El análisis de Destiny: El Rey de los Poseídos se ha hecho esperar por nuestra parte pero hemos querido asegurarnos de poder explotar el título a fondo, algo que en un día es imposible, para contaros nuestra experiencia en esta gran expansión que revitaliza un juego y que, tras más de 50 horas, aún no hemos podido desencriptar al completo.
Tres semanas han pasado desde que recibimos El Rey de los Poseídos, una suerte de Destiny 2.0. La llegada de la expansión se produjo, además, en las mismas fechas que el lanzamiento del original allá por comienzos de septiembre del año pasado.
Destiny fue un juego que levantó una gran expectación y cuyas expectativas rozaban lo estratosférico, como su ridículo presupuesto de 500 millones, algo que contribuyó a generar un ‘hype’ desmedido que acabó convirtiéndose en decepción para muchos usuarios que no buscaban en Destiny lo que el título finalmente ofrecía. Pese a eso, Bungie continuó actualizando el juego semanalmente con importantes características. lanzó, además, un primer, y caro, DLC llamado La Profunda Oscuridad. Con el segundo DLC, La Casa de los Lobos, Bungie intentó profundizar en la narrativa de Destiny, sustituyendo a la voz original del Espectro y creando una experiencia más redonda que, sin embargo, distaba de lo prometido hace años.
Con El Rey de los Poseídos, Bungie consigue no sólo revitalizar un título sino hacerlo más atractivo que nunca para los nuevos guardianes que podrán hacerse con Destiny al completo (juego original, dos DLCs y esta expansión, por unos 70€. Acompáñanos en el análisis de Destiny: El Rey de los Poseídos, un título que nos devuelve a la gran Bungie que conocimos gracias a los fantásticos juegos de la saga Halo, una compañía que tenía mucho que demostrar y que ha plasmado todo su talento en un título, y un grimorio, para quitarse el sombrero.
Luz al final del túnel
No nos engañemos, Destiny, cuando hablo de ‘Destiny’ a secas me refiero al original, no pretendió cambiar las bases de los shooters en primera persona en cuanto a sus cualidades narrativas se refiere. De hecho, el juego contaba con una historia inconclusa de forma torpe, muchos datos y nombres que no significaban nada para nosotros e, incluso, una narrativa contada a trompicones que daba la sensación de haber pasado por problemas durante la escritura de los guiones, algo que se ha rumoreado durante las últimas semanas pero que parecía evidente cuando te enfrentabas al modo campaña. También introdujo una serie de modos multijugador que no dejaban de ser los típicos de muerte por equipos o captura de zonas.
Destiny no sólo no revolucionó en cuanto a su narrativa o modos sino que tampoco lo hizo en su combate con habilidades especiales ni en su ‘looteo’ es más, no copiaron bien a Borderlands, juego cuya inspiración en más que evidente, ocasionando un sistema de progresión torpe y dejado completamente a la dicha de la diosa Fortuna.
Sin embargo, puede que su divertido gunplay o ese sistema de evolución aleatorio, en principio, fueran las bases que hacían que miles de jugadores jugasen al título sin saber cuáles eran sus motivos para hacerlo. Eso si, una expansión era necesaria ya que la población del título fue disminuyendo de forma drástica tras el lanzamiento de La Casa de los Lobos, y vaya si Bungie ha conseguido traer a todos los guardianes a casa.
El Rey de los Poseídos no es una simple expansión, es algo intermedio entre el Destiny que nos era conocido y un juego completamente nuevo, algo que la compañía nos dejó mascar antes de tiempo gracias a la actualización 2.0 que no sólo preparaba a los guardianes para El Rey de los Poseídos sino que dejaba con la miel en los labios a aquellos que no iban a comprar la expansión con una suerte de ‘’mira lo que te vas a perder, y esto es sólo el comienzo.’’
Hola, narrativa
Destiny: El Rey de los Poseídos comienza con algo que habíamos echado de menos, y mucho, en el juego original. Nos referimos, entre otras cosas, a la narrativa, la experiencia satisfactoria de campaña para un jugador, aunque hablar de un jugador en Destiny siempre es relativo puesto que el juego nos anima, incluso nos obliga, a jugar con otros guardianes.
El Rey de los Poseídos comienza con una espectacular cinemática en la que las naves insomnes comandadas por un crucero estelar, el de la Reina, todo muy rollo Starcraft, también de Activision-Blizzard, lanzan un ataque contra una enorme nave con apariencia rocosa perteneciente a Oryx, el Rey de los Poseídos y padre de Crota, rey, a su vez, de la Colmena y a quien derrotamos en La Profunda Oscuridad.
La reina lanza un ataque devastador contra el Acorazado, la nave de Oryx, pero resulta inútil debido a la implacable respuesta por parte de nuestro principal enemigo, quien, con un sólo ataque, borra toda presencia insomne de los anillos de Saturno. Es entonces cuando nos toca entrar en acción pero, claro, no iremos en primer lugar al Acorazado, antes nos toca construir una nave con la tecnología necesaria para llevarnos allí. Para ello iremos a hablar con la Vanguardia, primer punto diferenciador, además de la cinemática inicial, con Destiny. Y es que, por primera vez, las escenas entre misiones tendrán cada una sus cinemáticas explicativas y personajes que nos daban igual en Destiny, casi todos, por no decir absolutamente todos, reaparecerán de forma estelar en Destiny.
Cayde-6, el ‘jefe’ de los Cazadores es, sin duda alguna, el principal protagonista, además de Eris, quien se destapará más adelante en la aventura. Estas primeras misiones serán trabajos que haremos para Cayde que será nuestro jefe, si, por encima de Zabala si sois titanes, como yo, y con quien iremos entablando una ‘relación’ de amistad, algo impensable hace unos meses debido al carácter de Destiny.
Una vez conseguida la tecnología, viajaremos por toda la galaxia a través de escenarios conocidos y otros nuevos, hablando con personajes, disparando a discreción, huyendo ante un ataque imparable, escuchando, y de forma amistosa, a nuestro espectro y subiendo de nivel, todo ello en un modo campaña de unas 5 horas con un impresionante jefe final y un protagonista absoluto, el Acorazado.
El acorazado
Esta impresionante nave hostil será el lugar donde, seguramente, más tiempo pasaremos en El Rey de los Poseídos, pese a las nuevas zonas, la Torre, los asaltos e, incluso, el Crisol. Y es que, Bungie no sólo ha creado una impresionante nueva estancia sino que la ha dotado de secretos, pasadizos, caminos confusos y serpenteantes, muchos coleccionables, enemigos de todo tipo, una nueva zona ‘arena’ y donde encontraremos muchos recursos para subir de nivel. Pero, sin duda, lo mejor del Acorazado es que hace la experiencia de PvE, jugador versus entorno, algo tan sumamente divertido, con sus eventos aleatorios y batallas entre todo tipo de enemigos, que nos hará olvidar por completo el Crisol, algo que relegaremos a las pruebas diarias para conseguir distintivos de leyenda, de los que hablaremos más adelante.
El Acorazado no es sólo una zona donde hay balizas de la Vanguardia, cuya instalación es muy curiosa, sino que se trata de un emplazamiento gigantesco con lugares aparentemente inaccesibles, habrá que utilizar el Espectro para poder desentrañar los misterios de la estación, cincuenta coleccionables en forma de fragmentos cristalizados que servirán no sólo como moneda de cambio en misiones sino como coleccionables que desbloqueará lo más importante del Rey de los Poseídos a nivel narrativo, el grimorio, algo de lo que hablaremos en su propio apartado.
Además de esto habrá un montón de pasadizos a los que tendremos que acceder agachados por pequeños túneles y que desembocarán en la nada aunque, eso si, también podremos encontrar un cofre con copos de hadio, un cofre que sólo podremos abrir con llaves especiales que conseguiremos haciendo algo bastante peculiar para cada una, una ‘palanca’ que active pruebas o lo más maravilloso de todo, la Corte de Oryx, un ‘altar’ en el que, hasta co tres amigos en patrulla y todos los ‘guiris’ que quieran unirse, combatiremos contra los jefazos poseídos de Oryx con el objetivo de lograr los ansiados engramas, además de otros importantes materiales y elementos indispensables para evolucionar en El Rey de los Poseídos. Sin embargo, si hay algo que abundará más que nada en esta expansión serán, por descontado, los Poseídos.
Los poseídos
Los Poseídos son la nueva facción de Destiny, un implacable enemigo que está a las órdenes de Oryx y que nos hará las cosas bastante difíciles cuando enfrentemos misiones por encima de los 280 de nivel de luz (os puede parecer un nivel elevadísimo de luz, lo es, pero os hablaremos más adelante de ello).
Estos poseídos no son unos enemigos originales, ni mucho menos, se trata de versiones ’oscuras’ de los enemigos que ya conocemos, sobre todo Cabal y Colmena, que ha ido absorbiendo Oryx y devuelve al mundo en forma de ‘espectros’. Estos enemigos no es que sean más duros, su punto débil nos permitirá hacerles bastante daño, pero si tienen unas habilidades que nos tocarán bastante las narices. Y es que, cuando se juntan muchos en pantalla y vamos con revolver es difícil afrontar el combate pero si, además, empiezan a multiplicarse como si se tratara de células… la cosa se pone seria. Esa será una de las habilidades. otros tendrán la capacidad de darnos un golpe que nos reventará, literalmente, al toparnos con una pared, otros podrán crear campos de vacío que nos impedirán utilizar nuestras habilidades de luz y otros tendrán la capacidad de lanzar bombas de vacío que nublarán nuestra pantalla haciendo que, durante 2-3 segundos, todo esté en negro y no veamos, literalmente, nada.
Aunque, como decimos, no son nuevos sino variaciones de los que ya conocíamos, los Poseídos demuestran que, a nivel de diseño, Destiny sigue siendo una auténtica maravilla. Es un espectáculo ver cómo se desvanecen estos enemigos en un mar de luz blanca y, por descontado, será una delicia luchar a la vez contra Cabal, Poseídos y Colmena. A los Caídos les veremos poco el pelo, la verdad.
Nuevas subclases
Para luchar contra estos nuevos enemigos, donde encontraremos un alto número de enemigos Últra, necesitaremos nuevas habilidades. Ahí es donde entra Bungie con las nuevas subclases de los Guardianes, algo que no sabremos porque sí, como en el ‘primer’ Destiny, sino que tendremos que viajar donde nos digan que está la habilidad y pasar las pruebas pertinentes para ser ‘dignos’ y poder utilizar la nueva habilidad. En mi caso, Titán, el Martillo y las habilidades solares de los Quiebrasoles son todo un espectáculo de fuego y terror en nuestros enemigos. Los Cazadores tendrán un arco de vacío y los Hechiceros tendrán la posibilidad de lanzar rayos por la punta de los dedos, como si de caballeros Sith se tratara. Estas nuevas subclases irán evolucionando a medida que completemos misiones y ganemos experiencia, por lo que no será un simple nuevo ataque y nada más sino que será un completo árbol, como las demás subclases.
Renovado sistema de evolución
Es el turno de hablar de, posiblemente, lo mejor de El Rey de los Poseídos, su sistema de evolución de personaje. Atrás quedaron los tiempos en los que debíamos esperar que, con un poco de suerte o amigos para completar incursiones o el modo hordas de La Casa de los Lobos, nos tocara un engrama en condiciones que el ’Trollarca’ desencriptara para que nos volviera a tocar algo que ya teníamos o que, simplemente, no nos valía.
Ahora la cosa ha cambiado completamente. Para empezar, hay que señalar que el nivel máximo de personaje será de 40, algo que conseguiremos en apenas hora y media, aunque os parezca mentira. Sin embargo, el verdadero nivel máximo, el que ronda los 300 de luz, tardaremos mucho, mucho en conseguirlo, como apunté hace unas líneas.
En esta ocasión subiremos la experiencia de forma tradicional, matando enemigos (algo que nos dará una miseria de experiencia), cumpliendo contratos y misiones y luchando en el crisol. Sin embargo, para subir el nivel de luz la cosa será algo más complicada y llevará más tiempo. Habrá nuevas armas y armaduras de año dos, las que realmente valdrán la pena, y éstas irán evolucionando mientras matamos con dichas piezas equipadas, como en Destiny, sin embargo, el nivel de luz de las armas y armaduras contarán para aumentar nuestro nivel general y, para ello, tendremos que ‘mezclarlas’, imbuirlas, con otras piezas del mismo año y mayor nivel de luz. Esto no será grátis ya que gastaremos piezas de arma o armadura, según toque, y distintivos de leyenda. Además, sólo lo podremos hacer con piezas de leyenda y extraordinarias (estas últimas mediante fragmentos excepcionales). Será un proceso largo pero reconfortante que nos permitirá no cambiar constantemente a una armadura o arma con mejor ataque o defensa perdiendo sus atributos de intelecto, disciplina y fuerza. En definitiva, ahora, la evolución en Destiny dependerá únicamente de nuestra habilidad, nuestra dedicación y el empeño que pongamos en el título.
Todo el mundo tiene su contrato
Otra de las novedades de El Rey de los Poseídos radica en la importancia que se le ha dado a cada NPC, algo que, en el primer Destiny, era testimonial pero que, ahora, tiene su importancia. Y es que, no será raro que en nuestras partidas encontremos diversas piezas que nos permitirán desbloquear elementos muy valiosos con Amanda, los miembros de la Vanguardia, Eris e incluso el armero.
El caso del armero es especialmente divertido ya que sus contratos consistirán en prestarnos un arma, bastante normalita, con la que tendremos que cumplir objetivos como matar X Vex o hacer muertes dobles. Esto desbloqueará un arma mejor que se podrá adquirir cada miércoles.
Además, a la hora de subir de nivel de facción, además de vanguardia, armero, Eris, Criptarca, Crisol, etc, recibiremos un premio especial que suele consistir en motas de luz, monedas extrañas y un engrama de leyenda o una pieza de leyenda. Por tanto volvemos a lo de antes, en este Rey de los Poseídos sentiremos que evolucionamos y que nuestra dedicación sirve para algo. Es reconfortante, a fin de cuentas.
Grimorio, el impresionante ’nuevo’ sistema de Lore
Vale, el grimorio, el Lore de Destiny, tenía su importancia dentro del juego aunque era bastante aburrido ir a la web a descubrir la historia del juego. Sin embargo, con El Rey de los Poseídos la cosa cambia y es que, los fragmentos cristalizados que os comente antes desbloquearán entradas de Oryx que servirán para conocer a nuestro principal enemigo a la perfección.
No es un apartado demasiado extenso pero creo que tiene la importancia suficiente como para dedicarle su propio espacio en este análisis y es que Destiny se está convirtiendo en algo inmenso e infinito que expande su experiencia, y con calidad e interés, más allá de la consola.
Crisol
Otro de los elementos que ha visto, necesariamente, incrementadas sus posibilidades es el Crisol, el modo PvP, jugador contra jugador, de Destiny. A los modos ya conocidos, considerados como de Año 1, se le unen nuevos modos que no están nada, nada mal. Por un lado tenemos un modo todos contra todos, además de otros por equipos en los que sobresale entre todos los demás el modo Grieta.
¿Quién no ha jugado en el colegio al juego del pañuelo? Bien, Bungie, sin quererlo seguramente, recupera este modo y le da una vuelta de tuerca. El modo Grieta pondrá en un lugar del mapa un objeto de luz que cada equipo deberá coger. El miembro del equipo que lo coja debe ser respaldado por sus compañeros para llegar a la ‘base’ enemiga y explotar la luz. Si el enemigo acaba con él antes de que esto ocurra habrá conseguido una buena cantidad de puntos pero nada comparado con lo que conseguiría de haber conseguido su objetivo. Por otro lado tenemos un nuevo modo que permite que nuestra habilidad súper se recargue muy rápido, desembocando en un modo frenético ideal para ‘aliviar tensiones’.
El Destiny que nos merecíamos
‘’El Destiny que nos merecíamos’’, esa es la mejor conclusión que se me ocurre para El Rey de los Poseídos, una expansión que recompensa la paciencia y la dedicación del jugador veterano del título ya que subiremos rápido a nivel 40 y nos centraremos en las nuevas mecánicas y nuevo sistema de luz pero que, también, sabe conducir al jugador novato al éxito a través de toda la gigantesca experiencia que, ahora si, ofrece el juego de Activision.
Es reconfortante y redondo, casi infinito, con un lore, por fin, profundo e interesante y con unas mecánicas que son una delicia. Los nuevos enemigos y el modo PvE es de lo mejor que vais a jugar lo que llevamos de generación y ahora es, si cabe, más adictivo que antes. 150 horas, y son pocas para las que me gustaría haber invertido, no garantizan el máximo nivel. De hecho, aún me faltan unas 10, calculo, para llegar al nivel máximo.
No obstante, pese a todas las ‘palabras amables’ que le dedico a la expansión, El Rey de los Poseídos no está exento de puntos negativos. Uno de los principales es la duración, muy escasa, de la campaña. nos habría gustado que explicaran más cosas que, debido al final, intuimos que se conocerán en próximos DLCs.
El Lore es algo fundamental en esta expansión pero Bungie sigue sin incluirlo en el juego, obligando al jugador a salir del título e ir a una página en un PC o dispositivo móvil para conocer el rico contexto de Destiny. Por último hay que señalar que todo nuestro esfuerzo y dedicación para conseguir elementos extraordinarios en Destiny se ha visto borrado de un plumazo debido a la poca consideración que tienen las armaduras y armas excepcionales del año 1 en El Rey de los Poseídos.
Pese a esto, no hay que olvidar lo que dije en un principio, »así es como debería haber salido Destiny hace un año». El Rey de los Poseídos no sólo cambia el juego y sus elementos jugables sino que, directamente, lo arregla, aunque suene cruel.