La saga Assassin’s Creed ha crecido demasiado desde que la vimos por primera vez en el 2007 en las consolas de la séptima generación. Presentando desde sus etapas iniciales un mundo abierto lleno de vida con grandes edificios y paisajes altamente fascinantes, además de las mecánicas de combate y sigilo bastante simples pero entretenidas, dando como resultado un ícono dentro de la cultura pop. Sin embargo, la realidad es que hasta grandes franquicias como estas han explorado nuevas posibilidades, solo para terminar volviendo a sus raíces. Esto nos lleva al último lanzamiento de la saga, lanzado en el 2023, y del cual estaremos hablando en nuestro análisis de Assassin’s Creed Mirage.
La nueva entrega de la franquicia estaba prevista para formar parte de Assassin’s Creed Valhalla como un gran DLC, no obstante, las mentes visionarias de Ubisoft prefirieron lanzar este contenido por separado como un juego completo, que por fortuna no lleva el precio estándar de un Triple A de la industria en el precio, aunque por el mismo valor otros juegos de esta saga ofrecían mucho más. A pesar de ello, Assassin’s Creed Mirage brinda una aventura breve y entretenida que nos ha atrapado desde el principio. Pero, ¿cuál ha sido la razón? Desde ahora revelamos que un sistema RPG con un ciclo de looteo no ha sido.
Bienvenido a Bagdad

Empecemos hablando de nuestro protagonista, Basim, un superviviente que se gana la vida realizando encargos en Bagdad, aunque no dándose la buena vida. Basim es un ladronzuelo que realiza pequeños robos a cambio de un pago lo suficientemente modesto para vivir un día más. Sin embargo, esto no lo detiene de animar a otros a seguir adelante, incluyendo a los más pequeños de su barrio. Lamentablemente, al descubrir quienes han estado detrás de los encargos que siempre cumple, intenta ganarse su confianza para formarse como uno de ellos, cometiendo uno de los mayores errores de su vida en el proceso.
Acompañado de su compañera más confiable para los robos, una chica llamada Nehal, terminan asesinando al califa del palacio de invierno en la región de Ambar, llevándose un artefacto custodiado por una organización de enmascarados misteriosos conocidos como ‘La Orden’, que a simple vista intimidan a cualquiera.

Por otro lado, dicho artefacto al entrar en contacto con Basim le hace ver extrañas visiones, que complican la situación. De una u otra manera, Basim logra escapar del trágico ambiente, solo para descubrir que su comunidad, tanto adultos como niños, han sido asesinados y exhibidos brutalmente como venganza y castigo.
De esta manera, no ve otra opción más que huir de su ciudad, para intentar contactar con Los Ocultos, quienes en algún momento tomarán forma como la legión de Assassin’s tan legendarios de la saga. Y, como ya se habrán dado cuenta, esta nueva entrega titulada como Mirage, se sitúa cronológicamente antes de Assassin’s Creed Valhalla, y busca enriquecer aún más el origen de la Orden de los Asesinos.
El primer Assassin’s Creed en años que nos hace sentir en el pasado

Assassin’s Creed Mirage ofrece lo típico de todo Assassin’s Creed más ‘clásico’; entendiéndose por clásico a los juegos de la saga antes de incursionar en el género RPG (Origins, Odyssey, Valhalla). Gracias a esto, se ha postulado como el título que regresa a las raíces de la saga, aunque tal vez se debe formular la pregunta «¿qué significa ‘volver a las raíces‘ para Ubisoft?», pues en resumidas cuentas, trata de recuperar mecánicas y características únicas de los inicios de la franquicia. A medida que lanzaban nuevas entregas de la saga, se iban perdiendo y agregando diferentes mecánicas que mejoraban o cambiaban en gran medida lo que Assassin’s Creed presentó en 2007.
Una de las mecánicas más amadas e importantes para los fans de la saga es el uso de la Hoja Oculta, un artefacto ajustado a la muñeca de usuario para asestar cortes mortales y sigilosos a los enemigos. El arma ideal para un asesino del credo, o en este caso, para un oculto de la legión. Ya que, la Hoja Oculta vuelve por todo lo alto para demostrar que la única arma que necesitas es éste mismo artefacto.

¿Por qué farmear por horas para conseguir una espada y un escudo que solo me otorgan mejoras mínima en mis estadísticas, cuando con nuestra confiable Hoja Oculta solo debo masterizar el arte del sigilo para cumplir con cada objetivo? Aunque esto no quita las armas convencionales de la ecuación. Además de nuestra confiable hoja oculta, en nuestro set de combate también contamos con una daga y espada que dotarán de ciertas habilidades especiales a Bassim, incrementando algunos porcentajes que facilitarán el combate y agilizarán en gran medida cada encuentro cara a cara.
Es cierto que la mítica Hoja Oculta realiza asesinatos instantáneos independientemente del objetivo, solo la podremos emplear si aún no hemos sido descubiertos directamente por los enemigos. En el peor de los casos, tendremos que enfrentar un combate cuerpo a cuerpo tosco y algo molesto, que, si no fuese por las armas temática de El Príncipe de Persia, no hubiésemos disfrutado en lo absoluto, ya que éste set se enfoca en ralentizar el tiempo al hacer un desvío perfecto, pero solo se incluye como parte de la Edición Deluxe.

Por otra parte, otra de las características que conforman Assassin’s Creed es el parkour, movimientos ágiles y veloces que permiten trepar y correr sobre ciertas estructuras y edificaciones. Esta mecánica está en la franquicia desde el primer juego, no obstante, no fue hasta Assassin’s Creed Unity que se perfeccionó la fluidez de movimiento cuando el personaje realiza éstas acciones. Lamentablemente, Assassin’s Creed Mirage cuanta con un sistema de parkour lento, tosco y poco complejo que, de cierta forma, nos recuerda a las primeras entregas de la saga como Brotherhood y Revelations. Una forma muy rara de volver a las raíces de la saga.
Presentando un combate cercano bastante cuestionable y un parkour que busca ser visualmente impresionante, pero poco interactivo, se puede llegar a la conclusión de que Ubisoft buscaba darle más importancia a las herramientas de asesino y a la Hoja Oculta. Porque sí, también tendremos a nuestra disposición las típicas herramientas vistas en anteriores juegos y, aunque simplificadas como todo en este título, son de vital importancia si buscamos jugar de forma sigilosa.

Entre nuestro arsenal dispondremos de 5 artefactos muy útiles en distintas ocasiones, que además tienen tres capas de personalización en sus funciones. Aunque es de destacar el cuchillo arrojadizo, puesto que en las manos adecuadas será muy letal en cada misión.
Lo que nos lleva directamente al siguiente punto. En cada misión principal nos harán una pequeña propuesta al respecto de las formas en la que se puede completar esta misma; teniendo de ejemplo que, en ocasiones, puedes comenzar la misión buscando infiltrarte de forma sigilosa en un lugar, o contratando un par de mercaderes o mercenarios para que te acompañen al almacén del lugar al que buscas entrar o te defiendan cuando las cosas se tornen violentas. Por su parte, la historia principal es bastante entretenida, y la banda sonora con toques Iraquíes nos introducen completamente en nuestro papel como Basim.
Mejora las destrezas de Basim y desbloquea nuevas habilidades

Ahora bien, también puedes mejorar a Basim en ciertos aspectos muy interesantes, implementando un sencillo árbol de mejora dividido en tres ramas, conseguiremos aumentar las destrezas de nuestro asesino, así como también su capacidad para cargar objetos de utilidad. Además, también se podrá mejorar a nuestra compañera Enkidu, una confiable ave que nos servirá de ojos en el cielo con la finalidad de marcar y localizar objetivos, tanto NPC como puntos de interés por el mapa.
Mientras que las otras dos ramas de habilidades se centrar enteramente en Basim, e incluso en la nueva técnica llamada Concentración de Asesino, la cual realizará una secuencia de asesinatos que nos teletransportará directamente al objetivo siempre y cuando tengamos la ‘concentración’ para hacerlo.

Éste árbol de habilidades se puede subir al utilizar puntos de habilidad, y la forma de conseguir dichos puntos es a través de cumplir las investigaciones de la historia principal y mediante los contratos disponibles en cada guarida de Los Ocultos. Aumentar el nivel de nuestras habilidades nos permitirá incluso desviar los ataques más fuertes de nuestros enemigos, o mejorar nuestras posibilidad de mantener la situación sin que nadie descubra lo que está ocurriendo.
Los contratos de las guaridas de asesinos no solo sirven para acumular puntos de habilidad, ya que también brindan diversas recompensas como materiales de crafteo para mejoras, que también se encuentran en cofres por el mundo, y armas o armaduras. Por lo que si te interesa mejorar a Basim, debes estar muy al pendiente de estos contratos.

Por otro lado, ya entrando un poco más en los detalles técnicos, para aquellos buscan una experiencia más fluida podrán jugar a Assassin’s Creed Mirage a 60fps muy estables, aunque sacrificando en gran parte de la nitidez y definición de la imágen. En nuestra opinión, sentimos que Assassin’s Creed Mirage presenta una localización increíble que brilla más con cada detalle en el modo calidad, aunque aquí el juego se mantiene a 30fps muy disfrutables.
Del mismo modo, entre otras opciones nos encontramos con el maravilloso doblaje al español cual nunca puede faltar en un juego de la franquicia, que es totalmente disfrutable. Y además, también podemos variar entre distintas dificultades de juego, lo que no está demás en estos títulos.

Más allá de todo esto, Assassin’s Creed Mirage ofrece sistemas típicos de los juegos clásicos de la franquicia tales como el hurto de objetos a NPCs, esconderse entre la multitud para evitar a los guardias, carteles de búsqueda que podemos arrancar para disminuir el nivel de búsqueda de la guardia de Bagdad, y muchas tiendas especializadas en mejorar y crear armas y armaduras, las cuales también cuentan con pequeños ‘desafíos’ centrados en buscar algunos pergaminos para proceder a la máxima mejlra.
Conclusiones – Análisis de Assassin’s Creed Mirage

Assassin’s Creed Mirage, la entrega más reciente hasta ahora de la saga, muchas veces se siente como Assassin’s Creed Revelations tanto para lo bueno como lo malo, refiriéndome a que es un buen juego de la saga, pero no busca innovar u ofrecer algo realmente interesante a la fórmula clásica. Mirage fue muy promocionado como la vuelta a los orígenes de ésta saga, y si bien cumple con ello en algunos aspectos, deja mucho que desear, dado que otros títulos de ésta saga ofrecen mucho más antes de la trilogía RPG. Espero que la saga siga este sendero, aunque refinando los puntos débiles de Mirage.
Dejar de lado la rama RPG de Assassin’s Creed tampoco lo veo como algo bueno para la saga, ya que muchos jugadores han llegado gracias a AC Valhalla. Sin embargo, sería increíble si Ubisoft consigue dividir estas líneas en la saga para ofrecerle a los jugadores lo que quieren. Por último, hay que decir que Assassin’s Creed Mirage es un buen Assassin’s Creed, pero rápidamente se convierte en el típico juego para sacar logros fácil, pues al final no aporta gran cosa.