Es absurdo negar que la Formula Uno ha perdido fuelle en nuestro país. Tras la época dorada que coincidió con los campeonatos y subcampeonatos de Fernando Alonso la audiencia en televisión fue cayendo, que se retransmita por canales de pago desde hace unas temporadas tampoco ayuda. Es por eso que los juegos también se ven afectados. Tras unos años de ausencia, la Formula Uno volvió a los videojuegos en 2010 gracias a Codemasters, desde entonces el estudio inglés ha ido renovando la licencia y aportando entregas anuales. En 2015 se lanzó el primer F1 para Xbox One y la nueva generación, por lo que el pasado 2016 sirvió para evolucionar el título, la entrega de este año sigue la corriente y nos brinda un juego notable.
Estamos ante el tercer juego de F1 en Xbox One, algo sorprendente si comparamos el número con otros juegos deportivos como NBA, FIFA o NHL donde en todos los casos vamos por el quinto juego. Esos dos años que tardó en llegar la máxima competición automovilística a la actual generación sirvieron para estirar el motor EGO en Xbox 360 y PS3, luego sus versiones para la actual generación han ido reciclando algunos modelados o sistemas y renovado otros muchos. Gráficamente F1 2017 no se puede comparar con Forza Motorsport o Forza Horizon, ni siquiera a Project CARS. Pese a tener algunos detalles remarcables su aspecto gráfico no está a un nivel proporcional al que vimos en sus entregas de pasada generación. La jugabilidad, eso sí, sigue siendo la reina de la corona. ¿Queréis saber qué nos ha parecido F1 2017? Seguid leyendo nuestro análisis.
Una vida por delante
10 años dan para muchas, muchísimas cosas. El modo estrella de F1 2017 es el Modo Carrera que nos pone al mando de nuestro avatar virtual en el equipo que escojamos. Una vez más se repite el error de dejar al usuario escoger equipo, si queremos algo de realidad en la carrera de un conductor novel no vamos a escoger Mercedes, Ferrari o Red Bull; la opción está ahí y la podemos escoger, pero lo suyo es comenzar en la media tabla. En cualquier caso, tenemos 10 equipos a nuestra disposición, una vez escogido tomamos el control del monoplaza en el primer evento del calendario: Australia.
Podemos personalizar la dificultad de la IA de nuestros rivales antes de comenzar el modo, de ello dependerá su agresividad en la pista. Las ayudas también son completamente personalizables para que cada uno juegue con el estilo que más le convenza. Un año más Codemasters nos entrega un juego que mezcla simulación y arcade según el gusto del jugador, todo un acierto para abarcar todo tipo de fans de la F1.
Al igual que las ayudas o la IA también podemos decidir la duración de las carreras, el número de entrenamientos libres y la cantidad de rondas de clasificación. No soy de aquellos que se pasan hora y media en una carrera, pero tampoco quiero que sea de 5 únicas vueltas así que la opción más lógica es la de 14 vueltas. Opción que nos ofrece realizar pit stops y simula el desgaste de neumáticos y combustible.
Los entrenamientos libres sirven para familiarizarse con el circuito y preparar la clasificación y la carrera. En ellos encontraremos unos cuantos mini juegos que servirán para realizar dichas pruebas. Esas pruebas tendrán varios niveles de éxito, dependiendo de los resultados obtendremos una cantidad de puntos que nos servirán para mejorar el coche y sus componentes.
Mejorar el coche es un punto clave del juego. Nuestro motor estará dividido en varios bloques que se irán gastando a medida que recorramos kilómetros, es por eso que tendremos que invertir puntos en la duración de los componentes y su fiabilidad. También tenemos otras opciones que permiten realizar piezas para cualquier apartado del monoplaza que mejoren su rendimiento. No podemos dormirnos en los laureles ya que las demás escuderias recurrirán a esas mejoras, si no hacemos lo propio veremos cómo nos superan. Las piezas tendrán un tiempo de desarrollo según su importancia en el coche, durando de una sola semana, a cuatro e incluso seis para las más importantes. Ojo porque el éxito no está garantizado y es que también hay que invertir en la calidad y supervisión del desarrollo porque algunas piezas podrían resultar defectuosas y hacer más daño que bien.
En general el Modo Carrera es la joya de la corona. 20 circuitos que se repiten en 10 años de carrera en las que el piloto es el que decide todo sobre su coche. Los minijuegos -pulidos y en mayor cantidad que en el pasado- ofrecen un aliciente a los entrenamientos libres, ya que son cruciales para mejorar el coche y preparar al piloto para la carrera. Entre Gran Premio y Gran Premio asistiremos de vez en cuando a eventos de exhibición, lo que resulta en la excusa perfecta para conducir los coches clásicos que Codemasters ha introducido en la entrega de este año. Mención especial al R26 de Fernando Alonso o al Ferrari 2004 de Michael Schumacher, conducirlos supone un reto para nuestras manos y una delicia para nuestros oídos.
Al Modo Carrera se le suman los ya clásicos Contrarreloj, Gran Premio y online. Esos modos son prácticamente un calco de lo visto estos dos últimos años, tampoco es que hubiese mucho que mejorar.
Cuida tu motor
La conducción en F1 2017 y sobre todo en su Modo Carrera está condicionada por muchos factores, el primero es la durabilidad de tu bloque motor y el segundo es la gestión de la gasolina. Por los neumáticos tampoco hay que preocuparse mucho, este año parecen más resistentes que en el pasado, por lo que yendo con un mínimo de cuidado en las frenadas no hay que preocuparse.
La preocupación viene con la gestión de la gasolina. Durante los entrenamientos libres debes probar maneras de ahorrar y de llevar a cabo en la carrera, sino te quedarás seco y tu coche abandonará. Es por eso que habrá que aprender a soltar el acelerador antes de las curvas y aprovecharse de la inercia en muchas ocasiones, también de pisar con suavidad el acelerador. Todo ello ayuda a un menor consumo y si consumes menos puedes cargar menos tu coche e ir más rápido en carrera.
El bloque motor está dividido en diferentes apartados que cuentan con su propio desgaste. Cada apartado se desgasta por diferentes motivos, debemos aprender cuales son y limitar su daño. En una temporada contamos con 4 motores, si necesitamos adicionales seremos penalizados.
Es por eso que la conducción se nota diferente, simulando casi perfectamente la ansiedad de los pilotos hoy en día con las nuevas normas sobre la utilización de estos componentes. Debes conducir de manera menos agresiva y ahorrando combustible, sino no vas a llegar muy lejos.
La dificultad también hace mucho. Podemos seleccionar la IA de nuestros rivales de 1 a 100, de manera que no estamos hablando de un «fácil, normal, difícil» sino de un completo abanico que se puede ajustar perfectamente a nuestras exigencias. En cuanto a ayudas contamos con varias que podemos escoger cuanto afectan a nuestra conducción. Una de las ayudas que hay que desactivar sí o sí es la de la salida en Gran Premio ya que el arranque busca ser fiel con la realidad. Debemos mantener el embrague y alcanzar ciertas RPM, entonces cuando soltemos el embrague saldrá el coche, gracias a ello podemos marcarnos salidas espectaculares, saltarnos el semáforo o calar el coche, pura emoción.
El gameplay sienta como un guante y se adapta a nuestras condiciones siendo lo más divertido y lo que de verdad consigue engancharte y pidiéndote jugar más. Cada circuito es un reto distinto y nos ofrece posibilidades distintas en cuanto a estrategia, toda una delicia para los fans de éste deporte.
Por otra parte los coches clásicos aportan un tipo de conducción distinta. Dependiendo de la época tendremos más o menos problemas para controlarlos. Incluso los más recientes se sienten completamente distintos a los bólidos de ahora. Deberemos controlar los coletazos que pegan y la aceleración al salir de las curvas.
Tanto EGO no es bueno
Pese a que los modelados de los coches son buenos, los efectos de luz cumplen y las caras de los pilotos están bien recreadas el juego no es nada vistoso. Gráficamente es muy justo. Claro que el motor EGO tiene en cuenta muchas cosas que nosotros no vemos pero sí se perciben en el gameplay, en ése sentido F1 2017 tiene un apartado técnico sobresaliente.
Si diferenciamos entre los gráficos puros y duros y lo técnico podemos apreciar las bondades del motor EGO. Si nos centramos en los gráficos vemos unos modelados secundarios -mostrados en escenas del Modo Carrera- terribles, lo mismo si vemos más allá del circuito, algo que acostumbrados a los increíbles Forza 6 y Forza Horizon 3 hace que la diferencia sea insalvable.
A 60 fps el juego se mueve de manera estable pero con graves problemas de screen tearing que esperamos que solucionen con actualizaciones. La imagen se «parte» en la zona superior de la pantalla provocando una sensación extraña y bastante desagradable.
Por último el sonido cumple de manera bastante notable. Los motores actuales suenan como deberían (al igual que los clásicos y sus característicos sonidos) y los efectos están logrados. Se agradece que el juego esté traducido al completo en castellano, contando con todas las voces que aparecen dobladas a nuestro idioma. Agradecemos los comentarios de David Casas y Antonio Dávila antes y después de las pruebas imitando la retransimisión televisiva. Lástima que ambas voces corresponden a nuestro ingeniero de pista y la persona que narra los vídeos de ayuda. Quizás es ponerse muy quisquilloso, pero se podría haber pulido ese aspecto, en cualquier caso y viendo la actual corriente de localización de juegos agradecemos a Codemasters por haber apostado por el doblaje.
No hay que ser superficial
F1 2017 es, jugablemente, un juego excelente. Es la capa de pintura que lo cubre lo que le quita mérito. El motor EGO está desfasado y pese a sus buenos resultados en físicas, simulación e IA acaba aportando un resultado muy justo en lo gráfico. Los modos de juego aportan mucha variedad y los coches clásicos -que abarcan casi todas las épocas de la F1- sirven para desconectar de los híbridos de 2017. El Modo Carrera está muy mejorado respecto a la edición pasada y el multijugador soporta los 20 coches pilotados por 20 jugadores.
En general estamos ante un buen juego, como Codemasters nos tiene acostumbrados, con un apartado técnico notable salvo en lo gráfico, doblado al castellano y con multitud de modos de juego. Una vez comiences el Modo Carrera quedarás enganchado y querrás seguir Gran Premio tras Gran Premio, algo que teniendo en cuenta que es un juego de carreras es digno de mención.
Si nos centramos en lo jugable y la diversión que aporta -y que consigue engancharnos- podemos obviar los gráficos desfasados y algunos errores de rendimiento. F1 2017 es un juego entretenido y que hará las delicias de los fans de éste deporte.