En 2009, la obra de Hajime Isayama, Shingeki no Kyojin, fue publicado por primera vez ofreciendo una alternativa a las típicas historias post apocalípticas. A partir de esta obra, se popularizo un anime que ha acaparado un éxito descomunal. Y es que la crudeza representada en los mismos, la historia expuesta y la presencia de los titanes, ha sido un aliciente ante los zombies que han sido protagonistas en la mayoría de ocasiones. Isayama creó un mundo distópico en el que la humanidad se ha visto llevada al extremo, prácticamente extinta, viviendo recluida en una zona amurallada de un peligro inusual, unos gigantescos titanes cuyo único objetivo es matar humanos.
Pero la historia no se centra en exponer esta situación y dar vía libre a un sinfín de personajes heróicos. La historia central nos expone a un niño, Eren Jäger, que sufre una dolorosa pérdida que le evoca a luchar contra este enemigo. El duro entrenamiento y sus ganas de acabar con todos los titanes es lo necesario para hacer frente a esta dura situación, no obstante, existen aliados importantes y situaciones inesperadas que habrá que afrontar.
Wings of Freedom se centraría más en la segunda mitad del anime, en la Legión de Exploradores
Ante el éxito de este anime, trasladado a la gran pantalla con poco acierto, y con la vista puesta en la llegada de una segunda temporada que de continuidad a la historia, Omega Force se ha encargado de llevar a cabo el juego basado en Ataque a los Titanes, Attack on Titan: Wings of Freedom. Siguiendo la línea de la adaptación de animes, como fue el cercano Arslan: The Warrior of Legends , y dejando a un lado la saga Musou, llega este juego que rompe de base con las experiencias propias de esta desarrolladora, pues el combate, no transcurre en el suelo y el enemigo no es una multitud de soldados, sino temibles titanes de diferentes alturas y feroces intenciones.
Muros contra los Titanes
Toca desglosar todo lo que Attack on Titan: Wings of Freedom ofrece, para lo que comenzaremos exponiendo las bases fundamentales de la propuesta, haciendo alusión a los aspectos básicos de su historia. La humanidad se encuentra al borde de la extinción, cuando aparecieron unos titanes que atacaron sin cuartel. Ante la impotencia de sus intentos de combatirlos, los supervivientes se refugiaron tras unos altos muros que se construyeron para poder evitar que los titanes pudieran acabar con ellos.
Encontramos una gran estructura conformada por tres grandes muros, el exterior, el Muro Maria, el intermedio, el Muro Rosa, y el interior, el Muro Sina, que engloban a las diferentes clases sociales en ellos. Durante más de 100 años los supervivientes pudieron vivir en paz, pero en el año 845 el Titán Colosal apareció en la puerta sur del muro Maria. Un titán más alto que el propio muro, que abrió una brecha y permitió la entrada de los titanes en el distrito Shiganshina. Fue en este ataque donde Eren Jäger y Mikasa Ackerman perdieron a su madre, pero la humanidad, perdió mucho más. Una quinta parte de la población fue erradicada y se perdió un tercio del territorio que se había conseguido aislar del hostil mundo exterior.
Eren y Mikasa tomaron la decisión de enrolarse en las fuerzas del ejército, formando parte de la 104º Tropa de Reclutas, de las cuales dividen a sus reclutas en tres secciones, El Cuerpo de Exploración, Las Tropas Estacionarias y la Policía Militar. Cada una de las cuales tiene como objetivo cumplir un propósito.
No obstante, uno de los elementos que más confundió a los ciudadanos supervivientes, es la aparición de titanes excepcionales, únicos e inteligentes. No solo por el Titán Colosal, también por el Titán Acorazado que fue capaz de derribar la segunda puerta. De hecho, dentro de la brillante trama que se puede disfrutar en el modo historia de Attack on Titan: Wings of Freedom, podréis descubrir los acontecimientos que suceden en el anime, prescindiendo de algunos de esos capítulos de relleno. En Attack on Titan: Wings of Freedom, centran su experiencia en el modo historia en los acontecimientos donde hay acción, incluyendo varias fases en las que se deberá actuar de diferente manera, dado el argumento, que lejos de desvelar, invitamos a que comprobéis y disfrutéis, bien con el juego o bien con uno de los mejores animes de los últimos años.
Una de las mejores historias de los últimos años, cruel y sangrienta
Acción tridimensional
Centrándonos en el juego, Attack on Titan: Wings of Freedom es un título desarrollado por Omega Force, clásicos desarrolladores de hack´n slash, que han tenido que adaptarse a un nuevo concepto para desarrollar la acción de este juego. Lejos de encontrarnos con un título clónico, como pudo ser Arslan, Attack on Titan: Wings of Freedom tiene diferencias de base que hacen que no se pueda presentar del mismo modo. A la hora de explicar los motivos, debemos centrarnos en el equipamiento que portan los soldados, los cuales, portan un equipo de movilidad tridimensional y dos grandes espadas. Los equipos de movilidad tridimensional constan de dos ganchos y de un propulsor, todos empujados por combustible, que permiten lanzar cables a larga distancia y recogerlos, con el propósito de poder moverse en cualquier dirección.
De este modo, los soldados pueden dejarse llevar a grandes velocidades por la ciudad, impulsándose sobre los tejados y las cabezas de estos mastodónticos enemigos. Claro está, que su aplicación en el juego supone una ruptura radical con lo preestablecido en cualquier juego. Representado con gran fidelidad, este sistema permite con un simple gesto dirigir nuestro personaje a cualquier dirección, con un fuerte impulso hacia el frente, pero que podremos girar, con cierta habilidad, sin hacer uso de la dirección. Claro está que para moverse no hace falta nada más que pulsar un botón y indicar la dirección, pero este sistema también es empleado para dirigir nuestros ataque sobre los titanes, para lo que debemos seleccionar el titán y posteriormente indicar que parte del mismo queremos atacar.
La movilidad destaca gracias al equipo de movilidad tridimensional
Tras unas cuantas pruebas, para lo que hay un tutorial bastante útil, podemos observar que este aspecto del juego es tan complicado como adictivo. La velocidad con la que se puede mover el personaje es abrumadora, incluso, puede ser un poco tortuoso cuando nos movemos libremente. Claro que, lejos de ser la única manera de moverse, hemos de considerar la opción de poder impulsaron con un propulsor que consume el mismo combustible, de forma que podemos empujar hacia el frente al soldado para que vaya más lejos. No obstante, sigue siendo algo caótico en algunos momentos, siendo algo más preciso el control cuando hemos seleccionado un titán, donde la cámara se fijará en él y nuestro movimiento no resultará tan drástico.
Pero para poder acabar con el titan, debemos saber que estos son prácticamente invulnerables al daño, salvo en una zona ubicada en la parte inferior de la nuca. Cualquier otro daño, se regenerará con el paso del tiempo, de forma que hay que actuar con celeridad. No obstante, cuando hemos seleccionado un titán para atacar, aparecerán resaltados cinco puntos de ataque, las extremidades y la nuca, donde bien podemos desmembrarlo y ejecutarlo. Hay que tener en cuenta que cuantos menos miembros posea, menos se moverá y menos riesgo hay de que nos atrape. Y es que los temibles titanes, para lo poco inteligentes que parecen, son tremendamente efectivos, sobre todo si el nivel de dificultad es elevado.
En una pugna uno contra uno, el mero hecho de despejar el trayecto de ataque, puede complicarse. Pero lo normal es que no estemos solos, de forma que si encontramos a un titán desprevenido, podemos tener vía libre para poder atacar su punto débil, incluso, podemos observar que un ataque a tiempo puede salvar la vida a algún desprevenido humano que está a punto de ser devorado. Claro que hay que tener en cuenta que entre nosotros y el titán, una vez enganchado, no se puede interponer absolutamente nada, en el momento que se rompa la trayectoria, se desengancha y habrá que volver a engancharlo.
En este aspecto, hay que mencionar que para conseguir ciertos aliados, conocidos personajes del anime, hay que cumplimentar una misión concreta. A la hora de entrar en combate, durante la batalla, aparecerán solicitudes de ayuda, mediante bengalas. Cuando acudimos al rescate, se expondrá alguna tarea que, al cumplimentarse, otorga un poderoso aliado, más fuerte y capaz que los soldados que podemos reclutar en cualquier lugar. En muchas ocasiones, moverse de aquí para allá supone un aliciente y se hace de forma fugaz, pero en determinados escenarios, en los que nos facilitan un caballo, la distancia se puede llegar a hacer eterna. Es más, en las tareas de escolta, podemos observar que ni la movilidad del caballo ni la IA están demasiado pulidos, haciendo peligrar la valoración global de la misión.
Claro que no todos los titanes son iguales, existen diferentes clases en base a su tamaño y, dadas las circunstancias, también por su comportamiento. Ante los titanes convencionales, existen unos, más peligrosos, bautizados como anormales, que fijan un objetivo y lo persiguen hasta que acaban con el. Estos son mucho más certeros en sus ataques y resulta más complicado hacer que pierdan su objetivo, incluso, los hay más resistentes, requiriendo de una mayor fuerza de ataque. No cabe duda de que con el incremento de la dificultad, la movilidad de los titanes o como se comportan nuestros compañeros, hará que las subyugaciones de estos puedan ser problemáticas. Ya no solo es cuestión del complejo control, la desorientación o los fallos de precisión del sistema de elección de objetivo, es cuestión de que metidos en la batalla, querer eliminar a los titanes cuanto más rápido y eficazmente, mejor, pero no se puede siempre.
Claro que, hay que tener en cuenta que existen otros titanes, exclusivos, cuyas capacidades y resistencias son mucho mayores, pero en el fondo, son parte de la historia que descubriréis jugando o viendo este magnífico anime. No obstante, sirven para intentar dar cierta diversidad a la historia, una diversidad escasa, que además presenta fases que no han sido del todo ideadas, o cuya jugabilidad no supone el mismo incentivo. Parece que Omega Force si desarrolló bien la jugabilidad, pese a la complejidad innata del concepto, pero estas fases que buscan diversidad, son trámites insulsos que podían haber tenido un potencial enorme.
Héroes, soldados y mejoras
A la hora de hacer frente a la acción de cada misión, debemos considerar que los diferentes personajes seleccionables, héroes de la serie, tienen aptitudes muy diferentes. Dentro de las cualidades, unos atacarán más fuerte, otros se moverán con mayor fluidez y otros, obtienen ventaja estratégica gracias a la cooperación de los aliados. Y es que dentro del juego podemos ir acompañados por 4 compañeros que pueden ayudar en el combate, bien protegiendo el objetivo, atacando al mismo titán que nosotros o atacando a cualquier titán que haya en escena.
No obstante, comenzará la partida con uno o dos soldados a nuestra estela, siendo una de las prioridades atender a las bengalas que nuestros compañeros, los protagonistas de la serie, hacen ver. Cuando atendemos la demanda, se unirán a nuestro equipo, siendo aliados más poderosos que los múltiples soldados que encontramos desperdigados por el mapa y podemos reclutar. Tenemos que tener en cuenta que este grupo que nos sigue actuará en base a nuestras preferencias, eligiendo si protegen al objetivo (de haberlo), si van por libre o atacan al mismo titán que nosotros. Hay que considerar que hay personajes que tienen una habilidad adicional, que es dar órdenes precisas de que parte atacar, atacando a aquella que tengamos seleccionada.
Con esto, la acción es mucho más fluida e interesante, incluso, da para pensar en estrategias que permiten distraer a un titán mientras el equipo ataca y es un aspecto que hay que tener muy en cuenta según el carácter que llevemos. Si bien algunos tienen la fuerza necesaria para hacer mucho daño en cada ataque, puede que no sean demasiado eficaces con el uso de las espadas o el gas que nos permite movernos. Hay que tener cuidado con estos factores, pues bien las espadas o el gas son elementos que se desgastan y que hay que reponer. Algunos son eficaces y apenas tendremos que preocuparnos, pero en otras ocasiones, deberemos atender a la ubicación de los soldados que proveen suministros para poder recargar, o bien, buscar a soldados muertos que en ocasiones dejan alguno de estos elementos.
Atender a las características de cada personaje, pues no todos sirven para lo mismo
Estas características pueden mejorarse, jugando con cada uno de estos caracteres, la obtención de experiencia permite obtener más nivel y con ello, nuevas habilidades que mejorarán el rendimiento en combate, el uso de recursos o mejorarán la interacción con los soldados aliados, como puede ser, la recarga del ataque en grupo, ese típico ataque especial que permite hacer más daño con una sola acción. Claro que no es lo único que podemos mejorar, también hay que atender a las diferentes tiendas que permitirán comprar y mejorar nuestro equipo.
Claro que hay que hablar de mejoras, las cuales llegan para los tres fundamentos de cada soldado. Las espadas, el equipo de movilidad tridimensional y los propulsores. Si bien existen diferentes modelos que tienen diferentes aptitudes, cada elemento tiene tres características que varían y que condicionan nuestra capacidad de acción. Hay espadas más eficaces y otras más resistentes, hay equipos que lanzan los ganchos más lejos, pero consumen más combustible y lo mismo con los propulsores. De este modo, con los materiales que se obtienen como recompensa, o atacando partes concretas de los titanes, podremos adquirir y mejorar, siendo así, más efectivos o poderosos.
Entre las recompensas, dinero y materiales para el desarrollo y mejora de equipamiento
En un nivel de dificultad bajo, esto puede parecer intrascendente, pero cuando nos hacemos cargo de titanes más poderosos o dificultades más altas, todos estos pequeños aspectos pueden ser determinantes a la hora de combatir a los titanes y poder avanzar en la historia o tener éxito en las misiones del equipo de exploración.
Las alas de la libertad
Attack on Titan: Wings of Freedom, debe su sobrenombre a uno de los emblemas de una de las divisiones establecidas por el gobierno. Las Alas de la Libertad son el emblema de La Legión de Reconocimiento, que se encarga de luchar contra los titanes en las afueras de las murallas para obtener información útil sobre como vencerlos, así como para crear puntos de suministro para futuras incursiones en el mundo exterior. Dentro de Attack on Titan: Wings of Freedom existe, además del modo historia, el Modo Exploración, con el cual, entramos a formar parte de este grupo de soldados con el propósito de avanzar frente a la amenaza.
Bien terminada la historia o accediendo a través del menú, el Modo Explorador aparece como una opción de juego adicional repleta de misiones que cumplimentar. Es un modo algo más monótono, donde las misiones pueden parecer repetitivas, aunque en el fondo, el procedimiento de todo el juego, salvo las fases exclusivas, bien puede resultar igual de monótono. Claro que, en parte, el sistema de control y acción es lo suficientemente atractivo como para que este modo de juego adicional resulte apasionante. Lejos de ser un mero entretenimiento, donde hay que cumplimentar misiones dispares, se obtienen jugosas recompensas como pueden ser otros aspectos relacionados con el anime, incluso, batallas contra enemigos exclusivos y acceso a muchos elementos de mejora que no se podían obtener antes.
Es así como el reto de seguir jugando tiene un fundamento, sobre todo, por la diversión que supone la jugabilidad, en general, donde dominar el sistema de control y lucirse eliminando titanes, puede ser emocionante. Además, como modo de juego, el Modo Exploración permite cooperar con amigos, ya que incluye funcionalidades multijugador que puede hacer todavía más entretenida y espectacular la lucha contra los titanes. La cantidad de misiones y el reto de superarlas todas en dificultades elevadas con una calificación de S, es un reto que solo alcanzarán los más habilidosos.
A la hora de hacer frente a estas misiones, si accedemos desde el menú principal al Modo Explorador, se puede elegir hacerlas una a una, o bien elegir hacerlas agrupadas en pequeñas playlist que pueden conferir otros materiales más exclusivos que permitan mejorar el equipo que llevamos. Podemos observar que la lista de misiones que existe es bastante extensa, si bien, hay una pequeña diferencia si jugamos desde el campamento del Modo Exploración, o desde la base militar después de acabar la campaña en el Modo Ataque. Y es que en este segundo caso, al cumplimentar todas las misiones de cada una de las zonas, se habilita una nueva fase o misión, en el que aparecen nuevos enemigos especiales.
De hecho, es en esta continuación del Modo Ataque, o Modo Historia, donde podemos encontrarnos a ciertos amigos que nos propondrán retos varios, como matar titanes, cortar partes, cumplir misiones secundarias, otorgando recompensas y accediendo a secuencias del anime que no han sido incluidas durante el transcurso del Modo Historia. Y es que el anime de Ataque a los Titanes tiene más que pura acción. De forma que, más que formar parte de la Legión de los Exploradores y hacer gran cantidad de misiones, una vez terminado se expone un título que tiene muchos retos para cumplir y que puede disfrutarse junto a los amigos, gracias al modo cooperativo.
Un anime explícito
La recreación de los animes en videojuegos que transcurren en entornos tridimensionales siempre cuentan con el riesgo de adaptar algo diseñado en 2D a las 3D. Pero parece que Omega Force ha encontrado una herramienta con la que los diseños obtenidos resultan tanto o más espectaculares. Obviamente, la gracia del anime está en la fluidez de las animaciones de esos dibujos aparentemente vagos en detalles, sin embargo, Ataque a los Titanes es una serie que ha ofrecido una calidad de diseño realmente apasionante. Y eso, que para el juego han prescindido, en mayor parte, de una de las mejores bandas sonoras compuestas para un anime, adaptándose medianamente, al estilo de Omega Force.
Lejos de ser un juego vinculado a una estética típica, Ataque a los Titanes parece ambientarse en el viejo continente europeo, donde las construcciones robustas de los castillos y las aldeas de chamizos de adobe y piedra, son protagonistas. Claro que la humanidad, recluida entre esos muros, ha avanzado a un concepto que entremezcla ese diseño clásico con las urbes más modernas. Siendo uno de los escenarios incluidos entre los entornos claramente diferenciables de Attack on Titan: Wings of Freedom, podemos encontrarnos en combate en un entorno que será fácilmente reconocible por los fans del anime.
El trabajo realizado para exponernos a los combates del anime ha sido realmente bueno, si bien, el trabajo de Omega Force siempre ha descuidado mucho el detalle, con construcciones cuadriculadas y de texturas planas, parece que el no tener que hacer aparecer cientos de soldados en pantalla ha permitido pulir algo más los escenarios. De este modo, salvo por la inevitable diferencia de estar en un entorno tridimensional, el diseño del juego es más que correcto y pese a que no se puede negar que existen resultados mejores, la mejora con respecto a otros títulos se hace notar.
Los mapas disponibles nos llevarán a tres entornos básicos, la ciudad interior, las llanuras exteriores y el bosque de los árboles gigantes. Uno de los aspectos por los que estos escenarios están mejor recreados, es que apenas hay una variedad elevada de ellos, sobre todo, porque la acción en la ciudad interior, entre las murallas, siempre sucede en el mismo mapa, lo que ocurre también en el caso del bosque de los árboles gigantes. No es así en el caso de la llanura, donde existen varios mapas diferentes, pero lejos de ser extremadamente diverso, los diferentes mapas expuestos son prácticamente clónicos. Puede que sea una simple sensación, pero es que tampoco se les puede pedir que se inventen escenarios para un juego que representa un anime que tampoco muestra demasiados entornos.
La relación con el anime es directa en diseño y acción, pero se nota el sello de Omega Force
Claro que, a las mejoras que pueden denotarse en el diseño general, podemos advertir que lo más llamativo es ver como ciertos edificios pueden derrumbarse por el peso de los titanes. Titanes que son protagonistas, pues de estos si existe una gran variedad de ellos, aunque en el fondo, es más una combinación de las diferentes clases existentes. Puede que no haya tantos rostros desencajados y perturbadores, pero la combinación de estos con los diferentes tamaños de titán o de anormales, el otro tipo de titan, hace que combatiendo, nos de la sensación de que cada uno es diferente. Este enemigo, está perfectamente representado con su referencia de la animación, causando el mismo estupor cuando en pleno vuelo fija su mirada en nosotros y nos sigue sin poder acceder a su nuca. Su comportamiento resultará de lo más escalofriante, pues dentro de lo apasionante y perturbador que resultan los titanes en el anime, en esta ocasión, nos enfrentamos a ellos. Sus movimientos, incluso su velocidad de ataque, puede ser realmente despiadada. Encontrarse con varios en una estrecha calle, puede suponer un problema, hasta ese punto logran introducir al jugador en este anime.
Por otro lado, no podemos decir que el número de personajes seleccionables sea elevado, más bien es pobre. Pero dado que el juego nos expone como parte de la Legión de Exploradores, se ha seleccionado a los personajes de esta división. Podría haber habido más, sin embargo, por motivos de argumento, podemos optar a personajes como Eren, Mikasa, Armin, Connie, Erwing o Levi, en un total de 10 personajes . Su diseño es espectacular, aunque al principio pueda costar el cambio a las tres dimensiones, el modelado de cada uno de estos es preciso y precioso. A lo largo del juego otros personajes protagonistas harán acto de presencia, y guardan un precioso trabajo de diseño y modelado. Claro que no son muchos los que hay, el trabajo realizado en la adaptación del anime ha sido minucioso. Por esto y porque Omega Force sabe hacer bien esta labor, es resultado es satisfactorio, aunque la falta de diversidad les haya ayudado.
A la hora de jugar, el juego se mantiene fluido, donde la exigencia no parece ser extremadamente alta, incluso, hay momentos en los que la velocidad de la acción puede superar las capacidades del jugador. A la hora de entrar en batalla, hemos mencionado que los edificios pueden derrumbarse, algo que lo hacen de una forma un poco torpe, aunque la intención sea espectacular, su ejecución dista de serlo. Además, tantos objetos que pueden interponerse entre nosotros y el titán, pueden causar algún que otro trauma. Por otro lado, aunque esto puede ser inevitable dadas las circunstancias, podemos observar que se atraviesan algunas estructuras, que la interacción con el entorno no es del todo completa, donde se puede observar que una vez ejecutado un titán, este puede caer sobre nosotros sin que suponga ningún perjuicio. Del mismo modo, puede pasar inadvertido, pero la falta de animaciones también es algo que puede hacer que el juego denote, nuevamente, falta de diversidad. Son detalles, minuciosos, que pueden poner en tela de juicio un acabado mejorable.
Volando o a caballo, en el suelo somos blancos fáciles
Sí que podemos hacer alusión a algunos defectos gráficos, como puede ser popping, sin que sea demasiado grave, algunos bugs con titanes en tejados y movimientos de articulaciones atípicas, así como algunas sombras que parpadean en las secuencias que nos muestran las conversaciones. Un resultado extraño, porque no se produce para todos los personajes y que no sucede en todas las secuencias. Secuencias, que harán recordar a muchos como pudieron disfrutar por primera vez de este anime, pues, lejos de ser configurable, las voces siempre serán en japonés, dando así, toda la esencia del anime a sus fans. Pero no podemos negar que, dadas las circunstancias, si bien escuchar las voces originales es un detalle que a nadie le disgusta, no poder leer los textos en castellano es algo que nos tienen acostumbrados desde Omega Force y que parecen reacios a corregir.
Acción titánica
Ataque a los Titanes se ha convertido en un fenómeno dada su popularidad, siendo uno de los animes más exitosos de los últimos años. Son muchos los factores que han hecho que este anime haya causado furor, su ambientación, su argumento, sus personajes y su ejecución, son simplemente brillantes. A la altura de otros animes de duración reducida, como puede ser Gantz o Death Note, Ataque a los Titanes ha dejado marcada a una generación de nuevos fans, y era cuestión de tiempo que trascendiera las barreras del anime y viese la luz un juego oficial.
Este es Attack on Titan: Wings of Freedom, un juego que ha tardado en ver la luz, pero que podría merecer la espera. Y es que Omega Force no ha querido hacer un juego simple como hizo con la adaptación de Arslan, ofreciendo un juego bien pensado. Atendiendo a la serie, se centra en dar cuenta de la historia principal, pero expone un modo de juego adicional el Modo Exploración, que añade fuerza al concepto. Y es que las Alas de la Libertad, emblema del Cuerpo de Exploradores, es lo que permite que el juego sea más diverso que si se hubiesen limitado a ofrecer el modo historia y pantallas sueltas. Consigue, en cierto modo, meter al jugador en esa tarea, aunque podían haber pensado en incluir un editor de personaje para crear un carácter personalizado. Al menos, han usado esta opción para dar cobertura a una experiencia bastante amplia, aunque se haga monótona, donde evolucionar a los personajes, su equipo y disfrutar de un multijugador cooperativo.
De un anime atípico, surge un juego divertido aunque monótono
Claro que la tarea de llevar Ataque a los Titanes a un videojuego es compleja, dada su naturaleza, el sistema de control puede resultar en ocasiones muy complicado, pero la acción que han conseguido transmitir es simplemente fascinante. Dada la escasa diversidad de enemigos y que el procedimiento es siempre el mismo, la monotonía puede ser un elemento tan protagonista como la diversión por intentar dar caza a estos titanes. Un juego que denota una realización brillante, pero que está muy limitado por la cantidad de opciones que puede ofrecer, ya que lo que más se puede echar en falta es diversidad.
Diversidad de personajes, diversidad de escenarios, diversidad en mecánicas, diversidad en misiones… son elementos que pueden achacarse como pega, sin embargo, una vez metidos en el rol, la acción que desarrolla el juego es lo que hace notar más que podría disfrutarse si tuviese más base de la que extraer más opciones. Las fases alternativas son insulsas y poco profundas, visualmente podrían adaptarse mejor los escenarios a un resultado más espectacular. Pero el juego cumple y resulta apasionante, siendo la mayor virtud de Attack on Titan: Wings of Freedom, ser totalmente diferente a lo que Omega Force nos tiene acostumbrados y con el mérito de haber adaptado la compleja mecánica de acción a un videojuego.
Puede que la tardanza en dar cuenta de nuevas aventuras en una segunda temporada en el anime haya lastrado la propuesta de Attack on Titan: Wings of Freedom. Pero lejos de ser un producto malogrado, como la película que se produjo el año pasado, el juego de Omega Force es un producto que hará las delicias de los fans del anime y que, salvo por los límites que hacen que sea poco diverso, ofrece una acción que pocos juegos han sido capaces de ofrecer. Visceral, cruel, salvaje, divertido y apasionante, son términos que bien definen el anime y que también definen Attack on Titan: Wings of Freedom.