Firewatch explora un concepto en el que nos veremos envueltos en una aventura diferente. No hay armas, ni enemigos con los que acabar directamente, no tenemos que conseguir botiquines para curarnos tras la batalla u ocultarnos para apuntar desde lejos. La propuesta de Firewatch lleva otro camino, armados con un mapa y una brújula nos encontraremos en un solitario bosque en plena montaña. Así presenta Campo Santo, estudio desarrollador, su proyecto, una historia de análisis personal, superación de miedos y aceptación de los hechos que no te dejará indiferente. Vamos a compartir este análisis de Firewatch para conocer su propuesta a fondo.
Hay que perderse para poder encontrarse
Las referencias en Firewatch son muy claras, un viaje de espíritu, de curación, de alejarse de aquello que te ha desestabilizado para poder encontrarte a ti mismo. De esta manera nos ponemos en la piel de Henry, el protagonista de esta historia de introspección personal. La vida de Henry, aparentemente perfecta, ha pegado un vuelco, todo se ha derrumbado a su alrededor y necesita un cambio de manera desesperada. Todo lo que conocía ha perdido el sentido y necesita encontrarse de nuevo, por ello se alista en el cuerpo de guarda bosques, se echa su mochila al al espalda y desaparece de la ciudad. Su nuevo hogar es el bosque, en plena montaña, un lugar en el que aclarar ideas y hacer algo de utilidad.
Ya en situación, Delilah, la guardabosques que se aloja en otra torre, será nuestra compañera y nuestra guía en los primeros días de trabajo. La relación de estos dos personajes se hará más profunda cada día que pasa, descubriremos detalles sobre sus motivaciones y su historia personal que harán que sintamos una gran empatía hacia ellos. Además, toda la relación está cimentada mediante diálogos por walkie talkie en los que seremos totalmente partícipes. La narrativa y el argumento son los puntos más fuertes de Firewatch, todo el juego nos guía a través de diálogos y recuerdos que se funden con los hechos que están aconteciendo en el bosque. Si pensabas que la vida del guardabosques iba a ser tranquila, nada más lejos de la realidad, el remanso de paz de Henry se verá alterado por el misterio, deberás descubrirlo por ti mismo.
Mecánicas de supervivencia
Las mecánicas de juego de Firewatch son muy sencillas e intuitivas. Nos bastará con tener controlado el mapa , la brújula y el stick para dirigir a Henry por el enrevesado bosque. Tendremos que acudir más a nuestra orientación e ingenio que a nuestra habilidad con el mando de Xbox One. Visualmente, es precioso, con una estética cartoon que no le resta seriedad, es el marco perfecto para desentrañar la montaña. El apartado sonoro está muy cuidado y cada sonido está mimado al milímetro, animales, el viento en nuestra cara, ramas que se parten, el agua de un arroyo que corre, todo es perfecto.
Además, Firewatch, cuenta con detalles de esos que gustan, que hacen que jugador piense «esto lo han trabajado», un ejemplo claro es el momento en el que bajamos de nuestra torre de vigilancia y Henry, muy naturalmente, se agarra a una madera superior. La vista en primera persona es todo un acierto para este juego que evoca ciertos aires de supervivencia y hará que la sensación de soledad sea, incluso, tangible. La dificultad es adaptable, podemos optar por ver nuestra ubicación en el mapa y lo que tenemos que hacer en pantalla o dejar que nuestro impulso aventurero florezca y guiarnos por nuestro sentido de la orientación. Esto hará que el progreso en el juego sea más lento pero, también, hará que sea una experiencia mucho más inmersiva.
No todo podía ser tan bonito, y es que, esta versión para Xbox One de Firewatch tiene algún que otro problema de rendimiento. Las caídas de frames mientras progresas por el bosque son más que evidentes y hacen que jugar sea, en ocasiones, bastante molesto.
Conclusiones del análisis de Firewatch
Firewatch es un juego impresionante, algo diferente que merece la pena probar. Si no lo has jugado no lo dudes, es una experiencia enriquecedora. Otro punto positivo a tener en cuenta, podremos activar una opción en la que los desarrolladores nos contarán curiosidades sobre la evolución del proyecto mientras jugamos, esto hace que jugarlo de nuevo sea mucho más interesante. La duración aproximada de juego es de unas cuatro horas. Además, está completamente subtitulado al español para no perder detalle del hilo argumental. El aspecto artístico es espectacular y el sonoro es una delicia para los sentidos, el problema reside en las caídas de frames que afectan al rendimiento. En definitiva, Firewatch es un juego que hay que jugar al menos una vez en la vida. Puedes hacerte con el título de Campo Santo en la store de Xbox One por 19,99 euros.