Tras una época en la que Codemasters ha buscado ahondar en la simulación con la saga DIRT Rally, han decidido que la nueva entrega de esta franquicia recupere ese estilo arcade que lo definió tiempo atrás. Y con esta idea en mente han presentado esta nueva entrega, la cual os presentamos en este análisis de DIRT 5 basado en un hardware de la generación actual.
Y es que no podemos ignorar que en unos pocos días DIRT 5 llegará a Xbox Series X|S con una actualización gratuita vía Smart Delivery. DIRT 5 es el nuevo juego de esta saga cuyos orígenes se remontan al piloto Colin McRae, y que a lo largo de los años ha tomado diferentes direcciones con subsagas muy concretas. Ahora bien, lo que nos interesa es atender a la llegada de un juego que retoma su estilo alternativo, donde la velocidad se convierte en el máximo exponente junto a los derrapes y los saltos.
DIRT 5 llega de forma contundente y radical para romper con sus últimas entregas
Un cambio radical
DIRT 5 es uno de esos juegos que intenta marcar distancias con todos los juegos que han ido viendo la luz este año en Xbox. La mayoría de ellos han buscado profundizar en carreras en circuitos de asfalto, o carreras profesionales de licencias deportivas. Un año con muchos juegos de gran calidad destinados a los fans de la velocidad, que pueden encontrar en DIRT 5 una alternativa a tanto “realismo”.
Y hemos comentado que este juego retoma la saga principal, aquella saga numerada que terminó en DIRT 4. Pero lejos de asemejarse a este, podría asumirse que su referencia real estaría en DIRT Showdown. Y es que en el principal modo, el Modo Trayectoria, nos introduce en el DIRT Festival que dará cabida a un buen número de pruebas en un plano que se irá desbloqueando según las vayamos superando.
Por otro lado, tenemos otros modos de juego más directos, y sencillos, como sería el modo arcade que incluye carreras libres y las pruebas cronometradas. Con esto, se puede configurar y ampliar la experiencia más allá del modo principal, sabiendo que el soporte al multijugador tiene mucha fuerza en esta ocasión. Pero eso lo trataremos más adelante. Ahora vamos a echar un vistazo a la experiencia principal, que es la que otorga gran cantidad de puntos que hay que considerar para obtener todo ese contenido que incluye DIRT 5.
Hay muchísimas pruebas en el Modo Trayectoria, con retos específicos y recompensas exclusivas
Toda esta ambientación se sustenta no solo en un diseño muy específico, sino también en una banda sonora repleta de temas muy potentes y un conjunto de personalidades de este ámbito que se convierten en guionistas. Eso sí, al estar totalmente doblado al español, la voz original se pierde para permitir comprender, sin tener que leer subtítulos, todo lo que importa en este festival de velocidad de DIRT 5.
Haciéndose un nombre
El Modo Trayectoria de DIRT 5 nos presenta un festival de carreras, con pilotos icónicos y un sinfín de consideraciones. Las primeras pruebas sirven para conocer los diferentes tipos de competición que enfrentarán los pilotos. Bien por tipología o por vehículo, encontramos pruebas como el Land Rush, la Estampida, los Rally Raids y otras muchas pruebas que reciben nombres llamativos para describir pruebas muy sencillas. Porque parte del nombre reside en si es una prueba a vueltas, una prueba punto a punto o una prueba cronometrada. El otro factor que determina el nombre es el tipo de vehículo que se usa, y ahí, hay un catálogo muy interesante de coches de varios tipos. Algunas categorías están algo vacías frente a otras, pero el catálogo de coches es realmente interesante.
A partir de ahí, tan sencillo como correr y cumplir con la primera premisa de cualquier juego de carreras, ganar. Pero DIRT 5 es especial y más allá de ganar hay que mirar a una serie de requerimientos por carrera. En cada una se pide cumplir con otros objetivos alternativos, como puede ser adelantamientos, derrapes, velocidades y cosas más complejas, como rozar a los rivales, incluso cuando se derrapa o salta. En algunas ocasiones habrá que priorizar la carrera o los objetivos, pues cuando la dificultad sube, puede no poder enfrentarse a todos estos objetivos por carrera.
Encontramos entornos de todo tipo repartidos por todo el mundo con características muy distintas
Incluso, llegado el momento, se ofrecen patrocinios con determinadas marcas. Estos patrocinios son parte de esa progresión de jugador vinculada a las ganancias, reputación y la multitud de elementos desbloqueables que hay en el juego. Estos patrocinadores nos exigirán cumplir determinadas tareas, incluso, mantenernos con ellos para ganar más puntos por fidelidad.
Como se puede ver, más allá de ganar carreras y, con ello, dinero para comprar coches, hay otros elementos a considerar. La reputación es otro de esos elementos que surgen, como el nivel de piloto. Entre una cosa y otra se irán obteniendo recompensas específicas o desbloqueando objetos que podremos usar para personalizar la experiencia de piloto a niveles ingentes. Ya sea para diseñar coches o la tarjeta de piloto, la cantidad de detalles que se pueden configurar es ingente, incluso puede llegar a saturar.
Pero en el fondo, todo esto está diseñado para un único propósito. Competir. Y ahí entramos ahora, a valorar cómo es la conducción de DIRT 5, que abandona la simulación para enfatizar en la velocidad y la adrenalina.
Muchas pruebas, muchos vehículos y todos ellos preparados para correr, saltar y derrapar
Adrenalina sin límites
Uno de los aspectos que más cambios sufrió en los últimos títulos de la franquicia fue la conducción. El plan de regresar a los rallies puros, con tramos y pruebas cronometradas fue una decisión acertada, después de todo. Pero había ganas de retomar las carreras frenéticas que no exigen preparación ni reglajes para afrontar. Y así surge una nueva manera de plantarse carreras off-road con todo tipo de vehículos en todo tipo de terrenos.
Lo primero podría ser atender a los diferentes tipos de vehículo, pues son los que van a condicionar, en gran medida, cómo conducir. No es lo mismo un coche de rallies con tracción total que uno que solo sea de tracción delantera o propulsión trasera. Incluso, no es lo mismo un coche de rally que una camioneta que otros vehículos más extremos. Todos tienen su manera de conducirse, aunque dentro de cada categoría los cambios son mucho menos evidentes, limitándose a dos parámetros, rendimiento y manejo.
Desde el día a la noche, desde sol hasta ventiscas, también nos enfrentaremos a los elementos
No hay que considerar tablas de características de vehículo que recogen cómo rinde en 4 o 5 apartados, sino que solo hay que considerar el rendimiento, como la capacidad de aceleración y velocidad punta, y el manejo, en torno a su facilidad de uso. Cuando nos ponemos en marcha si podemos atender a ciertos baremos que considerar en el mando, donde no es que sea demasiado comunicativo, pero si que reacciona acorde a las circunstancias. Con algo de peso en la dirección, con cierto mimo en el gas, no resulta complicado buscar maneras de «encarar» los amplios tramos con algo de «alegría». Una jugabilidad sencilla que servirá para marcar ciertas distancias con otras propuestas. Velocidad, derrapes y echarle valor, porque cuando nos metemos en carrera, nos damos cuenta que no hace falta considerar mucho más.
La conducción se hace sencilla, en parte, porque los circuitos no se parecen en nada a lo habitual en los juegos de rally más exigentes. Esa combinación de amplios caminos y una conducción más directa, hacen de DIRT 5 un juego que recupera la esencia de los juegos de conducción arcade clásicos. Cierto es que en este caso no se trata sólo de acelerar, pero al comenzar la carrera la experiencia denota esa calidad arcade tanto por concepto, como por la conducción. Y en este aspecto las pruebas determinan un poco cómo afrontarlas, y en algunos casos nos enfrentaremos a pruebas con vehículos que se hacen complicados de gobernar.
Hay muchos complementos y elementos de personalización que solo se desbloquean cumpliendo objetivos muy diversos
Acelerar a tope, buscar la trazada y derrapar, casi son una combinación necesaria de controlar para poder ser tanto o más rápido que la IA. Una IA combativa, en ocasiones con una sensación de rendimiento bastante artificial, que puede poner las cosas muy difíciles. Y ser rápido, aunque requiera de cierta precisión, lo que requiere realmente es valor, lo que lo hace muy interesante, sabiendo que al premio por ganar la carrera, se suman los objetivos adicionales que se plantean para cada carrera.
A esto, el regreso de algunas pruebas que nos sacan de la competencia directa con otros rivales. Pruebas cronometradas extremas y las siempre atractivas Gymkhanas, servirán para evadirse por momentos de la presión de esos conductores que nos acechan y golpean siempre que pueden. Y es que si hay algo que no parece estar del todo bien planteado, que puede ser por el concepto arcade radical que han querido ofrecer, es que la IA de inteligente no tiene nada. Van muy por donde quieren, por donde pueden, y no tienen reparos a apartarte del camino. Cuando van delante, son fuertes, pero suele pasar que por detrás se descuelgan y se vuelven a enganchar de forma un tanto artificial.
En general, el plan es correcto, donde se puede notar que cada coche tiene su forma de conducirse y cada entorno, superficie y tipo de prueba condicionarán cómo ha de afrontarse la conducción de una forma sencilla, directa y, sobre todo, apasionante.
El apartado técnico luce bien, aunque el modo rendimiento marca una clara diferencia
Humo, luces y mucho color
Sabiendo que llegará una versión mejorada, que hemos visto ya en vídeo en sus diferentes opciones gráficas, atendemos a las consolas de la generación actual en este análisis de DIRT 5. Y ahí encontramos que la versión de Xbox One X también goza de dos opciones gráficas, priorizando la calidad o el rendimiento. Es algo muy habitual que sirve para que cada uno pueda elegir qué priorizar, buscando los 4K y 30fps en un caso, y los 60fps en el segundo.
El diseño general del juego es algo que llama mucho la atención. Si bien Codemasters ha ido abandonando poco a poco el uso de ese filtro monocromático que definía todos los juegos basados en el motor Ego, DIRT 5 rompe moldes en cuestiones de colorido. La ambientación apuesta por ese recuerdo que se tiene de aquel DIRT Showdown y lo actualiza a un nuevo nivel gráfico. No es complicado, porque han pasado muchos años desde entonces y, además, se han fijado en los nuevos hardwares para buscar algunos elementos de diseño más espectaculares.
Sin entrar a debatir lo adecuado de esta ambientación tan saturada de efectos y colores, lo cierto es que el juego se ve bastante bien. Hay un buen número de detalles en pantalla, con escenarios ambientados en diferentes lugares repartidos por todo el mundo. Desde la cantera italiana, el puente de Brooklin o la favelas de Rio de Janeiro, pasando por bosques de bambú en China y mucho más. Se ha buscado cierta espectacularidad para recrear escenarios imposibles, con gran nivel de detalle. A título personal, la carrera en el entorno chino, en una carrera nocturna, resulta fascinante con una gran cantidad de elementos que lo hacen muy apasionante.
Muy colorido y bastante efectista, evoca un cambio de dinámica en la saga
Pero como es habitual en estos juegos, el centro de la acción está delimitada por unos límites y es la pista. Es aquí donde realmente se intenta invertir la mayor cantidad de esfuerzos. Coordinar un buen número de coches en pista, moviéndose a toda velocidad, con muchos efectos visuales como polvo o salpicaduras, hace que cada carrera denote mucha acción en cada momento. Hay algunos escenarios y combinaciones de la carrera que pueden deparar momentos realmente asombrosos en cuestiones de efectos visuales. Pero lo que realmente atrapa al jugador, es la velocidad.
Entre los efectos ambientales más destacados podríamos encontrar aquellos que son determinados por la meteorología o el momento del día. Aunque las precipitaciones, de lluvia o nieve, no tienen un efecto realmente impactante de día, cuando se echa la noche y la luz de los faros ilumina tenuemente el camino, la cosa cambia. Pero si que parece un fallo que con la cámara interna apenas distingamos si llueve según se activan los limpias o no, ya que esas gotas no llegan a impactar en el parabrisas.
Pero a este nivel sí que se puede ver que no han querido invertir, al menos en la generación actual, demasiados esfuerzos para complementar estos efectos con otros elementos. Resulta extraño que en carreras con polvo el coche si pueda llegar a ensuciarse, al menos en el podio, pero cuando hay barro no llegue a mostrarse ese efecto de suciedad. Algo que en otros juegos de este subgénero de la velocidad han trabajado mejor, aunque no sea algo determinante para disfrutar de la experiencia.
Hay escenarios realmente espectaculares, que lucen mejor cuando se prioriza la calidad
Y pese a que se hayan descuidado detalles como estos, DIRT 5 se expone como un juego que puede llegar a saturar a la vista con tantas cosas a tanta velocidad. Y da la sensación de que este es el objetivo que han buscado para este juego. Dirigir la experiencia a las sensaciones de acción y velocidad, donde incluso, se habría limitado un poco ese diseño hasta el punto de parecer algo plano en muchos momentos. Ahora bien, en todo momento, ese estilo radical, que trae el recuerdo del DIRT Showdown, permite conferir a DIRT 5 su propio estilo y personalidad. Y a partir de aquí entra en juego hasta qué punto es importante darle importancia a la calidad visual efectista, o priorizar el rendimiento.
Y en un juego con esta dinámica puede que ambas opciones sean correctas, porque los juegos arcade pueden ser igualmente accesibles a 30fps, donde se acentúa en cierto modo la velocidad, como a 60fps donde la suavidad permite ver otro tipo de detalles. Y si tu prioridad es el rendimiento, debes saber que hay ciertos artefactos que surgen en los modelados y efectos de reflejos que pueden resultar algo molestos en algunas circunstancias. De hecho, se puede llegar a encontrar algo de tearing en algunos casos, pero no resulta demasiado molesto.
En el caso de priorizar la calidad, todo luce bastante mejor, pero es posible que más que notar la mejora de calidad se note el cambio en la tasa de frames. Incluso, aquí se llega a advertir de forma más notable las bajadas del framerrate. No suelen ser demasiado graves y posiblemente pueda ser algo que se pueda corregir con algún pequeño ajuste vía actualización. En cierto modo, con todo lo que está por llegar en este juego, cara a la nueva generación, los ajustes van a ser algo que van a suceder en las próximas semanas. Ahora bien, el juego se disfruta igualmente porque no son problemas notables ni que afecten realmente a la jugabilidad.
Pero al final, lo que importa, es dar rienda suelta a la conducción arcade más pura
Creando tu propia experiencia DIRT
A lo largo del Modo Trayectoria hemos visto que existen muchos vínculos con puntos de experiencia, nivel y reputación. Todo esto está dirigido a la enorme herramienta de personalización que se ofrece, tanto para los diseños de los coches, como para la tarjeta de jugador. Según subamos nivel iremos desbloqueando imágenes, iconos, pegatinas, vinilos y muchas otras cosas que usaremos para personalizar nuestra presencia en este juego.
De hecho, puede ser un elemento a enfatizar la presencia de esos patrocinios que nos retan a superar ciertos desafíos para desbloquear elementos estéticos exclusivos de determinadas marcas. Al final, tanto para personalizar la tarjeta de jugador que refleje nuestra personalidad o estilo, o bien para personalizar todos los coches, hay una enorme cantidad de elementos que podremos usar. Ya con este aspecto, tenemos para muchas horas de juego, tanto por diseñar como por obtener los objetos bloqueados.
Una completa herramienta para personalizar un importante catálogo de coches
Pero además se añade un modo de juego dirigido, específicamente, a personalizar la experiencia. Hace unos meses os hablamos de Playgrounds, que es el entorno de juego diseñado para los usuarios más creativos. En él se pueden crear pistas para compartirlas con una comunidad activa que buscará nuevos desafíos. Desde el primer día, hasta pasadas las semanas, el Playgrounds de DIRT 5 se irá nutriendo con mucho contenido. Y además, es importante que los usuarios participen para valorar las mejores creaciones y permitir que, en el ingente catálogo que puede crearse, los que más merecen estén en los puestos más destacados.
Ahora bien, si sois creativos, la herramienta es tan completa como compleja. El hecho de limitar esta herramienta de diseño al mando puede ser un poco caótica. No obstante, con paciencia e ilusión, se puede hacer prácticamente cualquier cosa. Solo pensar en la cantidad de pistas para Gymkhanas que se pueden crear, se le puede hacer la boca agua a muchos. Más allá de poder crear nuevas pistas para esta prueba, también se proponen dos modos a los llevar a los pilotos, como es el Time Attack en pruebas cronometradas, y una muy similar, que es Gate Crasher, que viene a ser la típica prueba de los puntos de control.
Y una herramienta para configurar tus propios desafíos y compartirlos en Playgrounds
Al final, esta herramienta está planteada para dar vida a la creatividad, pero sobre todo para sumar muchas horas de juego adicionales a una propuesta, que de por sí, es muy amplia. Para los completistas que les apasione la velocidad y la conducción sin preocupaciones, DIRT 5 se convierte en algo más que un juego repleto de eventos, es una plataforma creativa que aunará a una comunidad entera en torno a este título.
Arcade de la vieja escuela renovado
Muchos pueden pensar que Codemasters llevaba una buena línea al recuperar la simulación y la esencia de los rallies en DIRT Rally. Pero cierto es que atendiendo al catálogo de lanzamientos de este año en este género, DIRT 5 parece un acierto notable. Los amantes de la velocidad arcade que estén aburridos de tanto circuito y asfalto, tienen ahora un nuevo lugar al que acudir. Es el festival de DIRT, con carreras “alocadas”, saltos y derrapes como principales argumentos.
DIRT 5 cumple con sus objetivos, si bien puede dejar cierto desazón en el apartado técnico que parece haberse aplanado por cuestiones de ambientación. Pero la sensación de recorte puede aparecer en algunos momentos. Lo que ha creado Codemasters es un entorno radical dedicado a la velocidad. Un festival repleto de emociones fuertes que invita a todos, sin importar las preferencias o el nivel, a participar en sus carreras. Y es esta accesibilidad y su estilo lo que hacen de DIRT 5 un juego tremendamente atractivo. Priorizando el rendimiento podemos disfrutar de una experiencia realmente inmersiva, con una conducción sencilla pero desafiante.
DIRT 5 apuesta en firme por lo arcade y acierta con un título que satisfará a los amantes de la velocidad más radical
DIRT 5 además es muy amplio, con una diversidad de pruebas muy interesante, un número de circuitos y entornos que recogen lugares emblemáticos por todo el mundo y un catálogo de vehículos variado. Pese a que la velocidad sea el principal objetivo, esas manos deben dominar cada una de estas bestias en los terrenos más desafiantes y en las pruebas más exigentes. Lo cierto es que DIRT 5 sabe marcar diferencia con sus rivales del género y ofrece lo que muchos estaban deseando recibir, velocidad pura en un arcade de la vieja escuela.