«Que los dioses se apiaden de aquel que, en su tozuda insensibilidad, sea capaz de conservar la cordura hasta el espantoso final«
H. P. Lovecraft
Hoy os traemos el análisis de Call of Cthulhu para Xbox One. Uno de los juegos más esperados de cara al último tramo del año. Call of Cthulhu es el último juego de Focus Home Interactive que llega a Xbox One. La propuesta de Cyanide Studio nos sumerge en el ambiente lovecraftiano más puro, con una historia de misterio a la altura del autor. Aunque Call of Cthulhu presente ciertos fallos técnicos, es una propuesta muy interesante que merece la pena. Su historia, ambientación y universo nos atraparán desde el principio.
Cyanide Studio, uno de los pilares de Focus Home Interactive
Cyanide Studio es el equipo encargado de traernos Call of Cthulhu. El estudio nació en el año 2000 en París, como estudio independiente, y poco a poco se ha ido convirtiendo en uno de los más productivos de Francia. Aunque sea conocido por su saga Pro Cycling Manager, lo cierto es que Cyanide ha tocado una gran variedad de universos. Entre sus principales hitos nos encontramos el RPG de Juego de Tronos, Le Tour de France y los dos juegos de Styx hasta la fecha: Master of Shadows y Shards of Darkness. Además de Call of Cthulhu, el equipo se encuentra desarrollando en estos momentos Werewolf: The Apocalypse, battle royale que, en principio, nos llegará en 2019.
La distribuidora de Call of Cthulhu no es otra que Focus Home Interactive. Empresa francesa que, poco a poco, se va ganando una porción del mercado con sus propuestas AA. La compañía nos ha traído, a lo largo de estos años, títulos tan interesantes como Contrast, Divinity: Original Sin- Enhanced Edition o Vampyr. Las cifras han acompañado a la distribuidora durante este año, porque su último informe financiero demuestra que se está ganando un importante apoyo entre los usuarios. Por el momento no sabemos qué nos deparará en los próximos años. Pero Greedfall, A Plague Tale: Innocence o el propio Werewolf son títulos que esperamos con ganas para 2019.
Con Call of Cthulhu vuelve el Lovecraft más fiel
Call of Cthulhu nos ofrece una aventura de investigaciones y puzzles en primera persona. Nuestra misión será resolver un caso concreto, marcado por las decisiones que tomemos. Call of Cthulhu nos lleva al Boston de 1924. Allí conocemos a Edward Pierce. Un veterano de la I Guerra Mundial, reconvertido en detective privado al volver del frente.

El cuadro de Sarah Hawkins será el detonante de la historia.
Pierce se encuentra falto de trabajo, pero todo cambiará cuando se le presente un caso de lo más intrigante: la muerte de la pintora Sarah Hawkins, de su marido Charles y del hijo de ambos, en la recóndita Isla de Darkwater. Pierce decidirá aceptar el caso y viajará a la isla para investigarlo. Una vez allí, pronto descubrirá no solo que el accidente que provocó la muerte de los Hawkins pudo no serlo, sino que hay fenómenos ocultos, misteriosos e inexplicables que rodean la muerte de la familia. Fenómenos que, pese a parecer simples imaginaciones, ocultan algo más.
La base de Call of Cthulhu consiste en las investigaciones que llevemos a cabo en la piel de Pierce, las pistas que descubramos y los puzzles que resolvamos. Para indagar en el caso, nuestra principal arma serán las conversaciones que vayamos desbloqueando con los demás personajes. Como ocurriera con otros juegos de la compañía, como Vampyr o Call of Cthulhu, esas conversaciones nos permitirán descubrir más información del caso, de los personajes y del misterio que rodea la Isla de Darkwater.
En Call of Cthulhu dispondremos de cinco tipos de habilidades: Objetos ocultos (que nos permitirá descubrir objetos que podrían pasar inadvertidos), Elocuencia (para conseguir de los demás personajes las respuestas que queramos) y Fuerza (con la que podremos intimidar). Además tendremos Investigación y Psicología, que nos ayudarán a entender mejor los casos y los personajes respectivamente. Estas se irán mejorando gracias a los puntos de experiencia que vayamos consiguiendo e invirtiendo.
Pero a mayores contaremos con otras dos: Ocultismo y Medicina. Que nos serán muy útiles para averiguar pistas y llevar las conversaciones por donde más nos interese. Estas dos últimas habilidades se mejorarán a través de los libros que encontremos, no mediante puntos.

La ambientación es una de las mejores bazas de Call of Cthulhu.
Cabe decir que Cyanide Studio no exprime todo el potencial que pudieran haber ofrecido estas habilidades. A diferencia de cualquier RPG, en Call of Cthulhu pronto descubriremos que desbloquear unas habilidades u otras apenas tiene repercusión en la historia. Y que, más allá de ofrecernos algunas opciones conversacionales adicionales, no tienen demasiada relevancia.
Además de la parte conversacional (sin duda la más importante del juego), Call of Cthulhu también nos ofrece toques de otros géneros. Como es el caso del RPG o del sigilo en ciertas partes del juego. Sin embargo, las fases conversacionales son las mejor implementadas y aquellas en las que más brilla Cyanide Studios. Los puzzles también estarán muy presentes en nuestra aventura. Aunque no lleguen al nivel de complejidad de otros juegos similares, como The Council, tendremos que centrarnos bien para entender las pistas y resolverlos. Algo que es de agradecer por parte del equipo.
Las investigaciones también requerirán que, en ciertos momentos, tengamos que reconstruir los hechos de una escena. En estos casos, Pierce unirá pistas y sacará conclusiones en voz alta. Algo que nos será muy útil para conocer los detalles de la trama. Para ayudarnos en la aventura dispondremos de un mechero o de un candil. Objetos que resultarán familiares a los fans de Amnesia: The Dark Descent. Igual que ocurriera en el título de Frictional Games, el candil consumirá aceite, pero podremos rellenarlo en los depósitos que encontremos en ciertas estancias.
La locura sigue los pasos de Amnesia: The Dark Descent y Eternal Darkness
Como suele ocurrir en todos los juegos influidos por el autor H. P. Lovecraft, la cordura y la locura serán vitales en nuestra aventura. Pero Cyanide Studios le ha dado un toque diferente a lo que hemos podido conocer en otras aventuras. El juego no nos jugará malas pasadas como jugadores, como ocurriera en Eternal Darkness. Cyanide Studio nos presenta un juego donde, inevitablemente, caeremos en la locura. Pero el grado dependerá de nuestras decisiones.

Las reconstrucciones nos permitirán descubrir más detalles de la trama.
Según avancemos en la historia, nuestro nivel de locura aumentará por los descubrimientos que hagamos. Descubrimientos que, en ocasiones, bordearán lo terrenal y nos harán replantearnos qué es real y qué no. Pero esta “locura necesaria” podrá aumentar por las decisiones que tomemos. Por ejemplo, decidir entre leer un libro sobre Ocultismo o no leerlo. Cyanide Studio ya advirtió que, aunque Pierce cayese en la locura, habría cierto porcentaje que dependerá de nosotros. Y de esas decisiones que tomemos dependerán unas opciones conversacionales u otras, unos conocimientos u otros y unos finales u otros.
El equipo da un giro muy inteligente al uso de la locura, que lo aleja de otros títulos como Amnesia: The Dark Descent. Si, en este segundo, la locura disminuía por conocer la verdad, en Call of Cthulhu será al contrario. Cuanto más sepamos, más posibilidades tendremos de caer en ella. Así que las decisiones que tomemos serán especialmente importantes.
Además de por la historia, habrá otros eventos que influirán en nuestro nivel de locura. Por ejemplo, decidir beber alcohol o pasar demasiado tiempo encerrados en un armario para huir de los enemigos. Cyanide Studio hace muy buen uso del sistema de locura y cordura y consigue implementarlo de forma muy cuadrada en la trama.
Call of Cthulhu nos ofrece un Menú variado y completo. Donde podremos conocer todos los detalles del caso y de Pierce y su medidor de locura. El apartado centrado en Darkwater nos ofrecerá toda la información disponible sobre los personajes, lugares y misterios de la isla. Además podremos consultar las pistas que hayamos recopilado y los objetos que tengamos disponibles en el inventario.

Cuando más descubra Edward Pierce, más posibilidades tendrá de caer en la locura.
La ambientación y la trama, lo mejor del juego
Cyanide Studio ha puesto toda la carne en el asador con la ambientación y la trama. Porque ambas son uno de los mejores homenajes al Lovecraft más puro, más cósmico y más deprimente. La Isla de Darkwater recrea muy fielmente el ambiente del llamado “triángulo de Lovecraft”. Trío formado por las tres ciudades más míticas del autor: Dunwich, Innsmouth y Arkham. Darkwater es un pueblo costero, triste, grisáceo y verdoso. Sus lugareños no son nada amables y están dominados por las supersticiones. En definitiva, se trata de un pueblo que encaja a la perfección con los Mitos de Lovecraft. La ambientación está muy lograda y es, casi desde el principio, uno de los aspectos que más nos atrapan. Siendo el segundo la historia.
Pero no solo el pueblo está logrado y nos sumerge en él, sino también todas las localizaciones que encontremos. Localizaciones como la Mansión Hawkins, que recuerda, en cierto modo, a la casa de la novela “La casa maldita” del autor. Está vacía, destartalada, rodeada de árboles y bosques descuidados y grises, que refuerzan esa sensación de abandono.
El psiquiátrico, por el contrario, presenta un aspecto más descuidado y sucio. Allí seremos testigos de los terribles experimentos que se realizaban con los pacientes y que ocurrieron en realidad. También habrá zonas distintas, como la galería de arte, cuyo diseño nos recordará ligeramente al de Layers of Fear, que nos ofrecerán momentos de lo más tensos y artísticamente bien diseñados.
Call of Cthulhu no está basado en la obra La llamada de Cthulhu, sino en el juego de mesa homónimo. Aun así, es un juego que gustará tanto a los fans del autor como a los recién llegados. El Caso Hawkins nos atrapará desde el principio y nos costará soltar el mando. Cyanide Studio consigue transmitirnos muy bien la sensación de que algo va mal. Tanto por la actitud de los habitantes de Darkwater, como por los detalles que vamos descubriendo. Detalles que no encajan y que nos invitan a seguir avanzando.

El diseño visual brilla a lo largo de todo el juego.
Los personajes que iremos conociendo son realmente interesantes. A diferencia de lo que ocurre con otros juegos, en los que las conversaciones pueden resultarnos algo tediosas, Cyanide Studio consigue que nos interesemos por todos los personajes. Desde el agente de policía Bradley, a la contrabandista Cat o al Doctor Fuller. Incluso por la muerta, Sarah Hawkins. Todos ellos ocultan algo, saben más de lo que parece y nos invitan a querer averiguar más cosas de ellos. Cyanide Studio ha hecho un trabajo muy bueno con los personajes, consiguiendo individualizarlos y que nos acordemos de ellos una vez terminada la partida.
Los detalles culturales siguen la línea de los juegos ya mencionados y cumplen con creces. Nos encontramos constantes referencias a la literatura y al arte, especialmente enfocados al ambiente costero de Darkwater. Tal es el caso del libro Moby Dick o el barco Escila, importante navío que toma el nombre de un monstruo mitológico griego que mataba a los navegantes que cruzaban cerca. Sin olvidar las referencias a la obra de Lovecraft, como la colección de libros de la Editorial Arkham o la Universidad de Miskatonic. Focus Home Interactive vuelve a ofrecernos un juego cuyo apartado artístico y de diseño consiguen brillar y captar nuestra atención.
El apartado técnico no cumple como debería
A pesar de lo logradas que están su ambientación e historia, Call of Cthulhu no cumple con el apartado técnico. Igual que ha ocurrido con otros juegos de Focus Home Interactive, como Vampyr o The Council, el juego brilla con su historia. Pero tiene algunas deficiencias técnicas y gráficas. Las cinemáticas no están demasiado elaboradas y las expresiones y animaciones faciales podrían haber estado mejor ejecutadas. Además, los tiempos de carga llegan a hacerse bastante pesados.
Aunque la banda sonora no sea demasiado llamativa, se agradece que nos acompañe en determinados momentos clave y que la música ambiental nos mantenga en tensión constante. El juego llega con textos en español y voces en inglés. El doblaje es correcto y, quienes jugaseis a Vampyr, es probable que os acordéis del Dr. Jonathan Reid con Edward Pierce. Porque ambos comparten actor de doblaje, Anthony Howell.

Las criaturas cósmicas llegan a Call of Cthulhu.
Conclusión: una de las mejores versiones de Lovecraft
Call of Cthulhu nos ofrece, a día de hoy, una de las mejores versiones de los Mitos de Lovecraft que podemos encontrar. La historia y la ambientación son de lo mejor que nos ha traído Cyanide Studio. Aunque técnicamente tenga los mismos problemas que los restantes juegos de Focus Home Interactive, su historia nos atrapa tanto que se sobrepondrá a esos fallos técnicos. Si os gusta la obra de Lovecraft, si disfrutasteis de juegos como Clive Barker’s Undying o Amnesia: The Dark Descent o si queréis probar algo nuevo y fresco, dadle una oportunidad a Call of Cthulhu. Uno de los mejores Lovecraft hasta la fecha.