Por fin llega Cuphead a nuestras vidas. El título de machacar enormes jefes de Studio MDHR se hace realidad para Xbox One después de sufrir varios retrasos en su lanzamiento. Cierto es que ese este tiempo extra se ha utilizado para mejorar el juego ya que estaba causando una gran expectación y no es para menos, sus escenarios son preciosos, coloridos y desencadenan sensaciones de nostalgia de una época que no hemos vivido. Nos transporta a otro tiempo y lo hace de una manera magistral.
Diabólicamente divertido y desafiante
Cuphead es un juego run & gun de corte clásico, el objetivo principal será derrotar a los jefes que encontraremos repartidos por el mundo de estas carismáticas tazas. Cuphead y Mugman son nuestros dos protagonistas, llevaban una pacífica vida hasta que decidieron saltarse las normas y hacer burbujas sordas ante las advertencias del sabio Elder Kettle, ambos se plantaron en las puertas del Casino del Diablo y ahí lo perdieron todo. La codicia hizo que apostaran sus almas y las perdieron en el acto, tras muchas súplicas Cuphead y Mugman consiguen un pacto en el que tendrán que ir recolectando las almas de los deudores del Diablo.
Así nos metemos en faena y comenzaremos a pasear por un colorido mapa en el que tendremos que aceptar algunos retos. Pero primero conozcamos las habilidades de Cuphead, que es el personaje principal, Mugman es el del segundo jugador en caso de disfrutarlo en cooperativo. Nuestra taza tiene varias capacidades y poderes que podremos desarrollar a lo largo de la aventura, podemos disparar, saltar, deslizarnos rápidamente para esquivar, agacharnos y utilizar la habilidad de parry con la que podremos llenar nuestro medidor de ataque fuerte. Para aprender los movimientos tenemos a nuestra disposición tutoriales interactivos muy eficaces.
Al atacar a los enemigos que se ciernen contra nosotros iremos rellenando una barra de cartas, al conseguir las cuatro podremos efectuar un ataque poderoso que quitará más vida al enemigo. Además, tendremos que tener en cuenta que si saltamos sobre los objetos de color rosa, habilidad parry, ganaremos una carta entera.
Pactar con el diablo
Cuphead no es un juego de plataformas, el título de Studios MDHR es un run & gun. Existen tres tipos de desafíos que aportan diversidad y longevidad al juego. En primer lugar nos encontramos con el objetivo principal, derrotar jefes. Encontraremos un total de 17 personajes, sin contar los finales, a los que tendremos que robarles el alma para saldar nuestra deuda con el diablo. Estas fases tienen dos niveles de dificultad diferentes, el simple y el regular. El modo simple nos permitirá abrir nuevas zonas del mapa pero para conseguir lo que de verdad necesitamos, contratos de alma, tendremos que finalizar los combates en nivel regular. Son todo un desafío y requieren que aprendamos las mecánicas del enemigo para no sucumbir de inmediato. Moriremos mucho pero al vencer es muy satisfactorio. Además, no siempre iremos a pie, también pilotaremos un avión, en determinados niveles, aportando un grado de variedad al juego.
Otra de las zonas que encontraremos en el mapa son las llamadas «plataformas», más que plataformas son fases en las que hordas de enemigos se lanzarán a nuestro paso mientras recorremos la pantalla en horizontal para llegar a un jefe final que es más potente. Hay seis de estas fases, se quedan un poco cortas, y nos servirán para ganar monedas que podremos intercambiar por productos más que útiles en la tienda.
En la tienda se pueden adquirir diferentes municiones para nuestros disparos, objetos para aumentar nuestra resistencia o nuestra «barra de vida». Las monedas son difíciles de conseguir ya que los niveles son realmente enrevesados, cuanto más avancemos más complicados serán. Podremos equipar todos estos utensilios pulsando el botón Y, ahí accederemos a nuestro arsenal y elegiremos lo que mejor se adapte al momento y a nuestra habilidad como jugador.
La última zona que encontraremos en el mapa son los mausoleos. Existen un total de tres mausoleos en los que tendremos que hacer uso de nuestra mecánica parry para ahuyentar a los fantasmas que atacan una misteriosa urna. Si lo superamos obtendremos un súper poder especial que nos facilitará la vida a la hora de enfrentarnos a los enemigos.
Precioso apartado técnico
Cuphead cuenta con un precioso y trabajado apartado técnico. Pintado y dibujado a mano es toda una obra de arte en movimiento. La banda sonora es sencillamente una delicia para los sentidos, los años 30 en la más pura esencia de la década. Uno de los fallos es que por el momento no se encuentra traducido al español, es decir, los textos los encontraremos en puro inglés aunque parece que Studio MDHR tiene planes para un paquete de idiomas. El apartado sonoro es una maravilla, el sonido y la música de la época encajan perfectamente, como un guante, en Cuphead.
No se encuentran caídas de frames, todo es muy fluido, las mecánicas son fáciles de aprender y controlar, otra cosa es que seamos capaces de mantener unos reflejos a la altura de la dificultad del juego. La duración es proporcional a tu habilidad, superarlo al 100% pueden ser cuestión de muchas horas, es un juego difícil y desafiante. Invita a intentar una y otra vez, a aprender mecánicas.
Conclusiones del análisis de Cuphead- Xbox One
Cuphead es un título indispensable si te gustan los desafíos. Horas y horas de pruebas te esperan si decides hacerte con este juego tan esperado por los usuarios de la marca Xbox. No es un título de plataformas, se centra en enfrentamientos que nos costarán sangre y lágrimas en su dificultad más alta. Si no eres de esos que disfrutan repitiendo e intentando una misma fase para superarla te va a costar echarle horas y podrá parecerte repetitivo.
Un juego diferente de esos que hacen falta en un catálogo, además está hecho con mimo y cuidado al máximo detalle. Puedes hacerte con Cuphead para Xbox One y Windows 10 en la store oficial de Xbox por 19,99 euros.