Hay ocasiones en la que estudios “poco” conocidos o que cuentan con poco reconocimiento mundial acaban trayendo obras que consiguen abrirse paso en el corazón de los jugadores. Esto fue lo que pasó con Asobo Studio y A Plague Tale: Innocence, un juego que el estudió lanzó en exclusiva en Xbox y a través de Game Pass, lo que demostraba la confianza que los de Redmond depositaron en el estudio que posteriormente se encargaría de lanzar Microsoft Flight Simulator 2020.
Por aquel, entonces, la franquicia destacó por convertirse en uno de los tapados del año, ofreciendo una historia cruda y personal que consiguió hacer cambiar de idea incluso a los principales integrantes del estudio para trabajar en la secuela de la que vamos a hablar hoy. Y es que, tan solo 3 años después, A Plague Tale: Requiem ha dejado de ser un tapado para convertirse en uno de los lanzamientos más esperados del año. ¿Habrá conseguido Asobo Studio alcanzar las expectativas que se tenían en él? ¿O nos encontramos ante una entrega que no ha jugado todas sus cartas? Os lo contamos en nuestro análisis de A Plague Tale: Requiem.
El viaje al paraíso
A Plague Tale: Requiem comienza tan solo unos meses después de los sucesos acontecidos en la primera entrega de la obra, después de la catástrofe que ha ocurrido en la región francesa de la Guyena medieval. En el intento de la familia de Rune de abandonar la destrucción y terror que ha dejado tras de sí la plaga de ratas y la peste, se trasladarán hacia el sur, concretamente a la Provenza francesa, donde todo parece que difiere de los problemas a los que Amicia y Hugo han tenido que hacer frente en el pasado.
No obstante, lejos del paraíso prometido que nuestros protagonistas podían esperar, la muerte también les acompañará a esta zona del sur de Francia, y será ahí donde realmente de comienzo la aventura del juego. Si Innocence apostaba por mostrarnos una historia en la que el punto principal era sobrevivir a los horrores de la época, A Plague Tale: Requiem apuesta más por el viaje de los protagonistas. Y es que, en esta secuela deberemos emprender un viaje con un único objetivo: encontrar una cura que sea capaz de acabar con la mácula, la terrible enfermedad que poco a poco va consumiendo la llama del pequeño Hugo.
Sin embargo, sorprende como Asobo Studio ha conseguido dotar a esta secuela de una carga narrativa mucho más profunda que la de la primera entrega. El estudio ha conseguido crear una aventura en la que nos sentiremos inmersos desde el primer momento, con una serie de misterios, acontecimiento y momentos que no nos dejarán despegarnos de los mandos durante largas sesiones de juego. Además, todo ello potenciando todo lo que hizo del primer juego un título tan especial: los horrores de peste, los conflictos políticos y mucho más.
Un elemento que pensamos que hay que destacar por encima del resto es la presencia de la fe. En este nuevo título, si bien seguirá presente la influencia del cristianismo, damos paso a otras formas de “religión” que esconde numerosos secretos. Todo ello bajo una atmosfera creada con maestría y con un toque sutil de misterio que nos encandilará con el paso de las horas, siendo mucho más profundo todo lo relacionado con la orden de la que la familia de Rune forma parte desde hace tanto tiempo.
Además, Amicia y Hugo no solo han cambiado en apariencia, sino que nos encontramos ante dos personajes que han evolucionado respecto a lo que vimos en el primer título de la serie. Lejos de encontrarnos ante conversaciones banales, los dos protagonistas compartirán momentos realmente tiernos, así como tensos y desagradables, algo que todo aquel con un vínculo fraternal habrá sentido alguna vez. Pero lo realmente importante, es que sentimos que nos encontramos ante dos personajes humanos. Algo que queda totalmente patente en el comportamiento de Amicia durante numerosos tramos del título, y como el “cansancio” mental que ha supuesto este viaje acaba haciendo mella en ella, o como la desesperanza aparece en la cabeza del pequeño.
Finalmente, no queremos dejar de comentar que, lejos de estar con los dos hermanos, A Plague Tale: Requiem ha potenciado su historia con la presencia de numerosos personajes secundarios, que no solo afectarán a nivel narrativo, sino también a nivel jugable en determinados puntos del título, y que suponen una fantástica inclusión para esta secuela.
Una honda letal
A Plague Tale: Innocence fue un título que nos ofrecía unas mecánicas sencillas y resultonas, aunque podía pecar de falta de profundidad en determinados momentos. Una cosa que queremos dejar clara en nuestro análisis de A Plague Tale: Requiem es que esto se acaba, y es que esta secuela nos ofrece un apartado jugable mucho más completo que el de la entrega original, con unas mecánicas más variadas y una profundidad mayor en lo que ya podíamos encontrar anteriormente.
Una vez más, la honda de Amicia será nuestra mejor aliada, ya que con ella no solamente podremos acabar con algunos de nuestros enemigos, sino que también la utilizaremos para completar los pequeños puzles que encontraremos a lo largo de la aventura, así como para intentar de hacer frente a las ratas en numerosas ocasiones. No obstante, como comentamos, todo lo relacionado con la protagonista ha evolucionado, ya que ahora contamos con más tipos de “munición”.
Además, y coincidiendo con esa evolución que citábamos anteriormente, Amicia ahora cargará con cuchillos (eso sí, de un solo uso) con los que podremos aniquilar a nuestros enemigos de una sola vez, así como la posibilidad de zafarnos de ellos en ataques cuerpo a cuerpo con lo que podremos aturdirlos, lo cual nos ofrecerá unos segundos para replantear nuestra estrategia, o para acabar con ellos definitivamente mediante el uso de las armas de las que disponemos.
Como es de esperar, el sigilo tendrá una alta incidencia en el juego, ya que a pesar de las mejores en las capacidades ofensivas de Amicia, todavía nos encontramos lejos de estar ante un título en el que podamos acabar con todo a nuestro paso como si de un shooter se tratase. Además, aquí encontramos nuevos elementos que os comentaremos enseguida, haciendo mucho más profundo el juego.
A todo esto, hay que sumarle el nuevo sistema de habilidades que se ha incluido en el juego, y es que dependiendo de la forma en la que juguemos (apostando por el sigilo o siendo más agresivos) nuestro menú de habilidades irá subiendo hasta en tres elementos diferentes: cautela, con la que mejoraremos nuestras habilidades de sigilo; agresividad, con la que resistiremos más ante nuestros enemigos o tendremos mayor facilidad para acabar con ellos; y oportunismo, que nos permitirá fabricar elementos alquímicos más rápido o necesitando un menor número de recursos.
Además, también estará presente el árbol de mejoras de armas que ya pudimos encontrar en el primer juego, en el que podremos mejorar las diferentes armas que portaremos, así como aumentar el tamaño de nuestro equipo o convertir el sobrante de algunos elementos en recursos, los cuales serán fundamentales para llevar a cabo estas mejoras.
Todo esto guarda relación con las mejoras relacionadas con Amicia. No obstante, la hermana mayor no es la única que ha sufrido un cambio en este nuevo juego de la franquicia. Uno de los mayores cambios jugables de A Plague Tale: Requiem están relacionados con Hugo. Lejos de encontrarnos ante ese niño asustadizo que tan solo nos ayudaba a desbloquear puertas por aquí y por allá, Hugo cada vez es más afín a la mácula, lo que nos permitirá tomar el control total de las ratas que nos persiguen.
Esto nos brindará numerosas posibilidades jugables, ya que podremos escoger acabar con nuestros enemigos de la manera más cruda posible, y al mismo tiempo librarnos de las ratas para que dejen de ser un peligro. Y todo ello con una libertad de movimiento francamente sorprendente, pudiendo incluso escalar a través de atajos pensados para potenciar el uso de este elemento jugable. Pero es que, además, también servirá como un elemento con el que hacer frente a algunos rompecabezas, pudiendo eliminar a las ratas de la ecuación en determinados momentos, sin tener que hacer uso de ningún recurso.
Como podemos pensar, esta mecánica potenciará muchísimo la forma en la que podremos superar un nivel, potenciando aún más ese elemento sigiloso que comentábamos anteriormente. Pero esta no es la única habilidad de Hugo, ya que también contaremos con una especie de radar térmico con la que veremos la posición de nuestros enemigos, lo que nos brindará una mayor capacidad para poder superar las fases sin hacer frente a ningún adversario.
Finalmente, y al igual que pasaba en la primera entrega, la presencia de personajes secundarios (a parte de la del propio Hugo) incidirá directamente en algunas fases del juego, donde necesitaremos su cooperación para superar determinados rompecabezas, o que incluso nos ayudarán a hacer frente a nuestros enemigos en determinados momentos.
Es necesario comentar que nuestro análisis de A Plague Tale: Requiem ha sido realizado sin el parche día 1 disponible, el cual pone fin a varios problemas que pueden afectar a la experiencia de juego, llegando a bloquear el avance en la historia. No obstante, también os decimos que en nuestra partida no hemos sufrido ninguno de los problemas que Asobo nos informó que podríamos llegar a padecer.
Una flor de verano
Si con la primera entrega de la serie, Asobo quiso plasmar un mundo que está siendo desolado por una gran enfermedad, y bajo el yugo de una inquisición que hará todo lo que pueda para lograr sus objetivos, en la secuela hay un cambio de diseño realmente considerable. Aunque esa decadencia y detalle por lo crudo sigue estando presente, A Plague Tale: Requiem cuenta con un apartado artístico que evoca a la esperanza (algo muy presente en la historia principal), con un verano en el sur de Francia en el que los colores vivos serán el denominador común de los paisajes.
Lo cierto es que consideramos que el estudio utiliza la ambientación del título con gran destreza, pues no se trata de un solo elemento visual, sino que, como comentamos, tenemos la sensación de que se trata de un elemento narrativo más del título. Además, a esto hay que sumarle el considerable aumento de localizaciones que ha incluido el estudio, con escenarios mucho más grandes y detallados, dejando esa sensación tan presente de pasillo que había en el primer juego.
Lógicamente, este aumento de tamaño de los escenarios tiene un impacto directo en la jugabilidad de A Plague Tale: Requiem. Al encontrarnos con fases bastante abiertas, deberemos optar por tomar decisiones más elaboradas en una gran mayoría de ocasiones, algo que potenciamos con los nuevos recursos que Amicia tiene a su disposición, o los nuevos poderes de Hugo, lo que nos ofrecerá la posibilidad de superar un mismo nivel de varias formas diferentes.
La nueva generación ya está aquí
A Plague Tale: Requiem es un auténtico escándalo visual. Aunque pudo parecer una decisión controvertida, debido al número de usuarios que todavía no ha podido dar el salto a la nueva generación, el hecho de que Asobo dejara de lado las consolas que llegaron al mercado en 2013 ha servido para encontrarnos ante un portento visual, y uno de los primeros juegos que realmente sentimos que empieza a exprimir el hardware que nos ofrece Xbox Series X.
Al aumento de tamaño de los escenarios que acabamos de comentaros se suma un nivel de detalle que supera por mucho lo visto en la primera entrega de la franquicia, potenciado además por ese fantástico estilo artístico al que también hemos hecho mención. La sensación que tenemos es que podríamos estar horas y horas solamente apreciando los fantásticos escenarios del juego (y llenando nuestra galería de fotografías).
Pero la mejora técnica del juego no solo se reduce a mejores escenarios. Ha habido un aumento considerable en la calidad de los modelados de todos los personajes. Amicia y Hugo son los que más cuidado presentan, con un acabado impresionante en todos y cada uno de sus detalles. Pero no son los únicos, ya que el resto de personajes que tienen incidencia en la trama cuentan con un mimo y detalle realmente destacable. A tenor de resultar repetitivo, os aseguramos que la mejora es realmente notoria. Aunque eso sí, hay algunos enemigos que gozan de un menor nivel de detalle, además de estar presente cierta repetitividad en modelados, siendo varias las ocasiones en las que tendremos la sensación de estar enfrentándonos al mismo personaje (tanto por apariencia como por voz) una y otra vez.
El juego corre a 30 fps desbloqueados, sin darnos la opción de elegir entre un modo calidad o modo rendimiento, tal y como estamos acostumbrados en lo que va de generación. La sensación es que Asobo ha querido que los jugadores vieran el mundo del título tal y como ellos lo han planteado, y aunque es cierto que el rendimiento es rocoso (salvo alguna bajada puntual), quizás algunos echen en falta los 60 fps.
Y si a nivel gráfico el juego es una maravilla, lo mismo ocurre en su apartado sonoro. A Plague Tale: Requiem viene completamente doblado al castellano, con un doblaje principal de auténtico nivel, y que conseguirá transmitirnos a la perfección el miedo, alegría y cualquier otro tipo de sentimiento que nuestros personajes emitirán. No obstante, sí que cabe señalar que peca de cierta repetitividad en las voces de nuestros enemigos, siendo bastante común que pasemos por un enemigo que cuenta con la misma voz que el anterior enemigo que dejamos atrás.
Pero el apartado sonoro de A Plague Tale: Requiem no acaba ahí. Y es que contaremos con una banda sonora espectacular, que consigue potenciar las sensaciones que nos transmite el título en su apartado visual. Habrá notas que potenciarán esa sensación de tristeza y decadencia, mientras que otras harán lo propio con la alegría y júbilo que podemos ver en determinados momentos de la aventura. No podemos concluir este apartado sin decir que el trabajo de Asobo en este sentido es simple y llanamente fantástico.
Conclusiones
A Plague Tale: Requiem es el ejemplo perfecto de evolución. Nos encontramos ante un título que coge las bases de su primera entrega y las potencia para ofrecer una experiencia muy superior en cada uno de sus aspectos. La historia de Amicia y Hugo nos mantendrá enganchados durante horas, las nuevas mecánicas ofrecen una amplia variedad de superar los retos que el juego pone en nuestro camino, y audiovisualmente nos encontramos ante uno de los juegos más potentes que se han lanzado al mercado.
Asobo Studio ha logrado que una franquicia que llegó como tapada del año se haya convertido en una auténtica realidad, como esa joven promesa del fútbol que acaba codeándose entre los mejores para levantar el balón de oro. Y es que eso es lo que es A Plague Tale: Requiem, la consagración de una franquicia.