Ha llovido desde que en la pasada Gamescom se presentara, y en la Madrid Games Week se pudiese jugar, Funk of Titans, el nuevo proyecto del estudio afincado en Barcelona ‘A Crowd of Monsters‘, estudio que trajo hace unos meses Sugar Kid, un juego para dispositivos iOS y que están preparando un nuevo juego que pinta muy, muy bien, una aventura ‘noir’ para Xbox One llamada Blues & Bullets.
Ahora, con Funk of Titans pretenden llevar un género, dos para ser exactos, muy extendido en dispositivos móviles a una consola de sobremesa, en este caso Xbox One. ¿Como funciona un juego que parece ideado para dispositivos táctiles en una consola de sobremesa que se controla con un mando tradicional? Descubridlo en el análisis de Funk of Titans.
Sólo una recomendación: para disfrutar de este análisis dadle al play:
Guantazo a la historia, ¿o no?
¿Qué sabemos de la Antigua Grecia? ¿Acaso estuvisteis alguno de vosotros allí? ¿Hay fotografías? ¡NO! Se ha teorizado sobre la posibilidad de que Jesus fuese negro pero ahora, gracias a ‘A Crowd of Monsters’, sabemos que el que SI era negro era el todopoderoso Zeus, el padre de los dioses en la Antigua Grecia, un Zeus con un look muy similar a Morpheo, el icónico personaje de Matrix, un Zeus »juguetón» cuyo hijo, Hércules, es blanco, así que algo debió ocurrir en la familia. El que si era igualito al padre es el chocolateado Perseo, el protagonista de la aventura y personaje al que controlamos.
Todo comienza cuando los tres titanes de la música pretenden conquistar el cielo, la tierra y el hades. Cada titan lleva por bandera un tipo de música: pop, rap y rock, tres estilos musicales antagónicos que debemos erradicar, ya que la música de los dioses es el funk y claro, lo demás nos parece horrendo y perturbador para nuestro reino. ¿Ocurrió así de verdad? No tenemos ni idea, pero… ¿habéis visto algún titan en la Tierra? No, por tanto algo debió haber.
Fuera de bromas, este será el contexto de Funk of Titans, todo lo que se necesita para crear una atmósfera donde lo realmente importante es la jugabilidad.
Mira mamá, ¡sin mano(s)!
Antes de nada hay que definir el género de Funk of Titans. Lejos de lo que pueda parecer, no se trata de un juego de ‘plataformeo’ donde controlemos absolutamente todos los aspectos de nuestro personaje: dirección de movimiento, correr/esprintar, salto/doble salto, pelea, etc. Funk of Titans es un juego del género endless runner, un género muy extendido los últimos años en plataformas móviles, como Run Sackboy! Run! o Temple Run 2 y donde el personaje corre de manera automática y nosotros nos limitamos a aporrear enemigos, objetos y saltar, además de calcular el salto para tomar un camino más directo u otro más provechoso para la puntuación final.
Funk of Titans nos presenta 39 niveles, trece por cada uno de los tres mundos, cuyo desarrollo es de scroll lateral en dos dimensiones. En estos niveles nos limitaremos a saltar, ya sea de saliente en saliente, resbalando por una pared o impulsándonos gracias a las cabezas de algunos enemigos, ayudándonos de una especie de palancas y pulsando botones que activarán caminos aleatorios y trampas. El objetivo es llegar al final del nivel, unos niveles que duran unos 3-5 minutos cada uno y que esconden tres retos: la posibilidad de superar el nivel sin recibir un solo golpe, la posibilidad de encontrar a Pegaso (alguno estará tras una puerta blindada) y recoger los contados 100 vinilos que están a la vista o escondidos en vasijas.
Si superamos todos estos retos conseguiremos una serie de medallas, una de cada clase por nivel, que nos permitirá acceder a un logro acumulativo. Además, estos 100 vinilos servirán para comprar nuevos skins en la tienda, como pelucas, un casco de soldado imperial de Star Wars o un avatar de Sugar Kid, así como adquirir nuevas espadas (o radios) cuyo fin será visual y útil, ya que nos permitirán romper algunas de esas puertas blindadas que os dijimos escondían a Pegaso.
¿Para que vale Pegaso? Aquí viene el segundo género importante en el género, una especie de Flap Pegaso o Jet Pack Pegaso en el que, pulsando y manteniendo el botón A se nos presentará un nivel de scroll lateral donde tendremos que conseguir vinilos intentando no chocarnos contra proyectiles, superficies o tenedores puestos con mala leche y cuya velocidad es progresiva en función de los metros que recorramos. Al estrellarnos, porque nos estrellaremos, veremos el contador de vinilos conseguidos en ese ‘nivel’ y la cantidad de metros recorridos.
Además, tendremos una serie de ‘retos de Zeus’ que consistirán en superar un nivel desnudo, por ejemplo, saltar sobre la cabeza de X número de enemigos o estrellarnos 5 veces con nuestro Pegaso. Estos retos nos permitirán subir de nivel a nuestro Perseo, lo que servirá para acceder a nuevo equipamiento en la tienda, algunos necesarios, como la espada láser, para echar abajo algunas puertas que contienen un Pegaso.
Para romper un poco la monotonía, hacia la mitad de cada mundo tendremos un combate contra un Grunt, uno por mundo, que no es más que una lucha cuerpo a cuerpo que deberemos superar con un sencillo Quick Time Event dividido en tres fases. Lo mismo ocurre al final de cada mundo, donde nos enfrentaremos al Titan correspondiente, ya sea la Lady Gaga con metralletas saliendo de sus encantos (pop), el Pitbull cíclope (rap, que ya quisiera Pitbull) y un greñudo roquero afincado en el infierno y que es calcado a [inserte grupo de los 80s]. En estos enfrentamientos también tendremos un ‘combate en la pista’ dividido en tres fases y que se supera con un QTE. El problema es que estos combates no suponen ningún reto y muchas veces la aparición del botón correspondiente coincide de chiripa con al ‘beat’ de la música que se esté interpretando.
Superar el juego nos llevará entre dos horas y media y tres horas, es corto pero hay que tener en cuenta el tipo de juego que es, un estilo de juego concebido para echar un par de partidas de manera casual y que es tan adictivo que os enganchará hasta completarlo. Otra cosa será completar el juego, algo que nos llevará muchas más horas, ya que tendremos que conseguir todos los mundos perfectos, por ejemplo, y que será la excusa perfecta para que los cazadores de logros le den ‘caña’ al juego durante muchas horas. Es un apartado difícil de valorar ya que sí, el juego es corto pero claro, se hace corto por lo tremendamente adictivo que resulta.
Todo el juego, excepto el avanzar de nivel en nivel, se puede superar con una sola mano, con los botones A y X, síntoma inequívoco de su ‘espíritu’ de juego para dispositivos táctiles. ¿Esto es algo malo? Ni mucho menos, es algo que acerca el juego a todos los públicos y que supondrá un ‘kit-kat’ entre tanto juego con controles enrevesados donde da la sensación de »faltarnos botones». De hecho, y como anécdota, en la Madrid Games Week, Ramón Nafia, integrante de A Crowd of Monsters, nos hizo la presentación del juego mientras jugaba con una mano y gesticulaba con la otra. Como curiosidad, si pulsamos el stick izquierdo nuestro personaje hará un comentario.
En lo referente al diseño de niveles en el plano jugable, los saltos están bien implementados, algo fundamental en un juego de este estilo aunque, eso si, en el tercer mapa del mundo tres advertí un salto que tuve que repetir hasta la saciedad ya que moría cada vez que lo intentaba, con la consecuente repetición desde el principio. Este salto considero que no está demasiado bien calculado pero, por suerte, es el único que he advertido en todo el juego lo que no está nada mal teniendo en cuenta que cada nivel se compone por un montón de estas acciones.
DJ, pincha otra
Funk of Titans es un título que se apoya en un contexto muy específico: el contexto musical, por eso supone una decepción el encontrar tan poca variedad de temas durante el juego, ya que sólo encontraremos tres o cuatro canciones diferentes, una temática por cada mundo y, para un roquero como yo, una elección algo errónea en cuanto al tema más ‘guitarrero’.
Si Funk of Titans incorporara más variedad de temas, se convertiría en un juego que daría gusto poner con el volumen a tope sin embargo, esta monotonía sonora propiciará que terminemos bajando el volumen de la tele y nos pongamos nosotros mismos nuestra banda sonora, sin ir más lejos la del vídeo que colgué al principio del análisis.
Tampoco tendremos voces, ya que los personajes que aparecen en el juego, Aretha, Zeus, Hércules, Perseo y los ‘villanos’, se comunicarán con nosotros mediante cuadros de texto aunque, no sé si es cosa mía o será generalizado, yo me imaginaba las voces. En concreto Zeus sonaba como Morpheo y Perseo como Samuel L. Jackson en Pulp Fiction.
Grecia nevada y con oasis
En cuanto al apartado gráfico y técnico, Funk of Titans cumple. En el plano técnico he advertido algún bajón de frame-rate aunque no tenían la mayor importancia y el apartado artístico tampoco es un alarde de variedad aunque, eso si, hay un par de niveles, uno del hades y otros que juegan con los claroscuros, que están bastante conseguidos.
El juego es vistoso aunque no es un alarde técnico y podría ser un juego perfectamente ‘porteable’ a dispositivos móviles ya que el nivel está lejos de lo que una consola como Xbox One puede ofrecer.
Camino al cielo del Funk
Funk of Titans representa un género muy extendido en plataformas móviles pero que no se prodiga en consolas de sobremesa cuyo público tiene otros intereses: el de sentarse a disfrutar sin prisas, propias de un juego de móviles, frente al televisor. Por ello, hay que tener claro lo que el producto puede ofrecer a cambio de 8,99€, el género del juego y la posibilidad de adaptarse a cualquier tipo de público.
Se echan en falta más niveles, o más diferentes entre si, más variedad de situaciones o ‘rapidez’ del scroll en algunos niveles, mayor dificultad pero, sobre todo, se echa de menos más variedad en el apartado sonoro, quedando algo corto en este apartado y siendo incomprensible cuando el juego se basa en eso mismo: la música.
Por lo demás, Funk of Titans es un buen juego para todos los públicos, tremendamente adictivo y bien construido, a excepción del citado salto ‘de la muerte’ que comenté anteriormente. Sin embargo me lleva a pensar que siendo exclusivo deberían haber dado la oportunidad de jugarlo con Kinect y que, si Smartglass lo permitiese, no habría sobrado la posibilidad de jugarlo ‘pulsando en la pantalla’ de nuestro dispositivo aunque, claro, esto no afecta ni positiva ni negativamente al título. Se trata de un título muy simple que podría ser el pionero en ‘compartirse’ en un hipotético bazar común entre Xbox One y Windows 10 aunque, claro está, esto son castillos en el aire.
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Lo bueno
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- Muy, muy adictivo
- Rejugable
- Los pequeños de la casa que no sueltan la tablet están de enhorabuena
- Diseño artístico simpático y llamativo
- Buen diseño de niveles
- Venga, Zeus es negro, ¡superad eso!
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Lo malo
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- No deja de ser »un juego para móviles»
- Muy poca variedad en la banda sonora
- Jugablemente muy simple para el avezado jugador prototipo de la consola
- Podría hacer uso de Kinect
- Aunque bien diseñados, los niveles se hacen repetitivos
- Un marcador de tiempo para ‘fardar’ online no habría estado de más
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