Son las 9 de la mañana de un día de verano de finales de los años 90. Enciendo la tele, pongo Antena 3 y ya ha empezado el “Club Megatrix”. Me siento con mi tazón de cereales y por fin empieza a sonar esa música. “Volando volando, siempre arriba, siempre arriba”. Este es un ritual que probablemente muchos niños nacidos en los 80 y los 90 hayamos revivido una y otra vez cada vez que llegaban las vacaciones de verano. Probablemente te haya dado nostalgia, ¿verdad? Vamos a avanzar un poco más en el tiempo.
Año 2007. Estoy en el salón de mi casa jugando con mis primos, que han ido hoy a casa a merendar y pasar la tarde. Enciendo la consola, y aparece el título del juego: Dragon Ball Budokai Tenkaichi 3. De repente, siento que estás dentro de esa serie que hace unos años veías cada día de verano sin falta, y te tiras toda la tarde desollando tus mandos. Todavía no lo sabes, pero tus padres tendrán que comprarte otros, o al menos cambiar los joysticks.
Año 2024, 11 de octubre. Vuelvo a ser ese niño.
Análisis de Dragon Ball Sparking! ZERO
Un espíritu de lucha infranqueable
Hace algo más de un año y medio, Bandai Namco sorprendió a todos los fans de Dragon Ball con uno de los anuncios más importantes que la franquicia ha tenido en la última década. Volvía Budokai Tenkaichi, también conocida como Sparking en Japón. Por fin la espera que tanto habíamos tenido ha acabado. Dentro de poco, podremos volver a disfrutar del que, a priori, será el mayor simulador de Dragon Ball de la historia. Poco se sabía del juego, más allá de que sería una continuación directa del juego más aclamado de la obra creada por Akira Toriyama, y con el tiempo comenzaron a aparecer las dudas. ¿Será un digno heredero? Y yo te respondo. Vaya que si lo es.
Dragon Ball Sparking! ZERO vuelve a apostar por esta jugabilidad que tanto ha caracterizado a los juegos de Dragon Ball (y que han tratado de replicar otras adaptaciones de animes conocidos) y que, incomprensiblemente, tanto tiempo hemos tardado en volver a disfrutar. Pero, ¿en qué consiste exactamente eso? Se podría resumir en tener decenas de personajes seleccionables con escenarios enormes y una jugabilidad arcade. Eso es lo que siempre ha sido la saga Sparking, y lo que ha vuelto a ser con Sparking! ZERO.
El nuevo juego de Spike Chunsoft toma las bases de lo que vimos Budokai Tenkaichi 3, y las lleva un paso más allá, convirtiéndose en el mejor simulador de Dragon Ball de la historia. Creo que aquí es necesario hacer una mención de honor al trabajo que Arc System Works hizo con Dragon Ball FighterZ, pero siempre teniendo presente que aquel era un juego mucho más orientado a los jugadores hardcore de lucha. Dragon Ball Sparking! ZERO es un juego que todo el mundo disfrutará.
Como decía, el título apuesta por una jugabilidad completamente arcade, donde nos encontramos con una configuración de sobra conocida para los amantes del anime. X para pegar, Y para ráfagas de ki. A priori, podría parecer algo tan básico que apenas podría brindarnos unas pocas horas de entretenimiento. La realidad no podría ser más diferente. Aunque Spike ya nos lo mostró en uno de los vídeos que compartió, Dragon Ball Sparking! ZERO cuenta con un sistema de combate mucho más profundo de lo que parece. No solo porque puedes (y debes) combinar diferentes botones a la hora de ejecutar combos. Sino también porque se ha integrado un sistema de defensa mucho más complejo de lo que parece.
Una de las grandes novedades que ha llegado con Sparking! ZERO es la posibilidad de ejecutar diferentes tipos de contraataques. En el caso de apostar por la configuración por defecto, estas acciones se controlan con el botón B, y sirve para que, ejecutadas en el timing correcto, podamos librarnos de un golpe enemigo respondiendo con otro golpe. No obstante, el momento en el que lo pulsemos no es lo único importante, ya que también es posible que el rival lo pulse justo después de nosotros para devolvernos ese contraataque. Esto le añade una capa de dificultad mucho más elevada que la vista en juegos como Naruto x Boruto Ultimate Ninja Storm Connections o Guardianes de la noche: Kimetsu no Yaiba – Las crónicas de Hinokami, así como un elemento estratégico muy potente.
Para esquivar o para ejecutar algunos de estos contraataques, necesitaremos utilizar nuestro ki o los puntos de habilidad. Estos últimos tienen una importancia fundamental durante las peleas. Por un lado, porque se pueden emplear precisamente para estos controles defensivos. Por otro, porque podemos gastarlos para activar habilidades que pueden servir para mejorar nuestras estadísticas o para escapar de un combo infinito, así como para entrar en el modo Sparking. Para acceder a él, deberemos cargar nuestro Ki al máximo, lo que una vez hecho nos permitirá poder realizar ataques especiales sin gastar Ki (la barra se consume poco a poco) o ejecutando el ataque definitivo, que tan solo estará disponible en este estado.
De nuevo, todo esto presenta un componente muy estratégico, ya que en el momento que recibamos un ataque nuestro Ki dejará de cargarse. De hecho, es bastante habitual que, al intentar cargar la barra, nuestro adversario nos lance una bola de ki simple para detener la carga. Esto hace de las peleas un toma y daca constante en todos los aspectos. Y siendo sincero, es absolutamente maravilloso.
Y aunque todavía no les he hecho mención, lógicamente también tenemos disponibles las transformaciones. Al igual que comentaba anteriormente, estas se desbloquean con puntos de transformación. A medida que vayamos avanzando en la pelea, nuestro personaje irá desbloqueando estos puntos, para así lograr transformarnos en Supersaiyan o en la siguiente versión de un personaje. Y del mismo modo, también existe la posibilidad de que dos personajes puedan fusionarse durante la pelea, dando lugar a un guerrero muchísimo más poderoso.
Un desequilibrio de poderes buscado
Al igual que ocurría con los anteriores juegos de la saga, los personajes no cuentan con ningún tipo de balanceo. No estamos ante un fighting game al uso, en el que todos los personajes deban tener una utilidad. Mr. Satán será completamente arrasado contra casi cualquier otro personaje; y Gogeta Super Saiyan 4 es una auténtica bestia. Spike ha hecho todo esto de manera plenamente consciente, y lo ha controlado de una forma bastante curiosa para las partidas online: mediante el sistema de puntos de destrucción. Cada personaje tiene un número de puntos asignado, y para formar nuestro equipo podremos utilizar un máximo de 15 PD.
De nuevo, aquí volvemos a encontrarnos con un componente estratégico bastante elevado, ya que, si queremos usar precisamente a Gogeta, casi que no podremos llevar con nosotros a ningún otro personaje. No obstante, sí queremos jugar con la fusión, podemos hacer otra cosa. Lleva a Goku SSJ4 y Vegeta SSJ4, y emplear la fusión una vez dentro de la batalla. De este modo, consumiremos menos PD para formar nuestro equipo, pero igualmente podremos tener acceso al personaje que deseemos.
Lo mismo ocurre con las transformaciones de los propios personajes. Es posible que queramos jugar con Goku Ultra Instinto, pero si además queremos acompañarlo de otros personajes, simplemente podemos escoger el Goku base de Super, y después llevar a cabo la transformación durante la pelea. Esto liberará puntos PD, para de nuevo, poder crear una plantilla más equilibrada.
La plantilla más grande de la historia de la franquicia
Dragon Ball Sparking! ZERO cuenta en total con 182 personajes a elegir. Bandai Namco ya advirtió en su día que sería el juego con el mayor número de personajes disponibles, y lo cierto es que así ha sido. Dragon Ball Z, Dragon Ball Super e incluso Dragon Ball GT están presentes en un abanico de personajes que no le falta prácticamente de nada. Además, a eso hay que sumarle los nuevos personajes que llegarán en el futuro en formato DLC. La plantilla del juego es simplemente para quitar el hipo.
Pero es que, además de contar con decenas y decenas de personajes, también contamos con numerosas skins para todos ellos. Estas se pueden desbloquear de diferentes maneras, desde ir completando los combates del “modo historia”, hasta ir directamente a la tienda y gastar nuestros zenis directamente. Y hablando de los Zenis, con ellos podremos desbloquear muchos otros elementos, como por ejemplo personajes, música, o tarjetas de personalización para nuestro perfil online. Todo lo que estaba presente en los juegos clásicos, aquí vuelve a estar.
Diferentes formas de vivir Dragon Ball
Ya hemos visto que en el apartado jugable y de contenido el juego es una completa delicia. Pero, ¿qué ocurre con los modos de juego? Exactamente lo mismo. Spike Chunsoft nos ofrece un sinfín de manera diferentes de disfrutar del juego. Lo primero que cabe mencionar es el “modo historia”, que aquí llega bajo el nombre de “Combate por episodios”, y que nos permitirá revivir la historia desde el punto de vista de diferentes personajes: Goku, Gohan, Vegeta e incluso Freezer.
El juego apuesta por ofrecer un “mapa” que deberemos recorrer completando algunas de las peleas más emblemáticas de la serie. No quiero que os confundáis. Dragon Ball Sparking! ZERO no pretende aquí contar la historia de la serie con pelos y señales. Si buscáis eso, la mejor opción que existe a día de hoy es Dragon Ball Z: Kakarot. En este modo, iremos peleando y viendo algunas de las escenas más conocidas, recreadas con el propio motor del juego. Y es aquí donde tengo que darle un pequeño tirón de orejas al juego. Aunque las escenas lucen a un nivel espectacular, me parece incomprensible que muchas de ellas no se hayan recreado al 100%, introduciendo de por medio viñetas (diseñadas de nuevo con el propio motor) que cortan algunos de los momentos más épicos de la serie. Además, no entiendo muy bien por qué, cuando se suceden algunas de las imágenes de la historia, especialmente al principio, los dientes de sierra aparecen de forma muy agresiva. Dura tan solo unos segundos, pero no tiene mucho sentido.
Lejos de eso, este modo historia es una experiencia muy disfrutable, especialmente por la presencia de los pequeños “What if”. En determinados momentos, la historia nos permitirá tomar decisiones diferentes a las que tomaron los personajes, ya sea tomando una decisión antes de los combates o cumpliendo un requisito concreto durante estos. Esto puede llegar a desbloquear rutas alternativas enteras, con sus propios combates y una historia totalmente diferente. La verdad es que es un elemento que me ha encantado, y que le da un toque de novedad al juego.
Todo esto corresponde al modo historia, pero hablando de los What If, debéis saber que también podremos crearlos nosotros mismos. A través de los combates personalizados, los jugadores podremos crear situaciones totalmente originales desde 0, pudiendo controlar tanto las “fases” de los combates, como los propios diálogos o sucesos que ocurran durante sus cinemáticas. Esto le da una variedad fantástica, especialmente porque podremos subir nuestras propias creaciones a internet, o descargar otra que hayan creado otros jugadores. Con esto, tendremos un contenido prácticamente infinito.
Por último, no faltan los clásicos modos versus (tanto online como offline) o los torneos. Sobre los primeros, solo encuentro un punto negativo. Si queremos jugar de manera local contra un amigo, solo podremos hacerlo en 1 de los 12 escenarios del juego: la Sala del Tiempo. El resto de escenarios no están disponibles, al menos por el momento. Y aunque es posible que esto se deba a un elemento técnico, espero que en el futuro podamos jugar en todos los escenarios disponibles. En el resto de modalidades no tendremos ese problema. Y sobre los segundos, aquí contaremos con diferentes opciones. Por un lado, disfrutar de torneos con sus propias reglas prestablecidas, o siguiendo con ese toque de personalización que está presente en todo el juego, crear nuestros propios torneos. Aquí podremos decidir las reglas tal y como queramos, como por ejemplo, que el combate acabe una vez que salgamos fuera del ring. De verdad que es una gozada contar con tantas opciones jugables.
No es un capítulo de la serie, es todavía mejor
Es imposible no hacer mención al espectacular acabado técnico de Dragon Ball Sparking! ZERO. A pesar de que todo el mundo, yo incluido, pensábamos que FighterZ sería un juego insuperable, lo cierto es que la obra de Spike Chunsoft lo ha mejorado casi por completo. No solo es que el juego corra a unos impresionantes 4K y 60 fps en prácticamente todo momento. Sino que, además, lo hace con una fidelidad gráfica que por momentos nos hará pensar que estamos viendo un nuevo capítulo del anime de Dragon Ball.
Los efectos visuales del juego son totalmente espectaculares, tanto a la hora de lanzar ataques especiales, como al realizar transformaciones o terminar un combo mandando por los aires a nuestro adversario y destrozando el escenario. De verdad que ver el lanzamiento de un Kamehameha o un Final Flash te quita el hipo incluso después de horas de juego. Pero es que, si encima vemos choques de ataques, estamos ante algo que carece de cualquier sentido. Durante una pelea utilizando a Broly Z, hubo un choque de ataques contra el ataque definitivo de Broly Super, y aun describiéndolo no sería tan espectacular como lo que vieron mis ojos.
El único problema que tiene el juego es lo que mencionaba anteriormente en los momentos del modo historia, ya que durante las peleas no he visto ningún signo de glitches gráficos o de cualquier otro problema similar. Visualmente, el juego es una gozada. Aunque eso sí, no ocurre lo mismo a nivel sonoro. No me malinterpretéis. El juego incluye un doblaje al japonés y al inglés fantástico, y cuenta con una banda sonora que no molesta. Sin embargo, es incomprensible que, incluso comprando la edición más cara, tengamos que invertir 30 euros en 2 DLC (15€ por cada uno) para tener la música del anime original. Es el único detalle que no me ha gustado, y que claramente está pensado para sacar dinero.
Conclusiones – Análisis de Dragon Ball Sparking! Zero
Dragon Ball Sparking! ZERO es el juego definitivo de la obra de Akira Toriyama. Cuenta con un sistema de combate arcade muy disfrutable para los jugadores más casuales, pero que entraña una profundidad maravillosa para los que busquen una experiencia más desafiante. Está repleto de modos, y la presencia de los What If en la historia le otorga una variedad que se celebra. Además, la posibilidad de crear nuestras propias historias ofrece un contenido casi infinito. Si a eso le sumamos los más de 180 personajes, su espectacular apartado técnico y todo lo demás, estamos ante el mejor juego de Dragon Ball que se haya hecho nunca.