AEW nació como una alternativa al monopolio de la WWE en la lucha libre mainstream. Sí, otras compañías como ROH, NJPW o Impact! llevan años intentando plantar cara al gigante de la familia McMahon, pero fue la inversión de Tony Khan y la ambición de luchadores como los hermanos Jackson, Kenny Omega y Cody Rhodes los que intentaron plantar cara a WWE seriamente desde 2019. Al igual que en la vida real, AEW: Fight Forever nace para plantear una alternativa a la saga WWE 2K y la forma de destacar es diferenciándose de este: combates más arcade, un enfoque total en la diversión y volver a ese espíritu de los «Here comes the Pain» . ¿Lo conseguirá? Os lo contamos en el análisis de AEW: Fight Forever para Xbox Series X.
AEW se ha dedicado a rescatar roster desaprovechado de la WWE desde su creación, desde el sonado fichaje de Chris Jericho, el ya inmortal Brodie Lee, Saraya, Brian Danielson, Jon Moxley, el propio Cody Rhodes (aunque éste luego volvió a WWE), los hermanos Hardy… La lista es muy pero que muy larga. Ese mismo criterio también se aplicó a la hora de crear un videojuego de lucha libre y es que AEW: Fight Forever nace de la mano de YUKE’s, el veterano estudio japonés que antaño se encargó de desarrollar los videojuegos de WWE, desde sus inicios a la saga 2K, pasando por la saga Smackdown vs RAW. 20 años de acuerdo que terminaron con la compañía japonesa cayendo en los brazos de AEW.
AEW: Fight Forever no puede competir en presupuesto y alcance con WWE 2K23 y eso se nota desde el principio. El acabado del juego y la experiencia global destilan por todos lados esa esencia de juego comedido y ajustado, con un despliegue justito de modos de juego, un roster mejorable y un apartado técnico pobre. Si dejamos de lado todo eso y nos centramos en la experiencia jugable, la cosa cambia bastante.
Análisis de AEW: Fight Forever
Gameplay divertido y simple
Una de las fortalezas de AEW: Fight Forever en Xbox Series X es su gameplay divertido y simple. La mecánica de juego se asemeja al estilo arcade, lo que permite a los jugadores disfrutar de combates rápidos y frenéticos. Los movimientos y controles son fáciles de aprender, lo que permite una rápida inmersión en la experiencia de lucha libre.
No obstante, el juego padece de un sistema de reverse poco intuitivo. El contraataque se vuelve confuso debido a la falta de pistas visuales claras sobre cuándo y qué botón pulsar para realizar la acción. Los jugadores se encontrarán con la dificultad de tener que adivinar cuándo deben activar el contraataque de golpe o de llave, lo que provoca frustración y un desequilibrio en la jugabilidad. Una mejor retroalimentación visual y un sistema más intuitivo serían necesarios para mejorar esta mecánica. O simplemente asociarlo a un mismo botón. Lo que no se entiende es que el juego abogue por el estilo arcade y añada una mecánica más propia de la simulación que podemos ver en juegos como UFC.
Dejando de lado ese inconveniente, las peleas son muy divertidas, sobre todo cuando hay armas de por medio. Las peleas sin reglas son alocadas y con un enorme abanico de posibilidades: soltar chinchetas en el ring, utilizar un skate para patinar y atacar, todo tipo de objetos para agredir al rival, combinaciones de golpes con estos objetos… A esto se le añade el modo de juego Exploding Barbed Wire Death Match, donde un alambre de pinchos explosivo rodea el ring.
Modos de juego escasos y pobres
AEW: Fight Forever presenta una carencia de modos de juego interesantes y variados. Esto limita el tiempo que los jugadores le pueden dedicar al juego en el futuro, ya que se encontrarán con una oferta limitada de opciones. Aunque los combates sin reglas y los que permiten el uso de armas generan caos y diversión, no es suficiente para compensar la falta de variedad en los modos de juego. El modo de creación es muy limitado y por detrás de la competencia y el abanico de combates disponibles es escaso.
Por su parte, el modo historia de AEW: Fight Forever llamado Road to Elite resulta decepcionante. Es corto, con una trama pobre y superficial, lo que no logra captar el interés del jugador más allá de desbloquear personajes. Por si fuese poco, la excusa para justificar su corta duración y oferta es que tenemos que jugarlo varias veces con diferentes personajes para desbloquear todas las recompensas posibles. La falta de desarrollo en la narrativa y la ausencia de decisiones significativas hacen que el modo historia se sienta como una simple excusa para desbloquear contenido adicional. Los jugadores que buscan una experiencia elaborada se sentirán decepcionados con este apartado.
Apartado técnico desfasado
Uno de los aspectos más criticados de AEW: Fight Forever y que ya desde su presentación se veía venir es el apartado técnico. Gráficamente, tanto modelados como escenarios y efectos se sienten desfasados, a años luz de la competencia directa. Si bien en Xbox Series X no hemos tenido problemas de rendimiento ni consideramos que la resolución sea baja, es la calidad gráfica lo que resulta deficiente.
Los gráficos carecen de detalle y realismo, pareciendo pertenecer a un par de generaciones de consolas anteriores, y no es ninguna excusa el hecho que busquen un estilo más cartoon y menos real, porque ni así cuela. Los entornos, que se limitan a los pocos pabellones y escenarios que podemos visitar y unos fondos pre-renderizados del modo Road to Elite, tienen muchísimo margen de mejora.
En el apartado sonoro, la selección de temas no destaca demasiado, recayendo por completo en los theme song de los luchadores para acompañarnos en los menús y los combates, ya que tampoco hay comentarios durante las peleas y lo que escucharemos será el hilo musical del juego junto a las reacciones del público.
Análisis de AEW: Fight Forever – Conclusiones
AEW: Fight Forever en Xbox Series X ofrece un gameplay divertido y simple, en línea con el estilo arcade, lo que facilita la experiencia de lucha libre. Sin embargo, el sistema de reverse resulta confuso y poco intuitivo, dificultando contrarrestar los ataques enemigos. Los modos de juego son escasos y poco variados, limitando la rejugabilidad y la duración del juego.
El modo historia resulta corto y superficial, sin capturar el interés del jugador más allá de desbloquear personajes. Además, el apartado técnico se encuentra desfasado en comparación con su competidor directo. Aunque AEW: Fight Forever tiene sus aspectos positivos, carece de la profundidad y la calidad necesarias para destacar en el género de la lucha libre y plantar cara a WWE 2K23.