Desde hace un buen tiempo que venía sonando este juego en nuestras cabezas, por los tráilers y adelantos que se mostraban constantemente a través de redes sociales y YouTube. Empezábamos entonces a hacernos una idea de lo que podría ser el juego, particularmente sintiendo una cierta atracción en ver y probar con mis propias manos (y mando) cómo y qué provocaría este título en mi, si era tan fiel en cuanto al gameplay como se mostraba en esos atractivos y frenéticos adelantos. Pues bien, aquí les traigo mis impresiones y el Análisis de Chivalry 2 en Xbox Series X.
Con todos estos antecedentes se nos presenta Chivalry 2, un título que nos traslada a la época medieval, en donde las batallas sangrientas y descuidadas eran el tope de esos tiempos para ganar y triunfar por el honor. Esta esencia tan característica y suculenta para algunos jugadores es la que encontraremos en mayor y menor medida en el título, donde deberemos probar nuestras habilidades como guerrero para llegar a lo más alto con nuestra nación y conquistar los territorios justificados por nuestro Rey.
La esencia de las batallas es la unión
Primero que todo, hay que destacar y aclarar que la base de este juego es el sistema multijugador, por lo tanto, no tiene apartado ni modo historia. Al ser un juego con estas características, era necesario y un punto merecido adoptar el juego cruzado entre plataformas, ya que de esta manera el hecho de encontrar partidas se hace casi inexistente.
Al ser un juego cien por ciento centrado en el online, debo decir que en mis días de prueba y goce no tuve problemas con este apartado, es más, me impresionó de bastante buena manera lo poco que se demora en encontrar partida. El sistema nos permite elegir entre tres modos de juego: Modo mixto por equipos de hasta 64 jugadores, modo mixto por equipos de hasta 40 jugadores y un todos contra todos en donde la partida es frenética todo el tiempo. Si bien en este último modo se demora un poco más de lo habitual en encontrar una batalla, no pasaremos del minuto de búsqueda antes que ya estemos preparando nuestras armas.
Otro detalle súper importante y que me gustó bastante de Chivalry 2, es que en los modos mixtos al finalizar una partida, inmediatamente comienza a buscar la siguiente, convirtiéndose en un bucle constante en donde la acción y la rapidez no se detienen nunca. Conjuntamente, debo decir que no existen problemas de lag ni ralentizaciones durante la partida, todo es muy fluido y eficaz dando como resultado unas batallas dignas de la época medieval.
Al ser un título multijugador, la experiencia se hace mucho más atractiva, agradable y disfrutable si se juega con amigos o con un grupo hablando por micrófono, ya que las partidas comunicándose e ideando estrategias mediante el campo de batalla se hacen mil veces más divertidas. Si a esto le añadimos el aspecto de lo bien que están trabajado los escenarios, sin dudas haremos que nuestro equipo llegue a la victoria.
Los detalles de la guerra
En cuanto a la jugabilidad, debo comenta varios apartados que me parecieron quizás los más flojos del título y que necesitan una mejora a lo largo del tiempo. Primero que todo, en Chivalry 2 podremos personalizar nuestro personaje como nosotros queramos, desde la cara, el pelo, los ojos y color de piel hasta las armas, armaduras y cascos. Si bien es un toque de personalización que se agradece, no basta y se queda corto con las opciones que ofrecen quizás otros títulos a día de hoy. Habría sido más interesante y con un añadido extra de profundidad que las opciones hubiesen sido más extensas, para hacer notar a nuestro personaje en el campo de batalla.
Centrándonos en las clases de luchador que podemos elegir, existen cuatro distintas en base a nuestro gusto y afinidad con dicho estilo de juego. Tenemos Arquero, Caballero, Soldado a pie y Vanguardia. Cada uno ellos tienen sus armas características y estilo de combate propio, lo que producen un balance y equilibrio constante en las batallas. Por su puesto que, si muchos jugadores escogen una misma clase, la batalla será desequilibrada llevando a la derrota. A pesar de que las clases pueden parecer pocas, son suficientes teniendo en cuenta la cantidad de armas que existen y las subclases que podemos elegir, incrementando las posibilidades y ofreciendo un extra.
Los modos de juego como ya he mencionado, son súper profundos y constan de distintos objetivos y fases para completarlos. Nos tocará por ejemplo atacar el castillo (todo en primera o tercera persona), pasando por una serie de fases previamente como los pueblos, las puertas del castillo, la plaza principal y finalmente derrotar al rey. Así mismo, pero inversamente, nos tocará defender todo lo acontecido. Se vuelve muy entretenido, profundo y frenético tener que hacer todas estas etapas previamente a la principal, puesto que le dan una mayor duración y dinamismo a la misma partida.
Sin embargo, toda esta aventura tiene su lado más flojo creo yo en las mecánicas de los personajes. Cuando estamos controlando a nuestro luchador, las mecánicas y movimientos del mismo al batir nuestra espada por ejemplo son lentas, atrasadas y poco naturales, lo que desencadena una sensación de ofuscación y poca costumbre. Se vuelve un poco tedioso iniciar y luchar en las primeras horas de juego (muchos terminarán aburriéndose), pero dedicándole un par de horas terminas acostumbrándote. A raíz de esto y de sus múltiples combos y técnicas de lucha, su curva de aprendizaje es pronunciada, lo que resultará perfecto para los jugadores más hardcore en el género, más no así para los más novatos.
Chivalry 2 recibirá soporte a Ray Tracing y tendrá varias opciones gráficas en Xbox Series X
Chivalry 2 posee un sistema de progresión al más puro estilo RPG, en donde a medida que vayamos jugando y ganando batallas adquiriremos experiencia para subir de nivel, lo que resultará en ganar oro para desbloquear mejores armas y vestimenta. Este apartado es un punto a favor y en contra, un arma de doble filo, me explico. La adición de este sistema de progresión está bien implementado, ya que otorga más profundidad y adicción al juego. No obstante, al tener tan pocas opciones de personalización y ausencia de modo competitivo o clasificatorio, resulta frustrante tener que gastar tan rápidamente el oro en cosas que solo podremos aprovechar jugando con amigos o en partidas “amistosas”, acortando la vida útil del juego.
La guerra nunca se había visto y escuchado mejor
En cuanto al apartado técnico, debo decir que el juego es exquisito, bien trabajado, con excelente construcción de escenarios, mapas, sonido y con detalles dignos que nos transportan a aquella época.
Destaca por correr a unos claros y nítidos 4K a 60 fps, los cuales ayudan perfectamente a mostrarnos y jugar con toda la fluidez posible las inmensas batallas que se nos presentan. Además, el hecho que todo se vea tan bien, reluce y resalta toda la sangre que se esparrama con las matanzas en los campos, lo que le da un toque extra de realismo.
Los escenarios si bien no son tan amplios y diversos, si cuenta con un excelente trabajo de construcción y detalles, en los cuales nos podremos hasta esconder como Arqueros para hacer la estrategia de ataque o defensa ideal, francamente un lujo. Por su puesto que nada es perfecto, existen algunos bugs gráficos como popping o fallas repentinas en algunos escenarios y mecánicas de los personajes, pero es todo tan ínfimo que no afecta en absolutamente nada la experiencia.
El sonido por otro lado, goza de unos bien trabajados detalles, desde los clásicos y graciosos gritos de guerra que podremos hacer en todo momento, hasta los sonidos de las espadas chocando, los pasos, el viento, los cuerpos, etc. Todo es tan inmersivo que nos atrapa con solo jugar la primera partida. La banda sonora acompaña de buena forma las batallas, las previas y finales de los enfrentamientos, para que podamos elevar nuestro esfuerzo y entusiasmo a la próxima guerra. Un excelente acierto y trabajo en este apartado.
Análisis de Chivalry 2 – Conclusiones
Son pocos los juegos que pueden provocar motivarte a jugar todos los días hasta el punto de viciarte, ya que las formulas empleadas son cada vez menos originales y gozan de un repetitivo sistema que termina por aburrir. Si bien Chivalry 2 no apunta precisamente a ser el juego que invadirá tu vida al cien por ciento, si logra cautivarte desde la primera partida con su sistema de peleas y progresión, atrayéndote poco a poco a medida que te vas familiarizando con los controles, técnicas y con la curva de aprendizaje (pronunciada). Después de un par de horas de juego, ya sabrás hacer casi todo, logrando disfrutar de las partidas y riendo a carcajadas cuando matas y destripas a un enemigo (por más cruel que suene esto).
Como he dicho anteriormente en este análisis, el juego está pensado para ser mucho más disfrutable con amigos, ideando estrategias, tirando bromas, acorralando al enemigo, etc. Su falta de competitivo, recompensas por progresión y personalización lo frenan a ser un juego solo para jugarlo a ratos, con amigos, cuando estás aburrido o simplemente quieres distraerte un rato. Es un excelente título, entretenido, adictivo en las primeras horas y muy disfrutable socialmente, pero que sus carencias le impiden convertirse en algo mucho mejor.