Un universo que sufre, sucumbe ante la oscuridad, una oscuridad consecuencia de la destrucción de las estrellas que dan forma a las diferentes galaxias que cobijan diferentes civilizaciones, civilizaciones abocadas a buscar refugio, a sobrevivir ante la consecutiva cadena de acontecimientos. Es así como la situación que una vez auguraron los sabios, se convierte en realidad, donde la destrucción de las estrellas, de las galaxias, está llegando a su final. La oscuridad se ha expandido, el fin se acerca, una estrella persiste, una estrella por la que los supervivientes pugnan, pero que en el fondo, saben que deben defender ante su posible destrucción.
Una oscura motivación ha llevado al Lord Comandante Lothar Rendain,a aliarse con una raza oscura, para deshacerse de toda luz y esperanza. Una presentación que goza del carisma y la personalidad que solo Gearbox sabe dar a sus títulos, siendo conocidos por la saga Borderlands, Battleborn es su nuevo proyecto que principalmente se caracteriza por esos modos de juego que la otra licencia no daba cabida. Siendo además un juego diferente, Battleborn nos expone a un buen número de modos de juego y opciones vinculados a una inédita combinación de géneros, como un shooter que da cobijo a una experiencia MOBA.
Rol, puntos de daño, y diferentes habilidades en personajes caracterizados por clases y facciones, confieren a Battleborn una personalidad exclusiva, propia, innovadora, propia de los productos experimentales de Gearbox. El campo de batalla está preparado, repleta de cabronazos y explosiones, ahora solo queda preguntarse una cosa ¿Sois capaces de hacer frente a este desafío?
Luz contra oscuridad
La galaxia agoniza, la oscuridad ha consumido todos los sistemas y los supervivientes de las diferentes culturas y civilizaciones se dirigen al último bastión, la última estrella, que espera la llegada de la misma amenaza que acabará con la existencia de todo el universo. Los Battleborn son los luchadores que cada una de las cinco facciones presentan para combatir al Lord Comandante Rendain. Es así como nos encontramos con Los Pacificadores, el Imperio Jenerit, los Rebeldes, los Eldrid y La Sociedad de la Ultima Luz. Cada uno presenta 5 luchadores, haciendo un total de 25 personajes diferentes en un catálogo diverso y peculiar. No obstante, cada facción aporta una caracterización ambientada en ámbitos muy diversos, desde los elfos de Eldrid hasta los peculiares ingenieros de La Sociedad de la Ultima Luz, pasando por la facción de la que surgió el temible villano, los Jenerit.
Como cabe esperar, dado que es un producto de Gearbox, uno de los aspectos que más llama la atención es la personalidad de todos y cada uno de estos 25 Battleborn, que gozan de un diseño muy interesante, divertido y bien cuidado. Claro que no son todo fachada, una espectacular fachada que esconde un elenco de habilidades que diversifica, un poco más, la acción propuesta por Gearbox en Battleborn. En cierto modo, la esencia de Borderlands emana por los poros de este nuevo proyecto, donde la caracterización tiene fundamentos obvios y el desarrollo de cada personaje, con habilidades muy diferentes, también puede tomar muchas referencias con el uso que se da a los diferentes personajes que han dispuesto en los tres títulos de su otra licencia.
Borderlands es una referencia inequívoca en la ambientación y caracterización
A la hora de intentar jugar con estos personajes, debemos considerar que no todos están disponibles desde el principio, habiendo una selección común para todos los jugadores, una especie de Starter Pack, que iremos ampliando en base a nuestro Nivel de Comandante, o bien mediante la consecución de desafíos concretos para cada uno. Es así como la experiencia de Battleborn invita a participar explotando todos los personajes disponibles, no solo por cuestiones de conseguir desbloquear logros, también para disfrutar de la diversidad de un producto que sorprende en cada pequeño matiz que ha sido construido.
Frentes por doquier
Una de las cuestiones que más preocupa de Battleborn es como han gestionado su propuesta, explotando principalmente aquellos modos de juego que Borderlands ha omitido por cuestiones de concepto. Si bien Borderlands destaca por ser una especie de sandbox amplio y diverso, Battleborn centra su experiencia en modos de juego muy concretos y lineales, donde se apuesta por el multijugador, aunque también se puede jugar en solitario. De este modo, tanto para jugar la historia, la cual invita a hacerlo en solitario para desbloquear todos los capítulos, como para los tres modos de juego multijugador, las opciones son claras, exponiendo, no solo la opción online, también la pantalla partida a dos jugadores. Hay que matizar, que si lo que buscáis es un orden en la consecución de episodios, jugar en partidas públicas no lo permitirá, pues se selecciona al azar un conjunto de tres misiones entre las que el grupo de jugadores seleccionará la que desea jugar, no permitiendo mantener el orden nunca y no desbloqueará la siguiente misión. De este modo, puede que lo mejor sea jugar en solitario la primera vez, aunque así tardaremos mucho más.
La comprensión del rol y su implicación en batalla garantizará el éxito
Y esto puede ser un punto a favor de Battleborn, cuya experiencia puede requerir de cierto entrenamiento previo, sobre todo con esos personajes que desbloqueamos y no hemos comprendido su función. Hacer frente a los enemigos, más cuando se trata de partidas públicas o dificultades avanzadas, requiere de una compenetración, comprensión y cooperación. Este factor puede ser algo que limite, en cierto grado, la profundidad de la experiencia si nos encontramos con usuarios que no comprenden su rol dentro de la partida, y es que lejos de ser un juego donde todos pueden ser héroes, la cooperación se antoja muy importante ante la llegada de hordas de enemigos que no van a presentar compasión alguna, siendo el fracaso, una opción muy viable.
No obstante, los Battleborn no resultan totalmente ineficaces en la tarea de eliminar enemigos, siendo una experiencia amplia que se adapta al número de participantes. Participantes, que en el caso del modo campaña, deben considerar al grupo, ya que en general, el éxito dependerá de la cooperación, de la consecución de objetivos y del número de veces que se muera. En este modo de juego, el número de vidas está limitado, más si estamos en el modo Experto, donde no se puede morir ni una sola vez. Es así como la propia campaña supone un reto importante para todos, aunque en el fondo, la presencia de los modos de juego competitivos, es lo que más puede llamar la atención de Battleborn.
MOBA en primera persona
De hecho, son los tres modos de juego competitivo lo que definen mejor la experiencia que Gearbox ha presentado. Pese a que en muchos aspectos pueda recordar a Borderlands, Battleborn no es un shooter puro, tomando como base el concepto rolero, pero adaptándolo a una de las nuevas tendencias, los MOBA. Borderlands es un título cuyo éxito viene dado por un buen número de factores, uno de ellos, el componente rolero dentro de la experiencia de acción en primera persona. Battleborn implica nuevas mecánicas que llevan al jugador a un nuevo nivel, donde las habilidades no siempre son ataques directos y sencillos, donde las combinaciones son, tanto o más, importantes que en Borderlands.
Los MOBA son juegos donde la cooperación es de vital importancia, donde los personajes tienen habilidades que conjuntas pueden ofrecer un efecto devastador sobre las líneas enemigas. Pero también ha influido a la hora de plantear los tres modos de juego multijugador, la Incursión, la Fusión y el modo Desvastación. Cada uno de estos ofrece diferentes objetivos que cumplir para obtener la victoria, donde puede ofrecerse un mejor resultado cambiando de estrategia, no obstante, en ningún momento la acción decrece ni un ápice.
Citando el modo Incursión, dos facciones de 5 Battleborn se enfrentan en un escenario para destruir a los centinelas enemigos. El mapa se presenta como una línea donde se deben enfrentar ambos bandos, destruyendo primero un centinela, y posteriormente el segundo. Pero no nos encontraremos solo con los rivales controlados por otros usuarios, también nos encontraremos otros elementos y enemigos, manejados por la IA. De hecho, en este modo de juego existen zonas en las que encontramos mercenarios, que se unirán a nuestra causa si los sometemos previamente. Es así, como la lucha se presenta como un tira y afloja constante, donde el equipo mejor plantado podrá someter al enemigo adelantando su línea progresivamente hasta conseguir dañar al centinela rival.
Por otro lado encontramos en modo Fusión, el cual puede ser más representativo del género MOBA, ya que el objetivo es escoltar a los esbirros a zonas concretas para que sumen puntos. Claro que, la facción rival tiene el mismo objetivo, de modo que, a la vez que se intenta que unos lleguen a su destino, se debe evitar que los del bando rival lleguen al suyo. El objetivo, alcanzar una puntuación de 500, quien antes lo alcance, gana.
Tres modos de juego competitivo que combinan la acción de los shooters y la estrategia de los MOBA
Por último, el modo Devastación sería un modo de juego que hemos visto en otros shooters, como modo Dominación, Dominio o Conquista. En un determinado entorno, se presentan tres puntos que han de ser controlados, otorgando puntos de forma progresiva, donde el que llegue primero a 1000 puntos, gana. Es así como los dos bandos, formados por 5 guerreros cada uno, deben de plantearse la estrategia más correcta para conseguir tener superioridad en el terreno y conseguir más puntos que el rival.
En cualquiera de estos modos de juego, podemos observar que la gestión del grupo es algo que puede conferir el éxito si se hace debidamente. Incluso, la cooperación puede resultar más determinante que en otros títulos donde se enfrentan dos bandos de guerreros. Y es que no solo por combinar habilidades y crear subgrupos que avancen por el mapa de forma coordinada, también por las diversas opciones que dentro de este aparecen. Es el caso del modo Incursión, donde podremos ’contratar’ a unos mercenarios cabronazos, sometiéndoles previamente, así como recolectar esquirlas, con el fin de equiparnos con items, o bien, para construir estructuras defensivas y potenciadores en el campo de batalla.
En cualquier caso, Battleborn ofrece una experiencia que combina los fundamentos de los modos de juego de los MOBA, con la acción frenética de un shooter rolero, de la marca Gearbox, con conceptos novedosos que buscan estrategias conjuntas para alcanzar el éxito. Lo más interesante, que una vez nos impliquemos en la esencia de este concepto, será difícil escapar de él.
Acción, habilidades y cooperación
Tras exponer los modos de juego, debemos considerar como de profunda es la experiencia propuesta por Gearbox en Battleborn. Existen matices importantes a la hora de disfrutar de esta experiencia de acción, aspectos como el nivel que tenemos en cada partida, comenzando por el 1, podemos alcanzar hasta el nivel 10 en base a la experiencia que ganemos en batalla. No resulta demasiado sorprendente, incluso, saber que a lo largo de estos niveles, mejoraremos las aptitudes del personaje al abrirse un árbol de habilidades, en forma de hélice de ADN, pues estas habilidades están sujetas a mutaciones. Es así como según progresamos en la misión, iremos adoptando una u otra alternativa al seleccionar la mutación que mejorará nuestras habilidades.
Resulta interesante analizar cada personaje antes de entrar al frenético combate
Pero si nos centramos en las mecánicas más sencillas, podemos comprobar que Battleborn es un shooter en primera persona, cuya experiencia recuerda mucho a Borderlands en las mecánicas y la acción. Desde el principio, contaremos con un arma principal, que ejecuta un ataque básico, así como un ataque secundario, que en algunos casos puede ser igualmente útil que una habilidad. Del mismo modo, cada personaje tiene tres habilidades, dos de las cuales se encuentran disponibles desde el principio y la tercera, y más poderosa, se desbloquea en el nivel 5. Cuando hacemos uso de una de esas habilidades, debemos aguardar un tiempo determinado para que vuelva a estar activa, una circunstancia que es lo que relaciona a este juego con los MOBA de forma más directa.
Esto puede ser un incordio, no obstante, a lo largo de la evolución de personaje, podremos potenciar el daño u optimizar la demora de la carga para usar las habilidades con más rapidez, pero durante las misiones del modo campaña, debemos considerar los potenciadores que surgen como pequeños orbes, que permiten mejorar las aptitudes del personaje temporalmente, así como recuperar vida o el escudo. Hay que vigilar de cerca todos los aspectos y evaluar la situación para tomar una decisión u otra en la evolución del personaje. Un aspecto que puede poner de manifiesto cierto grado de estrategia, vinculada al concepto MOBA que explota Battleborn.
Y son las habilidades de cada Battleborn lo que confiere a cada personaje un rol muy diferente. En cierto modo, hemos dicho que Battleborn es un shooter, no obstante, hay héroes que no cuentan con armas de fuego y solo combaten cuerpo a cuerpo. Importante que estos estén continuamente en movimiento, que se acerquen lo más rápidamente posible, o que pillen desprevenidos a los enemigos y se aprovechen de la cobertura de sus aliados. Del mismo modo, hay otros personajes cuya función, no es hacer daño, sino dar cobertura y asistencia, como son los sanadores y los tanques o defensores, y como no, tenemos a los francotiradores, vulnerables a cortas distancias, pero letales si la puntería es certera. Obviamente, quedaría una clase intermedia, que está en todos lados, que ofrece coberturas, ataca desde la distancia y puede desestabilizar una pugna en la escaramuza.
Un concepto interesante, transmitido de una forma apasionante y frenética en un producto que toma prestados muchos aspectos de muchas fuentes y se convierte en un producto realmente espectacular, porque en esta riqueza y diversidad se puede encontrar un equilibrio que haga que cada partida sea diferente, apasionante y, sobre todo, muy divertida.
Producto con gran personalidad
Gearbox es una desarrolladora que dio la campanada hace unos años con Borderlands, un título que ha enganchado a muchos usuarios, no solo por su acción y gran extensión, también por ser un producto cuya personalidad y carisma se salen de la escala. Battleborn no llega a abusar tanto del humor descarado, aunque haya personajes que parecen familia de los buscadores de la cámara y sus aliados. De hecho, nadie puede decir que en algún momento no nos acordemos de Borderlands, puede que por los diálogos, por la estética, por el estilo o porque para disfrutar de este juego, se recurre al término cabronazo, acuñado en Borderlands.
Un doblaje magnífico, que hará que los diálogos sean una pieza fundamental de la ambientación
Pero si algo puede ser interesante es observar como Gearbox ha evolucionado su motor gráfico, en parte, por la necesidad de salirse de la estética de Borderlands y abordar nuevos mundos y personajes. De hecho, muchos pueden interpretar que Battleborn puede ser un indicio de lo que Gearbox puede ofrecer en una nueva entrega de Borderlands, ya que el motor gráfico empleado evidencia una evolución notable. Manteniendo en gran medida ese estilo que combina un diseño realmente detallado y espectacular, con las texturas planas estilo novela gráfica, en esta ocasión podemos observar que el grado de complejidad de todos los elementos es mucho mayor, incluso, esas texturas han ganado definición, detalle y profundidad.
De este modo, el afán de Gearbox por aportar un universo nuevo para un escenario de combate diverso, permite disfrutar de un espectáculo visual realmente asombroso. No podíamos esperar menos de esta empresa, pero incluso pueden llegar a sorprendernos con los detalles que han incluido en los diferentes escenarios que comprenden los diferentes modos de juego. Llama mucho la atención como se ha conseguido evolucionar un concepto que se llevó a cabo para reducir la carga de trabajo de los hardwares, con una propuesta basada en el CellShading, y se ha convertido en algo complejo, que no quiere abandonar el estilo que se ha convertido en un sello y uno de los principales motivos del éxito de los juegos de esta desarrolladora.
Ahora, ofreciendo un diseño mucho más complejo, el resultado es simplemente espectacular. Pero seamos sinceros, dista mucho de ser un juego de la talla de Borderlands, al menos, en lo que a los escenarios se refiere. Que Borderlands sea una referencia conviene por muchos motivos, porque es una fórmula que confiere personalidad y carácter, porque Gearbox la domina, pero también es un arma de doble filo, porque sirve de referencia. A las vastas extensiones de los mapas de Borderlands, los limitados mapas de Battleborn son un pequeño escenario donde transcurre toda esa acción. De hecho, uno de los puntos fuertes de Borderlands era poder ir allá donde se quisiera, porque el juego aborda una aventura repleta de misiones secundarias, como un sandbox.
Pero Battleborn no es así, de modo que la escasez, puede ser uno de los aspectos más evidentes ante un formato de juego que puede requerir de mayor diversidad, general. Sobre todo en el ámbito de los mapas, donde podemos observar que los 9 capítulos del modo campaña y los 6 mapas de los modos de juego competitivo, resultan, en gran medida, escasos. Su realización es impresionante, pero puede que haya limitado mucho el número, más para un juego que pretende ser rejugable hasta la saciedad.
Conviértete en un Battleborn
Hemos repasado todos los aspectos que, en líneas generales, describen un producto muy adictivo en cada partida que jugamos. Es evidente que a la hora de convertirse en un Battleborn, son muchos los desafíos que hay que superar, y que lejos de ser un shooter convencional, con algún detalle que lo caracterice, se trata de una experiencia cercana a los MOBA y adaptada por la genial visión de Gearbox.
Es de este modo como describimos esos períodos entre partidas que hay que atender, pues dentro de la experiencia hay también una gestión importante de personajes, habilidades e items. Todas las partidas nos confieren puntos de experiencia, tanto para nosotros como Battleborn, como para el personaje que empleemos. De este modo, el Nivel de Comandante, nos conferirá acceso a personajes una vez superemos el nivel requerido, así como otras recompensas. Pero también debemos considerar el nivel de personaje, que se obtiene con la experiencia obtenida usando a cada uno de los 25 héroes disponibles. A lo largo de la evolución del personaje, obtendremos animaciones, colores para la personalización del carácter y nuevas habilidades, una tercera opción que aparecerá al alcanzar determinados niveles del carácter, diversificando más la estrategia.
No obstante, hay que recordar que en la campaña de promoción, se hablaba de la creación de un Battleborn, aplicando sobre él, una cierta personalización. Pese a que se pudo pensar que esto añadiría un buen número de complementos para dotar de cierta personalización a cada personaje, resulta que apenas podemos observar cambios notables, salvo por la opción de elegir entre una serie de animaciones de desafío y un buen número de modelos basados en diferentes patrones de color. Hubiera estado bien poder añadir más elementos de personalización, así esta experiencia sería mucho más diversa, algo que parece haberse puesto un límite demasiado visible, aunque esto pueda mejorarse vía expansiones y DLCs.
Del mismo modo, obtendremos una moneda, que nos dará acceso a paquetes de equipamiento, a diferencia de Borderlands donde se buscaban armas con habilidades y se obtenian rangos de cabronazo para potenciar habilidades, aquí hay que adquirir items que debemos equipar en grupos de 3 para activarlos con esquirlas durante las partidas. Un aspecto muy a tener en cuenta, las esquirlas resultarán muy útiles a lo largo de las partidas, de cualquier índole, pues no solo permitirán que activemos esos items equipados para conferir ventajas, también servirán para instalar torretas y drones que sirvan de apoyo. Un detalle estratégico que puede ser importante, aunque no determinante en ningún caso, pues es la habilidad y la estrategia grupal, la principal responsable del éxito.
Carácter y Diversión
Battleborn es una propuesta a tener en cuenta, porque es un título que apuesta por la acción, pero como juego, explota otros principios, ofreciendo un producto, sobre todo, atractivo y divertido. Gearbox ha puesto su toque, ha expuesto un producto como solo ellos saben hacer, con carácter, carisma, humor y grandes dosis de acción. La sombra de Borderlands es muy alargada, pero lejos de ocultarse en esta oscura sombra, Battleborn brilla con fuerza.
Un producto con carisma, que ofrece una acción trepidante, con un grado de profundidad derivada de la innovación que ha permitido a Gearbox plantear un shooter y combinarlo con fundamentos roleros, más concretamente de los MOBA. La referencia de Borderlands sirve para comprender el principio básico de Battleborn, pero se amplia a nuevas habilidades, opciones y modos de juego, para ampliar la diversión a modos multijugador. Expande las fronteras en experiencias más puntuales que la extensa aventura de los buscadores de la cámara y la concreta en una lucha por la supervivencia de la última estrella y del universo.
Lejos de limitar la experiencia al multijugador, abre las puertas con opciones de todo tipo
Este matiz no es más que el principio de una ambientación, una excusa para dar cobijo a todo tipo de combates que pueden vivirse en solitario, aunque estén enfocadas al multijugador, tanto online como en la misma consola en pantalla partida. Una diversidad que se agradece, porque lejos de limitarnos al multijugador online, ofrece opciones diversas para disfrutar de Battleborn como y cuando queramos.
Convertirse en un Battleborn pasa por muchos aspectos, disfrutar de esta experiencia, explotando cada uno de los personajes, en cada uno de los modos de juego. Una propuesta que, dada su longevidad, puede sacar a la luz algunas carencias, como puede ser el número de personajes, aunque no tanto como los límites establecidos por una campaña bastante escueta y un número de mapas escaso para tres modos de juego que divierten mucho. Un producto que se juega sin compasión, sin mirar a otro lado, que engancha, que es divertido y atractivo, que sirve para soñar con Borderlands 3, que se disfruta hasta conocer el más mínimo recoveco que expone.
Aunque en algunos aspectos sea escaso, lo que nunca escasea es la diversión. Battleborn es una propuesta que goza del carácter que Gearbox sabe aportar a sus proyectos, ofreciendo así un universo que, pese a agonizar, ofrece una experiencia profunda, variada y muy divertida. La galaxia depende de vosotros, de que seáis tan cabronazos como para salvarla, ¿Seréis capaces?