Call of Duty: Modern Warfare II ha sido el juego más esperado de la franquicia de los últimos años, tal y como ha quedado demostrado tras ver los resultados de ventas del título. Tras una (re) primera entrega sobresaliente, y con el legado del considerado por muchos como mejor juego de la franquicia (el título original que llegó al mercado en 2009), las expectativas creadas con este título han alcanzado una mayor dimensión, incluso para lo que estamos acostumbrados a ver en la franquicia Call of Duty.
A pesar de la “revolución” que supuso Call of Duty: Modern Warfare (2019), a pocos sorprenderá que nos encontremos ante una entrega más conservadora en todos los aspectos. No obstante, eso no significa que el juego no haga sus apuestas en varios campos, experimentando con una campaña llena de sorpresa y elevando al máximo la fórmula que Infinity Ward utilizó en su anterior trabajo. Pero la pregunta es, ¿Conseguirá rendir homenaje a su nombre? Os lo contamos a continuación en nuestro análisis de Call of Duty: Modern Warfare II.
Infíltrate como un fantasma
Call of Duty siempre nos ha acostumbrado a ofrecer campañas repletas de espectacularidad, donde el guion quedaba siempre en manos de la acción. No obstante, Infinity Ward ha decidido dar un cambio absoluto a la historia de Call of Duty: Modern Warfare II, donde nos encontramos ante una historia en la que, si bien no faltan las dosis de acción desenfrenada de anteriores campañas de la serie, apuesta por ofrecer una estructura mucho más variada, con la inclusión de misiones que firmarían otros géneros.
Modern Warfare II trata de ofrecernos una historia más variada que cualquiera de sus antecesores. Como siempre, el conflicto militar no estará ausente, el cual estará protagonizado por Al-Qatala y su nuevo líder, Hassan Zyani, que tratará por todos los medios acabar con los Estados Unidos. No obstante, este no será, ni mucho menos, el único hilo conductor de su guion. Secretos militares, traiciones e infiltraciones están a la orden del día en el desarrollo de la trama.
Todo esto no queda en un plano meramente narrativo. Infinity Ward ha sido valiente, y lejos de apostar por la clásica fórmula (la cual siempre funciona) nos ofrece una aventura en la que encontramos multitud de subgéneros dentro de la acción. Las misiones de infiltración serán una constante en la historia, donde podremos infiltrarnos en diferentes zonas sin despertar la atención de nuestros enemigos, ya sea a uso puro y duro del francotirador, como a través de la infiltración mediante el imprescindible uso del silenciador.
A esto hay que sumar la integración de un nivel como nunca antes se ha visto en la serie, más característica de los juegos de aventuras en tercera persona, donde tendremos que estar saltando de coche en coche hasta llegar a nuestro objetivo. No obstante, lo mejor de todo es que, salvo en algunos casos, los nostálgicos de los tiros podrán decidir optar por esta fórmula. Por tanto, no solo nos encontramos con una mayor variedad jugable, sino que en este sentido Infinity Ward ha querido ser respetuoso con los fans más clásicos de la serie, permitiendo la posibilidad de librarnos de todo lo que se ponga a nuestro paso a tiro limpio.
Eso sí, cabe señalar que no todo es positivo en este sentido. Aunque la variedad de misiones es de agradecer, y personalmente ha conseguido engancharme durante sus más de 9 horas de duración, también cabe señalar que no todas consiguen ofrecer un buen nivel durante todo su desarrollo. Sin ir más lejos, anteriormente comentábamos la misión en la que tendremos que saltar de coche en coche, y aunque supone un soplo de aire fresco, sentimos que se alarga en exceso en el tiempo, sin que sea capaz de ofrecer algo que no provoque ciertas ganas de que acabe cuanto antes y pasemos a la siguiente misión.
Aun así, la campaña de Call of Duty Modern Warfare II es fantástica, y aunque como hemos dicho no ofrecer la espectacularidad de otras entregas de la serie, ni ese elemento de grabar a fuego en nuestras retinas alguna de sus misiones, nos ha gustado mucho.
Acaba con todos
Para aquellos que disfrutaron de la primera entrega del reinicio de la saga, Call of Duty: Modern Warfare II será el lugar ideal para volver a pasar horas y horas en su vertiente multijugador. Infinity Ward ha optado por seguir el camino marcado en el título de 2019, ofreciendo una experiencia jugable con pequeñas novedades que redondea aún más la experiencia que teníamos en el anterior título, como por ejemplo la posibilidad de colgarnos de los salientes o la de apoyar el arma en determinadas superficies.
No obstante, de nada serviría una buena jugabilidad si no es acompañada por una amplia variedad de modalidades y un buen nivel de sus escenarios. Respecto a lo segundo, cabe decir que los 10 mapas que Infinity Ward ha incluido de lanzamiento nos ofrecen una variedad fantástica para todo tipo de jugadores, donde notamos que casi todos ellos están pensados para exprimir los puntos fuertes de cada jugador, y no que debamos ser nosotros los que aprendamos que es más importante en cada uno de ellos. ¿Quieres usar el francotirador? ¿O prefieres ir a saco por los “puntos calientes? En Modern Warfare II podrás elegir el estilo de juego que desees.
No obstante, si cabe señalar que hay algún que otro mapa que va a levantar ampollas entre la comunidad. Por ejemplo, el mapa de Santa Seña Border Crossing, el cual está repleto de vehículos a todos lados, ya ha dado lugar a una cantidad inmensa de críticas en redes sociales, debido a que se trata de un mapa en el que ni la cobertura, a través de coches, te mantiene a salvo.
En cuanto a lo que respecta a las modalidades, Modern Warfare II nos ofrece una variedad realmente considerable. En el apartado de partida rápida podremos encontrar varias modalidades clásicas de la franquicia, como duelo por equipos, baja confirmada, dominio, todos contra todos o buscar y destruir, entre muchos otros. Pero, además, a esto hay que sumarle la presencia de otras modalidades más “pros” como por ejemplo Rescate de Prisioneros, que viene a simular la fórmula vista en Rainbow Six Siege que consigue evolucionar de una forma fantástica respecto a Escolta VIP del anterior título.
También hacen acto de presencia los modos donde el número de jugadores se incrementa considerablemente (concretamente hasta los 64) y los vehículos son protagonistas, como ocurre en Guerra Terrestre e Invasión. La principal diferencia que existe entre ambos es que la segunda de ellas hace un mix de jugadores reales con personajes controlados por la IA, que a pesar de haber mejorado, todavía se muestra un tanto inconsistente, con enemigos que corren como pollos sin cabeza por el mapa.
Por si todo esto fuera poco, Modern Warfare II también ha incluido una lista de juego donde la cámara en tercera persona es la protagonista. Si bien es cierto que ofrece variedad al título, la verdad es que no ha sido algo que nos haya terminado de convencer, no porque funcione mal, sino porque sentimos que es una sensación “extraña” a la hora de combatir, pero como añadido no se ni mucho menos negativo.
Eso sí, es necesario destacar la horrible interfaz que tiene el juego. La primera vez que entramos al juego, dudamos en todo momento sobre dónde se encontraban las diferentes modalidades online o las misiones de historia. Al desbloquearse el modo multijugador, las misiones de campaña cayeron a un menú horizontal en la segunda o tercera fila que no quedaba de forma nada visual sobre si querías entrar en el modo historia o en otra modalidad diferentes. Sobre esto, la gente de Infinity Ward ya ha confirmado que realizará cambios en el futuro, y la verdad es que no es de extrañar.
Finalmente, no podemos dejar de hablar del multijugador sin dedicarle unas líneas al Armero 2.0. En este caso, el estudio ha optado por ofrecer un sistema de progresión diferente al que habíamos visto anteriormente, agrupando en plataformas las diferentes armas. La explicación es muy sencilla. Si queremos desbloquear un determinado accesorio o todas las armas de una plataforma, tendremos que subir el nivel de esa “familia” de armas, y así podremos ir desbloqueando todo el armamento del título, lo que implica un progreso realmente dinámico.
Una guerra de contrastes
Técnicamente, la campaña de Call of Duty: Modern Warfare II es un absoluto escándalo. Siguiendo la evolución que Infinity Ward ya nos mostró en 2019, con esta secuela ha elevado el nivel gráfico de la campaña, dando lugar a escenarios tan sorprendentes como la Ámsterdam que finalmente podría suponerles un dolor de cabeza, dado su alto nivel de detalle respecto a la realidad, con unas cinemáticas que por momentos podrían llevarte a pensar que estás viendo un capítulo de alguna serie bélica.
No obstante, el juego adolece de ciertas costuras visuales, posiblemente por encontrarnos ante un título intergeneracional, con texturas y una iluminación que todavía no terminan de estar a la altura de lo que debería ofrecer Xbox Series X|S. Además, esto se amplifica aún más en el modo multijugador, donde podemos apreciar un leve descenso de calidad respecto a lo presente en la campaña, aun con las texturas en alta definición descargadas (imprescindibles para tener una experiencia visual completa).
Donde no hay nada que reprochar en el apartado sonoro. Tras el excelente trabajo que el estudio realizó con la entrega de 2019, Call of Duty: Modern Warfare II repite con uno de los mejores apartados sonoros que hemos escuchado en un juego bélico. Los sonidos de las armas, explosiones y del movimiento de los personajes es simple y llanamente exquisito. Y a eso tenemos que sumarle una fantástica mezcla de pistas que han sido incluidas en la campaña y que saben elevar el toque de lo que vemos en pantalla.
Conclusiones
Call of Duty: Modern Warfare II nos ofrece una entrega continuista respecto al título de 2019, pero no es ni mucho menos un aspecto negativo. El fantástico trabajo que Infinity Ward logró hace tres años se ha exprimido aquí, añadiendo un par de pinceladas nuevas que nos ofrecen un título con aún más empaque que su predecesor. Además, a eso hay que sumarle la amplia cantidad de modalidades online, una campaña que apuesta por la variedad como nunca antes lo había hecho la franquicia antes, y un apartado técnico que logra quitar el hipo en algún que otro momento. Todo esto hace de Call of Duty: Modern Warfare II un imprescindible para aquellos que quieren disfrutar de partidas multijugador.