Durante el pasado ID@Xbox Summer Game Fest Demo Event tuvimos la posibilidad de probar demos de varios juegos que verían la luz en los siguientes meses. Una de ellas era la de Endling, desarrollado por el estudio español Herobeat Studios. Cinco minutos me bastaron para enamorarme de la propuesta. Ahora ya hemos podido jugar a la versión completa y te lo contamos todo en nuestro análisis de Endling: Extinction is Forever para Xbox One (jugado desde una Xbox Series X). Acompáñanos en las siguientes líneas para conocer lo que nos ha parecido y por qué creemos que es uno de los tapados de este 2022.
Sobrevivir contra viento y marea
En Endling jugamos como una madre zorra cuya misión es tan básica como la de la naturaleza misma: cuidar de sus cachorros, buscar alimento para ellos y enseñarles lo necesario para sobrevivir en el futuro. Sin embargo, la tarea no es tan sencilla como pueda parecer y el culpable tiene una identidad muy definida: el ser humano. A medida que progresamos en la historia podemos ver cómo las acciones de los humanos en el entorno natural en el que vivimos van deteriorando no solo el paisaje y la frondosidad, sino que también van mermando nuestras posibilidades de supervivencia y dificultando nuestra misión.
No entraremos en más detalle porque comprobar de primera mano cómo se va gestando este proceso y cómo nos va afectando como jugadores es una de las grandes virtudes de Endling. Un videojuego que, además de ofrecer una experiencia agradable y una historia conmovedora, también tiene el propósito de concienciar sobre el daño que hace la acción del ser humano a la naturaleza, degradándola a pasos agigantados y extinguiendo poco a poco a todas las especies animales que en ella viven. Algunos de los relatos que encontramos en Endling son desgarradores y lo más meritorio de todo es que lo consigue sin mediar palabra. Al fin y al cabo, los principales protagonistas de esta historia son zorros sin antropomorfizar, simple y llanamente animales.
Simpleza como clave
Muchos juegos independientes centrados en la narrativa se olvidan de ofrecer una propuesta jugable interesante, pero Endling lo consigue con elementos muy ingeniosos y un diseño del mundo magnífico. El título de Herobeat Studios es una aventura de scroll lateral 2.5D, lo que significa que nos movemos en dos dimensiones pero da la sensación de ser tridimensional. De hecho, el juego lleva esta perspectiva a la máxima expresión. Y es que Endling, realmente, no deja de ser un juego de mundo abierto, pero uno en 2D, lo cual hace que el efecto sea aún más impresionante. ¿Cómo lo consigue? Con bifurcaciones, saltos, agujeros y demás elementos de diseño que nos permiten escoger entre uno u otro camino, siempre con la posibilidad de regresar.
Este logrado 2.5D no solo es atractivo visual y jugablemente, sino que es fundamental para la propuesta de Endling. El título se divide en varios días. Cada vez que uno empieza nos encontramos en nuestra guarida junto a nuestros cachorros y lo que debemos hacer es salir de ella cuando anochece para buscar alimento, pistas sobre la localización de otra de nuestras crías y entender el mundo que nos rodea, que cambia y se degrada sin que podamos hacer nada para remediarlo. La clave de todo este proceso cíclico está en hacer todo lo que necesitamos hacer cada noche, pero regresando a nuestra guarida antes de que amanezca. Si llegamos tarde empezaremos a toparnos con más y más amenazas humanas por el camino, lo que podría acabar con nuestra vida y obligándonos a reiniciar el día para volverlo a intentar.
Jugablemente es una fórmula adictiva y muy interesante, pero lo cierto es que también funciona a nivel narrativo. A medida que pasan los días y vamos explorando la zona que nos rodea, los alimentos empiezan a escasear y tenemos que buscar nuevas formas de alimentar a nuestros cachorros. Una masterclass de narrativa ambiental y jugable que no requiere de una sola palabra para transmitir el mensaje que pretende. Durante todo el proceso también debemos enseñar a las crías habilidades propias que nos podrían ser útiles en situaciones críticas.
Más allá del entretenimiento
Un servidor siempre ha sostenido que, a pesar de la insistencia histórica, los videojuegos no tienen por qué ser divertidos, sacarte una sonrisa o servir como ayuda para escapar de la realidad. Los videojuegos (como otros medios culturales y tal vez más que ellos) tienen la capacidad de transmitir mensajes, de contar historias como el cine o la literatura no pueden y hacer partícipe al jugador. Eso es precisamente lo que hace Endling: Extinction is Forever, con el añadido de que su experiencia jugable sí es satisfactoria y entretenida. Sin embargo, también cuenta con el resto de elementos anteriormente mencionados y con desgarradores momentos que nos hielan el corazón.
A ello también contribuye una banda sonora mágica y trágica compuesta por el premiado músico Manel Gil-Inglada (y que cuenta con nombres como los de Tina Guo o Rusanda Panfili, a las que puede que conozcas de los conciertos en directo de Hans Zimmer) y un apartado artístico que complementa a las mil maravillas la historia y el tono del juego, especialmente en la maravillosa secuencia inicial y en su cierre.
Conclusión
Endling: Extinction is Forever es un videojuego que va más allá del videojuego. Aunque cuenta con una jugabilidad con elementos ingeniosos y un proceso repetitivo pero satisfactorio, la mayor virtud del título de Herobeat es su narrativa. Cuenta muchísimo sin decir nada y emociona y conmueve con una historia tan desgarradora como necesaria. Endling transmite un mensaje y lo hace de la mejor forma posible. Tanto es así que nos sorprendería mucho que la obra del estudio español se quedara sin nominaciones en los Game Awards de este año. Indispensable.