El lanzamiento de franquicias que llegan al mercado de manera anual siempre lleva acompasado el pensamiento de que pueden no llegar a alcanzarse los valores de producción de juegos con unos tiempos de desarrollo mucho más longevos. Sin embargo, Call of Duty siempre ha sido una franquicia que ha logrado esquivar este estigma, con mayor o menor acierto, pero siendo capaz de ofrecer productos de calidad de un año a otro, con entregas que seguían logrando que los millones de fans que han ido cosechando con el paso de los años recurrieran una y otra vez a sus títulos.
Sin embargo, Activision Blizzard ha estirado demasiado el chicle de Call of Duty, y probablemente lo ha hecho en el peor momento. Tras los numerosos rumores (casi confirmados) de que 2023 sería un año de transición, en el que lo que veríamos sería un DLC de campaña para el excelente Call of Duty: Modern Warfare II, la compañía finalmente decidió desechar estos planes, y lanzar una nueva entrega anual que muchos ya sabréis que ha generado bastante debate. ¿Será suficiente lo que ha ofrecido Activision para seguir saliendo indemne del agotamiento anual de sus entregas? Os lo contamos en nuestro análisis de Call of Duty: Modern Warfare 3.
Análisis de Call of Duty: Modern Warfare 3
Un viaje algo decepcionante
La franquicia Call of Duty siempre se ha caracterizado por ofrecer una experiencia audiovisual capaz de quitar el hipo en su campaña. Es algo que siempre ha estado intrínseco en el ADN de la franquicia, con escenas memorables que han provocado que muchos consideremos a Call of Duty como la mejor forma de ver «una película de guerra». Sin embargo, desde Infinity Ward fueron conscientes de que hay que ir reinventándose, algo que ejemplificaron el año pasado con una campaña que daba pie a los primeros coqueteos de escenarios abiertos en el modo historia, y que desde una apreciación totalmente personal, le sentaron francamente bien.
No obstante, siempre se dice que en el equilibrio está la virtud, y este año Activision lo ha perdido por completo. La campaña de Call of Duty: Modern Warfare 3 posiblemente sea la peor que se recuerda dentro de la franquicia. No solo nos presenta una historia descafeinada en comparación a lo que pudimos ver el año pasado, sino que lo hace renegando en exceso de las señas de identidad de la franquicia. En esta ocasión, parece que la intención del estudio encargado de la campaña pasaba más por hacer un acercamiento a Warzone que por realmente trabajar en una campaña clásica, y el resultado no ha sido nada satisfactorio.
Desde su presentación, se nos dijo que la libertad sería una de las señas de identidad del modo historia de esta nueva entrega. Sin embargo, lo cierto es que esto es una mera excusa para introducir mapas de gran tamaño (teniendo presentes los precedentes de la franquicia) que no aportan nada positivo a la experiencia. Tan solo hay un par de misiones que realmente logran ofrecer lo que el juego prometía, y eso es indicativo de que algo no ha funcionado bien. Además, a esto hay que sumarle que se trata de la campaña más corta de los últimos años, aunque esto no es un punto negativo propiamente dicho, ya que alargar la experiencia habría sido todavía peor.
El Modo Zombis: ¿Realmente es Zombis?
Otro pilar de la franquicia Call of Duty (especialmente en los juegos de Treyarch) es su modo zombis, que ha sido una característica querida por los jugadores durante años. Sin embargo, en Modern Warfare 3, este modo se ha alejado enormemente de sus raíces, convirtiéndose en algo «diferente». En lugar de ofrecer mapas llenos de hordas de zombis, Modern Warfare 3 presenta un enfoque más similar a Warzone. Los jugadores se encontrarán con grupos de zombis en mapas enormes, y la tensión que solía acompañar a los encuentros con los muertos vivientes se desvanece por completo.

La esencia de los modos zombis, además de en la posibilidad de acabar con cientos de zombis en un espacio reducido, también reside en la «trama» de cada mapa y en ser capaces de gestionar un problema realmente complejo. Los jugadores deben enfrentarse a una creciente amenaza de zombis mientras exploran mapas, buscan recursos y avanzan en la historia de cada uno de estos escenarios. Sin embargo, en Modern Warfare 3, esta esencia se ha perdido casi por completo.
Un campo de batalla sobresaliente
Aunque el resto de puntos señalados hasta el momento son importantes dentro de cualquier juego, lo cierto es que la mayor experiencia que se busca dentro de un título de Call of Duty es contar con un multijugador a la altura. Pues bien, lo cierto es que el trabajo realizado en este campo difícilmente podría ser superable, en lo que a nivel jugable se refiere. Sledgehammer ha tomado la base de los anteriores títulos de la saga Modern Warfare y ha logrado ofrecer una jugabilidad prácticamente perfecta, que permite que pases horas y horas echando partidas sin que apenas te des cuenta del tiempo que está pasando.
El multijugador de Modern Warfare 3 vuelve a ofrecer esa jugabilidad «pesada» que tanto gustó con Modern Warfare (2019), pero añadiéndole un plus más cercano a lo visto en la entrega del año pasado que resulta en un cóctel realmente divertido. Además, el título juega con una enorme baza para aquellos que llevamos más de una década disfrutando de los juegos de Activision: sus mapas. Call of Duty: Modern Warfare 3 ha pasado a la historia por ser el primer juego de la franquicia que no cuenta, de lanzamiento, con ningún mapa totalmente original en su multijugador.
Terminal, Favela o Rust son algunos de los mapas que encontramos en el título, y que sin lugar a dudas supone un chute de nostalgia. No obstante, para aquellos que no disfrutaron de los mapas originales en su día, lo cierto es que la selección de mapas es realmente sobresaliente. No en vano varios de estos mapas son algunos de los más queridos dentro de toda la franquicia. Es cierto que no ha habido ni un solo cambio a nivel de estructura (algo que no habría estado de más, todo sea dicho), pero también lo es que la experiencia que ofrecen es realmente satisfactoria.
No obstante, este modo no está exento de errores o cosas a mejorar. En primer lugar, la interfaz es una de las cosas más horribles que se hayan visto nunca. Ya el año pasado fue uno de los elementos a los que le dimos un toque de atención, y en esta ocasión no ha sido mejor. El hecho de querer integrar todo en un mismo lugar hace que los menús del juego sean totalmente caóticos. Para acceder a la campaña hay que hacer una serie de malabares que son un completo sin sentido, y una cosa similar ocurre con la elección de modos multijugador. Este es uno de los elementos que demuestra que el juego no estaba planteado como una experiencia independiente, y lo cierto es que desde Activision ni siquiera se ha tratado de maquillarlo.
Y aunque ya hemos dicho que los mapas son fantásticos, es incomprensible que el juego no contara con, al menos, un par de mapas originales en el momento de su llegada al mercado. Modern Warfare 3 se conforma con reutilizar de manera totalmente idéntica las localizaciones del pasado sin más trabajo detrás que actualizarlos con un apartado gráfico de esta era. Un ejemplo más de la falta de mimo a un título que debería haber sido la culminación de la (nueva) saga Modern Warfare.
Conclusión – Análisis de Call of Duty: Modern Warfare 3
La mejor conclusión a la que podemos llegar en este análisis de Call of Duty: Modern Warfare 3 es que el juego ofrece una de cal y otra de arena. Mientras que el modo multijugador no solo es satisfactorio, sino que posiblemente sea uno de los mejores de los últimos años (a pesar de los puntos negativos que hemos expuesto); el resto de modos no están al nivel que se esperan de un juego de una franquicia tan longeva, y especialmente de un título que debía ser el culmen de lo que Infinity Ward ha logró tanto en 2019 como en 20222.
Activision se enfrenta a la disyuntiva de si realmente quiere unificar todo en un servicio, algo que cada vez parece más cercano dadas las cercanías a Warzone que hay en este título, o si por el contrario prefiere tener dos modelos diferenciales, que han sido los que han servido para que la franquicia de Call of Duty sea un emblema dentro de la industria. Por nuestro bien, esperamos que el camino que decida Activision (y Microsoft a partir de ahora) sea el segundo.