No pasa muy a menudo que Square-Enix lance al mercado un JRPG de una IP totalmente nueva. La compañía madre de sagas como Final Fantasy o Dragon Quest es posiblemente la primera que se nos viene a la cabeza al pensar en este género de videojuegos, aunque en los últimos años se han asentado en sus franquicias más icónicas, sin mucha innovación en cuanto a nuevos RPGs externos a ellas.
Y por eso precisamente, es por lo que nos da tanta pena ver que el resultado de Forspoken ha venido rodeado de críticas absolutamente negativas. El intento de hacer algo nuevo dentro del plano de los RPG de Square-Enix parece que ha salido torcido, y posiblemente mande el mensaje a la compañía de que, efectivamente, arriesgar por nuevas IPs no es lo más acertado. ¿Pero realmente tiene tantos problemas este juego? Quedáos a leer nuestro análisis de Forspoken y formáos vuestra propia opinión.
Una nueva apuesta de parte de Square Enix
Forspoken sigue, en parte, la estela dejada por Final Fantasy XV. No en vano está desarrollado en gran parte por el mismo equipo y usando el mismo motor, no obstante, desde el primer minuto podemos darnos cuenta de que el enfoque difiere bastante al del resto de RPGs de la compañía. Este nuevo estilo es más «occidental», por llamarlo de alguna manera, desde la ambientación hasta los personajes, incluso la historia, que cuenta con Amy Henning (creadora de Uncharted) como una de las guionistas, tienen un claro enfoque occidental. Esto por sí mismo no es algo ni bueno ni malo, simplemente una decisión artística, aunque no podemos evitar sentir que, entre el sin fin de estudios AAA occidentales a día de hoy, es una pequeña pérdida que Square Enix decida poner a uno de sus mayores estudios japoneses a desarrollar juegos con un marcado estilo occidental.
Pero entrando al juego en sí, en este caso contamos con un RPG mucho más limitado de lo que ya lo era incluso Final Fantasy XV, casi bordeando los límites del género, y aproximándose más a un juego de mundo abierto «al uso», como los de Ubisoft o cualquiera de los cientos de juegos del género que podemos encontrar a día de hoy en el mercado. Aun así, podemos personalizar bastante el equipamiento y habilidades de Frey, personaje protagonista, permitiéndonos adoptar el estilo de juego que más nos convenga en cada momento, y ahí es donde reside principalmente el elemento RPG del título.
Un combate innovador, pero tosco
Todo esto será clave en un sistema de combate que ha resultado ser uno de los mejores elementos de Forspoken. Aunque no está todo lo refinado que debería, y en ocasiones se siente a medio hornear, Square ha creado un sistema de combate con este juego que es innovador, relativamente simple de utilizar y que permite afrontar enfrentamientos desafiantes de forma satisfactoria. Contamos con dos botones para lanzar hechizos, en el caso del mando de Xbox, con el que nosotros hemos jugado, un gatillo se usa para hechizos ofensivos y otro para hechizos de apoyo, como por ejemplo hechizos para inmovilizar a los enemigos. Estos hechizos se pueden cambiar con un menú rápido, al estilo de las típicas ruedas de armas, y la posibilidad de ir cambiando y mezclando los hechizos más adecuados en cada momento es donde reside principalmente la gracia del sistema de combate. Además de esto, también podemos esquivar y posicionarnos de la manera más adecuada gracias al parkour, un importante elemento de Forspoken.
Donde se queda corto todo este sistema de combate, no obstante, es en el planteamiento del combate en sí, y de muchos enemigos. Por ejemplo, algunas de las peleas con jefes acaban reduciendose a disparar y disparar hechizos una y otra vez hasta que acabas con su vida, sin mucho que hacer entre medias ya que sus patrones de atacas a menudo son tan simples o erráticos que, o bien no tienes que esquivarles, o el hecho de hacerlo no es divertido porque no se siente como algo que dependa de nuestra propia habilidad. Y es una pena, ya que como decimos, el concepto detrás del sistema de combate es muy bueno, pero no alcanza ni una pequeña parte de su potencial por falta de pulido y un diseño de combates que no está a la altura. Aun así, el combate es bastante divertido, y cuenta con una suficiente capacidad de experimentación en sus elementos RPG.
Un mundo bonito, pero empañado por problemas técnicos
Lo que sí que está a la altura, al menos visualmente, es el mundo abierto de Forspoken. Square-Enix sigue demostrando que sabe crear mundos con una identidad visual muy especial y original, y no cabe duda, cuando ves el mundo de Forspoken se nota que es un mundo construido por Square-Enix, que perfectamente podría tratarse de un Final Fantasy perdido. Recorrerlo empleando el parkour, además, es una delicia, tanto en velocidad como en satisfacción. No obstante, el parkour es tan automático que se puede hacer aburrido recorrer largas distancias mientras Frey salta por todo lo que se le cruza. Lo que se queda más atrás son las cosas que hacer en el mundo, que nos presenta coleccionables y recompensas de lo más genéricas, y pocas razones para explorar el mundo que nos presenta.
Nos ha sorprendido especialmente (para mal) el caso de las misiones secundarias, que no solo se tratan en su mayoría de misiones de recadero con un ritmo absolutamente lento, si no que son perdibles, y encima, en su gran mayoría, ni siquiera te permiten dejar a medias un paso de la misión y continuarlo luego, como viene siendo el estandar de todos los juegos de mundo abierto desde, bueno, realmente desde que existen los juegos de mundo abierto. Más de una vez hemos empezado una misión secundaria, a medias de la misma nos hemos aburrido (porque de verdad, la mayoría son lentísimas), y el juego literalmente nos ha hecho fracasar la misión simplemente por ello. O en otro caso, al hacer una misión principal hemos perdido como 5 misiones secundarias sin previo aviso. La forma en la que Forspoken trata sus misiones secundarias no tiene el más mínimo sentido, y parece casi una sátira de los juegos de mundo abierto, una broma que busca reírse del género. El problema es que no lo es.
Una trama y guión sin muchos alardes
La trama principal tampoco es gran cosa, el ritmo es atrozmente lento y los personajes son absolutamente planos y sin gracia, por más que el juego intente conseguir lo contrario con algunos de los diálogos más vagos e incómodos que hemos escuchado en mucho tiempo.
La relación entre Frey y su brazalete parlante no solo se siente artificial, ya que no hay ningún lazo emocional que justifique la relación de colegueo que tienen desde el primer minuto, si no que a menudo incluso llega a sentirse que el juego está intentando forzarla con una serie de tira y aflojas entre los dos personajes en una relación de amistad que ni es versomimil ni es divertida de presenciar. Encima de todo esto, la dirección de las escenas cinemáticas, en general, es bastante tosca y se siente sacada de un juego de bajo presupuesto.
Un desastre técnico
En cuanto al aspecto técnico, aquí es cuando entramos en la espiral de problemas de Forspoken. El juego, en su versión para PC, es un absoluto desastre técnico. No hay por dónde cogerlo. Si no disponéis, como mínimo, de un ordenador de gama alta (entendamos en cuanto a gráficas, de una RTX 3070 para arriba) vais a experimentar problemas técnicos graves. Por alguna razón, el juego necesita, al menos, unos 8 Gigabytes de Vram para cargar sus texturas debidamente, y digo «por alguna razón» porque el juego no hace gala de unos gráficos que ni por asomo justifiquen unos requisitos de hardware tan altos.
En nuestro caso, testeándolo con una Nvidia RTX 3060 nos fue imposible conseguir que el juego cargase las texturas debidamente, sin importar el resto de las opciones, por lo que continuamente nos encontramos con texturas borrosas o que tardaban una eternidad en cargar a su debida resolución. Además, en cuanto a FPS también es prácticamente conseguir una tasa de 60 estables salvo que se cuente con una tarjeta de gama alta y se emplee la reconstrucción de imagen con Nvidia DLSS o AMD FSR. Y de nuevo, el aspecto gráfico del juego, aun siendo bonito y resultón, no justifica estos requerimientos en absoluto.
Análisis de Forspoken – Conclusiones
Forspoken es un juego con muchos problemas, y la mayoría de ellos pueden ser perdonables en pos de un mundo atractivo visualmente y un sistema de combate bastante entretenido. No obstante, lo que es imperdonable es el absolutamente nefasto aspecto técnico con el que ha sido lanzado al mercado. El motor luminous sigue siendo una cruz para Square, y lo único positivo es que parece que, poco a poco, la mayoría de estudios de la compañía han ido abandonándolo. Si vais buscando un nuevo mundo que explorar y un sistema de combate innovador, pero tosco, y tenéis un ordenador de gama alta para sortear los problemas técnicos, Forspoken puede ser el juego que buscáis. No obstante, no tengáis una espectativas muy altas en cuanto a su historia o diálogos, porque en el mejor de los casos no son gran cosa, y en el peor, desearéis hasta hacer lo impensable: saltaros las cinemáticas.