Hace mucho tiempo que las aventuras gráficas dejaron de interesar al gran público, pero el auge de la escena independiente las ha traído de vuelta, como a tantos otros géneros de corte clásico. La mejor prueba de ello es el exitoso retorno de Return to Monkey Island este mismo año, pero también hay otros exponentes que no hay que perder de vista. En ese sentido, hoy te hablamos de Broken Pieces, el primer juego del estudio francés Elseware Experience y que nos embarca en un thriller psicológico con mucho puzle y algo de combate. Te contamos qué nos ha parecido en nuestro análisis de Broken Pieces para Xbox Series X.
Siempre hay un faro
Broken Pieces nos pone en la piel de Elise, una mujer que vive en un pueblo de la costa francesa y que, de algún modo, está desconectado de la realidad que conocemos. Todos los habitantes del lugar, excepto ella, han desaparecido sin dejar rastro y una secta local parece ser la responsable. Sin embargo, al mismo tiempo, Elise sabe que no puede entretenerse demasiado tiempo fuera de su casa, pues criaturas extrañas y peligrosas aparecen para acabar con ella. En esa coyuntura, Elise emprende un viaje por todo el pueblo tratando de encontrar pistas sobre Pierre, su pareja, y el resto de habitantes. Qué ha podido pasar y cómo podemos solucionarlo. Esas son las preguntas a las que debemos contestar.
La historia, si bien cuenta con una premisa interesante, tiene sus incongruencias desde el primer minuto, como el hecho de que Elise lleva bastante tiempo encerrada en casa por temor a las criaturas, pero parece saber cómo defenderse de ellas a pesar de que todavía no ha investigado ni siquiera la calle adyacente. Sea como fuere, el argumento avanza gracias a las investigaciones de Elise y también a las cintas que va encontrando de Pierre y de otros personajes, aunque de forma física la protagonista es la única que encontraremos en todo el juego. Esta manera de narrar, muy al estilo BioShock, está muy bien pensada, pero no tanto ejecutada. Y es que al reproducir cintas no podremos hacer nada más que escucharlas. Incluso si las ponemos en segundo plano, al interactuar con cualquier otro objeto, puzle o escenario, Elise empezará a hablar por encima y dejaremos de escuchar la grabación en cuestión.
Puzles con aroma clásico
No hace falta ser muy observador para darse cuenta de que Broken Pieces hace gala de un apartado gráfico bastante alejado de los estándares actuales, incluso dentro del panorama independiente. Pero sí lo compensa en otros aspectos. El título de Elseware Experience es uno de puzles y es precisamente ahí donde se hace fuerte. En la piel de Elise debemos ser observadores, interactuar con todos los elementos que veamos. Eso no solo nos proporcionará información, sino también hará que la protagonista haga anotaciones en su cuaderno que podremos consultar más tarde y que nos servirán para no perder el hilo de la historia ni la resolución de posibles futuros puzles.
No cabe duda de que los puzles que nos obligan a consultar documentos, ordenadores e informaciones externas son los más satisfactorios de resolver, aunque también hay otros que consisten en mirar más el entorno para entender cómo proceder. Algunos de ellos no son todo lo claros que deberían por culpa de un sistema de cámaras fijas que no siempre funciona a la perfección y que nos hace perdernos detalles importantes. El detalle final, que no es menor, para poder resolver acertijos es un complemento que porta nuestra protagonista y que nos permite manipular el clima para generar tormentas temporales que jueguen a nuestro favor.
Guarda la pistola
Lamentablemente, el combate no está a la misma altura que los puzles. Y es que desde el primer momento lo que se nos vino a la cabeza es que este juego no necesitaba en absoluto tener fases de acción, además unas tan simplonas. Básicamente tenemos una pistola con munición infinita básica y munición limitada de calidad que podemos encontrar o fabricar. Esporádicamente nos toparemos con enemigos a los que podemos esquivar, repeler con el poder tormentoso y disparar hasta eliminar. Sin embargo, estas partes de acción se sienten como un pegote. No se sienten un todo dentro de la historia y los puzles y parecen ser más bien un añadido para contentar a un tipo de jugador que, seamos honestos, no es el que se mete en una aventura narrativa de acertijos.
El juego cuenta con dos dificultades distintas. La fácil elimina casi por completo los combates, lo cual no nos parece mal. El problema es que esta dificultad se carga una de las mecánicas principales del título: el paso del tiempo. Elise siempre debe volver a casa antes de las 20:00 horas. Para llegar a zonas lejanas o recuperar salud tras los combates debe descansar en bancos, lo cual consume nuestro valioso tiempo. Optar por que no haya combates destruye esta mecánica, pero el hecho de que los haya entorpece más que cualquier otra cosa. Si te preguntas qué pasa al llegar a la hora límite sin haber llegado a casa, simplemente hay muchos más enemigos en nuestro camino de vuelta.
Conclusiones
Broken Pieces se definía como un thriller psicológico, pero lo cierto es que tiene poco de ello. Es una aventura de puzles con un argumento que se sigue con cierto interés, pero cuyo ritmo lo lastra un innecesario y poco pulido combate. Los puzles son el gran punto álgido de la obra de Elseware Experience, aunque en líneas generales tampoco son los más originales del mundo ni todo lo precisos que nos hubiera gustado, especialmente por culpa de un clásico sistema de cámaras fijas que le da el toque de elegancia pero juega en su contra en algunas situaciones. Recomendable si eres fan del género, pero siendo consciente de sus flaquezas.