Desde que me explicaron en una clase de física el caso del puente de Tacoma Narrows, su colapso definitivo, y cómo el físico von Kármán explicaba su derrumbamiento en base a las leyes de la aerodinámica, siempre quise de algún modo terminar siendo ingeniero de puentes… En realidad, no. Pero no se puede negar que hay algo de divertido y también algún tipo de atracción en ver vídeos de cómo se balanceaba ese puente antes de terminar cayendo. Pero no solo el de Tacoma Narrows, Youtube está bien repleto de vídeos de derrumbamientos y demoliciones, ya sean accidentales o inducidas. Disfrutamos un poco viendo como las cosas de destruyen, para qué negarlo. Y un poco de eso va también este análisis de Brige Constructor Stunts.
Si se cae…
Bridge Constructor Stunts es la nueva entrega de una propuesta que desarrolló ClockStone, y que también nos llegó a Xbox One el pasado verano. Bridge Constructor, a secas, como se llamaba el original, consistía en ir creando puentes nivel a nivel, que aguantasen en pie el suficiente tiempo para que pudiesen ser atravesados por los vehículos pertinentes a cada pantalla. El juego se sostenía en un sistema de físicas bastante cuidado que no solo afectaba a las estructuras, sino también a los vehículos que pasaban por encima de ellos, que contaban con su propio peso e inercia.
El juego en verdad podía ser bastante exigente conforme avanzábamos en los niveles. Pero ha llegado a adquirir cierta popularidad gracias a algo que quizás ya tenían en mente en ClockStone cuando lo estaban desarrollando, lo divertido que es ver caer los puentes y los coches mientras estos intentan superarlos antes de que se vengan abajo. Cosa que algunos youtubers han estado aprovechando para publicar vídeos de Bridge Constructor mientras se exprimían, más o menos, los sesos para dar forma a esos puentes; y de paso dar a conocer un poco este simulador de construir puentes.
Pero el reto también puede ser divertido participando directamente en él. Es decir, estar ahí e intentar pasar por los puentes nosotros mismos. Así es como nace la idea de Bridge Constructor Stunts, un súper simulador de puentes y de cruzar puentes. En Brige Constructor Stunts repetimos con las mecánicas de construcción, pero ahora también toca ponerse al volante y hacer uso de nuestra habilidad para superar la pantalla y, de paso, ganar unos puntillos extra.
La complejidad de las construcciones viene a ser la misma, con ligeras diferencias a la hora de crear, y la salvedad de que además de llegar al destino, lo ideal es trazar el camino idóneo para obtener el máximo de puntos posible. Tenemos disponibles varios tipos de materiales (acero, cables, madera) para ir dando forma a las estructuras y haciéndolas lo más estable posible; con cuidado de no pasarnos con el presupuesto que se nos ofrece en cada nivel. El triángulo es la figura mística, la forma mágica que nos permitirá forjar los puentes más resistentes, pero no creáis que es tan sencillo como suena. Lo que si resulta más fácil es el control del puntero en el modo creación. No es intuitivo, porque nunca podremos comparar el manejo de un puntero con un stick con el de un ratón, pero tampoco es como para tirarse de los pelos. Cosa de agradecer teniendo en cuenta que no tardaremos en encontrarnos con problemas más complicados de superar.
Caemos todos
La conducción es la gran novedad. Resulta bastante sencilla aunque eficaz en su propósito. Con un botón aceleramos, con otro frenamos; y para añadir algo más de chicha, también se nos ofrece la posibilidad de realizar simples volteretas hacia adelante o detrás haciendo uso del control de estabilidad (no el de los coches de verdad) con el mismo stick izquierdo.
El objetivo, además del de conseguir llegar a la meta, será el de ir haciéndonos por el camino con el máximo de estrellas y tornillos (de vez en cuando también se nos pide algo más particular), que son unos objetos que se encuentran dispuestos en el aire a lo largo del recorrido. Un aliciente que aporta una interesante rejugabilidad a una propuesta ya de por sí bastante exigente. No es difícil caer en la tentación de repetir niveles solo por la satisfacción de saber que hemos conseguido crear la construcción idónea.
Aunque no todo dependerá de la construcción, si no lo de conducir no tendría demasiado sentido. Y CockStone también ha dejado un espacio para que seamos almas libres a bordo de nuestro coche, que irá variando en función del nivel. Unos serán más pesados, y otros más ligeros y rápidos. Características que tendremos que tener en cuenta a la hora de crear nuestros puentes y comprobar su estabilidad. A la hora de conducir también deberemos tener un buen ojo para realizar los cálculos pertinentes. Aunque al principio es sencillo, no tardamos en darnos cuenta de que, sin llegar al nivel de complejidad de la construcción, la aceleración y realización de piruetas también tiene cierta profundidad. Algo bastante bien logrado gracias a una física bastante aceptable, y muy similar a la que ya existía en el juego original. Además los vehículos pueden romperse al caer desde cierta altura o al chocar de determinadas formas, lo que aporta mayor variedad.
La mezcla de ambas mecánicas (claramente diferenciadas en el juego), construcción y conducción, casan mejor de lo que esperaba. Esto se debe a que hay un claro vínculo que se encuentra bien empastado gracias a unas correctas físicas. El momento en el que el vehículo pasa por encima de la estructura es esa conexión. Si bien en la entrega original, esto también ocurría, aquí se pone mayor hincapié en ello, ya que no solo afecta el peso, sino también la velocidad a la que impactemos (cuando se trate de un salto), el modo de caer, o la inercia de la pirueta previamente realizada.
El resultado final es divertido y dinámico teniendo en cuenta la facilidad para pasar de un modo a otro, pulsando tan solo un botón. Incluso dentro de cada uno de los dos modos, un simple botón nos reinicia el nivel de inmediato, caso de la conducción; o nos permite comprobar la estabilidad de la estructura o retroceder a pasos anteriores, en el caso de la construcción. El punto negativo viene en el caso de que no te interese alguna de las dos mecánicas, algo fácilmente entendible teniendo en cuenta las diferencias entre ambas, una claramente basada en la habilidad, y la otra en la agudeza mental, más propia de los puzzles o la lógica. Es por eso que no estoy seguro de que Bridge Constructor Stunts vaya a funcionar tan bien como lo hizo el primer Bridge Constructor. Ha sido una propuesta arriesgada por parte de Clockstone en su afán de lograr un juego más completo.
Conclusión
Bridge Constructor Stunts recoge lo mejor del juego original, es decir, la construcción de puentes. Y le intenta añadir mayor profundidad con otra mecánica, la de conducción. Dos estilos de juego bastante diferentes entre sí, pero que encuentran su vínculo en una bien tratada física. En mi opinión, era innecesario buscar mayor complejidad en algo que ya funcionaba y tenía una profundidad coherente con su propuesta. Ahora con este híbrido es bastante más fácil que empiecen a saltar chispas de frustración, al tener que estar cambiando de un modo a otro habitualmente para encontrar donde está el error, o donde hay que mejorar, si en la habilidad de control o en la lógica de puentes y materiales. Una cuestión peligrosa que puede terminar por cargarse las buenas sensaciones del anterior juego.