Dragon Ball Z marcó un antes y un después, tanto en el género de “los dibujos animados”, como en varias generaciones que, hoy, todavía siguen sumándose a las aventuras de Goku y compañía. Tras casi 20 años en el ostracismo, Dragon Ball volvió a la palestra con Dragon Ball Super, y logro convertir de nuevo en un rotundo éxito. Sin embargo, y a pesar de ello, parece que aún tocará esperar para ver un juego ambientado en este nuevo arco.
Tras dos años del lanzamiento de Dragon Ball FighterZ, el último juego que salió de la franquicia, volvemos a poder disfrutar de un juego del famoso manganime creado por Akira Toriyama. En esta ocasión dejamos de lado el género de la lucha y pasamos a un action RPG desarrollado por Cyberconnect 2, estudio con experiencia de sobra en el género, tal y como demuestra su trabajo con Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Storm. ¿Habrá conseguido el estudio japonés dar en la tecla y lograr el mejor juego de la franquicia hasta el momento? A continuación, podréis salir de dudas con nuestro análisis de Dragon Ball Z: Kakarot.
Quiero ser el más fuerte
Dragon Ball Z: Kakarot deja de lado el género de la lucha que Arc System Works tan bien adopto a la franquicia, para en esta ocasión optar por un género que resulta especialmente conocido a los fans de la serie en los últimos años, el Action-RPG.
La visión creada por Cyberconnect 2 en esta ocasión es bastante simple de comprender. Al igual que ocurría en los títulos anteriores del estudio, en esta ocasión contaremos con un control bastante simple. Con el botón B llevaremos a cabo los golpes físicos, mientras que con X atacaremos con bolas de Ki, el cuál deberemos ir rellenando pulsando Y. La principal diferencia con os anteriores títulos del estudio la encontramos en el botón A, que nos servirá para esquivar los ataques de nuestros enemigos e ir acercándonos a ellos con rapidez, siendo uno de los elementos fundamentales del control.
Sin embargo, y a pesar de lo que podría parecer en un primer momento, los combos que podremos realizar no se rigen únicamente por el botón de golpes físicos. Y es que, si mientras golpeamos a nuestros enemigos decidimos pulsar otro botón, contaremos con un combo diferente que bien podría acabar con una gran bola de Ki o con un desplazamiento de nuestro contrincante. En esto también tienen especial relevancia las guardias, que podremos ejecutarlas pulsando el botón LT, y que nos permitirán tanto protegernos como realizar contraataques. Si cuando estamos siendo atacados pulsamos LT+X en el momento adecuado, podremos llevar a cabo una onda de Ki que alejará a nuestros enemigos de nosotros, o también podremos realizar la combinación LT+A, que nos permitirá situarnos a la espalda de nuestros contrincantes.
Los combates de Dragon Ball Z: Kakarot se caracterizan por la amplitud de sus escenarios, pudiendo pasar por distintas zonas en un mismo combate. No será extraño empezar a pelear contra nuestros enemigos en una zona semi desértica y acabar la pelea debajo del mar. Por esta razón es de gran importancia hacer uso del último botón citado. Aunque la forma más rápida de llegar hasta nuestros enemigos es a través del stick izquierdo. Si pulsamos dicho botón, podremos acercarnos casi instantáneamente a nuestros enemigos, o alejarnos de los mismos, aunque deberemos de tener el ojo puesto en nuestro medidor de Ki, ya que se irá consumiendo.
Otro de los elementos que consume grandes cantidades de Ki, y no podía faltar en un juego de Dragon Ball, son los super ataques. Al igual que ocurría en Dragon Ball Xenoverse, estos se ejecutarán pulsando uno de los botones traseros, LB y alguno de los botones anteriores en esta ocasión. Además, también podremos hacer uso de las transformaciones, a partir de la combinación LT+RT, pudiendo elegir entre 4 de las que tengamos equipadas. Y otro aspecto importante en los combates es el conocido “despertar”. Cuando tengamos la correspondiente barra cargada, y repongamos al máximo nuestro Ki, podremos entrar en un modo temporal en el que nuestros golpes realizarán más daños a los enemigos.
Finalmente, aunque el sistema de combate pueda resultar algo simple, lo cierto es que Cyberconnect 2 ha resuelto uno de los problemas que suelen ocurrir en este tipo de juegos de la forma más lógica posible, incluyendo diferentes animaciones dependiendo del personaje que controlemos. Aunque la forma de ejecutarlos sea la misma, lo cierto es que algunos de los combos que realizaremos cambiarán dependiendo del personaje que controlemos, lo que solventa el temido problema de la repetitividad.
El universo de Dragon Ball
Dejando de lado el combate, hablaremos de unos de los aspectos fundamentales de Dragon Ball Z: Kakarot, como es la exploración. Al contrario de lo que se pensaba en un primer momento, el juego no es un open World al uso, sino que contaremos con varias secciones de mundo abierto, aunque eso sí, con un tamaño bastante correcto.
Una vez nos encontremos en el mundo del juego, los controles variarán respecto a las peleas. En esta ocasión, y sin entrar excesivamente en detalle, contaremos con diferentes botones para saltar, comenzar a volar, o realizar pequeños ataques de Ki que nos servirán para llevar a cabo distintas misiones secundarias o conseguir determinados objetos.
Como se puede esperar de todo action-RPG, Dragon Ball Z: Kakarot cuenta con un amplio nivel de exploración. Los pequeños semi mundos abiertos del juego contarán con multitud de acciones a realizar, como explorar las diferentes secciones en busca de objetos, realizar misiones secundarias, pescar, entrenar o acabar con los enemigos que encontremos por el mundo, lo cual podremos hacer acompañados. El juego cuenta con una opción de grupo que nos permitirá ir con hasta dos personajes de apoyo para que nos acompañen en nuestra aventura.
En lo que a los enemigos se refiere, el juego peca un poco de repetitivo en este aspecto. Dependiendo del arco en el que nos encontremos, los contrarios que nos harán frente serán casi siempre de una especie determinada. La dificultad de estos enemigos no es especialmente exigente, aunque el juego lo compensa con la inclusión de enemigos de alto nivel que, dependiendo de nuestra progresión, podrán incluso acabar con nosotros de un golpe.
Todo esto serán relevante para la progresión de nuestros personajes, ya que iremos consiguiendo experiencia a medida que derrotemos a los enemigos o realicemos las diferentes misiones secundarias. Aunque uno de los aspectos realmente importantes del juego lo encontraremos con los Orbes Z. El juego contará con 4 tipos diferentes de orbes, que deberemos ir coleccionando para desbloquear los diferentes super ataques de los personajes.
Estos podrán ser desbloqueados de dos formas: avanzando en la historia o llevando a cabo los entrenamientos que encontremos en el mundo abierto. Esta segunda opción trata de determinadas zonas esparcidas en el mundo en el que podremos llevar a cabo peleas para desbloquear ataques de los personajes que controlemos en ese momento.
Otro aspecto importante para nuestra progresión, y que podía pasar desapercibido en un primer momento, es el de la cocina. En esta, contaremos con la opción de realizar platos o menús completos, lo que provocará un aumento de nuestras estadísticas. No obstante, y como cabía esperar, son los segundos los que más incidencia tienen en el desarrollo de nuestro personaje. Para poder llevarlos a cabo deberemos ir descubriendo las diferentes recetas que se encuentran en el mundo del juego, y hablar con Chi-Chi, ya que es el único personaje capaz de llevarlos a cabo.
De Rival a Aliado
Uno de los elementos importantes de Dragon Ball Z: Kakarot es la inclusión de las comunidades. En estas deberemos hacer uso de los emblemas de alma, que son una serie de objetos que representan las relaciones con determinados personajes. Estos irán siendo desbloqueados a lo largo de la aventura, y deberán ir siendo colocados en las diferentes comunidades.
El juego cuenta con hasta siete comunidades diferentes: Guerreros Z, Cocina, Entrenamiento, Desarrollo, Dioses, Adultos y Aventura. Dependiendo de donde coloquemos los emblemas de alma, y la manera en la que lo hagamos, conseguiremos que las diferentes comunidades vayan subiendo de nivel, ofreciéndonos así una mayor cantidad de beneficios a lo largo de nuestra aventura.
Como hemos dicho, será importante la manera en la que coloquemos los diferentes emblemas de alma, ya que dependiendo de si los conectamos con otros con los que tengan sinergia, obtendremos una mayor bonificación. Un ejemplo práctico es el emblema de alma de Goku, al cual se le puede añadir el de Vegeta, Tien y Piccolo para así desbloquear la bonificación “de rival a aliado”.
Además, podremos ir subiendo el nivel de los emblemas de alma, mediante la entrega de regalos, que serán objetos que iremos adquiriendo durante la aventura, y que dependiendo del tipo de objeto del que se trate será recomendable entregar a uno u otro personaje.
Historia de los Saiyans
Tal y como su propio nombre indica, Dragon Ball Z: Kakarot se ambienta en la época dorada de la franquicia, y lo hace posiblemente de la forma más fiel nunca antes vista en un juego de la serie. La historia comienza con Goku recordando su último combate contra Piccolo, haciendo de introducción a lo que está por venir, y continuará con los diferentes arcos de todo Dragon Ball Z, empezando con la llegada de Raditz, pasando por la invasión de los Saiyans o el viaje a Namek y acabado con Buu.
Como hemos comentado, el nivel de detalle logrado por Cyberconnect 2 en las partes argumentales del juego es impresionante. Además de los hechos relevantes en la trama, aquí también tendrán cabida otros aspectos que rara vez han quedado plasmados en un videojuego de la franquicia, salvo lo visto en Dragon Ball Tenkaichi.
Al contrario de lo que se habló en un primer momento, Dragon Ball Z: Kakarot no solo nos permitirá controlar a Goku. En esta nueva entrega, tal y como se ha ido confirmando con el paso de los meses, podremos tomar el control de diferentes personajes a lo largo de la aventura, aunque con una pequeña y lógica limitación, el momento de la saga en la que nos encontremos.
Para no crear una disonancia importante en la historia, dependiendo del arco y el momento del mismo en el que nos encontremos, tendremos el control de uno u otro personaje. Por ejemplo, antes de la llegada de Nappa y Vegeta a la tierra, controlaremos a Son Gohan o Piccolo durante la fase de su entrenamiento, o a Vegeta cuando lleguemos a Namek y tengamos que hacer frente a Kuiwi, Dodoria y compañía.
No obstante, el estudio japonés ha sabido resolver con maestría esta limitación, incluyendo los tramos intermedios. Estos se desarrollarán tras finalizar un arco, permitiéndonos de esta manera centrarnos en la exploración del mundo con los personajes que deseemos en ese momento, y pudiendo elegir compañeros de viaje con los anteriormente citados grupos.
Sin embargo, estos periodos intermedios también están limitados, aunque de forma lógica. Por ejemplo, el primer periodo intermedio ocurre tras la finalización del arco Saiyan, tras el cual Goku se encuentra gravemente herido, lo que provocará que no podremos tomar el control de este. Lo mismo ocurre con los personajes de apoyo, como sabemos, tras la saga Saiyan, Tien Shin Han o Yamcha se encuentran en el mundo de los muertos, por lo que no podremos contar con ellos como personajes de apoyo.
Otro aspecto que gustará mucho a los fans es la manera en la que los distintos arcos están divididos en el juego. Como si de un capítulo del anime se tratase, Goku hará un pequeño avance de la historia que está por venir, acabando con el clásico “No te lo pierdas”.
El Super Saiyan Legendario
Quizás el aspecto que más controversia nos ha generado ha sido su apartado técnico. Por un lado, el aspecto gráfico del juego es espectacular, contando con la mejor recreación que hayamos visto hasta la fecha en un juego de la franquicia de estas características (sin tener en cuenta Dragon Ball FighterZ, dado el género al que pertenece).
El modelado y detalle de los personajes bien podría pasar por el de un capítulo del anime, con un cel shading que le sienta como anillo al dedo, y se despega de lo visto en Dragon Ball Xenoverse, que contaba con un tono algo más alejado del anime.No obstante, el juego cuenta con pequeños altibajos en este aspecto. Si bien es cierto que el nivel general del juego es fantástico, y las cinemáticas clásicas rozan un nivel enfermizo, hay ciertos momentos que no cuentan con el mismo nivel, dejando algunas expresiones o movimientos algo extraños.
Además, al menos en su versión en Xbox One S, el juego cuenta con algunos problemas de rendimiento. Nada más comenzar el juego tuvimos un problema que provocó un softlock, lo que nos obligó a reiniciar el juego. Así mismo, el juego cuenta con un importante problema tras las cinemáticas, ya que de manera continua sufriremos caídas de frames tras la finalización de las mismas, e incluso algo de popping, provocando que, por ejemplo, la hierba de Namek desaparezca y aparezca en unos segundos. Además, otro problema que hemos podido ver en alguna cinemática ha sido pequeñas desincronizaciones labiales, lo que provocaba que el personaje terminaba de hablar después de mover la boca por última vez.
Otro aspecto a destacar negativamente ha sido el de los tiempos de carga. Aunque estos no sean continuados, salvo cuando pasamos de una zona del mundo abierto a otra, o cuando hay cinemáticas importantes, lo cierto es que los tiempos de carga se tornan excesivos.
Finalmente, en lo que respecta a la localización del juego, Dragon Ball Z: Kakarot nos permite elegir entre las voces originales en japonés o en inglés, estando completamente localizado al castellano. Además, el juego cuenta con un valor añadido especialmente considerable para todos los fans de Dragon Ball Z, y es que contaremos con la banda sonora original de la serie, dejando momentos para el recuerdo.
Conclusiones
Dragon Ball Z: Kakarot es un producto que todo fan de la franquicia creada por Akira Toriyama disfrutará sin lugar a dudas. Aunque el juego cuente con un sistema de combate simple, lo cierto es que también es muy divertido. Esto, unido a un sistema RPG sustentado en la subida de los personajes y en las mejoras de las comunidades, hacen que todo se encuentre en una sintonía fantástica.
Además, aunque el juego no cuente con un nivel de dificultad excesivo, si que habrá momentos que serán exigentes, especialmente en las batallas contras jefes finales, que podrán tornar las vueltas de la pelea si no prestamos atención en sus momentos más álgidos.
La recreación de todos los acontecimientos de la serie, junto a la posibilidad de explorar de manera amplia el mundo de Dragon Ball Z, deja un resultado fantástico. Además, todo ello unido al gran hacer de Cyberconnect 2 en el aspecto artístico del juego envuelve un producto que, de no ser por los errores técnicos con los que cuenta, sería un producto prácticamente redondo.