Puede que el concepto de este juego quede poco claro, o quizá confuso. Una mezcla de metroidvania con roguelite y soulslite puede parecer abrumador, pero nada mas lejos de la realidad. El estudio francés Motion Twin mezclan a la perfección todos esos conceptos para traernos el que, para mi, es el juego del verano. Adictivo, rápido, control fluido y diseño llamativo hacen que Dead Cells se convierta en el indie del momento.
Comenzamos
De la historia, poco os voy a contar. Tampoco es que importe mucho en este caso, la verdad, ya que lo que interesa es el gameplay y las mecánicas que usa. Básicamente, se trata de ir pasando zonas, generadas aleatoriamente, hasta el final del juego. Después de caza zona, tienes un “área de descanso” donde reponer fuerzas y desbloquear habilidades. En cada zona irás encontrando diferentes enemigos con ataques muy diferenciados. Aquí es donde radica todo ya que es tu rapidez de adaptación y aprendizaje lo que hará que te pases más fácilmente las zonas. Ir aprendiendo los ataques es vital, no solo en los jefes finales sino con los enemigos normales. A la hora de explorar también tendrás la ayuda de unos portales de teletransporte que facilitarán la velocidad a la que terminas ciertas zonas. Cabe mencionar que una vez en el juego, las pantallas de carga son mínimas y muy bien optimizadas.
¡Dadme armas!
A medida que avanzas en el juego, verás que tienes infinidad de armas a tu disposición. Tanto de corto como de largo alcance, escudos, granadas, y ayudas varias para ir avanzando. Dos slots para armas y otras dos para granadas y otros menesteres y configurables. Es decir, puedes llevar dos espadas en los slots de armas, o bien arco y escudo, etc. Las posibilidades son muy amplias, aunque no siempre dispones de tus armas preferidas. Estas también aparecen a lo largo de la partida de forma aleatoria. También, en cada zona, encontrarás un mercader que te vende tres armas con lo que lleva siempre algo de dinero encima para personalizar a tu gusto tu armamento. Eso sí, no son baratas.
Puedes encontrar espadas y escudos de todo tipo. Hay espadas muy rápidas, pero con menos daño, espadas más pesadas y lentas, pero con un daño atroz o bien espadas con algún tipo de habilidad como fuego o veneno. Conocer el timing de estas armas es vital para progresar en la partida. No es lo mismo una espada rápida que una pesada. Esta última te puede dejar vendido en muchas ocasiones y, aquí, los errores se pagan muy caros (¿hemos dicho ya que es soulslite?).
Los enemigos que vayamos matando soltarán dos cosas. Gemas que se convierten en dinero para luego poder comprar armas o bien células. Estas últimas sirven para desbloquear habilidades y armas cada vez que pases una zona. Puedes desbloquear un vial para curarte durante la partida (muy importante) o bien armas de diferente tipo. Tanto el dinero como las células se pierden al morir, así que cuidado (esta es otra deliciosa aportación de la saga souls).
Más de lo que parece
Este tiene que ser un juego muy rápido y muy preciso para que funcione, y lo cumplen con creces. El gameplay es muy fluido y eso ayuda a avanzar, zona tras zona, sin darte cuenta. Quieres más y engancha. Sí es cierto que puntualmente me ha dado algún tirón y se ha quedado el juego cuajado un par de segundos, pero ha sido en contadísimas ocasiones y en ningún momento ha sido un problema o algo que empañe el resultado final del título.
También encontraremos zonas ocultas y tesoros para que no todo sea avanzar sin mirar atrás y podamos prestar atención al entorno. Según que habilidades tengas, puedes acceder a algunas zonas así que si en las primeras partidas ves que hay algo con lo que no puedas interactuar, paciencia.
Y todo esto acompañado de una BSO muy original y compuesta con un gusto exquisito. Siempre está tirando de ti para que avances, no lo notas al principio, pero ahí está. Si podéis escucharla por separado, sin jugar, os daréis cuenta de lo que digo. Mezcla de heroicidad con oscuridad en su justa medida. Espectacular.
Se acabó
Nos os voy a contar más. Creo que he dicho suficiente y lo que no he dicho, está bien que lo descubráis vosotros. Lo que sí os digo, es que no os va a dejar indiferente. Con una curva de dificultad muy bien elaborada, quizá el comienzo os cueste, pero rápidamente os haréis al control, la velocidad del juego y a sus muchas mecánicas en cuanto a armas se refiere. Os matarán mil veces y seguiréis intentándolo. Porque es la base de este juego, la repetición y aprendizaje. Todo esto unido a una estética preciosa y a una banda sonora épica, hace de Dead Cells una apuesta segura para pasar lo que queda de verano, y mucho más.