Algo que posiblemente ocurrirá con los videojuegos hasta el fin de los días es que depende de cada plataforma tendremos límites para jugar ciertos juegos. La barrera del mando para jugar ciertos géneros puede solventarse como ya hemos visto desde la pasada generación. Juegos como Rogue Company en consolas donde al conectar tu teclado y ratón juegas al instante como lo desees -e incluso la recepción del mando sigue activa a la vez- son prueba suficiente de ello. Sin embargo donde es más difícil que haya un cambio es en el tema cultural de cada género y plataforma.
El género de la estrategia en tiempo real en consolas siempre ha sido la mayor piedra en el zapato para jugar con mando. Se han adaptado muy bien a las consolas muchos videojuegos, desde aquel Starcraft 64 para Nintendo 64 hasta los Halo Wars y Tom Clancy’s Endwar de hace unos años, pero al no ser géneros que se vean mucho en consolas, sencillamente el interés general es muy bajo. Además, el tema de la habilidad y ver que en el ordenador, gracias a un teclado y ratón en esos géneros puedes hacer más de 90 acciones por minuto, mientras que en consolas no es posible pasar de 40, hace que todo el juego sea condicionado de otra forma.
Se ha intentado muchas veces, y algunos juegos han resultado ser muy divertidos, pero sencillamente teniendo la opción de jugar con un ratón, donde puedes mover el cursor de forma mucho más precisa que con un stick (con toda tu mano, en vez de con un sólo dedo), la inmensa mayoría de jugadores elegirá siempre el PC.
Con Crusader Kings III encima entramos a valorar un género que rara vez hemos visto en consolas, sólo unas 15 o 20 veces en los últimos 25 años, siendo esto muy importante de comentar y valorar, tanto para bien, como para mal. Aún así, no podemos menospreciar el trabajo general de Paradox Interactive con esta gran entrega.
Introducción
Lo primero que hay que decir de Crusader Kings III es que no es un videojuego para todo el mundo. La mayoría de jugadores, acostumbrados al espectáculo audiovisual, a los disparos, a la acción y a la interacción con el mando en tiempo real, encontrarán en Crusader Kings III uno de los peores juegos que habrá jugado nunca. Nada más entrar al tutorial, vas a tener que estar la próxima hora y media leyendo, tomando apuntes y comprendiendo todo lo que tienes delante. Crusader Kings es un videojuego político y de estrategia, ambientado en la «maravillosa época de la humanidad» donde África, Asia y Europa estaban en constantes guerras, sobreviviendo ante la adversidad del enemigo y también las adversidades del día a día.
No hay apenas gráficos como tal, salvo un enorme mapa, fiel reflejo de la zona oriental del planeta Tierra y de todos los imperios denominados como la cuna de la sociedad moderna, y unos pocos monigotes para representar ejércitos. Los diseños de personajes cuando ocurren ciertos eventos, son justos, bien realizados, pero no acordes a la generación que estamos, cuando podría resultar mucho más atractivo con una mejor representación.
Mientras estamos aprendiendo a jugar con el mando, haciéndonos con los controles -tarea difícil debido a su complejidad-, lo que sí apreciaremos es una gran banda sonora de fondo, además adaptada a cada situación. Cosas que agradecer.
Eres dueño de tus ducados, reinos, señoríos y gobiernos
Y no es tarea fácil por lo farragoso, complejo y poco intuitivo que es desplazarse por los menús y las opciones de juego. Cuesta aprender a desenvolverse para hacer tareas tan sencillas como construir un nuevo templo o mover parte de tu ejército de un condado a otro. Asignar consejeros, ver si tienes facciones conspirando contra tu gobierno o ofrecer regalos para reclamar favores a tus aliados, suena fácil leyéndolo pero una vez dentro del juego hay que prepararse para dar vueltas por los distintos menús.
Sin embargo, dado que no existen apenas juegos así, quizás se podrían resumir varias tareas intermedias y hacer todo el juego más sutil, natural e intuitivo, sólo que en el proceso sería normal perder tanta exactitud y variantes que puede llegar a ofrecer.
Decisiones que te acompañarán más allá de la vida
Tras haber elegido personaje, haber completado su eterno pero explicativo tutorial y habernos adaptado a los controles, nos queda empezar a avanzar en nuestra partida, sea el territorio que sea, y empezar a tomar decisiones. En Crusader Kings III hay un sistema de eventos muy conseguido en el cual se nos estará informando durante toda nuestra partida sobre los eventos más importantes que ocurren en nuestro reino, a nuestros aliados y en nuestros alrededores.
Esto ocurrirá jugando de manera pasiva, sin tomar acciones hostiles contra otros reinos por nuestra parte, lanzar conjuras o llevar a cabo intentos de asesinato clandestino por nuestra parte -que curiosamente podremos intentar mantenernos al margen o hacerlo públicamente por las razones que creamos- aunque si decidimos participar más en las guerras de nuestros aliados o jugarnos el tipo para expandir nuestro territorio, estos eventos aumentarán su número.
El nacimiento de un descendiente, una pelea en las tiendas de campaña, el aburrimiento de nuestra hermana durante un banquete o una carta misteriosa de uno de nuestros miembros de la corte estarán a la orden del día en nuestra partida, y dependerá del jugador poder actuar en consecuencia de todos estos eventos. Estamos hablando de cientos de eventos que no sólo corresponden a temas burocráticos o estratégicos, sino también que nuestro personaje pille una enfermedad y poder elegir tratamientos experimentales -con sus consecuencias-, tratamientos comunes, o no hacer nada y dejar que la vida siga su curso.
Si algún tratamiento experimental sale mal, tendremos así mismo la opción de castigar de alguna forma a nuestro médico, o aceptar las consecuencias. Así mismo el estrés pesará sobre los hombros de nuestro personaje, siendo métodos poco convencionales como apalizar a alguien o fustigarnos las principales «ayudas» para paliar el estrés.
Incluso con algunos personajes con cierto perfil psicológico podremos tomar la decisión de acabar con todo y suicidarnos, usando el método que queramos, pudiendo ser efectivo, o no… Esta última decisión también influirá en nuestros descendientes y los siguientes personajes de nuestro linaje con los que juguemos, si es que tenemos. Además de esta polémica opción que tiene el jugador, existen otras, como la posibilidad de hacer incesto, teniendo descendientes con nuestros propios familiares si así lo deseamos.
Está claro que la humanidad no era especialmente buena y empática en aquel entonces, pero nos sorprende ver esta clase de opciones para el jugador, aunque, por otra parte ¿Qué otro juego te ofrece hacer estas cosas? Ninguno, que recordemos.
La prueba y el error de nuestras decisiones marcará la experiencia jugable de la totalidad del juego. Llega a enganchar querer ver cómo van las cosas en este mundo y cómo puedes hacerte con una porción más del terreno. Un día, será todo un desastre y tendrás que cargar una nueva partida, pero al día siguiente darás con la clave para construir un engranaje que verdaderamente funcione. Para cuando te des cuenta, habrán pasado muchas horas y ya echarás de menos algunos personajes con los que has jugado y conocido desde su nacimiento hasta su muerte.
Conclusiones
Es difícil, especialmente en estos tiempos, hablar maravillas de un juego cuya base es 90% textos y opciones, un juego que casi no tiene gráficos y que consiste en leer, tomar decisiones, leer, apostar por una opción con cierta probabilidad de éxito, leer, desplazar tropas, construir, leer, morir, legar y repetir.
No queremos parecer arbitrarios pero ¿Quién en su sano juicio disfrutaría o se entretendría con esto? Teniendo tantas opciones para jugar y divertirse, poner un juego como Crusader Kings III por encima del resto parecería imposible de hacer en la opinión de la mayoría de gente. Sin embargo, viendo sus virtudes y no tanto sus defectos, no existe en el mercado otro juego así. Han existido videojuegos con algún detalle similar, pero no como la totalidad de Crusader Kings.
Al contrario de lo que en un principio se piense: Para quien desee algo diferente ambientado en esta era y cuyas pretenciones sean jugar a algo pasivo, pausado y tranquilo, con una buena taza de café o té, como si de leer una buena novela se tratase, sólo existe esta opción en el mercado, porque las únicas posibilidades de jugar a algo con esta tranquilidad sólo se nos ocurre que es en el género de aventuras gráficas y quizás alguna aventura narrativa como las de DontNod Entertainment o Supermassive Games, salvando las distancias, pero siendo juegos que nunca te pondrán en un modo alerta ni te pedirán habilidad para usar el mando.
Con respecto a la segunda entrega, los cambios no son demasiados, siendo gran parte del juego exactamente igual salvo la banda sonora original, diseños de personajes, muchos y muy variados, y una mejor realización en general.
Insistimos en que Crusader Kings III no es para todo el mundo y su naturaleza es más la de un juego de PC, o incluso, un juego de explorador de antaño, que han encontrado su lugar en distintas redes sociales como Facebook y móviles Android e Iphone. Creemos que añadiendo algunos detalles jugables atractivos, podría resultar ligeramente más divertido, aunque eso desconectaría con el objetivo central del juego. Es cierto que no es para todos los públicos, pero también es cierto que cualquiera puede jugarlo, dado que no requiere habilidad alguna a los mandos, sólo memorización, apuntes -quizás- y estudio previo. Es complejo, no intuitivo, pero tampoco te va a pedir que hagas una combinación de botones para derrotar a un jefe, algo que un anciano de 65 años le costaría mucho, pero jugar a Crusader Kings III le puede resultar fácil y un gran entretenimiento para sus tardes de ocio. Imprescindible usar la valiosa opción «Lupa» de Xbox, cosa que no tienen otras plataformas de forma tan fácil de usar.
Como si se tratase de un juego de mesa interactivo, sólo que con sus opciones online multijugador, un sin fin de posibilidades y una duración infinita. No esperes encontrar aquí un Warcraft, Starcraft, Rome Total War y ni siquiera un History: Great Batles Medieval, Crusader Kings III no incluye ninguna opción de manejo de tropas/unidades más allá de desplazarlas a un territorio e inspirarlas, motivarlas y cuidarlas de alguna forma para que luchen mejor, pero nada está garantizado.