El análisis de Assassin’s Creed Syndicate se ha convertido en uno de los más esperados debido al fastuoso pero fallido lanzamiento de Unity, juego que, semanas después del lanzamiento, no sólo seguía estando bastante roto sino que tenía que sufrir la filtración de la siguiente entrega, Victory – Syndicate en la actualidad -. Eso originó no pocas críticas a una Ubisoft que se vio anegada por una corriente de pesimismo.
Sin embargo, lo positivo es que Victory lucía bastante más terminado que Unity, teniendo en cuenta, además, que quedaba casi un año para el lanzamiento del mismo, por lo que los usuarios se consolaron pensando que no habría sorpresa para este 2015 pero que, al menos, el juego estaría ‘terminado’. Assassin’s Creed Syndicate se muestra bastante continuísta con su anterior entrega y, aún así, introduce elementos nuevos y atractivos, como una Asesina de protagonista, por primera vez en la saga. Descubrid en nuestro análisis de Assassin’s Creed Syndicate si esta entrega será un punto de inflexión en la saga, tal y como lo fue en su día el fabuloso Assassin’s Creed II.
Quien controle Londres controlará el mundo
El Londres del siglo XIX era el punto logístico más importante del planeta. No sólo grandes literatos y artistas surgieron en esta época en tierras inglesas sino que, además, las colonias hacían patente el poder del ‘imperio’ inglés en todo el globo y la Revolución Industrial cambió la forma en la que se trabajaba y avanzaba. Surgieron las máquinas capaces de remplazar hombres, la pobreza inundaba las calles mientras que en la avenida de al lado los lores iban trajeados y haciendo gala de su opulencia como magnates de las fábricas. Los sindicatos, las peleas obreras, las manifestaciones de trabajadores, el aspecto sucio y desaliñado con vello facial que contrasta con la ‘moda’ de la Revolución francesa, las calles grises de Londres no sólo por su característica niebla sino por la creciente polución y, sobre todo, chimeneas, muchas chimeneas, ya sean de fábricas o de trenes copaban los cielos de la capital inglesa.
Todo esto son novedades en la historia de la humanidad pero hay algo que nunca cambia, la eterna lucha entre Templarios y Asesinos, quienes infundirán el miedo, la esclavitud, las peleas callejeras y la revolución en Londres. Quien controle Londres controlará el mundo y, ciertamente, los Templarios llevan ventaja, con un Gran Maestre llamado Crawford Starrick que tiene bajo su yugo todas las fábricas londinenses y que, por supuesto, como Asesinos no podemos dejar que se salga con la suya pues el futuro está en nuestras manos.
Assassin’s Creed Syndicate comienza en la actualidad sin dar demasiados datos sobre los hechos que ocasionan que tengamos que viajar como uno de los nuevos ‘reclutas’ al Londres Victoriano. Tras una breve secuencia donde veremos viejos conocidos, comenzará el juego ya contextualizado en el siglo XIX con un Asesino llamado Green pidiendo ayuda a un tal George por este hecho, el control de Londres por parte de Crawford. Sin embargo, lejos de enviar al grueso de la hermandad de los Asesinos, quienes acuden a la liberación de Londres de la tiranía Templaria son los hermanos Frye, unos gemelos llamados Jacob y Evie.
Pese a que el argumento parece indicar que el juego se posicionará clarísimamente en una ideología política, la del Manifiesto Comunista de Marx, no todo en Assassin’s Creed es lo que parece y el juego se intentará mover, aunque a veces lo consiga con dificultad, en una escala de grises en las que nos veremos influenciados por varias corrientes políticas y autores como Dickens, importante en la trama ‘accesoria’ del título.
Unos gemelos muy singulares
Por primera vez en la saga Ubisoft parece escuchar a los usuarios e introduce a una mujer como protagonista indiscutible, pese al rol ‘secundario’ que se le da en la historia, como personaje jugable. Y digo ‘personaje segundón’ ya que Jacob parece que recibe los mayores mimos por parte de Ubisoft Quebec, un personaje que, ciertamente, no caerá nada bien al principio por su carácter arrogante, déspota, peleón, descerebrado y, para qué vamos a engañarnos, un tanto estúpido. A lo largo de la historia, como digo bastante centrada en el personaje, iremos viendo el mundo a través de sus ojos y nos meteremos en el papel de chulo de barrio al estilo del DiCaprio de New York Gangs. Buscaremos pelea, nos meteremos en todos los follones y, sin lugar a dudas, jugaremos como si de verdad fuésemos Jacob cuando controlamos a este personaje que, entre otras cualidades, tiene la ‘virtud’ de sacar de quicio a su hermana Evie.
Evie Frye se postula como, en mi opinión, la verdadera protagonista de Assassin’s Creed Syndicate. Es un personaje carismático como pocos, de hecho desde Ezio y Altaïr, a su manera, es el mejor personaje de toda la saga Assassin’s Creed, esto según mi opinión, claro. Es profesional, meticulosa, sigilosa y sabe pelear de lo lindo. Es una Asesina y el contrapunto perfecto a su descerebrado e imprudente hermano.
Aunque en la historia controlemos al personaje que, de forma scriptada, Ubisoft quiere que controlemos, en el modo libre podremos alternar entre ambos hermanos con sólo meternos en el menú y elegir el personaje. Sus habilidades son muy similares pero jugaremos de forma muy diferente con cada uno, os lo aseguro. Eso si, no hay duda que las grandes diferencias de personalidad entre Evie y Jacob son parte fundamental de la experiencia de juego, resultando una pareja de lo más cuidada y carismática, personajes bien rematados y que darán mucho ‘juego’ argumentalmente. Hay veces que dará la sensación de que queremos avanzar para ver la siguiente confrontación fraternal antes que para liberar Londres. Y es que los objetivos de los dos personajes son tan distintos que serán frecuentes estas ‘rencillas de hermanos’ entre una Evie que quiere recuperar el fruto del Edén de los precursores y arrebatárselo al Gran Maestre Templario y un Jacob cuyo objetivo es también eliminar la amenaza templaria en Londres pero empezando desde abajo, desde los obreros.
Algo que tendrán en común Jacob y Evie será el árbol de habilidades por el cuál iremos evolucionando no sólo su nivel, lo que nos permitirá ir combatiendo a enemigos cada vez más poderosos, al principio del juego los policías son casi dioses invencibles a los que no podremos ni toser, e iremos perfilando habilidades como muerte sigilosa doble o habilidad con las ganzúas para abrir todas las puertas Londineses. Estas habilidades las iremos adquiriendo según ganemos puntos de experiencia que conseguiremos con casi todo, la verdad. Abrir cofres, matar enemigos de la forma que sea, escapar de los mismos, utilizar el sigilo, cualquier cosa que hagamos nos otorgará experiencia, algo que se multiplicará de forma frecuente debido a las recurrentes peleas que podremos disputar en cada esquina y donde no será difícil conseguir combos de más de 40 y 50 golpes seguidos siempre que haya enemigos a nuestro alrededor y estemos medianamente atentos a los contraataques y QTE para evitar sustos desagradables.
El combate seguirá las pautas de Assassin’s Creed Unity pero se tornará más visceral, rápido, violento y coreografiado que nunca, sobre todo cuando juguemos como Evie y su bastón-punzón. El combate, por desgracia, seguirá siendo tan aburrido como siempre, y me crucificaréis por decir esto, debido a la absurda inteligencia artificial enemiga que se pone de acuerdo, pese a que ellos mismos digan que »no debemos atacar uno a uno, hagámoslo a la vez», para atacar en fila india con algún actor secundario enemigo que se distrae del guión y re arrea un puñetazo mientras ya te estaba atacando un compañero suyo.
Sin embargo, pese a la terrible IA, el combate de Syndicate introduce los combos altísimos, el medidor de noqueo y la posibilidad de dejar moribundo a un enemigo, atacar a otro diferente y luego rematarlos a ambos con una espectacular mini secuencia cinemática donde Evie, o Jacob, matan ocho veces al sujeto en cuestión antes de que éste toque el suelo. Además, las peleas serán ‘sucias’, con la ausencia de espadas y presencia protagonista de dagas, pistolas muy cortas, cuchillos para lanzar, el bastón y la daga de los Asesinos.
No es oro todo lo que reluce y el combate, así como las escenas en las que perseguimos a un objetivo entre la multitud, quedan empañadas por algunos fallos en el control bastante graves. Por ejemplo, en batallas multitudinarias el botón ‘B’, contraataque, puede dejarnos vendidos por no ‘reaccionar’ como se debe, dejando al jugador parado en medio de una lucha entre 10 enemigos. En el caso de las persecuciones habrá ocasiones en las que tengamos que capturar a algún enemigo, enemigo que se moverá como pollo sin cabeza y sin sentido alguno alrededor de un único punto, con nosotros mirando desde una cornisa como el enemigo huye despavorido pero no se aleja ni cinco pasos del lugar, algo bastante cómico.
Hablando del control, Londres es una ciudad tremenda, en el mejor de los sentidos, con innumerables casas que están prácticamente pegadas unas a otras y gracias a las cuales casi podremos ir de punta a punta sin tocar el suelo. Adivinaréis que me refiero ahora a las habilidades de parkour de los protagonistas, herencia directa de Unity que, como prácticamente única novedad en cuanto al desplazamiento, introduce el gancho, algo que tendremos nosotros y los enemigos, para movernos más rápido por la ciudad. El problema es que, al utilizar las habilidades clásicas, muchas veces nos quedaremos atascados en un área, contra objetos invisibles, contra muros invisibles, pasaremos de una cornisa a otra de manera frustrante cuando el objetivo real es ir a una que está enfrente y situaciones por el estilo.
También tendremos carromatos, cuya IA en el caso de los NPCs es bastante suicida y se controlarán a toda velocidad como si de coches de un GTA se tratara, y sorpresitas en el Támesis pero, sin duda, el mejor añadido de esta entrega es el gancho, que también funciona como tirolina. Ya sé que he comentado la presencia de esta herramienta en el párrafo anterior pero siendo una de las pocas novedades del título no está de más recalcarlo. Será bastante sencillo elevarnos rápidamente y bajar varios niveles utilizando la tirolina aunque se nota que es la primera vez que Ubisoft implementa esta herramienta ya que hay veces que no resulta lo preciso que nos gustaría que fuera.
En definitiva, Syndicate es bastante parecido a Unity pero introduce nuevas mecánicas y reformula otras como el combate. Sin embargo, y sin lugar a dudas, lo peor, por ridículo y no por efectivo, es el sigilo. Y es que, para utilizar el sigilo bastará con presionar la ‘A’, agacharnos, ponernos la capucha y decirnos »somos invisibles». Sin embargo vuelve algo bastante atractivo como el poder coger los cuerpos enemigos para esconderlos, el silbar para atraer enemigos y el cubrirnos de forma contextual en las esquinas cuando estamos en ‘modo sigilo’. Eso si, otro gran acierto es la tendencia de no perjudicar al jugador según su manera de jugar. Si queremos utilizar el sigilo bien pero si, en una misión que nos pidan ser sigilosos, acabamos a tiros con todos los enemigos en una batalla multitudinaria, el juego ni se desincronizará ni penalizará más allá del típico objetivo dinámico de »te han descubierto» que, la verdad, no importa demasiado.
Por lo demás volvemos a contar con algo bastante repetitivo en la saga, las misiones secundarias que servirán para conseguir más dinero y mejor equipamiento. Es un ‘mal necesario’ de la saga Assassin’s Creed que esta vez propine un sin fin de objetivos secundarios y que irán desde el liberar fábricas hasta proteger niños casi esclavizados, eliminar objetivos templarios, liberar cuarteles, llevar objetivos vivos a nuestros contactos Asesinos, etc. Poco a poco, conforme vayamos completando estas misiones, iremos ‘liberando Londres’ y consiguiendo menos presencia policial que frustre nuestros planes, algo que no está nada mal porque, como ya he comentado, son un auténtico dolor de muelas esos personajes de azul con bombín y porra. Esto también servirá para que la banda de Jacob, los Rooks, se vaya nutriendo de ‘camaradas’ que luchen junto a nosotros en las peleas de bandas callejeras.
El siglo XIX con todo lujo de detalles
En cuanto al apartado gráfico y artístico, Ubisoft lo ha vuelto a clavar ofreciendo una ciudad de Londres no sólo detallada sino con una gran distancia de dibujado, actividad en las calles principales, contextualización en los callejones (con matones, niños, etc). La ciudad brilla con luz propia desde todos los ángulos y, lo más importante, aunque hay bajadas de frame-rate cuando llegamos a Londres, no son, ni por asomo, tan severas como en Unity, algo que se agradece sobremanera. Técnicamente el juego me parece bastante competente (pese al clipping) aunque, como siempre, los bugs estarán a la orden del día, protagonizando escenas bastante curiosas y graciosas, siempre y cuando no nos fastidien una persecución o un combate, claro.
Aunque la ciudad es la verdadera protagonista, el modelado de los personajes principales, y sus ropajes, es digno de mención, sobre todo el de Evie y Jacob, recreados de forma casi perfecta aunque, eso si, con una piel demasiado tersa y unos ojos preciosos y llenos de vida, sobre todo en el caso de Evie.
En cuanto al apartado sonoro, Syndicate vuelve a hacer gala de unos muy buenos efectos de sonido ambientales, así como una gran banda sonora que ambienta esta época a la perfección y unas voces completamente traducidas al castellano con un buen elenco de personajes. Eso si, será muy raro ir por las calles de Londres y escuchar, con un perfecto acento británico, a NPCs hablando en inglés y a otros en castellano, pero bueno, es algo que ‘hay que sufrir en silencio’.
Conclusión
Ubisoft sigue en sus trece y otorga otro juego de Asesinos anual, algo que este 2015 no le ha salido nada mal ya que Assassin’s Creed Syndicate, pese a tener sus fallos, tiene bastantes aciertos como, por ejemplo, mecánicas nuevas como el gancho-tirolina, un combate bastante rápido y dinámico y un sistema de habilidades y niveles que le sienta bastante bien a la saga. Además de esto, la historia es bastante sólida, aunque empieza de forma bastante abrupta, y el ‘enemigo final’, el Gran Maestre Templario, es un gran, grandísimo personaje, al fin.
Jacob y Evie forman una gran pareja y derrochan cada uno a su medida, carisma por los cuatro costados, algo que, personalmente, echaba de menos en las últimas entregas de la saga de Asesinos. Será un placer ir por Londres, aunque tengamos que sufrir el violento tráfico de los carruajes, y descubrir cada mítico rincón y callejón de dicha ciudad, una ciudad recreada con mimo y en la que visitaremos Whitechapel como primer destino, algo que conquistará a más de uno. Su ambientación es como la podemos imaginar en la época y, en definitiva y lo más importante, está contextualizada de forma sobresaliente.
Hay fallos técnicos, bugs e incongruencias en el control, si, pero no es nada que haga injugable el título, sobre todo recordando como estaba por estas fechas el Assassin’s de turno. También es demasiado continuísta en otros aspectos pero, una vez metidos en ‘faena’, y sobre todo si sois fans de los Asesinos, no nos decepcionará.
¡Ah! ¿Qué pasa con las escenas del presente? Bien, Rebeca y Shaun vuelven para explicar los planes de Abstergo y los Precursores en escenas de vídeo algo más largas que las de Unity pero que, de nuevo, son meras cinemáticas que, la verdad, rompen de forma algo desagradable el ritmo narrativo del Syndicate del siglo XIX.
En definitiva, Assassin’s Creed Syndicate puede que no convenza a nuevos Asesinos para Unirse a su credo pero es, sin duda, una gran continuación a una saga que, guste o no, parece destinada a volver cada año más como juego ambientado en un periodo histórico representativo que como al principio estaba planeado, con una sub-trama en el presente con la que enlazara cada dos por tres. Eso si, si sois fans de Assassin’s Creed, sin duda alguna, Syndicate no os decepcionará.