Marcus Lehto participó de forma activa en la creación del universo Halo, buque insignia de Xbox. Tras fundar V1 interactive y bajo el sello de Private Division, nos trae su primer juego, el cual ha sido desarrollado por apenas una treintena de personas. Veteranos de la industria y jóvenes de gran talento han trabajado duro para traernos un shooter diferente, donde la estrategia en tiempo real cobra un nuevo sentido. Desmontamos de nuestro graviciclo para traeros el análisis de Disintegration para Xbox One.
Integración:
La práctica de trasplantar un cerebro humano a un cuerpo robótico totalmente funcional, de manera tal que se mantenga la identidad de la persona.
En Disintegration, nos pondremos en la carcasa de Romer Shoal, un antiguo piloto de graviciclos al mando de un pequeño grupo de resistencia que aún se aferra a los vagos recuerdos de sus yo humanos. Con las fuerzas dominantes de los Rayonne volcadas en eliminar los últimos vestigios de la sociedad humana, de Romer y de su equipo de forajidos depende contraatacar y reiniciar a la humanidad. Pilotaremos una gran variedad de graviciclos armados y controlaremos a nuestro equipo usando distintas habilidades únicas y dominando un amplio arsenal para ganar la batalla.
Los Rayonne son los enigmáticos líderes de las fuerzas integradas. Comandados por Black Shuck, un antiguo académico y acérrimo defensor del poshumanismo, incorporaron el adoctrinamiento al proceso de integración para superar a la humanidad, generando una guerra civil entre integrados y naturales, humanos sin «enlatar», restos de vida bípeda e inteligente que hubo sobre la Tierra antaño.
Acción estratégica
A bordo de nuestro vehículo armado antigravedad, podremos asistir tácticamente a pequeños equipos de asalto. Comandaremos hasta a cuatro tipos de unidades al unísono. Guerrero, Guarda, Asaltante y Tanque. Cada uno contará con una habilidad única en combate que nos ayudará a diezmar las hordas de los Rayonne. Desde el uso de granadas de conmoción a una salva de proyectiles con gran radio de acción, entre otras.
Ya sea en campo abierto o en escenarios más cerrados, nuestro graviciclo está preparado para todo tipo de encuentros. Armado con un arma principal, otra secundaria, impulsores y un escáner, nos servirá para observar el campo de batalla desde las alturas y dar fuego de apoyo a nuestras tropas de tierra. Romer podrá dar órdenes a los integrantes del escuadrón, que cumplirán tres tipos de directrices:
- Modo de seguimiento: Por defecto, este es el estado de tu equipo. Permanecerán delante del graviciclo y, cuando haya enemigos cerca, atacarán en función de sus prioridades de fijación de objetivos y se pondrán a cubierto cuando sea posible.
- Pulso de mando primario: Al emitir una orden de pulso de mando primario sobre una posición, tu equipo se desplazará hasta allí y combatirá de manera independiente. Atacarán en función de sus prioridades de fijación de objetivos y se pondrán a cubierto cuando sea posible.
- Orden de objetivo prioritario: Al emitir una orden de objetivo prioritario, indicarás a tu equipo que elimine a un objetivo específico. El equipo abandonará la posición de cobertura y atacará intensamente a su objetivo prioritario.
En cualquier momento, puedes cancelar una orden de pulso de mando primario o de objetivo prioritario para que tu equipo regrese al modo de seguimiento.
Nos enfrentaremos a enemigos variados tanto en tamaño como en capacidades de combate. Tendremos que aprovechar de manera estratégica las habilidades y órdenes de escuadrón, así como los puntos débiles y elementos que el entorno pone a nuestra disposición para salir victoriosos de cada refriega.
Al usar el modo escáner antes de un combate, los enemigos importantes aparecerán resaltados en la pantalla y podrás identificarlos. Piensa desde dónde quieres que combata tu equipo, qué objetivos enemigos quieres priorizar y si quieres usar las habilidades inmediatamente o guardarlas para hacer frente a una posible amenaza mayor. También servirá para resaltar los objetivos clave o de misión con los que interactuar, como contenedores que pueden contener chatarra y chips de mejora.
La chatarra nos servirá como moneda para ganar experiencia y por tanto, subir de nivel. Con la consecuente subida de nivel, podremos desbloquear mejores habilidades para Romer y su equipo de forajidos integrados. La durabilidad del graviciclo, el daño que causan nuestras armas principales o secundarias o disminuir el tiempo de redespliegue de tropas, serán algunas de ellas. Para esto, además de la experiencia, necesitaremos los chips de mejora. No solo se trata de disparar a diestro y siniestro, también hay que estar al tanto de lo que nos rodea. Recordad la importancia de usar el escáner.
Al ser derrotados, los enemigos de élite generarán un campo curativo de área de efecto para tu equipo. Dentro de este campo, también disminuye el tiempo de reutilización de las habilidades de tus unidades. Pero cuidado, la salud soltada por los enemigos tiene una vida útil limitada, así que intenta recogerla antes de que desaparezca. Este sistema nos incentiva a la hora de adoptar una estrategia más agresiva en lugar de limitarnos a disparar al enemigo desde lejos.
Al principio y al final de cada una de las 12 misiones que conforman la campaña, volveremos a nuestra base, donde podremos conversar con nuestros compañeros, reforzar nuestros atributos y recibir desafíos que tendremos oportunidad de completar dentro de la siguiente misión y que nos otorgarán chatarra extra para aumentar nuestro nivel y capacidades.
Forajidos y graviciclos
En el apartado multijugador de Disintegration, encontraremos decenas de opciones de personalización para nuestro equipo de forajidos y graviciclos. Podremos cambiar el aspecto de nuestro piloto con skins, insignias, estandartes y emotes, además de poder elegir la apariencia de nuestro graviciclo, Para comprar elementos estéticos podemos hacer uso de los créditos, ya sean comprándolos con moneda real en la tienda del juego o completando desafíos que irán renovándose con el tiempo.
Su multijugador sandbox se divide en tres modos de juego:
- Control de Zonas: Aquí, los equipos deben capturar y defender ciertos puntos para controlar el mapa. Para capturar una zona, una unidad debe poder ocuparla sin intromisiones enemigas. Recuerda que los graviciclos no pueden capturar zonas. Solo las unidades terrestres pueden hacerlo, con que procura concentrar tus ataques sobre ellas. Aun así, derribar graviciclos te otorgará muchos puntos.
- Recolección: Dos equipos, un objetivo: acumular «cerebros enlatados» antes de que se agote el tiempo o se alcance la puntuación máxima. Hay tres formas de obtenerlos:
- Los de los graviciclos enemigos valen tres puntos.
- Los de las unidades enemigas valen uno.
- Finalmente, también se pueden recoger en los puntos de aparición. Cuando haya una «lata» en juego, ambos equipos intentarán cogerla. Las latas de los aliados no otorgan puntos, pero al recogerlas impedirás que los enemigos las aprovechen para puntuar.
- Extracción: En Extracción, los jugadores se dividen en atacantes y defensores. Los atacantes deben extraer núcleos de sus puntos de aparición y llevarlos a un punto de entrega cercano al de los defensores. El objetivo de los defensores es detenerlos a toda costa. Solo las unidades terrestres pueden coger y transportar núcleos. Si una unidad es destruida mientras lleva un núcleo, lo soltará. Recógelo para ganar tiempo de entrega. Si sueltas un núcleo y no lo recoges a tiempo, las consecuencias serán explosivas. Al terminar la ronda, los equipos se cambian. Al final de la partida, gana el equipo que haya entregado más núcleos.
Es importante elegir el equipo adecuado a tu estilo de juego. Cada equipo tiene un armamento concreto, una combinación específica de unidades y unas características de durabilidad, manejo y velocidad del graviciclo que ofrecen un amplio abanico de opciones.
Desintegración
Disintegration es un shooter innovador. La idea de mezclar elementos de estrategia en tiempo real y disparos en primera persona, dota al título de V1 Interactive de gran personalidad. Aunque esta vertiente RTS esté falta de opciones o poco aprovechada (he echado en falta más tropas, con más opciones de actuación y gestión o incluso expandir la base con nuevos anexos que requiriesen una administración más profunda de esta), incluye los elementos justos para dotar a la experiencia de cierta frescura. Incluso una campaña cooperativa hubiera estado genial. Pero a falta de compañeros «naturales», los clichés andantes que conforman nuestro equipo de forajidos tienen el suficiente carisma para que los capítulos de la campaña sean más llevaderos.
Las misiones, aunque algo pasilleras, son variadas en objetivos y en ellas tendrán lugar batallas cargadas de espectacularidad, con decenas de enemigos y efectos en pantalla, que unidas a la destrucción de coberturas y entornos hacen que Disintegration sea un juego bastante vistoso y divertido. El juego aguanta bien el tipo en estos momentos de más tensión en pantalla y aunque a veces veremos texturas que tardan unos segundos en cargar, su apartado técnico y sonoro consiguen dar un aspecto notable al juego.
La historia y manera de ser contada no son el punto fuerte de Disintegration, pero al menos tendremos cinemáticas de gran calidad para acompañarnos en los interludios entre misiones.
En definitiva, Disintegration es un juego fresco y divertido que mezcla dos géneros que no parecen llevarse mal entre sí. Sus personajes, universo, escenarios e historia tienen bastante potencial si se desarrollaran con más profundidad. Pero el filón está ahí y hay que darle las gracias a V1 Interactive por inventarse una nueva jugada que consigue integrarse entre tanto machaqueo triple A. Esperemos que Disintegration vuelva en forma de secuela y depuren algunas ideas para ayudarnos a reiniciar la humanidad.