Blizzard nos sorprende otra vez con lo que todos esperábamos como otro «refrito» de la actual generación para bien. En esta ocasión Diablo III: Ultimate Evil Edition mejora en absolutamente todo, teniendo el juego completo, una nueva campaña, un nuevo personaje y muchas otras mejoras que os mostramos a continuación en el análisis de Diablo III: Ultimate Evil Edition.
Lo que ya teníamos de Diablo III, mucho más, mucho mejor en Ultimate Evil Edition
Recordemos la maravillosa adaptación de Diablo III a la consola, tanto en PS3 como en Xbox 360. Es cierto, las interfaces tanto de batalla como de personalización de personaje y demás no se parecen en nada, pero no por ello deja de ser útil e intuitiva. Algunos se quejaron (para variar, es lo que se lleva en estos días, comentar en los diferentes medios el descontento con “x”) de que la esencia de Diablo desaparecía con ella.
Y es que Diablo III ha sido objeto de críticas desde mucho antes de su salida, y muchas de ellas con razón: el tema del Loot, el tema del PvP, lo aburrido que podía llegar a ser y todo lo que a un usuario se le pueda ocurrir.
Pero su salida en consolas fue más allá de lo conocido en PC. La mayoría de estos problemas fueron solventados, y aunque había algo de tearing y de bajadas de FPS sobre todo en coop a 4 (y más si cogías un médico brujo y un mago, que lo que tenía que mover la consola era una barbaridad), todos nos quedamos sobrecogidos con el excelente trabajo que hicieron para realizar una adaptación al mando de la consola.
Y, ¿qué tiene de nuevo esta versión? Mucho. Y mucho mejor. De entrada tenemos el juego completo de Diablo III, pero además un nuevo acto, como en su día lo fue el Lord of Destruction de Diablo III (corremos un tupido velo con la expansión de Diablo I), con una historia asombrosa en la que nos vuelve a dejar helados.
Un acto a la altura de Lord of Destruction
Malthael, antiguo arcángel de la sabiduría y corrompido por las palabras de nada menos que Baal (Señor de la Destrucción) le tiende una trampa a Tyrael justo antes de entregar la Piedra Esencial Negra al Santuario (en la tumba de Rakkis), donde nadie podría hacerse con ella y con todos los males que contiene, dejando a nuestro entrañable arcángel desvalido totalmente, autodenominándose a sí mismo “El Ángel de la Muerte”.
Respecto a las novedades del juego, tenemos detalles como el poder enviar regalos y mensajes a jugadores que estén en nuestra lista de amigos (nos saldrán unos ítems con un único destinatario, que les enviaremos, normalmente, y por Loot, adaptados a su nivel y muy buenos).
Un detalle por parte de Blizzard, es que si tenemos la cuenta enlazada a battle.net, nos regalarán un par de anillos únicos (Anillo Blizzard) que nos harán mucho más potentes de primeras, un detalle para empezar directamente en Nivel Experto sin duda alguna.
Así que imaginad el resto, nueva campaña, nuevo Boss, nuevos bosses inferiores y mucho equipamiento.
Otro elemento que desconocíamos de la anterior versión es la aparición aleatoria de Némesis. Los Némesis son enemigos que han vapuleado salvajemente a amigos de nuestra lista de Xbox LIVE en Diablo III: Reaper of Souls. A veces estos enemigos, junto con la sombra de este desafortunado amigo, nos hace una “amistosa visita” en la que decide hacernos pedazos. En el caso de que no podamos con ellos, se lo enviaremos a otro amigo de la lista junto con nuestra sombra y así sucesivamente hasta que alguien digno pueda ser capaz de cumplir con la venganza. El problema de los Némesis es que como salte demasiado de uno a otro, las sombras de los amigos se van acumulado, y la cosa se irá poniendo cada vez más complicada. Bravo.
Ataque de Némesis
El cruzado, volviendo a los orígenes de Diablo II, pero mucho menos limitado
Y es que es lo primero que a los antiguos jugones de Diablo II se nos venía a la cabeza: El Paladín. Maza, escudo, armadura tocha, el poder de los Dioses en nuestra mano y a repartir hostias en cantidades ingentes.
Pero conforme avanzas te das cuenta de que el cruzado es algo más que el paladín de Diablo II. Es un personaje con muchas menos limitaciones, que dependiendo de nuestro estilo de juego podremos personalizarlo para luchar de cerca y en melé, luchar desde la distancia (aunque haciendo bastante menos daño), o realizar ataques de área. Así que nos encontramos con uno de los personajes más versátiles del juego.
Gameplay con el Cruzado
Aunque dependa, como ya hemos dicho, del estilo de juego de cada uno (y muy importante, saber si ese personaje lo queremos usar para el modo cooperativo o simplemente jugar con él a solas), lo ideal es ir combinando los ataques lejanos con los de área además de tener algún as en la manga (de los que dispondremos conforme subamos de nivel) por si nos dejan encerrados.
Las Fallas Nephalem, Los Contratos y El Modo Aventura
El problema del Loot, ¿qué es eso en consolas? Nada. Como ya hemos dicho anteriormente, la anterior versión de consolas salida para PS3 y Xbox 360 no tenía nada de esto. El llevar un bárbaro, que nos dropeen una maza a dos manos, y que de repente nos otorgue…¡¡¡TACHAAAAAN!!! +35 de inteligencia… no va a ocurrir en este juego. Como era de esperar, el tema del Loot lo arreglaron tanto en PC como en la versión de la anterior generación, por lo que la mayoría de los problemas que hemos tenido con esta nueva entrega de Blizzard ya están más que solucionados.
De hecho lo que antes en PC se conocía como las Partidas de Botín, dado que estaban hechas simplemente para encontrar objetos únicos, ahora se llaman Fallas Nephalem, partidas completamente aleatorias, en las que nos adentraremos en mundos en los que tanto el clima, como los objetivos, como los bosses e incluso el decorado es aleatorio, y su única finalidad es precisamente encontrar objetos adecuados para nuestros personajes.
Para darle otra vuelta de tuerca, Blizzard nos sorprende con el Modo Aventura, en el que podremos explorar libremente el mapa entero sin tener las misiones principales de por medio, ir donde queramos con plena libertad por el mero hecho de pasar el rato e ir matando enemigos, pero en el caso en el que se nos haga cuesta arriba, tenemos los “Contratos” que son nada menos que pequeñas misiones dentro del Modo Aventura y que amenizarán esos momentos de aburrimiento en caso de que se den. Podemos encontrar desde pasarnos una mazmorra, cargarnos a un boss en concreto o una serie de enemigos (parecido esto último a una de las primeras misiones de Diablo III).
Horas, horas y más horas
Diablo III ya tenía muchos elementos para convertirse en el odiado de las novias y las madres, un cooperativo a 4 jugadores casi perfecto, en el que aunque había algún que otro bajón de FPS en la pasada generación, mirábamos hacia otro lado como si de un gran amigo feo se tratase. Ahora, todo lo que echábamos en falta los diablo2fags, lo tenemos aquí, en Diablo III: Ultimate Evil Edition, y encima mejorado, con un entorno en consola que te deja sin aliento, con la mayoría de los amigos de tu lista de Xbox LIVE dándole a cualquier hora del día, las horas se te harán cuesta arriba mientras llega el momento de mandar todo al carajo y sentarte en tu sofá a descubrir nuevas habilidades, hacerte otro personaje, mirar el buzón para ver qué te han mandado tus amigos, irte a una falla y hacértela en 20 minutos, quedar para un cooperativo (ya sea online o en local con cuatro mandos en tu casa) en el que te acabes acostando a la hora de levantarte o simplemente darte una vuelta por el Modo Aventura y esperar a que el Némesis de uno de tus amigos acompañado de cinco sombras te intente rebanar en filetes, cosa que muy probablemente hará.
Disfrutad de esta maravilla que Blizzard ha tenido el detellazo de moldear para nosotros, los consoleros.
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Lo bueno
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- Es el mismísimo Diablo III
- ¿Te aburres con un modo de juego? Tranquilo, que hay muchos más
- Cooperativo para 4 jugadores, tanto en local como online
- Las Fallas Nephalem son lo más adictivo que se ha visto en mucho tiempo
- Curva de dificultad maravillosa
- El Cruzado es un personaje diosal en todo, hasta en los comentarios chulescos
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Lo malo
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- Los modos de dificultad superiores no están hechos para todos los públicos
- Que tus amigos no estén conectados y te apetezca un cooperativo con ellos
- No tener suficiente tiempo para jugar
- Que salga tan cerca del segundo DLC de Dark Souls II
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