Cubot – The Complexity of Simplicity es el último proyecto indie de la desarrolladora francesa NicoplvGames. Un juego multiplataforma que ha visto la luz tanto en Xbox One como en los dispositivos móviles, ofreciendo un fresco y minimalista rompecabezas para saciar el hambre de puzles de los usuarios.
Una atmósfera relajante y minimalista
Tal y como bautiza su título, The Complexity of Simplicity, Cubot nos ofrece un sinfín de niveles para poner a prueba toda nuestra destreza mental a la hora de resolver una gran variedad de puzles, mezclando una estética y un gameplay totalmente minimalista y simple con un ejercicio bastante complejo. La relajante música que acompaña al juego nos ayudará a concentrarnos mejor, y su interfaz blanca e impoluta a no desviar la atención de lo verdaderamente importante: los cubos.
¿Cómo se juega a Cubot?
La mecánica principal de Cubot es bastante sencilla, es un rompecabezas clásico de mover un cubo a su objetivo, un objeto que deberá moverse en un tablero de baldosas y encajarse en la del mismo color. Dicho así parece bastante fácil y lejos de ser un desafío, pero esto es solo el comienzo. Conforme vayamos avanzando se irán añadiendo más cubos de diferentes colores, cubos que se mueven simultáneamente (aquí es donde reside la verdadera complicación del juego), por lo que nuestros movimientos deben ser los más precisos posibles.
El verdadero desafío de Cubot está en la coordinación de nuestros movimientos cuando tenemos varios cubos en pantalla. Lo que empieza con una simple aventura se acaba convirtiendo en un complicado rompecabezas, llegando a tener desde interruptores que activar para pasar por determinadas áreas hasta cuatro cubos en el tablero de diferentes colores que se mueven de forma simultánea ¡y donde uno se mueve en el sentido contrario de los demás! Y aquí no acaba la cosa, muchos más elementos nos complicaran resolver los puzles como elevadores, intercambiadores de color o incluso teletransportadores.
Xbox One como alternativa al móvil
Los controles en Xbox One están adaptados de maravilla, aunque tenemos que decir que sigue siendo bastante más cómodo jugarlo en dispositivos móviles. Tendremos libertad total de cámara con el mando de Xbox One, pudiendo rotar ésta en cualquier momento, así como realizar aumentos y disminuciones de zoom. ¿El objetivo? Evitar cualquier ángulo muerto que nos dificulte la resolución del puzle.
Además, como viene siendo habitual en este tipo de rompecabezas, podremos deshacer nuestro último movimiento con un solo botón, así que no tenéis que preocuparos por un paso mal dado, ya que siempre nos quedará la opción de rectificar. Igualmente tendremos la opción de comprar la solución: con cada nivel que completamos nos darán un cubots, y con 8 podremos adquirir la ayuda necesaria para completar el nivel en el cual estamos atascados.
Una aventura intensa y desafiante, pero de corta duración
A pesar de contar con 80 niveles, separados en 10 episodios donde cada uno tiene sus propias y nuevas variables, la duración final de Cubot no va a pasar de dos o tres horas, aunque la sensación será mayor gracias a la complejidad y densidad de los niveles finales. Estoy seguro que con un par de ellos al día nuestra hambre de puzle quedará más que satisfecha, y no todos tendrán la paciencia y el aguante necesario para completar el juego al 100%, vamos avisando.
La dificultad de Cubot es relativa, si es cierto que completar los 80 niveles será un reto importante, el verdadero desafío del videojuego consiste en completar cada nivel con los movimientos justos. Si eres un jugador empedernido de la perfección y amas la dificultad, estoy seguro que superar todos los niveles sin pasarte de los movimientos establecidos será todo un reto a la altura de cualquier digno hardcore gamer.
¿Merece la pena?
Respuesta corta: sí. Respuesta larga: si, pero no en Xbox One. Seamos sinceros, Cubot – The Complexity of Simplicity es un proyecto plenamente destinado a los dispositivos móviles. A pesar de su sobresaliente adaptación al mando de la consola, el origen de la jugabilidad táctil sigue latente. Este notable proyecto indie puede tener un gran valor en una plataforma como Android o iOS, para un tipo de jugador que desea entretenerse 10 minutos en algún que otro rato libre, pero no para el público de Xbox One, el cual se sentirá violentado de “gastar” la potencia de su costosa consola en un juego que podrían jugar perfectamente desde el móvil, tumbados en el sofá o en la cama y sin la necesidad de tener que encender una videoconsola y una televisión para tal disfrute. La conclusión es la siguiente: notable juego para plataformas móviles, pero un total e innecesario port para Xbox One.
También hay que tener en cuenta que hablamos de un título que tiene el ridículo coste de 1,99 € (aunque en plataformas móviles vale 0,99 €), y lo que es lo mejor y más importante: tiene 1000 gloriosos puntos de logros que se pueden desbloquear en apenas unas horas de (intenso y complejo) juego.
Una vez expuesta toda la información tenéis dos opciones disponibles: La primera, adquirir Cubot en iOS o Android, disfrutar del juego en vuestros ratos libres, lo más cómodo posible y con el control táctil. La segunda, ser unos cazadores de logros, comprarlo en Xbox One e ir directamente a por esos jugosos 1000G que posee. La decisión es solamente vuestra.