Desde que se fabricaron los primeros coches, ha existido un afán por ver quien era el más rápido a bordo de estas máquinas, lo que dio origen a carreras, de ahí, a competiciones. Entre las competiciones que hoy día inundan el panorama automovilístico, no se puede poner en duda de que la Formula 1 ocupa un lugar de prestigio. Con una de las historias más largas dentro de la historia del automovilismo, en ella se han forjado nombres de leyenda, desde Enzo Ferrari o Stirling Moss, pasando por Juan Manuel Fangio, Niki Lauda, Alain Prost, Ayrton Senna o el heptacampeón, Michael Schumacher.
En los últimos años, otros pilotos han visto escrito su nombre en la historia de la competición más importante y pomposa del automovilismo, pilotos que se convierten en dioses, que viven para la competición y se esfuerzan al máximo para conseguir luchar en cada curva, en cada milímetro del asfalto, por un lugar en lo más alto del cajón. Sueños de infancia que se convierten en realidad con tan solo montar en un monoplaza de Formula 1, sueños al alcance de muy pocos, y que Codemasters busca transmitir, nuevamente, en su nueva entrega de su licencia, F1 2016.
Es así, como tras una edición que sentó las bases técnicas para esta generación, F1 2016 llega madurado y con la intención de redimirse, como un campeón derrotado. Tras una entrega que le faltó el mordiente capaz de levantar el interés, dejó constancia de una labor impresionante en el ámbito de la conducción y su apartado técnico. Como un lider nato que ha pasado por tiempos mejores, quiere recuperar a todos los fans de la competición que ansían con ser protagonistas en el mundial de monoplazas más importante del automovilismo. Aquí tenemos el nuevo F1 2016.
Forjar una leyenda
Una de las novedades más esperadas, una de las opciones que se antojaba imprescindible y se ausentó de F1 2015, fue el Modo Carrera. Ese modo de juego en el que tomamos el control de nuestro propio piloto y lo convertimos en una leyenda dentro del mundial de Formula 1. Este modo de juego está de vuelta y, para aquellos que lo deseen, en doble formato, con un modo de dificultad absoluta para los que no crean que usar ayudas, un HUD y pistas para competir, sea suficiente reto.
Claro que esta opción puede ser un aliciente para aquellos que hayan probado la versión común para el resto de mortales, la que puede configurarse hasta el más mínimo detalle y que ofrece la experiencia que venía esperándose. Crear un piloto, eligiendo el avatar, así como configurando esa pieza que nos hará reconocibles para los fans que iremos sumando, el casco, nuestro dorsal favorito, nacionalidad y escudería. Es así de sencillo comenzar nuestra trayectoria profesional, eligiendo desde un principio en que escudería queremos correr y con que compañero queremos compartir la experiencia.
Cada uno elegirá su camino y la dificultad, el reto es personalizable
Puede resultar un poco extraño que de buenas a primeras Codemasters haya simplificado tanto una de esas opciones que resultaban atractivas, la selección. Y es que ya en su primer título, en F1 2010, se exponía este modo carrera con una prueba inicial que nos abría paso entre las escuderías más humildes de la parrilla. Algo que, dadas las circunstancias, podrían haber adecentado incluso con alguna de las competiciones existentes con este fin, la GP3 o la GP2 son consideradas la cantera de la Formula 1, si bien hay otras competiciones como la DTM que sirven también para buscar jovenes talentos.
Pero crear un piloto y elegir la escudería solo es el principio, sabiendo además, que cuanto más importante sea la escudería, mayor será la exigencia para tener éxito y que no nos veamos relegados dentro del equipo… o fuera de él. Y para ello, se ha confeccionado una estructura de escudería realmente interesante, donde hay muchos objetivos, muchos propósitos, muchos desafíos y una sola meta. Convertirse en una leyenda a lo largo de 10 temporadas consecutivas, con todo el calendario de la Formula 1, será un reto a largo plazo, donde en nuestra mano estará poder subir a lo más alto del cajón el mayor número de veces y ganar el mayor número de títulos. ¿Es posible?
Competir dentro y fuera de la pista
Esta nueva faceta que expone F1 2016, ofrece muchas novedades que harán del Modo Carrera algo realmente fascinante. Lejos de pensar que lo que importa es superar a los rivales y ganar carreras, Codemasters ha creado una experiencia fabulosa en torno al trabajo que hacen los equipos, ingenieros y los propios pilotos. De hecho, entre carreras y sesiones, nuestra visita al Motorhome intentará darnos la sensación de estar dentro de un equipo, con visitas de nuestro representante o del jefe de ingeniería, que nos dará nociones e informarán de diversos aspectos. Un portátil nos servirá para estar al corriente de toda la actualidad en torno al equipo y a nuestra trayectoria profesional, con opciones de poder optar a otras escuderías, si estas se muestran interesadas.
Pero el trabajo de los pilotos se produce en la pista, donde ahora, lejos de que cada carrera parezca un trámite o desafío simple, se ofrecen interesantes novedades que harán de F1 2016 una experiencia más profunda. Y es que lejos de parecer un trámite pesado, las sesiones de práctica serán mucho más interesantes de lo que podríamos pensar. Ahora, se establecen tres pruebas de equipo, en las que se exponen diferentes retos a cumplimentar en forma de “minijuegos”. Para comprender mejor este concepto, podemos observar que cada Gran Premio intenta exponer al piloto a una serie de pruebas bien correlacionadas con el trabajo que viene haciéndose en los equipos de la competición real.
Deberemos acostumbrarnos al circuito, donde se disponen unos checkpoints por los que habrá que pasar a partir de una velocidad concreta. Del mismo modo, otra prueba, pondrá a prueba la calidad de la conducción, estableciendo un patrón de desgaste de neumáticos en base a un tiempo de vuelta ‘Delta’, donde hay que controlar ambos factores, siendo rápidos pero eficaces en el desgaste de neumáticos. Por último, el test de clasificación, donde se exige dar tres vueltas consecutivas por debajo del tiempo establecido por el equipo. Son tres pruebas que se relacionan con cada una de las sesiones de entrenamiento disponibles en cada uno de los Grandes Premios.
Con estas pruebas, se consiguen puntos que se pueden canjear para la mejora del vehículo, la cual, se distribuye en diferentes factores como el motor, el consumo y varios elementos aerodinámicos con efectos diferentes. Ya sabemos que la Formula 1 se ha convertido en un ambicioso escaparate para los ingenieros, donde se establece una regla todopoderosa, el mejor equipo de ingenieros que construya el mejor coche, hará ganar a los pilotos. Y puede que eso haya arruinado un poco las opciones de los equipos pequeños, que con terminar o llegar a puestos modestos, tienen más que suficiente. En el mismo principio partiremos nosotros, siempre y cuando optemos por alguna de las cenicientas del mundial y no por los equipos punteros.
Trabajar en cada sesión aportará puntos para mejorar el monoplaza
Claro que esos puntos se consiguen de varias maneras, es en las sesiones de práctica donde progresaremos con mayor eficacia, si bien en cada prueba veremos como el desglose de nuestras acciones ofrece pequeñas unidades para invertir en la mejora del coche. Cada semana llegarán esas piezas, esas mejoras, haciéndonos más competitivos y pudiendo aspirar a más. En todo caso, F1 2016 ofrece una experiencia que toma de base todos los aspectos que hacen de cada carrera un desafío, más allá de la carrera. Superar el crono es el primero, superar al compañero, un segundo objetivo, aunque siempre esté definido cual es el puesto que debemos ocupar en la parrilla, y sobre todo, al final de cada Gran Premio y del campeonato.
Por tanto, son muchos frentes los que debemos considerar en este Modo Trayectoria, donde atender a todos será algo que acompañado de la gestión de la configuración del juego, ofrecerá una experiencia para absolutamente, todos los que les interese formar parte del Circo de la Formula 1.
Reglajes para la experiencia
Cada circuito es un conjunto de rectas y curvas que conforman un trazado para el que todos los coches deben ajustarse. Cada circuito es único y sus características obligan a atender a los reglajes del vehículo para optimizar su rendimiento y obtener el mejor tiempo por vuelta. Claro que no solo hay que hacer referencia a estos reglajes, la experiencia ofrecida por Codemasters en F1 2016 es totalmente configurable, reglajes para pasar de un arcade accesible a nuevos pilotos, como un simulador para los pilotos más exigentes y curtidos.
Para ello, pasaremos por una pantalla de ayudas a la conducción, donde cada uno podrá buscar un equilibrio. Ayudas a la conducción, que van desde las típícas opciones para la asistencia en la frenada o el control de tracción, la trazada dinámica, el cambio automático o manual. Esas opciones típicas, básicas para todo juego de conducción y que abre un abanico de posibilidades, pero que sirve como base para entrar en la gestión del controlador, mando o volante, con un amplio grupo de opciones para regular al gusto o necesidad. Y es que dentro de este aspecto, habría que hacer mirar la imposibilidad de gestionar el mapeado de botones en algunos volantes, como es el caso, el Logitech G920 tiene botones sin asignar y funciones sin botón que no se pueden configurar.
Jugar a F1 2016 con el volante es una experiencia magnífica, pero lo importante es que recurrir al mando, de uso mayoritario, puede ofrecer una experiencia realmente buena. Y es que al haber un grado de configuración de ayudas tan amplio y poder hacer una gestión de la sensibilidad de cada aspecto, se puede buscar un equilibrio más o menos exigente. Es aquí donde nos enfundamos el mono, en hans y el casco, nos embutimos en el monoplaza y comenzamos a pilotar.
Es en este momento donde nos daremos cuenta de que F1 2016 mantiene las bases establecidas en F1 2015, donde poco ha cambiado. En cierto modo, podría parecer que la falta de evolución en la jugabilidad es un problema, pero es que este aspecto estaba muy bien llevado en el anterior. Recordar la experiencia en el modo profesional, donde sin ningún tipo de ayuda, ni HUD y con toda la configuración para que cada carrera fuera un Gran Premio real, ya dieron cuenta de lo correcto que era. Pequeños matices, las nuevas reglas de la competición y volver a disfrutar de un juego que abarca un gran espectro de posibilidades, desde la conducción arcade que parece que va sobre raíles y se puede hacer cualquier cosa, hasta la conducción más exigente en el que el más mínimo error lleva al abandono.
Configurar al milímetro todas las opciones ajusta la experiencia para todo tipo de usuarios
Las sensaciones son extraordinarias, sentarse al volante de un monoplaza y notar cada pequeño matiz, incluso con un mando, hacen que cada curva sea un reto apasionante. Pero gracias a esas novedades, esos minijuegos, el aprendizaje de F1 2016 para los iniciados, será todavía más agradable y divertido. Quien tenga ganas de aprender y mejorar, todas estas opciones, así como poder cambiar la configuración de dificultad y ayudas, entre Grandes Premios en el Modo Carrera, permite que cada uno pueda ir ajustando su experiencia para hacerla más exigente. Aprender, progresar, evolucionar, sensaciones que dada la precisión de las físicas y el elenco de opciones, puede convertirse en una experiencia fascinante.
Es aquí donde el monoplaza tiene que transmitir toda la esencia de la competición, donde sin ayudas, el reto se multiplica. Ajustar el vehículo puede llevar mucho tiempo, de ahí que las sesiones de prácticas pueden no estar de sobra. Buscar ese equilibrio, notar el subviraje en la frenada, el sobreviraje por exceso de potencia, el equilibrio durante la trazada de la curva, todo es capaz de ser transmitido al jugador para que pueda notificarlo en boxes y hacer los pertinentes cambios, donde la comunicación con el ingeniero de pista es vital, donde F1 2016 recupera la esencia de la competición.
Box, Box, Box
F1 2016 ha profundizado en la experiencia de ser un piloto de Formula 1, donde hemos visto que en todo momento la experiencia es capaz de transmitir sensaciones adecuadas y ser un reto regulable según las exigencias del usuario. Pero lejos de ser algo así de simple, la Formula 1 no es una competición que expone un trazado al piloto en sesiones de práctica, clasificación y carrera para competir sin más. La Formula 1 ha vivido los últimos años exprimiendo estrategias y reglamentaciones con mayor o menor acierto. Cada Gran Premio consta de estas fases y Codemasters ha sabido sacar rendimiento a cada una de ellas.
Hemos comprobado como las sesiones de práctica pueden venir muy bien para practicar, mejorar y optar a evoluciones en el Modo Carrera, pero lejos de ser algo intrascendente, las mejoras que se pueden obtener en la conducción y configuración del vehículo son manifiestas. Hay que tener en cuenta, que la conducción de un monoplaza tiene muchos factores en cuenta, como es la gestión de la temperatura de neumáticos, frenos y el propio motor. En este ámbito, un conductor eficaz, puede ofrecer un rendimiento ajustado en todo momento, aunque este apartado, parece no haber sido del todo profundizado, pues no resulta complicado mantener estos valores en el óptimo.
Existen fallos mecánicos, lo que añade un matiz de aleatoriedad a las carreras, donde el desgaste del motor puede ir pasando factura, aunque se hará notar más cuando optamos por carreras de más del 50% de la duración real. Y es que es un ejercicio de tenacidad y resistencia, pues carreras de más de media hora son un reto en sí mismo. Y de hecho, cuanto más larga es una carrera, más se notan las estrategias y las diferentes gestiones del reparto de frenada que podemos optar en carrera, durante la conducción. Usando un botón, desplegamos un pequeño menú que ofrece diferentes pestañas, la primera, ofrece información y gestión de diferentes elementos, como el consumo de combustible, el reparto de la frenada o el diferencial. En carrera, este mismo menú, despliega opciones para la próxima parada en boxes, como es el cambio del ángulo del alerón delantero o el neumático a usar.
Comunicarse con el ingeniero de pista ofrece valiosa información
Las siguientes pestañas de este pequeño menú, son informativas. Es aquí donde encontraremos reflejados datos sobre el desgaste de los diferentes elementos, las temperaturas de los mismos y, por último, los datos referidos a nuestros objetivos, para que no se nos olviden. Pero en ese menú también tenemos una opción adicional pulsando otro botón, las solicitudes de información para el ingeniero de pista, para los cuales también se puede usar Kinect.
Bien seleccionando con la cruceta, o bien por comandos de voz, podremos solicitar información varia al ingeniero de pista. Un ingeniero de pista que hablará castellano y que nos mantendrá informados de forma automática, aunque podamos solicitar información específica en el momento que deseemos. Pero esta interacción no es más que una parte interesante de la experiencia de F1 2016, útil en muchas ocasiones, pero que puede hacernos perder la atención de la pista. Gracias a los comandos de voz, con Kinect, resulta realmente fascinante participar en esta experiencia, pues así resulta mucho más sencillo.
Nuestra relación con el ingeniero de pista no será exclusiva durante la carrera, en todo momento estará ahí para darnos datos importantes. En cualquier sesión, ofrecerá importantes balances y nos otorgará la confianza necesaria para mejorar o nos frustrará en la justa medida para cometer errores. Claro que, puestos en el asunto, gestionar la estrategia de carrera en base a las reglas de la Formula 1 es lo que puede decantar cada uno de los Grandes Premios. A partir de ahí, podremos configurar, como con todo lo demás, cuál es nuestro camino a la gloria.
Ser piloto no solo es correr, también es evolucionar el coche
Estrategia para la victoria
Dadas las circunstancias, F1 2016 ofrece muchas opciones para disfrutar de la Formula 1, con esas opciones que deseábamos ver desde el año pasado. La inclusión del Modo Carrera es algo que ofrece la experiencia deseada, pero no podemos olvidar que también hay otras maneras de disfrutar, otros modos de juego como el Modo Campeonato, donde usaremos uno de los pilotos de la parrilla actual, perfectamente actualizada con Verstappen en Red Bull, el Modo Contrarreloj, que sirve para competir vía marcadores o el Modo Multijugador que incluye también su particular Modo Campeonato Online o carreras para hasta 22 jugadores.
Con la reglamentación de este año en la mano, los tres juegos de neumáticos y el uso de al menos dos compuestos por carrera, la diversidad de estrategias se hace notar del mismo modo que en la competición real. Son 21 circuitos en los que competir, 21 pruebas de fuego que nos pueden hacer vibrar con una propuesta personalizable, que alcanza puntos de exigencia extraordinaria. Pero podemos notar que el reto se hace muy exigente con pequeños cambios en la configuración, donde el mero hecho de poner la asistencia en frenada baja ayuda demasiado y el salto que hay entre la dificultad ‘Dificil’ y la ‘Experto’ hace que las carreras sean “faciles” a extremadamente complicadas.
Concentración, gestión de temperaturas y lanzarse a por la victoria con la salida manual
El balance se puede ajustar de forma precisa, pero si que se notan ciertos saltos demasiado grandes como para que en el afán de superación se vea detenido o frustrado. Plantear cada carrera es algo que se puede hacer desde las sesiones de entrenamiento, como hemos dicho, útiles para conocer el trazado y ajustar los reglajes. Buscar esa comodidad para afrontar las vueltas de la carrera, una carrera que cuanto más larga se haga, más fácil es que esos matices de la estrategia tengan significado. Y es que la IA puede cometer errores, puede verse ralentizada por problemas mecánicos puntuales o estrategias equivocadas
Al empezar la carrera, tendremos un detallado menú para gestionar la estrategia, donde aparece en forma de gráfico dos tendencias principales, la agresiva y la cautelosa. A partir de ahí, podemos configurar nuestra propia estrategia en base a cómo conduzcamos o como seamos más efectivos. Los gráficos que aparecen son bastante explícitos, aparentemente técnicos, aunque se sigue prescindiendo del uso de los datos de telemetría real, donde realmente, los apasionados de la conducción, podrían buscar esos puntos donde mejorar su rendimiento.
La IA puede ser agresiva, puede sufrir averías y provocar accidentes
Pero si que podemos observar con amplio detalle nuestro rendimiento, o el de los rivales, oteando sus tiempos de vuelta desglosados por sectores. De este modo, podemos intuir donde nos sacan ventaja o donde somos más rápidos. Buscar los límites y mejorar unas pocas décimas es un objetivo que puede ser excesivamente ambicioso en ocasiones, pues sin ningún tipo de ayuda, cometer un error puede hacernos perder mucho tiempo. Eso en el mejor de los casos, pues tocar un piano en aceleración o los problemas de tracción derivados del desgaste o la lluvia, pueden llevarnos con mucha facilidad fuera de la pista o contra un muro.
Es así como aparece otra de las novedades, el Safety Car, el cual, sirve no solo para la carrera, exponiendo un nuevo reto que se puede automatizar. La vuelta de formación o las vueltas tras el Safety Car siguen el mismo protocolo, mantener la temperatura de frenos y ruedas, sin descuidar el tiempo que nos marcan. Existe una opción adicional, el Safety Car Virtual, el cual es similar, pero sin que salga el coche real y la carrera sea neutralizada. Esta última opción, resulta muy difusa y difícil de comprender, pues ante el mensaje inicial que nos indica que vamos demasiado rápido, posteriormente no se ve claro el ritmo a seguir y normalmente nos pillan desprevenidos, perdiendo mucho tiempo… aunque no nos hayan podido adelantar.
No se ganan carreras en la primera vuelta, pero si se pierden con una mala salida. En F1 2016 han introducido una nueva opción, la de dar la vuelta de formación y la de la salida manual. Pisando el embrague y manteniendo revoluciones, debemos esperar a que se apague el semáforo para poder salir disparados o derrapar sin cuartel, incluso, podemos salir antes de tiempo y ser sancionados. Lo hemos visto en numerosas ocasiones, pero ahora podremos comprobar que no resulta tan sencillo iniciar la carrera como una estrella fugaz. La primera vuelta es una auténtica locura, donde los impactos pueden dañar el coche y son muy difíciles de evitar, donde pueden adelantar la primera parada en boxes, donde también podemos usar una configuración manual que nos obliga a tener mucho cuidado con no superar la velocidad en el pitlane. Se puede arañar tiempo, sobre todo en la salida, donde la configuración automática nos llevará hasta el final de la linea blanca, esté donde esté y soltándonos de aquella manera.
La experiencia propuesta nos mete en el mono de carreras y en uno de los vehículos tecnológicamente más avanzados del automovilismo. Motivo para disfrutar o aprender, donde el techo es el éxito, ser campeón del mundo. Un título que luce espectacular en una vitrina, en un palmarés, y que todos desean que el mundo lo vea. Es así como Codemasters recurre nuevamente a la experiencia televisiva para dar cuenta de lo que transcurre en cada particular vida profesional en F1 2016.
Formula 1 televisada
La Formula 1 se ha convertido en un negocio por el que pugnan los medios que pagan millones por retransmitir las carreras de esta competición. Es así como los pilotos buscan la gloria, escribir su nombre en la historia y ser una leyenda. La relevancia de la Formula 1 es inherente a la cantidad de dinero que mueve, y en base a esto, se ha convertido en un espectáculo que Codemasters ha usado de base para la representación de cada Gran Premio. Tal como ocurrió en el título anterior, han diseñado el juego para que sea como una retransmisión, con comentarista para las secuencias de introducción y resumen, pero poco más. Claro que se ha usado el castellano como lenguaje para dar a conocer datos importantes de cada circuito y hacer disfrutar al usuario de un espectáculo audiovisual.
Claro que el salto cualitativo que ha experimentado la licencia con el salto generacional, se puede comprobar más en la conducción, los coches y los circuitos, que en otros elementos que son protagonistas de este procedimiento. Es aquí donde puede que, lo más importante, los pilotos, se exponen como torpes representaciones virtuales de su alter ego real. Todos esos elementos que no son parte de la experiencia de juego, o son secundarios, ofrecen un diseño desfasado. Podemos reconocer a los pilotos, pero no podemos negar que con un número tan reducido de grandes personalidades representadas, el resultado debería de ser mucho mejor. Pero en el fondo, esto ya se ve con las miniaturas que aparecen en los diferentes paneles, incluso, cuando personalizamos nuestro piloto, hay poca diversidad y de calidad escasa.
Como ver un Gran Premio por la televisión, aunque los pilotos se parecen lo justo
El hecho de que se haya dispuesto una secuencia para dar pomposidad a la experiencia televisiva de F1 2016, ofrece un producto que no parece adecuarse a los cánones de calidad actuales. Animaciones que se repiten cada Gran Premio, ver diferentes pilotos sometidos a la misma animación, es cuestionable. Se debía haber trabajado un poco más este aspecto, aunque sea intrascendente para el que, simplemente, quiere disfrutar de la conducción en la competición más exigente del mundo. Haciendo un poco de tripas corazón, no podemos negar que el trabajo para llevar ese aspecto televisivo a F1 2016 es imponente. Para cada Gran Premio, una secuencia concreta que muestra con buena intención el paisaje, que ofrece datos interesantes que suelen verse en las retransmisiones de la televisión.
Pero dejando a un lado estos aspectos circunstanciales, entramos en pista y observamos la representación de las 11 escuderías oficiales, al más mínimo detalle, con esos matices que nos harán notar la diferencia, más allá del rendimiento de cada monoplaza. Se ha representado cada uno de ellos con gran precisión, y eso que cada vez los monoplazas ofrecen alerones más complejos. Uno de los elementos más dinámicos de cada carrera son los neumáticos, los cuales son protagonistas de muchos aspectos, pero que durante la carrera, muestran los detalles de la fatiga, así como de la suciedad que se queda adherida a ellas. Pero dentro de los aspectos que cambian del monoplaza, encontramos los daños. No es que haya una gran diversidad de ellos, pero su representación tampoco es que sea variada. Ante los golpes que pueden hacernos perder alguna rueda, sea como fuere el impacto, la rueda se observa como un bloque inalterable. Si a veces se comprende por que agarra tan poco, parecen de hormigón.
Los comentaristas son testimoniales, pero no se echa de menos a Lobato
La pista es el segundo protagonista de cada carrera, donde se ha buscado un equilibrio que denote realismo y espectacularidad. Los trazados suelen trasnsmitir importante información visual, que en este caso, se ve algo devaluada por ciertos recortes en las texturas y detalles varios. El paso de los vehículos condiciona la pista, pero lejos de ver una linea de la trazada bien definida, las virutas de goma en la zona sucia o como evoluciona la pista cuando comienza a llover, o cesa, son aspectos que no parecen haberse cuidado y su ausencia se hace notar. Ante esta situación, que en muchas situaciones condiciona la carrera, que no se haya tenido en cuenta este factor puede ser un nuevo objetivo para Codemasters, pero ahora mismo lastra el concepto original.
Prevalece el rendimiento y la velocidad a la calidad visual
No se puede negar que el resultado es más efectivo, o resultón, que espectacular. La espectacularidad de F1 2016 residen en la velocidad y ahí el juego cumple. La sensación de velocidad es impactante, hasta el punto de que puede suponer un problema en las primeras horas de juego. Y es que en ocasiones la velocidad del monoplaza no dejará gestionar adecuadamente todas esas funciones adicionales, atropellando al jugador y obstaculizando un buen tiempo en la vuelta. Es aquí donde se ha centrado el esfuerzo de Codemasters, en hacer ver una experiencia que, sin ser del todo espectacular por sus gráficos, lo es por la implementación de la velocidad, sobre todo, en determinadas perspectivas.
Desde la cámara interior, la del cockpit, es donde se puede observar el gran trabajo realizado por Codemasters. No obstante, podemos denotar que hay margen de mejora, aunque el trabajo realizado en el anterior, ha servido para que este luzca a buen nivel y con un rendimiento más que adecuado. La baja perspectiva ofrece una visión adecuada de la parte del trazado más elaborada, dejando a un segundo plano esos elementos que en repeticiones y secuencias ajenas a la acción, no tienen el trabajo requerido para estar al nivel de otros elementos mejor construidos.
Su apartado técnico tiene luces y sombras, pues a estas alturas podrían haberse esmerado más en ofrecer algo visualmente espectacular, impactante, incluso correcto en algunos matices. Pero se ha dado prioridad al rendimiento, a la velocidad, que es lo que define el juego. Junto con los elementos de la jugabilidad, que le confieren un amplio espectro de posibilidades para cualquier perfil de jugador, F1 2016 es el producto añorado que ofrece la experiencia que llevamos años esperando.
Ponte el mono de carreras
Cuando vio la luz F1 2015, muchos usuarios deseaban echarle el guante al juego en busca de convertir a su piloto en el mejor de todos los tiempos. Pero la ausencia del Modo Carrera lastró por completo un título que abordaba la experiencia de la conducción de forma extraordinaria. Un año después, F1 2016 es el juego que incluye este Modo Carrera, siendo el elemento más relevante, pues todo lo demás, parece bastante clónico.
El apartado técnico del juego resulta ser lo menos destacable de F1 2016, si bien se ha mantenido el criterio de mantener un rendimiento adecuado para que la experiencia no se vea afectada. Pero a estas alturas, sobre todo en ese elemento que busca la espectacularidad de la retransmisión, no poder ver mejores representaciones de los pilotos, es una lástima. Observar siempre la misma animación de celebración, o las mismas animaciones en general, supone una muestra de desfase o de falta de implicación en algo que, a priori, no parece tan complejo de hacer mejor.
Pocos son los osados que aceptan el desafío absoluto de F1 2016
Pero lo que importa es la experiencia de la Formula 1 y ahí Codemasters ha acertado. Introduciendo la nueva reglamentación y un catálogo de opciones de configuración extenso, ofrecerá una experiencia a la medida del jugador. Tanto por la complejidad de la conducción como por la dificultad de la IA y el rigor de los jueces, F1 2016 hace sentir dentro de la competición. No podemos culpar del apagado sonido de los motores de los monoplazas actuales, aunque nos permite disfrutar de la interacción con el ingeniero de pista y dar cuenta de las capacidades que tiene esta competición.
Adrenalina pura, afán de superación y un reto constante es lo que F1 2016 puede ofrecer a los pilotos más exigentes, a los que quieren una experiencia profunda y desafiante. Un reto que se ha conseguido con este juego, una experiencia que pondrá a prueba a los valientes y entretendrá a los que simplemente quieren disfrutar de su afición por esta competición. La introducción del Modo Carrera hace que F1 2016 si sea un juego a tener en cuenta, pero su ausencia el año pasado supone un claro desfase generalizado en la saga.
F1 2016 ofrece lo que el año pasado se debía haber ofrecido, de forma que quedan claras evidencias de que la evolución del juego lleva un ligero desfase. En general, el apartado técnico es lo que más se resiente, donde la revolución está más ligada a esas opciones que añaden interés en sesiones de práctica y evolución del vehículo, ofreciendo una experiencia que en otros puntos carecen de esencia, como es, la posibilidad de entrar directamente en las escuderías punteras, sin pasar por alguna disciplina inferior a la competición. F1 2016 se consagra como el juego que se venía esperando, pero llega con un retraso que ha condicionado la evolución lógica del producto en casi todo lo demás.