No son muchas las veces en las que nos ponemos delante de un juego del cual no esperábamos mucho, pero que al final acaba sorprendiéndonos gratamente. Tras jugar una buena cantidad de horas a este juego y me dispuse a hacer el análisis, realmente tuve que investigar a fondo si realmente se trataba de un juego indie, pues no me daba esa sensación. Pero sí, este completo juego de bajo presupuesto financiado en Kickstater es a falta de una palabra mejor, sobresaliente. Así que, leeros bien este análisis si tenéis curiosidad, porque os aseguro que merece la pena darle una oportunidad a este fantástico título. De modo qué, desde Somosxbox, aquí os traemos nuestro análisis de For the King para Xbox One.
¿Qué es For The King?
For the King, es un juego independiente de rol con carácter Roguelike, en el cual, la acción se desarrolla en un combate por turnos, en un mapa estilo tablero hexagonal. Parece que sea un juego de mesa, y así es, realmente es un juego de mesa llevado a videojuego. Pero de una forma muy eficiente. Controlaremos hasta 3 jugadores que se irán desplazando por el mapa completando diversas tareas y avanzando en la historia. Durante todo el juego nos encontraremos multitud de eventos aleatorios, mazmorras, jefes finales y demás estímulos que consiguen que el juego no se muestre nada repetitivo. El juego tiene cierta dificultad, pero aun cuando perdamos, (que perderemos), no tendremos ese sentimiento de «qué pereza empezar de nuevo», tras cada partida finalizada, sea del modo que sea, debloquearemos más personajes, tiendas, objetos, lugares, enemigos, que harán que la próxima partida que hagamos sea totalmente diferente de la anterior. Que no os engañe su estética simple y pausada el juego es altamente disfrutable.
Hablemos del In-Game
Primero aclarar, que el juego viene con todas sus expansiones incluidas. Tenemos varias historias disponibles, pero ahondaré en la aventura principal cuando entremos en la narrativa. Cuando empecemos la partida dispondremos de 4 clases iniciales, Herrero, Bardo, Mago y Cazador. Pero podemos desbloquear más desde la tienda de juego con «saber». «El Saber» es un recurso que encontraremos dentro de las partidas al superar hazañas. Cuando tengamos suficiente Saber y tras haber avanzado lo suficiente en la historia para tener disponibles nuevos elementos, desde la pantalla de menú principal podremos comprar a estos nuevos personajes. También podremos adquirir nuevos objetos, ubicaciones y demás. Con esto se consigue que podamos enfrentarnos a una nueva partida con desde una perspectiva diferente. Hay 3 variantes de dificultad, sin ningún tipo de dudas, os recomendamos empezar en aprendiz, es difícil ya de por sí. Y el juego no dispone de un tutorial al uso, aprenderás jugando. Lo cual veo acertado pues cada partida no se puede ceñir a un modelo estandarizado. Y antes de detallar más sobre las partidas, señalar de forma muy enfática, es que el juego dispone de multijugador online y local. Personalmente cada vez sé que voy a poder jugar a algo con mis allegados el equipo de desarrollo tiene mis respetos.
Vayamos a lo profundo del asunto, ¿Cómo es cada partida? Cuando os adelantaba que cada partida es diferente, no me refería únicamente a que podéis hacer diferentes campañas o jugar con distintos personajes. Es un juego con un mapa procedimental, cada elemento del juego se crea aleatoriamente de manera automática, cuando avancemos por las casillas un algoritmo determinará si nos encontramos con un enemigo oculto, un cofre enterrado o simplemente seguiremos nuestro camino. Al igual que cada mapa, si empezamos 2 partidas, el mapa nunca será igual que la vez anterior, por lo que las tiendas, posadas y otros lugares de interés estarán ocultos y nos obligarán a movernos por el mapa a ciegas. El juego se basa en «la tirada de dados», Un poco metafóricamente. Por dar un ejemplo, para desplazarnos tenemos hasta un máximo de casillas determinadas por nuestra capacidad de movimiento, si fuera de 7, se hace una tirada de 0 a 7 y el resultado es lo que podremos avanzar, también es así el sistema de combate y los eventos durante el juego, como evitar trampas, abrir cofres, etc… Simplifica mucho el juego haciéndolo accesible para todo el mundo, pero quizás limita que podamos superar desafíos por nuestra habilidad.
La historia se nos plantea mediante cuadros de diálogos, con la simple premisa de que el rey ha sido asesinado y hay que buscar pistas, mientras avanza la partida y completamos misiones, la historia se va enriqueciendo, conocemos personajes secundarios, tramas paralelas, motivaciones de los personajes. Muy sorprendente para el tipo de juego que esperábamos. Matar a un lobo, sigue siendo matar a un lobo, pero que haya una manada suelta en un bosque tendrá una justificación coherente con la historia. Durante el desarrollo de la partida al acabar cada turno, en la parte superior se mostrará una barra que nos sirve para indicarnos el progreso entre noche y día y en avance del «caos» y de «la plaga». Hay hasta un máximo de 3 indicadores de Caos, por cada uno que nos alcance, el juego aumentará en dificultad, más enemigos, más vida para ellos, menos daño causado,… «la plaga» por otro lado, tiene tres marcadores también, pero cada vez que aparezca uno, un personaje de la plaga aparecerá para hacernos la puñeta, nos limitarán las tiradas para que no sean perfectas, nos impedirán el uso de determinados objetos… etc. Digamos que uno va ligado a la dificultad y el otro a modificadores negativos para nosotros. Podremos contrarrestarlo, destruyendo nodos de de caos o los cuarteles de la plaga. Y todo esto sin dejar pasar las misiones principales y secundarias. En definitiva… un montón de cosas a las que estar atentos. Pero afortunadamente no hay que agobiarse, todo el juego es por turnos, las peleas, los movimientos, de modo que podemos tomarnos con calma las decisiones que asumir y con el gran añadido de que nuestros personajes pueden avanzar individualmente por el terreno, por lo que si tenemos que completar una secundaria en menos de dos turnos y queremos reducir el nivel de caos, podremos distribuir nuestras fuerzas para hacerlo de la manera más eficiente.
Por último, sobre nuestra evolución en el juego, me gustaría destacar, que For the King opta por un desarrollo de los personajes de una forma poco tradicional, las habilidades, la vida, los puntos de concentración y demás habilidades pasivas, están determinados por los objetos. Hay muchísima variedad, como os digo, mucha más profundidad de la que cabría esperar. Y por concretar sobre lo que hablaba de la concentración, es un recurso básico del personaje que lo que hará será aumentar nuestras probabilidades de éxito durante una jugada. Aquí quisiera comentar, que me parece un recurso muy muy escaso y muy valioso que no garantiza el éxito, creo que este punto debería de mejorarse.
La jugabilidad
Quizás uno de los puntos más débiles del juego. Los controles son muy sencillos, de hecho como comentaba antes sobre el poder jugar en multijugador local, la primera vez que probé el juego lo hice con una niña de 6 años, la cual entendía las mecánicas básicas del juego, «A» para aceptar, punto del mapa a donde desplazarse, lo cual me parece un gran acierto para atraer a las nuevas generaciones a este tipo de juegos, ya que lo que es jugar en sí al juego, es sencillo. Pero la dificultad del juego como tal si es algo elevada, aunque podamos hacerlo con calma hay muchos recursos que gestionar, objetos utilizables, dificultad de enemigos… Está justo al límite de lo que podríamos considerar frustrante, es realmente un reto, pero se supera. Quizás eliminar «la plaga» en el modo aprendiz o que al usar «concentración» se garantice el éxito de una tirada, lo haría más accesible sin perder diversión.
Por otro lado, se ve claramente que es un juego de ordenador portado a consola, dan ganas de viajar por la pantalla con un puntero para saber más información sobre estados alterados, tipos de armadura,… en resumen todos esos iconos que aparecen por la pantalla que nos hacen sentirnos un poco desorientados. Y es una lástima, puesto que en la versión de ordenador si está esa posibilidad, no se necesita agilidad, ni precisión para manejar un puntero con el joystick del mando, por lo que creo que habría sido más acertado optar por un sistema de control así aunque fuera de manera alternativa. No obstante, como decía, es fácil de jugar.
¿Y sobre la narrativa?
Bueno, la historia del juego es un poco tradicional para lo que viene siendo un juego de rol. Han asesinado al rey y la reina deposita sus esperanzas en nosotros para que averigüemos qué ha ocurrido y que salvemos al reino del Caos. Pero esa es la premisa, a la hora que avanzamos completando misiones la historia se desarrollando poco a poco, cada vez que vayamos a un pueblo podremos recoger una misión secundaria que al completarla nos dará una recompensa, esa misión aunque si bien es independiente, guarda relación con el mundo en que se construye la historia. No es The Witcher 3, pero de nuevo, es un juego indie y cumple más que de sobra. Y esto es solo una de las aventuras, tenemos varias donde elegir. Aunque toda la historia, diálogos y encuentros se basan en cuadros de diálogos y no en diálogos como tal, solo hace sentir que te sumerges en la historia de la misma manera en que lo haces cuando lees un libro, tengo la sensación que si cambiaran eso por cinemáticas con diálogos, solo estarían forzando a que el juego se creyese lo que no es.
Sobre el apartado audiovisual
Como habéis podido ver en las imágenes, el juego tiene un estilo gráfico «Low Poly», la cuadrícula es en hexágonos y guarda ese tono simple. Pero esa simpleza otorga al título de un carácter muy personal, cuando vi el juego por primera vez me pareció excesivamente justo en este ámbito, y sin embargo a la hora de jugarlo, me di cuenta que contaba con muchísimos detalles. Algo que me llamó mucho la atención, es que al atacar a un enemigo con 3 flechas, las flechas seguían clavadas en él. A pesar de este estilo geométrico, me pareció muy realista. Juega mucho con los tonos pastel y según la zona del mapa donde nos encontremos la paleta de colores irá variando, pero siempre manteniéndose con esa suavidad tan característica, una suavidad que encaja a la perfección con una música al más puro estilo medieval. La melodía es monótona pero agradable, manteniendo un perfil bajo que no agobia, si no que cumple su propósito a la perfección, hacer que nos tomemos el juego relajadamente sin incitarnos a la precipitación. Toda esta armonía solo se ve interrumpida cuando de vez en cuando aparece un bardo y hace uso de sus habilidades musicales, me gustó el concepto agresivo, pero ver a un esqueleto con guitarra atacándome con una melodía metalera rompe quizás un poco el realismo que ese universo nos quiere transmitir. De modo que, a pesar de jugar con tanta figura poligonal, he de decir que la simbiosis que hacen el apartado visual y sonoro es redondo.
Ahora nuestras conclusiones
Estoy absolutamente satisfecho de haber podido probar este fantástico título, sin duda es un juego que no quedará como uno más en la biblioteca y al que le daré muchas más horas de juego, sobretodo con el cooperativo local. Es una lástima que no sea un juego Playanywhere, y aunque su precio sea de 19,99€, lo tenéis incluido en el catálogo del Game Pass. Es un juego, al que apetece mucho seguir jugando y al que aunque pierdas, dan ganas de volver a empezar una partida nueva. No os dejéis engañar por ese estilo simplista que tiene, el juego es complejo y tiene mucho que ofrecer. Si os gustan los juegos de rol este juego os encantará y si no sois fanáticos de este estilo de juego, os recomiendo probarlo puesto que tiene algunas características personales que lo hacen ideal para los recién iniciados. ¡Iniciad vuestra aventura por el rey!