Tras el lanzamiento de Get Even, The Farm 51 demostró que es un estudio con un gran talento para desarrollar títulos con ambientaciones atrapantes y capaces de transmitir experiencias originales. Si bien el título sufría de diversas carencias, especialmente debidas a su bajo presupuestos, la compañía se ganó una gran cantidad de fans con este título de suspense de 2017.
Hoy llega a Xbox Chernobylite, la nueva propuesta del estudio que promete combinar la supervivencia con una ambientación postapocalíptica con toques de ciencia ficción. ¿Han conseguido los desarrolladores polacos repetir el toque de genialidad que consiguieron con Get Even? Leed nuestro análisis de Chernobylite y decidid vosotros mismos.
Una misión para salvar a nuestra esposa
Si no habéis seguido demasiado al título (algo razonable, ya que siendo un juego de bajo presupuesto no ha podido recibir mucha publicidad), la premisa es curiosa. El título se ambienta en una Chernobil postapocalíptica, que recuerda a la vista en títulos como S.T.A.L.K.E.R.: Shadow of Chernobyl. Durante nuestra andadura en el juego, deberemos descubrir cuáles fueron los acontecimientos que llevaron a la destrucción de la zona de exclusión, y sobre todo, rescatar a nuestra esposa, la cual parece haber estado implicada de alguna manera en el incidente.
Si en Get Even la trama era probablemente el aspecto más destacable del título, en el caso de Chernobylite el aspecto que más nos ha llamado la atención ha sido su jugabilidad. No nos encontramos con una historia que sea mala, ni mucho menos, y los diálogos entre personajes destacan debido a su gran naturalidad y a la variedad en sus personalidades. Sin embargo, los entresijos del destino de la mujer del protagonista y la trama principal del título son marcadamente inverosímiles, empleando un sin fin de visiones y flashbacks que pueden acabar resultando incluso pesados. Aún con todo, la historia aporta una satisfactoria dosis de suspense y misterio, que sirve para acompañar e incluso mejorar la jugabilidad del título, incitándonos a explorar cada rincón de sus mapas para intentar obtener nuevas pistas que permitan resolver el misterio de dónde está nuestra esposa, qué es lo que le puede haberle ocurrido y de qué forma estamos nosotros implicados en ello.
Explora, construye, sobrevive
Donde sí que destaca Chernobylite, con una apuesta original, es en su jugabilidad. Para poder ir en la búsqueda de nuestra esposa, y rescatarla, necesitaremos recursos de diversos tipos. Uno de los principales es la formación de un grupo lo suficientemente amplio de personas. Inicialmente solo tendremos a un compañero, para poder realizar el rescate con éxito, y no morir en el intento, se nos pedirá que reclutemos a más gente. Durante nuestra exploración por la zona de excepción de Chernóbil conoceremos a nuevos personajes, a los cuales podremos intentar introducir a nuestra cruzada, si así lo deseamos y así lo desean ellos, y si no nos abandonan durante el camino.
Este último punto es especialmente importante. En numerosas ocasiones, el juego nos permitirá tomar decisiones que afectarán a la trama y a la relación con nuestros compañeros. Por ejemplo, sin destriparos demasiado, en un punto de la trama se nos pedirá tomar una decisión. En función de lo que decidamos, podremos hackear un ordenador para obtener información de gran importancia sobre el paradero de nuestras esposa. Sin embargo, uno de nuestros compañeros nos advertirá de no hacerlo, ya que podría revelar el paradero de la base de operaciones del equipo. Nuestra decisión afectará enormemente a nuestra relación futura con él.
Durante nuestro viaje por la zona de exclusión también encontraremos recursos materiales de todo tipo: comida, materiales de construcción, armas, balas… Se nos proveerá de un útil escáner, que usaremos la mayor parte del tiempo, el cual nos permitirá encontrar estos recursos de forma sencilla, y así guiar nuestra exploración.
Estos materiales podrán ser utilizados a su vez para construir todo tipo de herramientas y utensilios. Dentro de nuestra base de operaciones podremos crear herramientas que mejoren el bienestar de nuestros compañeros, y así reducir las posibilidades de que nos abandonen, además de otras utilidades como bancos de trabajo para mejorar nuestras armas o fabricar ganzúas, muy importantes para abrir puertas cerradas por toda la zona de excepción. En el exterior, podremos fabricar cosas como trampas para acabar con nuestros enemigos o fogatas, en las que elaborar pociones para restaurar nuestra salud o ungüentos y bebidas que mejoren nuestra cordura. Este último elemento deberá cuidarse tan bien como la salud física, ya que se irá reduciendo a medida que matemos a enemigos humanos o pasemos hambre, y supondrá el fin de la partida si llega a cero.
Uno de los aspectos más importantes del título consistirá en saber utilizar de forma estratégica y balanceada todos los recursos que tengamos a nuestra disposición. Por ejemplo, habrá ocasiones en las que deberemos decidir si es más importante dar una cantidad alta de raciones a nuestros compañeros y mejorar así su desempeño en las misiones que les encomendemos, pero encontrarnos en una peor situación nosotros mismos, o al revés. O si emplear los materiales de construcción que tenemos actualmente en fabricar ganzúas y mejorar nuestras armas, en lugar de fabricar nuevos muebles y herramientas que mejoren nuestra base de operaciones. Ninguna opción es objetivamente mejor que la otra, todo dependerá de nuestra situación en ese momento y de los aspectos que consideremos más prioritarios.
En cuanto a nuestros compañeros, como hemos mencionado podremos (y deberemos) mandarlos a realizar todo tipo de misiones a lo largo de la zona de excepción de Chernobil. Todas las misiones secundarias podrán ser realizadas por ellos y por nosotros mismos, y dispondrán de una serie de días límite de tiempo dentro del juego para ser realizadas, por lo que de nuevo, deberemos priorizar aquellas que den los recursos que creemos que nos harán más falta en cada momento. También es importante destacar que cada uno de nuestros compañeros tendrá un porcentaje de probabilidad específico de completar cada misión, siendo más difíciles aquellas que aportan una cantidad de recursos más sustanciosa.
En el caso de las misiones principales, estas no dispondrán de tiempo límite para ser completadas, y solo podrán ser realizadas por nosotros. Se trata de un ciclo de jugabilidad bastante original y adictivo. En resumen, al empezar cada día elegiremos una misión para nosotros y para cada uno de nuestros compañeros, cada una en un mapa específico. Una vez en él, deberemos explorar para obtener recursos, completar objetivos secundarios y completar la misión específica que hemos ido a realizar, y cuando acabemos, volver a la base y utilizar nuestros recursos para construir todo aquello que necesitemos. Después nos iremos a dormir, nos despertaremos a la mañana siguiente, y vuelta a empezar. El tipo de enemigos y recursos que encontraremos en los mapas, además de su localización, serán en su mayor medida aleatorios cada día, lo cual junto al ciclo de jugabilidad mencionado le dan a Chernobylite unos elementos de roguelike que dotan al título de una originalidad y un dinamismo que no poseen otros juegos de supervivencia, y que hemos disfrutado enormemente.
No todo es perfecto, por supuesto. Los objetivos secundarios que encontraremos a lo largo de los mapas a menudo resultan inverosímiles y el ciclo de jugabilidad del juego, aunque adictivo, puede acabar resultando repetitivo o falto de contenido significativo tras numerosas horas de juego. Aún así, teniendo en cuenta el precio reducido al que se vende el título, las decenas de horas de juego que se nos ofrecen antes de llegar a ese punto deberían de ser más que suficientes.
Explora la zona de exclusión
No obstante, a pesar de haber disfrutado enormemente de la jugabilidad de Chernobylite, y en menor medida de su rocambolesca historia, tenemos un pero bastante notorio en la experiencia, y es su aspecto técnico.
Hemos jugado a Chernobylite en una Xbox Series X a través de retrocompatibilidad con Xbox One, ya que el título no dispone aún de versión para consolas de nueva generación (los desarrolladores han comentado que llegará más adelante). El título funciona a 30 imágenes por segundo a una resolución que parece rondar los 1440p. No obstante, uno de los principales inconvenientes que hemos encontrado es su enorme uso del desenfoque de movimiento en todo momento.
Para empeorar aún más la cosa, en algunas ocasiones nuestro personaje sufrirá alucinaciones, y en ellas el nivel de desenfoque de movimiento será aún mayor. El enorme uso de este efecto (el cual no puede ser desactivado ni reducido), en un título en primera persona y a 30 imágenes por segundo nos ha llevado incluso a sufrir mareos en más de una ocasión, algo que no nos suele pasar. Hubiéramos deseado que los desarrolladores hubieran incluido una opción para desactivar el desenfoque de movimiento, especialmente en un juego que lo emplea de manera tan agresiva, ya que tener que sufrir mareos mientras se juega no es algo especialmente agradable.
Otro aspecto a destacar es que hemos sufrido un gran número de crasheos jugando a Chernobylite. Es difícil especificar la cantidad y gravedad de los mismos, ya que no tenemos muy claro qué los ha causado. Sufrimos la mayoría de ellos durante las primeras horas de juego, llegando al punto de perder progreso en varias ocasiones y pensar que quizás no podríamos realizar este análisis, pero tras esas primeras horas tan solo sufrimos alguno de manera muy puntual. De nuevo, no sabemos a que puede deberse, ya que el lugar donde más crasheos sufrimos fue en la base de operaciones, lugar al que no dejamos de ir durante la practica totalidad del juego. Esperamos que The Farm 51 sea capaz de detectar el problema y arreglarlo lo antes posible, pero tenemos que avisar de que en este momento el título presenta crasheos, y que estos no se tratan de casos aislados.
Por lo demás, los gráficos poseen una gran calidad, presentando unos efectos, modelados y texturas atractivos, que junto con el sublime apartado artístico del juego nos han llevado a quedarnos boquiabiertos con muchas de las vistas de las que podemos disfrutar en nuestro recorrido por la zona de exclusión.
Análisis de Chernobylite – Conclusiones
The Farm 51 vuelve a demostrar que son capaces de crear videojuegos verdaderamente originales y atrapantes, a pesar de contar con un presupuesto reducido. Chernobylite no es perfecto, su historia puede no ser del gusto de mucha gente y resultar algo caótica, y su jugabilidad depende en gran manera de si disfrutáis explorando sus mapas repetidamente, sobreviviendo y obteniendo recursos. Si es ese el caso, no cabe duda de que este título ofrece un ciclo de jugabilidad original, con la posibilidad de engancharos durante horas y horas. Sí que resultan más preocupantes los numerosos crasheos que hemos sufrido, y los cuales lamentablemente hemos tenido que tener en cuenta a la hora de poner su nota. Esperamos que The Farm 51 corrija estos notorios problemas técnicos cuanto antes, porque francamente, es una pena que un título tan especial como Chernobylite sufra por culpa de ellos.