En ocasiones nos apetece desconectar de todo el abanico de videojuegos tan grande que tenemos en nuestra estantería. Videojuegos enormes, con grandes mundos que explorar, incontables coleccionables, objetivos principales, secundarios, todo con una calidad abrumadora en su elaboración y unos gráficos fotorrealistas. Bite the Bullet es uno de esos videojuegos old-school que nos sirven de ayuda para lograr este cometido, para «echar unas partidas» sin pensar demasiado en el contexto, sólo por diversión y el desafío. Mega Cat Studios han sido los encargados de hacer varios videojuegos de este estilo en el pasado, y Bite the Bullet es su nuevo videojuego para PC, Switch y Xbox One.
En Bite the Bullet somos mercenarios cachas contratados por una empresa para volver a la tierra y hacer una enciclopedia genética de todo ser viviente desconocido, en un mundo futurista donde las mutaciones genéticas, los gigantes robots y los zombies son lo más común, y donde los humanos han conseguido implantes bionodos para que podamos comer prácticamente todo lo que queramos, nos referimos a metal, carne putrefacta, objetos, mutantes, casi cualquier cosa, porque nuestro sistema puede aguantarlo.
¿Cuál es la combinación correcta de ingredientes para hacer un videojuego de estas características? y más importante: ¿Es Bite the Bullet el videojuego que buscamos para este cometido? Intentaremos resolveros estas dudas y profundizar en las maravillas que ofrece Bite the Bullet a continuación.
Matar y comer, espera… qué?
Es complicado destacar en un arte donde ya se ha hecho prácticamente todo, así que la idea del estudio tras Bite the Bullet suponemos que tenía que ser rompedora. Es comprensible que al ver las imágenes de Bite the Bullet lo primero que se nos venga a la cabeza es el título de cualquier shooter 2D de scroll lateral, pero en especial, Contra. Y es esto al final, pero como si a este clásico videojuego le añadiésemos la opción de poder comernos a nuestros enemigos.
No sólo por el concepto de saltar y disparar a distintas direcciones, con la verticalidad que tiene el Contra original, sino también por el diseño de los protagonistas con su característica bandana, que también podremos cambiar para tener modificaciones especiales. Las reglas para comer a los enemigos también existen, y consisten en que primero tendremos que aturdirlos mediante alguna de nuestras habilidades, modificaciones de armas, o sencillamente bajando su vida hasta casi el final, que hará que automáticamente casi todos los enemigos estén aturdidos. Luego, debemos acercarnos y perder unos segundos para que nuestro personaje se los coma. Algunos enemigos grandes requerirán varios segundos para poder comerse debido a su tamaño.
A grandes rasgos, este frenético videojuego viene a ser lo mismo en el concepto de un shooter Arcade 2D de scroll lateral, pero intentando innovar con la idea de poder comer a los enemigos siempre que queramos, aplicando así otras reglas al concepto de «Avanza, Mata, repite». Por supuesto, hay más cosas, como las habilidades y sus mejoras en el árbol de habilidades, o las mejoras de las armas y las alteraciones de estado, pero no mucho más.
Algunas de estas habilidades harán que recibas más daño a cambio de poder lanzar fragmentos de metralla que también dañarán a los enemigos, algunas otras congelarán a los enemigos cercanos y otras te harán invisible siempre y cuando no te muevas. Tendremos que explorar todas las habilidades y distintas clases para poder encontrar la que más nos guste y se adapte a nuestro juego. Es normal que algunas habilidades nos vayan muy mal y otras al contrario.

El mundo ha visto tiempos mejores
Será importante comer para conseguir más experiencia y llenar nuestra barra de transformación, la cual podremos activar una vez esté llena, transformarnos en «Zombred» durante unos segundos y ser invulnerables, aunque no podremos utilizar armas, sólo combate cuerpo a cuerpo como puñetazos y patadas. Será un poco complicado llenar esta barra y tendremos que ver qué tipo de alimento vamos a comer. Robots, carne o vegetales, así como fijarnos si además se trata de alimentos en estado de putrefacción.
Muy divertido, pero algo complejo
Cuando volvemos a uno de estos videojuegos de corte antiguo, es mejor estar ante algo intuitivo y de fácil aprendizaje que ante conceptos complejos. Bite the Bullet diríamos que se encuentra un poco más inclinado hacia la complejidad que hacia la simplicidad, y puede dar la falsa sensación de que es un juego intuitivo, porque finalmente, no lo es tanto.
Las estadísticas, puntos de experiencia, dinero contra-reloj, desafíos secundarios, mejoras de armas y utilización de habilidades, combinado con el caos que tenemos en pantalla, pueden hacer que nos perdamos un poco. Lo importante es saber que todo lo que comemos se convertirá en calorías, grasas o proteínas, siendo las proteínas un excelente recurso para volvernos delgados y atléticos (y por ende tener mayor velocidad al movernos o saltar) pero menos defensa, mientras que si comemos muchas grasas, acabaremos siendo gordos y lentos en movimiento, pero tendremos mayor defensa a los ataques.

Los efectos 3D de humo, luces y explosiones combinan muy bien con el 2D
Presenciaremos, en tiempo real, cómo nuestro esculpido, atlético y fornido cuerpo, empieza a engordar hasta perder toda su estilada forma, y convertirnos en un mercenario con obesidad mórbida, haciendo que nuestra velocidad también se altere. Siendo gordos ganaremos defensa contra los ataques y perderemos velocidad de movimiento y agilidad, pero siendo delgados será lo contrario.
Gráficamente un Pixel-Art muy bueno… en general

El árbol de habilidades es enorme y algo enrevesado al principio. Tendremos que acostumbrarnos.
El Pixel-Art y las animaciones de Bite the Bullet son buenos, de hecho, son muy buenos, pero parece que hay irregularidad en su trabajo. Hay enemigos y personajes mejor animados que otros, y luego hay diseños un poco «raros» que no se corresponden con el resto de personajes, lo cual da lugar a que parezca que le falta algo de trabajo en este sentido.
Además, hay textos perfectamente legibles pero otros que tienen demasiada pixelación y son difíciles de leer. Otros, debido a su pequeño tamaño, casi ilegibles, como por ejemplo los textos que vemos en los desafíos para cada nivel -totalmente opcionales y no un requisito para pasar el nivel-. Con un poco más de trabajo para pulir estos dos detalles, Bite the Bullet habría sido una obra sólida en cuanto a gráficos. Al ser problemas tan pequeños, es posible que con parches posteriores se puedan solucionar.

Los desafíos a la derecha y otros textos, quizás son demasiado pequeños.
Luego tenemos el problema del rendimiento, sin suponer una molestia tan grande, sí que hemos visto una bajada considerable en el framerate cuando la pantalla se carga de enemigos y efectos (humo, hielo, fuego, láseres, luces, explosiones, etcétera), siendo algo comprobable desde los primeros minutos de juego y que ya nos acompañará en la mayoría de escenarios y niveles. También contra algunos jefes.
El resto de la calidad visual de Bite the Bullet es muy buena como ya habréis comprobado tras ver el tráiler de lanzamiento al inicio de este análisis. Velocidad, disparos, animaciones buenas o muy buenas, sin llegar a ser una eminencia audiovisual como otros videojuegos Pixel-Art, hace un gran trabajo en escenarios, enemigos, personajes y detalles. Los jefes tienen unos diseños originales y visualmente «agradables» al ser más grandes y poder tener mayor definición de sus dibujos.
Conclusiones
Bite the Bullet es un juego que puede disfrutarse sólo o en compañía, pero que sin duda habrá que echar unos primeros 30 o 60 minutos para poder adaptarse a lo que nos ofrece. Jugar en compañía es divertidísimo siempre, y se hará más ameno encontrar la salida en algunos niveles si somos dos jugadores en vez de uno.

Cuando estemos en el cuartel general podremos hablar con varios personajes.
Hay mucha acción, muchos momentos divertidos, una historia que no hay que tomar en serio y que tampoco es necesario entenderla demasiado, y finalmente cierta dificultad en algunos momentos, pero acompañada de un buen sistema de puntos de control que no nos hará repetir todo un nivel. Eso sí, cuidado con salir del juego en mitad de una partida, que puedes perder todos tus progresos como nos ha ocurrido a nosotros.
Con algunos parches puede mejorar en las pocas y pequeñas cosas que falla, pero aun con estos fallos, Bite the Bullet sigue siendo genial y puede conectar con el jugador gracias a su jugabilidad y concepto. Si te gusta lo que has visto en el tráiler y quieres desconectar de los videojuegos modernos, es una buena opción pese a sus fallos.