Bethesda e id Software han regresado de los infiernos para continuar la senda marcada por el sublime reboot de DOOM en 2016. Más demonios, más sangre, más acción, más metal. Ha sido un honor volver a calzar las botas del marine interdimensional más temido. Este es nuestro análisis de DOOM Eternal para Xbox One.
Se creía que el DOOM Slayer, también conocido como «el marine de DOOM», era un mito de la resistencia, una especie de ángel vengador. Se le vio por última vez en Marte, donde, según parece, fue el responsable de la destrucción de la Torre Argent, pero desapareció poco después.
La UAC sigue negando su existencia.
Infierno en la Tierra
Los demonios han consumido casi el 60% del planeta, porcentaje que aumenta cada día que pasa. La mayor parte de la población del mundo ha muerto en el primer mes de la invasión tras el catastrófico fracaso de la práctica totalidad de los sistemas de factura humana. La respuesta militar, aunque eficaz, apenas logró éxitos puntuales en la tarea de poner a salvo a los civiles, y muchos puntos fortificados quedaron aislados del exterior.
Dotados de grandes poderes de hechicería, los Sacerdotes del Infierno retorcieron su magia para servir a este insidioso fin y, armados con la impía fuerza de la psicomancia oscura del infierno, comenzaron a preparar la Tierra para el ritual de sangre final. Vinculados por la sangre al ritual oscuro que consume el planeta, mientras uno de ellos viva, continuará dicha consunción y los infiernos podrán seguir gobernando el mundo mortal sin impedimentos. Por tanto, la única forma de detener el ritual de sangre y salvar la Tierra es matar a todos los sacerdotes.
Destroza y Desgarra
Solo existe una forma de vida dominante en este universo y empuña la espada de cañones de acero de la venganza, el Slayer ha vuelto. A bordo de la Fortaleza del Destino, una gigantesca estructura bélica de origen Argento que podremos explorar y mejorar, viajará a la Tierra para aniquilar todo rastro de corrupción demoníaca. El marine de DOOM está más crecido que nunca. Ávido de sangre y respuestas, su mera presencia estremecerá a humanos y demonios por igual.
DOOM Eternal nos brinda acción brutal, continua y vertiginosa encuadrada en diversas arenas de combate, en las que nos enfrentaremos contra incesantes hordas de enemigos. Cruzaremos varios segmentos de plataformeo para aprovechar el nuevo sistema de agarre y en sus breves descansos podremos rebuscar coleccionables en espacios tímidamente explorables. Para diferenciarse de su antecesor, a parte de nuevas armas y demonios, el traje de Pretor y algunos de los sistemas de mejora de equipo/habilidades de 2016, han sufrido notables modificaciones.
DOOM Eternal es evolución. El Slayer tendrá nuevos movimientos de combate y capacidades, habrá nuevas formas de derrotar a los enemigos, ya que estos contarán con puntos débiles específicos que dotarán de cierto componente estratégico al juego. A la hora de usar nuestras armas contra ellos, estas tendrán un mayor o menor rango efectivo dependiendo del tipo de demonio al que hagamos frente. Los potenciadores y las vidas extra expandirán el abanico de oportunidades a la hora de destripar engendros demoníacos.
La nueva hoja ejecutora, la balista, el multilanzador de granadas, el escupellamas, el nuevo gancho de la superescopeta o una extraña reliquia de los Centinelas, se unirán a nuevas y viejas conocidas herramientas de masacrar minusvivos para satisfacer nuestras ansias de muerte mientras Mick Gordon nos taladra los tímpanos con su brutal banda sonora. DOOM Eternal es un orgasmo de vísceras y pólvora entre coros de heavy metal.
En nuestro camino nos toparemos con los nuevos Encuentros Secretos y Portales del Slayer, emocionantes arenas opcionales donde se pondrá a prueba nuestra habilidad en el combate y con los que, en caso de éxito, conseguiremos puntos para mejorar nuestras armas y obtener llaves del Empíreo. Se rumorea que la energía de estas llaves son la clave para desbloquear un poderoso artefacto en la Fortaleza del Destino.
Así mismo, conforme vayamos haciendo autopsias a base de plasma, iremos completando hitos y desafíos con los que podremos desbloquear nuevas formas de personalización para nuestro Slayer, siendo estos atuendos, skins para armas o elementos para nuestra ficha e icono de jugador.
Estos elementos también podrán ser usados en BATTLEMODE, el modo competitivo multijugador de DOOM Eternal donde nos enfrentaremos a demonios manejados por otros jugadores. Aunque ya contamos con información del susodicho modo, lamentablemente no hemos podido probarlo de primera mano, ya que los servidores no estarán abiertos hasta el día 20, fecha oficial del lanzamiento de DOOM Eternal. En los próximos días os traeremos las impresiones del multijugador.
Pecado Final
DOOM Eternal no da descanso, su dificultad endiablada y su ritmo incesante nos pondrán a prueba durante las 20H aprox. que dura su campaña principal. Este número de horas puede antojarse algo excesivo para la absorción de sentidos a la que te somete el título de Bethesda. La concatenación de arenas, algunas de una duración desmedida (he estado tiroteando demonios en una misma arena durante 10 minutos seguidos antes de pasar a otra tras 20 segundos de pasillo) puede cargar a muchos marines.
Ultraviolencia No HUD casi acaba con mi cordura, pero aún me quedan balas para seguir jugando y rejugando DOOM Eternal, ya que podremos elegir cualquier capítulo de la campaña al terminar la misma. De esta forma podremos recolectar cualquier secreto oculto que pasásemos por alto como la localización de modbots, cristales de centinela u hojas del códice ocultas que nuestros ojos inyectados en sangre no vislumbraron en esa primera vuelta. A nuestra disposición también estarán los Niveles Maestros, versiones más difíciles de las misiones de la campaña. Además, los desarrolladores seguirán añadiendo nuevos niveles maestros con regularidad. Parece que podremos seguir jugando a este nuevo DOOM toda una eternidad.
Y el tema plataformas/agarre en las paredes, pues bueno, es como cuando a un juego que no le hace falta sigilo… le meten fases de sigilo. Pues eso, la primera vez «qué guay», la que hace 24 ya no tanto. Pero se lo dejamos pasar, porque a parte de fases de plataformas algo rancias puedes hundirle la pu** cabeza a un demonio de un poñetaso.
En otro orden de las cosas decir que DOOM Eternal es una bestia a nivel de rendimiento con una tasa de frames que no se cosca de los 60, incluso a 4K en Xbox One X. A nivel de gráficos el motor id Tech 7 sigue dando guerra con grandes escenarios perfectamente detallados y un diseño de armas y demonios exquisito. Gracias también a un apartado sonoro, difícilmente mejorable, la experiencia que nos aporta este nuevo DOOM es de las mejores que podemos encontrar en el amplio mercado de shooters en primera persona que abarrota el mercado actual y venidero. Cero dudas si pensáis en adquirir DOOM Eternal en Xbox One. Destrozad y desgarrad.
Alabado sea el advenimiento del Destructor: ha llegado la hora del Slayer.