Un año más nos tenemos ante nosotros un nuevo Call of Duty pero, al contrario que los últimos años, el análisis de Call of Duty: Black Ops 3 es uno de los más fáciles a los que me he enfrentado debido al trabajo de Treyarch.
La compañía californiana es uno de los tres estudios que Activision va rotando para desarrollar los Call of Duty anuales y es, además, quien surgió de repente tras un impopular, y con razón, Call of Duty 3 para derrocar a quien ‘inventó’ la saga, Infinity Ward, y que empezó a demostrar el talento del estudio con World at War y, sobre todo, el primer Black Ops. ¿Repetirán el éxito de sus anteriores juegos? No os perdáis el análisis de Black Ops 3 en Xbox One.
Campaña con sustancia
Black Ops 3 nos sitúa en el año 2065 dentro de la línea argumental de la sub-saga Black Ops. No, no es una continuación directa del segundo Black ops pero el universo, los problemas y las preocupaciones de la gente siguen siendo los mismos. En Black Ops 3 el principal hito de la humanidad no son los implantes cibernéticos en si, algo que ya existía en Advanced Waqrfare, sino su utilización casi cotidiana que se sale del uso militar que tenía antes y que convierte a todo aquel que tenga dinero e interés en usarlos en algo más que humanos.
No, no estamos ante el nuevo Deus Ex pero, ciertamente, el título de Treyarch toma prestadas más ideas de la ciencia ficción que de sus predecesores, algo que, en mi opinión, han hecho bien al presentar con certeza algunas de las preguntas y características que nos haremos cuando los ‘transhumanos‘ pululen por ahí. Son estos dilemas éticos los que nos harán plantearnos ciertas cosas y los que unirán una trama que juega constantemente no con la posible evolución lógica del armamento militar sino que toca palos de la mismísima ciencia ficción.
Otra novedad de la saga no es sólo un telón de fondo más rico sino una forma de contarlo más ‘peliculera’, con grandes referencias al cine de los últimos años y, además, muchas, muchísimas cinemáticas que ya no sólo se encuentran al principio de cada misión y que sirven como punto de partida. Ahora, las cinemáticas serán una constante en cualquier punto de la misión, algo que resulta, en mi opinión, un arma de doble filo. Por un lado encontramos una historia muy interesante y mejor contada, al menos esa es la intención, que la de anteriores entregas de la saga bélica. Si, es ‘guay’ ver una cinemática de vez en cuando pero eso tiene un problema y es que, cuando más metidos estamos el el fragor de la batalla llega Treyarch y nos corta la ilusión del combate con una cinemática. En si no es malo, en absoluto, pero las cinemáticas en Black Ops 3 cortan la progresión del juego, es decir, el ritmo tan frenético que encontramos en otras campañas no lo veremos en esta entrega y, desde luego, no cierra en absoluto la trama.
Creo, y esto ya es mera opinión, que Treyarch ha querido tocar tantísimos palos, del cine, la literatura e incluso otros videojuegos, que no ha dado con la manera de atar todos los puntos y nos quedaremos con bastantes preguntas sin respuesta. Esto, por otra parte, no es malo ya que un Call of Duty no se caracteriza, precisamente, por hacernos pensar sino que nos lo da todo masticado para que la digestión sea lo más fácil posible.
Donde también encontramos novedades, y muchas, es en la jugabilidad del título, siendo una mezcla explosiva entre Titanfall, Destiny y Mirror’s Edge. Para empezar hay que alabar el nuevo planteamiento desde el que comenzamos cada misión. Se acabó viajar como por arte de magia a los escenarios y es que, Treyarch incorpora algo que hemos visto muy recientemente en Metal Gear Solid V, aunque sin la evidente complejidad del mismo, y es la ‘Motherbase’. Antes de cada misión, nuestro protagonista comenzará desde una especie de cuartel general, algo más que un menú, donde podremos no sólo personalizar todo lo que se nos ocurra como si de un multijugador se tratara sino que podremos practicar en un simulador de combate, comprar nuevos items gracias a una moneda ingame, veremos los coleccionables y esperaremos a nuestros amigos en el caso de que se conecten para completar la campaña con nosotros. Como veis, es algo más que una simple sala de espera donde esperar que se nos unan.
En términos estrictamente jugables, Black Ops 3 ofrece un ritmo muy vertiginoso a caballo entre lo visto en Titanfall, con unos jetpacks que servirán para mucho más que para dar grandes saltos (algo muy bueno es la posibilidad de esquivar misiles o granadas de forma lateral en mitad de un salto, como en Halo 5, por ejemplo) y unas capacidades físicas, como la de deslizarnos por el suelo o apoyarnos en pareces que nos recuerda poderosamente al juego de Faith. Sin embargo, lo mejor de todo es que el sistema es tremendamente sencillo de utilizar, sin más botones que la A, para saltar, hacer doble salto, correr por paredes, trepar y esquivar lateralmente, y la B para agacharnos y deslizarnos.
Por lo demás, encontramos un añadido que vimos tímidamente en Advanced Warfare, el árbol de habilidades, algo que no sólo servirá para ir mejorando a nuestro personaje sino que nos dará la oportunidad de elegir qué habilidades son las más oportundas en cada momento dependiendo de los diferentes enemigos a los que hagamos frente. Y es que, no todo se resolverá a tiros. Bueno, en realidad si pero, lo importante es que Treyarch ha incluido algunos enemigos a los que tendremos que derrotar de formas especiales, algo que dará más ‘chicha’ al apartado jugable ya que no valdrá con coger el fusil de turno y liarnos a tiros con todo lo que se mueva.
El gran problema es que las ideas en cuanto a los enemigos, con muchos, muchos androides, es buena pero sigue habiendo algo que no lo es. La Inteligencia Artificial es algo que desespera, tanto por sus mecánicas de extrema simpleza como por su endiablada dificultad en los modos más altos, algo que no tiene nada que ver con la IA enemiga sino con el daño que producen.
Por lo demás, la campaña de Black Ops 3, como ya he dicho, es una de las mejores que recuerdo en un Call of Duty y, además, rejugable gracias al modo Pesadilla, que nos contará los hechos en otro orden y con diferentes puntos de vista.
The Walking Ops
Para completar la experiencia desde el punto de vista narrativo encontramos el modo Zombie, un modo que nos llevará a una ciudad que lo tiene crudo en los años 40 ya que los muertos vivientes, de todos los tipos y tamaños, recorren sus calles y donde sólo cuatro personajes, entre los que destaca el actor Ron Perlman, pueden ‘purgar’.
No esperéis una narrativa que os deje con la boca abierta pero será, sin duda, uno de los grandes y más jugados modos de Black Ops 3 debido a la variedad del gameplay, como la posibilidad de convertirse en bestia, y los objetivos a cumplir, como matar enemigos o recoger coleccionables y encontrar secretos.
Hablando de secretos, para completar la experiencia tenemos en modo Free Run, donde tendremos que completar niveles a toda velocidad mientras damos grandes saltos o recorremos paredes, así como el modo Dead Ops Arcade y los archivos que encontremos durante la campaña.
Multijugador redondo
El modo multijugador ha sido, tradicionalmente, el modo estrella de Call of Duty desde la cuarta entrega, donde Activision empezó a reinventar el online en consolas con un multijguador que bebía en exceso de Counter Srike y que ha sido seña de la saga desde entonces.
De hecho, la gran mayoría de jugadores han obviado el modo campaña de los Call of Duty y han pasado directamente al modo multijugador, modo al que se le dedican horas y horas debido a unos pilares que se mantienen en esta entrega. El primer, y más importante, es lo tremendamente adictivo que resulta. Será muy, muy fácil querer echar una partida y terminar haciendo cinco o seis del tirón. Son partidas rápidas y que van realmente bien. Ese es el segundo pilar, la robustez del modo multijugador, un modo que sigue dependiendo del host en cierto modo y que, la inmensa mayoría de las veces, va muy fino.
El tercer pilar es una variedad de modos que harán las delicias de todo tipo de jugadores, desde los que busquen partidas más tácticas hasta los que quieran algo más frenético, la característica de Call of Duty. Sin embargo, no todo es viejo y Treyarch introduce novedades en el modo multijguador. La principal, y más importante, son los ‘avatares’ o héroes.
Cuando comenzamos la partida encontramos que tendremos que elegir una personalidad, un héroe que será el que utilicemos en el multijugador y que contará con habilidades especiales al llenar un medidor que habrá en pantalla y que, un par de veces por partida, podremos utilizar y ‘desbloquear’ nuestra arma especial con la que causaremos estragos, así como camuflaje, blindaje y otras habilidades. Es algo que ‘mola’ pero que no será desequilibrante en combate.
Sin embargo hay cosas que no funcionan y eso es, básicamente, el nuevo modo en el que tenemos que proteger a un robot que se mueve de forma automática por el escenario siempre y cuando no esté bajo fuego enemigo. Es un modo que está roto ya que, si ‘pasamos’ de jugar como se debe y nos dedicamos a matar única y exclusivamente, saldremos de la partida con unas rachas tremendas, algo que, os aseguro, no es la intención del estudio en este modo que, a buen seguro, será el menos popular del título.
Por lo demás, encontramos de nuevo el sistema por el que podemos cargar con 10 dispositivos, un catálogo de perks para cada arma muy elevado, los prestigios, la experiencia, las diferentes habilidades de los personajes, etc. Todo un elenco de opciones de personalización, también visuales en el Taller de Pintura, que nos atraparán durante semanas, además de las listas de partidas, que se dividirán entre las principales con todos los modos clásicos, las extremas donde sólo veremos algunos modos como Contra Todos o Buscar y destruir que se jugarán con menos salud y sin HUD y las de bonificación, partidas ‘especiales’ de conquista de objetivos.
Motor reciclado
Sin embargo, todo lo negativo que no he señalado en los anteriores modos debo indicarlo ahora. Y es que, Activision sigue empeñada en reciclar un motor con más de una década a sus espaldas, un motor al que siguen añadiéndole parches pero que no terminan de cambiar por completo y que, claro, se nota en algunos aspectos del juego.
Call of Duty: Black Ops 3 se ve bien, muy bien en campaña, no lo vamos a negar, pero técnicamente es un título más que desfasado, tanto a nivel de partículas, dan la sensación de estar ‘guionizadas’, como a nivel de físicas, algo inexistente prácticamente. En cuanto a la resolución, la calidad de imagen de la campaña es bastante buena pero, en el modo multijugador me da la sensación de que la resolución baja ya que la imagen se torna más borrosa. El frame rate, sin embargo, parece sólido como una roca a 60 frames por segundo. Es una gozada esta tasa de frames y, como ya vimos y disfrutamos con Advanced Warfare en Xbox One, los 60 frames por segundo dotan al juego de una jugabilidad de lo más suave y cómoda, tanto en modo multijugador como en campaña.
En cuanto al diseño, Treyarch vuelve a demostrar su buen hacer en este campo y nos presenta un cuidado apartado con diseños futuristas que son completamente realistas. Los escenarios, aunque demasiado ‘estáticos’, están muy bien creados, las animaciones son bastante resultonas y las cinemáticas son una completa pasada, como ya vimos el año pasado con Advanced Warfare. Mención aparte merece el diseño, tanto de enemigos como de escenarios y la propia campaña, del modo zombi. Se trata de otro juego gracias a un apartado artístico muy cuidado.
Sonido enlatado
Otro apartado donde Call of Duty: Back Ops 3 podría haber mejorado respecto a todas las entregas anteriores es el apartado sonoro, algo que Activision debería cuidar más en una producción como esta. La banda sonora, por desgracia, quedará bastante empañada por los juegos previos o los grandes lanzamientos de este año y, la verdad, no me parece que destaque. De hecho, no recuerdo ninguna melodía del título ya que pasa totalmente desapercibida.
Si, Black Ops 3 llega en completo español con un elenco de voces bastante bueno pero que presenta cierta desincronización labial, algo que también notamos en la entrega del año pasado. Sin embargo, lo peor sigue siendo el sonido de las armas, algo que te saca completamente de la contienda debido al sonido tan enlatado que presentan todas y cada una de las armas. Además, casi todas las armas suenan exactamente igual y se echa en falta un sonido más contundente y rotundo en este apartado.
En cuanto a las explosiones y demás efectos de audio, se nota que Black Ops 3 es un título cuidado y en este apartado estoy bastante satisfecho. Eso si, repito, espero que Activision contrate nuevos especialistas de sonido para la entrega del año que viene, al menos en cuanto al comportamiento de las armas.
Conclusión
Black Ops 3 es un juego casi redondo. De hecho, podría decir que jugablemente, el modo multijugador y el modo campaña, además de los zombis, hacen de este nuevo Call of Duty un juego perfecto. Sin embargo, porque siempre hay un ‘pero’, el sonido y el apartado gráfico reciclado son una mancha en el título de Treyarch.
Es cierto que el juego se ve bien, bastante bien y es espectacular en algunas escenas, también gran culpa de esto lo tiene el diseño de dichas escenas, pero volvemos a encontrar un motor reciclado en el que las físicas brillan por su ausencia, así como las partículas.
Por lo demás, Black ops 3 tiene un multijugador tremendamente sólido, con modos muy adictivos y un apartado multijugador que va como la seda, aunque dependa demasiado del host, esa sensación da, sin lugar a dudas. La campaña es, como ya he dicho, la mejor que recuerdo de entre los últimos Call of Duty, con algunos giros y recursos muy muy buenos y que sorprenderán a mucha gente que ‘pasa’ de la campaña (campaña con una duración de unas ocho horas, lo que no está nada mal) y se dedica en exclusiva al multijugador. Para completar la experiencia encontramos un modo zombie variado, divertido, cada vez más cuidado y que demuestra que Treyarch ‘inventó’ esto y que lo hace, ciertamente, como nadie.
Como crítica más fuerte tengo que centrarme en el modo cooperativo para cuatro jugadores. Es cierto que siempre se agradecen estas opciones a la hora de jugar y será muy divertido pero la campaña no cambiará sustancialmente, las cinemáticas obviarán a los demás jugadores y si alguno de nuestros compañeros llega a un punto de control antes que nosotros ya nos podemos preparar para un salto temporal. Además, los escenarios, que son más grandes que en anteriores entregas, son demasiado planos y el combate multijugador se parecerá más a un arcade que a algo más táctico como Destiny. Tenían la referencia en casa y no la han sabido aprovechar.
¿Deseos para el año que viene? Por favor, un motor gráfico nuevo, un nuevo sonido para las armas y, sobre todo, repetid el binomio campaña-multijugador tan bueno que tiene este Black Ops 3.