútbol en consola. Es posiblemente, y a pesar de algunos de los errores que continúa presentando, el mejor juego de fútbol, no solo por realismo, sino por diversión, al que he jugado desde PES 6. Existía cierto temor a un parche lanzado el día de lanzamiento con el que parecía haber vuelto a cambiar la velocidad en los partidos. Pero no os preocupéis demasiado por él. No trae consigo un cambio tan significativo como para treaernos un juego nuevo. Las características que hemos comentado siguen intactas, si bien la sensación en general es de algo más de dinamismo, debido principalmente a la corrección de algunos movimientos y animaciones que se han vuelto más fluidas. Veremos en todo caso qué puede ocurrir con futuras actualizaciones.
No nos olvidemos, en todo caso, de que este año existe una dura competencia con PES 2016. Otro gran juego de fútbol que retorna por el buen camino, y que también transmite grandes sensaciones. Sin duda, un gran año para el género después de haber pasado por algunos altibajos.