Control es uno de esos juegos que desde el primer minuto consigue atraparte dentro de su universo y su narrativa, aunque de primeras no entiendas muy bien lo qué está pasando o por qué suceden las cosas exactamente. Para mí, fue uno de los grandes puntos clave de la aventura de Remedy Entertainment, ese “new weird” del que hablaba Sam Lake que te transporta a un universo lleno de misterios y poderes paranormales que plantea casi más preguntas que respuestas.
El equipo finlandés es bien conocido por escribir este tipo de historias de misterio que te absorben como pocas y desconciertan hasta el propio final sin resolver todos los cabos sueltos. Muchos ven aquí un problema, que Remedy no sepa terminar sus propias historias, pero esto también plantea ciertas posibilidades que han tratado de explorar a través de Control y, mas concretamente de AWE, su segunda expansión de contenido.
No es un mar, es un océano – Historia
AWE, el segundo DLC de Control no es una simple expansión de contenido, sino que es el punto donde converge la historia de Jesse Faden y Alan Wake. Ambos juegos suceden en el mismo universo, Remedy fue dejando varias pistas a lo largo del juego, y han aprovechado la absoluta libertad creativa que ofrece Control para continuar la historia del escritor. En cierta manera.
Cuando al fin te das cuenta cómo funciona el universo de Control, tanto la Agencia como la propia Casa Inmemorial, comprendes que Remedy tiene en sus manos la posibilidad de experimentar con cualquier cosa y que, funcione mejor o peor, tendrá cierto sentido dentro de su narrativa. Por lo que estaba bastante cantado que probarían a abordar la historia de Alan Wake desde este ángulo, ya que, por desgracia, el juego no ha tenido continuación.
Como vamos descubriendo a través de Control, cronológicamente nos encontramos después de los sucesos de Bright Falls y Cauldron Lake, donde sucedió un SMA en la jerga de la Agencia. Es decir, un suceso mundial alterado o, en otras palabras, un acontecimiento paranormal. Que no es ni más ni menos que los sucesos que tienen lugar en Alan Wake. Por lo tanto, la cosa es que Alan Wake se encuentra en paradero desconocido y la agencia abrió una investigación al respecto examinando el lugar y entrevistando a los sujetos clave, como Alice (la novia de Alan) o el Doctor Emile Hartman, responsable de la clínica de Cauldron Lake.
Y aquí es donde comienza AWE, con una misteriosa “llamada” de Alan Wake desde el plano astral que nos lleva a investigar una nueva zona de la agencia para descubrir qué pasó con el escritor. Allí descubriremos nuevos datos de su universo y pinceladas de qué ocurrió después de su desaparición, aunque el objetivo principal es detener al doctor Hartman, que se encontraba custodiado por la agencia tras la investigación del SMA de Bright Falls y ahora ha sido corrompido por el Hiss.
El problema, es que el contenido se centra casi por completo en acabar con Hartman y relega lo demás a simples documentos y grabaciones a modo de coleccionables que sí, son interesantes, pero no es lo que esperábamos tras tantos años sin novedades sobre Alan Wake.
Y no, no es que Alan Wake no salga en absoluto, hace tres o cuatro apariciones desde ese lugar desconocido en el que aguarda, narrando parte de los hechos y, de nuevo, planteando muchas más preguntas que respuestas. Pero eso es algo que dejo en vuestra mano para que lo descubráis por vosotros mismos.
Combate la oscuridad – Jugabilidad
Por lo tanto, AWE no es más que una nueva trama secundaria de Control que nos lleva, de nuevo, a investigar un área de la Casa Inmemorial para dar caza a Hartman, que ahora es un monstruo gigantesco. Sí, seguimos sin salir de la agencia y no controlaremos a Alan Wake en ningún momento, pero eso no tiene que verse como algo. Plantea un más que interesante giro en la jugabilidad tradicional de Control al mezclar sus mecánicas típicas con el uso de la luz para combatir la oscuridad, como en Alan Wake.
Aunque en esta expansión también tendremos que hacer uso de la luz para acabar con la oscuridad, esta mecánica se relega únicamente a “pegotes” que eliminar del camino para avanzar o resolver un puzle. Es tan simple que cuenta hasta con su propia tarea de limpiar la zona como misión segundaria de Ahti, el conserje.
Esto quiere decir que más allá del propio Hartman, no encontraremos enemigos especiales que no hayamos visto ya cientos de veces. De hecho, no es una expansión demasiado centrada en los combates, más bien, en escapar de Hartman y hacerlo huir gracias a la luz.
En la oscuridad, Hartman es implacable, con un par de ataques puede acabar con tu vida, por lo que el juego plantea varios niveles que funcionan como un gran puzle en las que, normalmente, hay que ir reconectando generadores para activar las luces y acabar con el monstruo. Algunas son realmente tensas y divertidas.
Conclusiones
AWE es una expansión de Control y no un nuevo juego de Alan Wake. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que quien vaya buscando una continuación o respuestas claras al juego del escritor, va a salir decepcionado. Sí trata, de cierta manera, su historia y puede dejar algunos datos interesantes a tener en cuenta para el futuro, pero todo gira entorno a Jesse y su misión. Es casi lo más relevante que se puede sacar de esta expansión, nuevas mecánicas con el uso de la luz, y niveles bastante divertidos en los que acabar con Hartman.