Cuando se pone pasión en un proyecto, cuando lo tratas como a un hijo, cuando lo das todo para que salga adelante es de esperar que, resulte como resulte el producto, haya algo especial impregnado en dicho proyecto, ese es el caso de Beyond Eyes, un juego independiente que llegó hace poco a Xbox One y que es la máxima expresión del término ‘juego independiente’.
El análisis de Beyond Eyes no será convencional y es que el propio título no es un juego convencional. De hecho, hay veces que dudo sobre si, en realidad, Beyond Eyes es un juego.
Alguna luz en un mundo de sombras
Beyond Eyes es un juego creado por una sola persona, la creativa Sherida Halatoe que, junto con Team 17 y el nombre comercial Tiger & Squid, han lanzado un producto muy especial, tan especial que es posible que no estemos preparados para entenderlo.
Y es que, Sherida quería crear un juego personal que cumpliese tres premisas: exploración, personalidad artística ‘a la acuarela’ y empatía hacia el personaje que controlásemos. Beyond Eyes es el resultado de más de tres años de trabajo y el resultado es un juego que intenta gobernarnos mediante la empatía y los sentimientos. El problema es que este ‘arma’ del título es algo que tiene doble filo ya que la jugada puede salir bien y sentirnos embriagados por lo que el juego nos transmite o, por el contrario, sentir frustración por el desarrollo del mismo, así como por los mismos sentimientos que parece que quieren obligarnos a despertar.
Beyond Eyes comienza con unas bellas pantallas de acuarela en las que vemos como nuestra protagonista, la pequeña Rae, queda ciega debido a un accidente. Tras esto, Rae cae en una pequeña depresión hasta que llega a su vida algo muy importante, un gato con su cascabel, cascabel que nos ayudará a encontrarlo allá donde esté y que nos alentará a salir fuera de nuestro hogar, a través de un mundo que no conocemos y que puede ser hostil para encontrar a nuestro amigo Nani, el gatito.
Emprenderemos, pues, un viaje de unas dos horas de duración, aun perdiéndonos, en el que recorremos bellos parajes creados con el poder de nuestra imaginación. Y es que, aquí, es donde radica el encanto de Beyond Eyes. El juego, ya desde su primer trailer, lograba conquistar al público gracias a un apartado visual muy llamativo basado en el dibujo en acuarela. De hecho, el principal encanto de Beyond Eyes radica en este apartado, el artístico. Ver como Rae va llenando los espacios en blanco, ver como los olores evocan realidades conocidas antes del accidente, observar como un ruido inesperado puede ser motivo de miedo y crear una barrera por la que no sea imposible cruzar, un perro rugiendo puede ser motivo de alerta, miedo y, sobre todo, angustia para el jugador que tendrá que dar un rodeo con Rae.
Digo angustia porque, ante una ‘amenaza’, Rae es incapaz de reaccionar, provocando que tengamos que caminar en otra dirección para conocer el camino, algo extremadamente aburrido debido a que Rae camina increíblemente despacio. Vale, puede que una persona ciega no vaya al mismo ritmo que alguien sin este handicap pero esto es lo que me hace preguntarme si es buena idea para un videojuego que se basa en caminar, en chocarse con paredes y en dar vueltas en círculos, el nivel del puerto es muy tedioso, para encontrar, por casualidad, una salida.
Y es que de esto va el juego, de caminar, incluso habrá un medidor de pasos en Xbox APP, para encontrar a Nani, el escurridizo animal que nos hace rezar para encontrar el script a la vuelta de cada esquina que desvela su paso por dicho lugar, algo que indica que vamos por buen camino en nuestra búsqueda.
La historia del juego puede tener alguna salpicadura de carácter emotivo durante la aventura, dos en concreto que no revelaré, y, sobre todo, el giro final, algo muy efectista que busca la ‘lágrima fácil’ y la completa empatía con Rae algo que, como comenté, puede salir bien y exclamar: »menuda obra maestra» o, por el contrario y en mi caso, provocar el bostezo final y la sensación de »esto ya lo he visto muchas veces».
Conclusión
Beyond Eyes es un juego arriesgado, muy colorido y visualmente impactante, con una buena premisa y, sobre todo, la intención de hacernos vivir un día sin ojos, creando nuestro mundo, nuestra realidad. Sin embargo, también es un juego tremendamente aburrido, efectista en lo narrativo y lento, muy lento.
Artísticamente es una delicia en lo visual pero, por desgracia, la banda sonora no acompaña creando la atmósfera que me habría gustado, teniendo tintes musicales muy buenos pero que no son constantes durante nuestro recorrido por los niveles ni demasiado inspirados en cuanto a variedad.
Siento con Beyond Eyes la oportunidad perdida pero, ¿cómo habría trasladado yo lo que la autora, porque más que un juego es un cuento, quería expresar con su criatura? No lo sé, la verdad. Sólo sé que Beyond Eyes no va a dejar indiferente y será una experiencia que ames… u odies, dependiendo de si la pequeña Rae puede llegar a tocarle el corazón o no.
Como juego, desde luego, el producto deja mucho que desear ya que hay otros títulos por el estilo, Submerged, Nero, que son ‘simuladores de paseos’ pero que ofrecen algo más que a este juego le falta.
Eso si, Beyond es un buen juego cuando esté en oferta por 5€ para ser testigos de la genial dirección artística del título.
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Lo bueno
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- Visualmente es una auténtica delicia
- Traducido al español
- Si logra emocionarte será un juego de 10
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Lo malo
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- Tremendamente aburrido y lento
- Sólo dos horas de duración
- Puede no conquistarte
- No sientes que sea un videojuego
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