Cuando desde Omega Force anunciaron un proyecto diferente a los títulos de Dinasty Warriors, casi no se daba crédito a esta opción, sin embargo, aquí ha llegado Arslan: The Warriors of Legend, un título basado en el anime basado en la novela de Yoshiki Tanaka, La Heroica Leyenda de Arslan. Un título que busca trasladarnos a una épica batalla en la que el Príncipe Arslan debe recuperar el honor de su familia ante el ataque de su enemigo, tras una batalla entre Pars y Lusitania, que dada la traición de varios comandantes, les lleva a la derrota y al exilio.
Pese al éxito del anime, creado por Noriyuki Abe, creador de Bleach, entre otras, la llegada de Arslan: The Warriors of Legend ha sido inesperado, al menos, dentro del catálogo de Xbox One. No obstante, no nos podemos quejar, si bien, Omega Force ha trasladado su estilo de juego clásico a una ambientación diferente, que permite disfrutar de un estilo de éxito garantizado, con ciertas novedades que confieren un aire diferente de los obsoletos Dinasty o Samurai Warriors.
Ahora es cuando toca ver si la explotación de una licencia extraída de un anime, permite disfrutar de nuevas experiencias y de un producto más adecuado a lo que Xbox One debe ofertar. ¿Será Arslan: The Warriors of Legends un título que muestre una nueva tendencia dentro de los productos de Omega Force?
La riqueza del anime
Comienzan a proliferar juegos basados en series de animación japonesa en las consolas de nueva generación, aprovechando licencias de renombre, como es Naruto Shippuden o One Piece, pero dentro de otros géneros bien pueden emplearse otras licencias y este es el ejemplo de Arslan: The Warriors of Legend. Transformado en un hack´n slash, dado el desarrollo prefijado de Omega Force, lo que resulta impactante, en un primer instante, es que el estilo de juego se basa totalmente en el anime y, con ello, todo es diferente.
Y es que basado en el anime La Heroica Leyenda de Arslan, que se puede ver en algunas operadoras de cable, todos los elementos del juego cambian para adaptarse a esta estética que, por un lado, ofrece un espectáculo visual muy peculiar, pese al simplismo de los trazos y las texturas. Con una gran base artística, trabajar en una adaptación ofrece una diversidad interesante en diseños, y de hecho, la serie de animación goza de una buena reputación en este ámbito, dada la implicación de algunas personalidades dentro del sector, como es el creador de FullMetal Alchemist, así como el citado Abe, productor de Bleach.
De este modo conocemos la historia de Pars, un reino con gran poder comandado por el Rey Andragoras III, casado con Tahamenay, padres de Arslan. En la historia, numerosos fueron los conflictos que llevaron al dominio de Pars, pero eso no disuadió a los Lusitanos, hostigados por la fe a un dios todopoderoso, Yaldabaoth, ejerciendo su poder contra los paganos. Ante la batalla en los campos de Atropatene, los 300.000 hombres del ejército de Andragoras se ven emboscados y extravía al príncipe, quien, acompañado de Daryun, consigue escapar. Pero la derrota tiene consecuencias, el rey desaparece del mapa y las tropas lusitanas se dirigen a Ecbatana, capital del reino, para establecer su nuevo orden bajo la aprobación de dios.
Arlsan y sus aliados
La tarea del príncipe Arslan es recuperar su reino, el reino que iba a heredar, para lo que debe reunir a una serie de poderosos aliados, en forma de 5 guerreros de renombre que se unen a la causa y buscarán la redención. Es aquí donde comienza a diversificarse el grupo de caracteres que los usuarios podrán disponer en las batallas, ofreciendo cierta diversidad en un estilo de juego que mantiene las bases de los juegos propios de Omega Force, como por ejemplo, Dinasty Warriors.
Si bien en esta ocasión dejamos de lado las historietas de los ejércitos chinos para visualizar, mediante interminables secuencias, la historia extraída del citado anime. Simplificada, resumiendo lo que la serie ofrece, hasta en las animaciones, permite disfrutar de esta historia, en cierto modo, pues las voces en japonés y los subtítulos en inglés son un problema. Claro que siempre se puede tirar del anime, que está doblado. Ahora bien, en Arslan: The Warriors of Legend, los combates son parte del juego, donde damos cuenta de las mecánicas clásicas, adaptadas a este anime.
Es así como el juego ofrece un mapa, un escenario laberíntico, en el que se disponen cientos, incluso miles, de enemigos que hay que derrotar con una mecánica sencilla. Encadenar golpes, obtener cadenas y, con ello, obtener nivel y poder enlazar más golpes en combos interminables. Esa base es la que prevalece, con un número más limitado de caracteres, que serán seleccionados por la historia, alternándose incluso, en las fases, para dar mayor dinamismo a la fase. En gran medida, el éxito depende, más que de derrotar a los enemigos, en conseguir superar los objetivos marcados, donde, aunando diferentes frentes con diferentes personajes, ofrece una atractiva propuesta que permite, además, disfrutar de las diferentes aptitudes de estos.
Ahora bien, no podemos comparar el número de personajes que solíamos encontrarnos en Dinasty Warriors con los que Omega Force ha dispuesto para esta aventura. Arslan: The Warriors of Legend tiene un número mucho más limitado de personajes. No solo por el hecho de que el modo historia, no deja seleccionar con cual jugar, el número de ellos es escaso en comparación, considerando que en el modo libre podremos configurarlo a nuestro gusto. Con el paso de los capítulos de la historia, iremos desbloqueando estos personajes, de modo que para acceder a una configuración plena en el modo libre, debemos considerar abordar la historia completa, en la que tambíen se puede obtener el acceso a los diferentes escenarios.
Del anime a la batalla
Una de las cuestiones más relevantes a la hora de jugar a Arslan: The Warriors of Legends, es considerar que Omega Force pecó de obsoleto en sus intentos de hacer llegar a las nuevas consolas una licencia como Dinasty Warriors. Esta falta de calidad en el producto es algo que podría cuestionarse en esta ocasión, pero la adaptación del anime es lo que permite que el juego parezca salvar los muebles. El diseño básico del anime sirve para disimular las carencias de un motor gráfico que no parece haber evolucionado demasiado, si bien, lo que importa es su adaptación actual, y en Arslan: The Warriors of Legend, el apaño funciona, en parte.
Dado el diseño de los personajes, las texturas y el trabajo realizado para darles un efecto tridimensional, funciona lo suficientemente bien para que el juego ofrezca un espectáculo menos limitado por lo técnico, al adaptarse a una estética que no lo requiere. Lejos de haber evolucionado el producto y ofrecer la espectacularidad de juegos como Naruto o One Piece, el género sigue limitando el diseño general, asumiendo, que la presencia de un número enorme de enemigos en pantalla supone un impedimento para hacer diseños más complejos. Claro que esto no es más que una excusa para un resultado ambiguo, porque en esta ocasión parece que luce de forma adecuada, pero denota carencias importantes.
Si no se puede achacar carencias graves al diseño de personajes, salvo por la presencia de enemigos clónicos, no podemos decir que este apaño de texturas haya dado buen resultado en los escenarios. Estos siguen mostrándose igual que en Dinasty Warriors, en general, pobres. Diseños que podrían pasar por válidos hace 10 años, que hoy se muestran escasos en detalles, con suelos planos, estructuras cuadriculadas que conforman escenarios bastante vacíos. Si bie se han trabajado en ambientar todos los escenarios en el anime, el resultado parece no tener efecto, porque todo parece igual, porque incluso, parece que seguimos jugando a Dinasty Warriors.
Incluso, Omega Force ha dispuesto una serie de acciones dispuesta de forma “espectacular”. Dada la existencia de secuencias dentro del juego, adaptadas al motor del juego, resulta evidente que no se consigue el mismo efecto que lo que se logra en los juegos de lucha derivados de Naruto o One Piece. En ciertos momentos, se activan ciertas secuencias, como pueden ser los ataques en grupo, que podrían contar con una espectacularidad mucho mayor de la que ofrece. Momentos en los que la caballería o los soldados, se juntan en formación y embisten todo, incluso, con secuencias de destrucción de elementos del escenario, que al funcionar con el motor del juego, parece un fuego artificial mojado. Poco espectacular.
Si bien esto permite que el juego goce de un rendimiento estable, la realidad es que en momentos el juego no parece coordinar bien todas las animaciones, ralentizando la acción en el campo de batalla aunque esto no se deba a una falta de recursos, pues el resto va bien. Son todo límites, no superados, la sensación de que el juego ha querido renovar su estética y se ha mantenido estanco en su motor obsoleto. De este modo, se ha limitado en gran parte el producto, que si luce adecuado, podría ser es muy superior a lo obtenido.
Menos guerreros, pero mejor preparados
La presencia de menos personajes para jugar, o el límite de no poder elegir durante el modo historia, no quiere decir que la experiencia ofrecida por Omega Force sea exáctamente igual que la que ha ofrecido con sus otros títulos. De hecho, se han incluido interesantes proposiciones a la hora de evolucionar y equipar a estos personajes. A la hora de luchar, obtendremos nivel en base al arma usada, pudiendo usar varias por personaje, y obteniendo efectos elementales varios. Así, nos adaptaremos la lucha en cada situación, aunque en el fondo, el ‘botoneo’ típico de estos juegos, así como las combinaciones entre dos ataques, será suficiente para avanzar.
Claro que, los personajes van optando a potenciadores diferentes, en forma de cartas que se van recopilando en los combates. Estas cartas permiten potenciar determinados elementos, incluso, permiten confeccionarse combinando varias. De este modo, podemos reforzar al personaje donde es débil o hacerlo imparable. Claro que esto no será sencillo, la confección de cartas es bastante aleatoria, si bien, cuesta un oro que no abundará, dado el coste de esta opción. Con esto, tanto por mejorar nuestras armas, tanto como optar a mejorar el combo por la subida de nivel, se pueden potenciar todos los atributos fijados por el nivel propio de cada personaje. Al no poder elegir el personaje con el que se lucha, se ha de ser muy efectivo a la hora de combatir, si bien, dependerá de nuestra efectividad obtener una nota o rango de misión, como suele ser habitual en los juegos nipones.
Al principio, el combate resulta torpe, en gran medida, porque al no tener nivel suficiente, la profundidad de las combinaciones es escasa. A la hora de mejorar el personaje, puede que incluso se queden cortas las hordas de cientos de enemigos que aparecen en pantalla, por arte de magia, con un respawn un tanto extraño. No obstante, estos juegos se disfrutan por su sencillez, y Arslan: The Warriors of Legend, permite disfrutar igualmente. Y es que dentro de las misiones, encontraremos momentos en los que debemos enfrentarnos a un personaje más poderoso que el resto. Cuando decimos más poderoso, implica la presencia de una especie de escudo que hay que destruir antes de hacer daño físico. Omega Force siempre ha dispuesto sus juegos para luchar contra gran número de enemigos, si bien, los enfrentamientos directos contra algún enemigo concreto, eran circunstanciales. En esta ocasión, dada la historia, habrá enfrentamientos directos contra otros enemigos, en donde se puede observar que Omega Force no se ha esmerado en absoluto.
Y es que los juegos de Omega Force no tratan bien la ubicación de la cámara, algo que en estos enfrentamientos supone un lastre importante. Incluso, el hecho de que la función de bloquear y esquivar se base en la única diferencia de mantener presionada la dirección o se pulse tras el bloqueo, supone un problema si ya estamos bloqueando, evitando evadir golpes que no se pueden bloquear. Del mismo modo, cuando se bloquea, la cámara se ubica detrás del personaje, con lo que al orientarse, muchas veces, se pierde al enemigo porque la posición de nuestro personaje no está cuadrada con el. Al fin y al cabo, Arslan: The Warriors of Legend, hereda demasiado de Dinasty Warriors y en estos, no se requiere de tanta precisión.
Todo suena a chino
Pese a que este título intenta innovar y cambiar, hemos comprobado que no lo consigue del todo. El aliciente de establecer un orden en la batalla, con un modo historia concreto en las aventuras basadas en la novela o el anime, no parece suficiente, menos, cuando este no es accesible. Y no es accesible porque, si bien pueden haber acertado al dejar las voces en japonés, que no esté traducido es un problema. Que exista el anime en español, implica una falta de interés en promocionar una licencia como La Heroica Leyenda de Arslan. De hecho, el que se hayan incluido opciones algo complejas de comprender, el que no se entienda como proceder es un problema. Podría decirse que mientras se comprendan las mecánicas de combate, es suficiente, pero no es tan atractivo.
De hecho, Omega Force podría haber planteado algo mucho más apropiado abordando otro género. Lejos de discrepar de los hack´n slash, es posible que, dado el anime y el sistema de combate potencial que ofrece este juego, otra alternativa como los beat´em up fuese más adecuado. Y es que, sobre todo por los combates directos contra un gran enemigo, los sistemas de combate se han mejorado mucho en otros géneros que podían haber dado un resultado más adecuado en este caso.
Ahora bien, la base artística de la novela y del anime, permiten disfrutar en muchos casos de un diseño interesante. Una representación imponente, con las voces originales y la banda sonora de Taro Iwashiro. En gran parte, Arslan: The Warriors of Legend, es una versión interactiva de lo que el anime representa y, por tanto, tiene algo que se puede aprovechar de forma inequívoca.
Una mala herencia, un producto sin aprovechar
En el fondo, Arslan: The Warriors of Legend parece una gran oportunidad de hacer algo diferente, pero que Omega Force no ha querido, o sabido, aprovechar. Usando el género que domina, disimulado por un estilo que apaña en gran medida un motor gráfico que requiere una renovación inmediata, Omega Force ha podido ofrecer un producto mucho más atractivo, sobre todo, porque la historia de este anime, tiene un potencial muy grande. En la época de las evoluciones, incluso de cambios extremos que no sientan bien a un producto, Arslan:The Warriors of Legend, peca de no aprovechar la oportunidad.
El cambio puede suponer un aliciente para muchas cosas, no obstante, la interesante historia, el carisma de los personajes, la inclusión de novedades en el sistema de gestión de poderes, todo queda en un segundo plano cuando nos damos cuenta que los combates muestran una herencia de Dinasty Warriors que no ha sabido profundizar del todo. Cuando los límites de caracteres parecen molestos, cuando las interminables secuencias suponen una espera prolongada ante un nuevo y monótono conjunto de objetivos en forma de misión. Incluso, la presencia de un modo multijugador cooperativo resulta, nuevamente, confuso, pues difícilmente encontraremos entre nuestros amigos alguien que haya respaldado este juego.
Se podía haber buscado profundizar en el combate, en la estrategia, en la gestión. Cuando los juegos basados en el anime buscan evolucionar, como es el caso de Dragon Ball Xenoverse, o exponer un espectáculo visual extraordinario, como son los pertenecientes en el género de lucha, Arslan debe combatir a los lusitanos a la antigua usanza, a hierro y fuego con un motor gráfico de la misma época.