Análisis de Everreach: Project Eden. El pasado 4 de diciembre llegó a Xbox One y Steam Everreach: Project Eden, un RPG de acción con claras inspiraciones en la saga Mass Effect. De hecho, ha contado con antiguos miembros de control de calidad de la afamada saga de BioWare, como es el caso de Michelle Clough. Junto a este nombre, destaca la presencia de la artista canadiense Mai Anh Tran. Conocida por su trabajo en películas como WarCraft y Star Trek: Beyond.
Sin embargo, el trabajo de Elder Games queda muy por debajo de las expectativas que ellos mismos se han encargado de crear comparándose con el universo de Shepard. Lo cierto es que tampoco debíamos llevarnos a engaño, se trata un estudio joven, con solo dos trabajos en su haber y un equipo de cinco personas más agregados al proyecto como agentes externos, pero queda la sensación de que las apenas 7 horas que dura el título, es más un ejercicio de exploración de sus propias capacidades que un proyecto con la intención de ser lanzado al público con fines comerciales.
En Everreach: Project Eden encarnamos a Nora Harwood, una agente destinada a investigar los sucesos que han llevado a la primera colonia humana habitable en la galaxia a sumirse en el caos y quedar incomunicada. Eden, como se llama la colonia está situada en un planeta donde se han encontrado construcciones y artefactos pertenecientes a una civilización alienígena ya desaparecida.
Bajo esta premisa el juego desarrolla su historia con la mayoría de sus escenas teniendo lugar completamente durante el juego, las limitaciones de su desarrollo se hacen patentes en la inexistencia de cinemáticas durante casi toda la aventura. A través de conversaciones con distintos personajes no jugables vamos a ir descubriendo los sucesos que han ido ocurriendo en la colonia.
Sin embargo, este sistema conversacional quiere abarcar más de lo que puede, y no porque no esté bien diseñado, que lo está, sino porque no hace nada que no hagan ya los RPG de grandes presupuestos en esta faceta que es, al fin y al cabo, darnos distintas opciones con vertientes muy diferenciadas con las que marcar el destino de nuestra historia. El problema radica en que la historia de Everreach: Project Eden es corta, demasiado, no da tiempo a que se desarrolle, ni ella ni sus personajes.
En este sentido el juego cuenta con distintos finales, realmente hay tres decisiones que podríamos considerar relevantes durante la historia, pero estas las tomaremos en cada momento crucial sin detenernos demasiado a pensar o sin que nuestras decisiones anteriores hayan tenido nada que ver ni tengan nada que determinar. De hecho, el final de la historia llega de forma abrupta, casi sin esperarlo veremos como salta el logro en nuestra consola que indica que hemos finalizado el juego quedándonos con la cara de Travolta en Pulp Fiction.
Además de los eventos que ocurren durante el juego, el título hace uso de algunos recursos narrativos comunes al género como las notas de texto repartidas por los escenarios y algunas notas de audio en momentos tan puntuales como desafortunados. Cuesta imaginarse que nadie se pusiera a grabar nada en mitad de un asedio con el enemigo al otro lado de la puerta, pero bueno Everreach: Project Eden no es el único culpable de este cargo.
Si en su narrativa el juego peca de poco innovador y falta, tanto de ambición como de contenido, no mejora mucho en su apartado de disparos en tercera persona, con un manejo tosco de Nora, casi cualquier relieve en el camino nos detendrá impidiéndonos continuar, el sistema de disparos es muy deficiente por varios motivos, el primero es la total falta de pulido del sistema de apuntado, con mirillas que no van a exigirnos ni siquiera apuntar a un enemigo de manera efectiva, haciendo blanco con estar mínimamente cerca la mirilla del enemigo.
El juego no nos devuelve absolutamente ningún feedback a través del mando. Ningún tipo de vibración va a darnos información de si estamos impactando en nuestros enemigos o ellos en nosotros. Esto es algo totalmente inexplicable en un juego de las últimas cuatro generaciones de consolas y, por lo tanto, imperdonable.
En pantalla, algunas manchas de sangre en nuestros enemigos y una enorme barra de salud van a ser los indicadores que nos digan que estamos disparando al lugar correcto, que, como he mencionado anteriormente no va a tener que ser necesariamente sobre nuestros enemigos.
La inteligencia artificial de estos y su variedad deja bastante que desear tanto en nivel fácil como en normal (los dos que tiene el juego) y nuestro arsenal es algo testimonial, desarrollándose toda la aventura con un rifle automático y una pistola para las que encontraremos munición en los escenarios, cadáveres enemigos y algunas cajas de botín repartidas por los mapeados.
Estas cajas aportan un toque diferente al juego, aunque no es la primera vez que lo vemos, algunas de ellas van a exigirnos completar algunos minijuegos para abrirlas como salir de un laberíntico puzle, esquivar todas las piezas durante treinta segundos o unir todos los puntos en un tiempo limitado. Como digo, nada que no hayamos visto, pero por lo menos deja entrever un poco de entusiasmo del estudio en esta faceta y que tanto echamos de menos en el arsenal.
Además de munición, vamos a ir recogiendo distintos materiales que nos van a servir para mejorar a nuestro personaje, en este sistema de mejoras es donde queda patente que este juego ha sufrido alteraciones en su desarrollo. Tenemos un árbol de mejoras inmenso, con un enorme número de habilidades pasivas y con la posibilidad de equipar hasta cuatro habilidades especiales diferentes que se activan con el D-pad, como sobrecargar escudos o crear una barrera que nos de cobertura, por ejemplo. Sin embargo, el título, por su extensión solo nos va a permitirnos hacernos con un pequeño porcentaje de estas en una decisión que, por mucho que así lo quieran explicar, poco tiene que ver con diseño del juego.
Para ir desbloqueando estas distintas habilidades Everreach: Project Eden requerirá no solamente de materiales, sino, además, de un determinado nivel de fuerza, resistencia e inteligencia. Estos atributos van a ser mejorados haciendo uso de los distintos puntos de nivel que alcancemos conforme vayamos obteniendo experiencia en nuestras misiones y combates. El juego no se complica ni en cantidad de atributos, ni en la interfaz para representarlos en el menú de mejoras, mostrándonos unas sencillas barras azules con un número para tomar como referencia.
En cuanto al planteamiento de sus misiones Everreach: Project Eden nos va a poner desafíos sencillos por delante, teniendo que explorar sus escenarios y activar determinados elementos para ir progresando. Se trata de una experiencia lineal, donde, desde nuestra base, vamos a ir hablando con distintos personajes no jugables que nos van a dar el contexto de nuestra siguiente misión. Everreach: Project Eden cuenta con amplios escenarios que sugieren una idea primigenia más enfocada a un modelo de misiones principales y secundarias.
De hecho, el título se atreve a explorar durante algunos momentos del juego esta opción, aunque con nefasto resultado. Igual que pasa con el vehículo motorizado con el que vamos a explorar los mapeados durante algunas secciones del juego, atreviéndose incluso a plantearnos secuencias de acción, disparos y persecución que se hacen tediosas por las limitaciones en su manejo, ya que no vamos a poder girar la cámara para ver a nuestro alrededor, algo que complica las fases de esquiva a y disparo que el juego plantea en determinados segmentos haciéndonos sentir que hemos muerto de manera injusta.
En su apartado técnico el programa nos llega sin problemas significables que puedan lastrar la experiencia, aunque tiene dificultades para mantener la tasa de imágenes por segundo a raya en algunos segmentos. Esto queda en cierta forma compensado por el buen hacer del juego en su apartado artístico, donde el título tiene su punto más fuerte con un buen diseño en sus mapeados dando mucho color a sus recreaciones de la naturaleza. Sin embargo, se queda corto en cuanto a cantidad escenarios y variantes limitándose a mostrarnos unas pocas zonas. Queda la duda de ver si este estudio húngaro podía haber sacado más partido a la faceta artística en un desarrollo más largo.
En lo sonoro, el juego cuenta con composiciones que recuerdan demasiado a Mass Effect y que acompañan correctamente la aventura en todo momento, sin pasar de ser meramente ambientales. Además, el título llega con un importante hándicap para el público hispanohablante, pues se encuentra íntegramente en inglés tanto en textos como en voces, algo que en otro juego habría lamentado profundamente pero que, a estas alturas del análisis, comprenderéis que da igual.
Y da igual porque Everreach: Project Eden es un juego totalmente evitable y olvidable, la oferta actual de videojuegos a todos los niveles no deja sitio a este tipo de producciones que no pasan de ser un mero concepto. Con la sensación constante de que está a medio cocer, Everreach: Project Eden no es un título en el que debas pararte a gastar ni una sola de tus escasas horas como videojugador.