A lo largo de nuestras vidas vivimos un sinfín de situaciones, propias y ajenas, que nos marcan para siempre. En ocasiones, nos llevan a aprender y mejorar como personas, en otras miramos hacia otro lado y nos desentendemos de lo que está ocurriendo y en el peor de los casos, somos el centro del problema. En este análisis de Gylt, veremos cómo muchas de estas situaciones pueden oscurecer el mundo que nos rodea, llevando a sus protagonistas a ver el mundo de una forma muy diferente a como lo ve el resto de la gente.
Y es que Tequila Works nos trae una historia en la que la pequeña Sally se embarca en la búsqueda de Emily, su prima desaparecida, que la llevará a descubrir que el bullying no es sólo insultar o golpear y que las consecuencias pueden ser terribles. Pero no vamos a profundizar mucho en la historia, ya que parte de la magia de Gylt radica en eso precisamente. Lo que sí os vamos a contar es que nos ha parecido el título tras salir de Stadia, plataforma en la que fuera exclusivo y que desapareció a principios de este mismo año.
https://youtu.be/k4wDBhomwls
Una historia que golpea en muchos jugadores
No es la primera vez que Tequila Works se adentra en temáticas de este tipo y buscan golpear al corazón del jugador, sin embargo, el bullying es un tema delicado ya que normalmente afecta a niños y niñas de todo el mundo. Las consecuencias de este maltrato a muchos jóvenes termina en muchos casos de forma dramática, incluso fatídica. Es por esto que la historia de Gylt es una de esas historias que deberían jugarse al menos una vez en la vida, ya que el mensaje que deja es un mensaje claro, directo y que, personalmente, creo que debería mostrarse en los colegios.
Entrando en la historia de Gylt, nos encontramos en la piel de Sally, una joven que no tiene ninguna intención de dejar de buscar a Emily, su prima desaparecida. Mientras está pegando carteles de se busca, se verá perseguida por un grupo de «acosadores» que la persiguen e increpan haciendo que caiga de su bicicleta y acabe huyendo a través de un teleférico para volver a su pueblo, o al menos eso es lo que ella cree.
Como ya os hemos dicho, no queremos adentrarnos en la historia, ya que descubrir donde está, por qué y cómo regresar es parte del encanto de este juego. Lo que veremos a partir de este momento puede hacer que más de un jugador que haya sufrido algún tipo de acoso o abuso recuerde alguna que otra situación que seguro comprende a simple vista, y yo espero que aquellos que no la sufrieran se hagan una idea de lo que se puede llegar a sufrir por el comportamiento de algunas personas.
Un survival horror ligero pero sobresaliente
Lo primero de lo que nos damos cuenta es que estamos ante un juego en tercera personas que bebe, y mucho, de juegos como Alan Wake o Silent Hill. Comenzamos desarmados y totalmente expuestos a los peligros de Bethelwood, el pequeño pueblo en el que se desarrolla la historia. El sigilo será nuestra primera arma, y deberemos evitar a toda costa a los monstruos que nos encontremos en el camino. Pero no todo será huir y escondernos, podremos atacar gracias a una linterna con la que podremos cegar y eliminar a los monstruos con los que nos encontremos.
Esta linterna funciona a pilas, por lo que deberemos explorar los entornos en busca de más pilas con las que recargar la linterna. Además, podremos hacer uso de latas de refresco que podremos obtener de las máquinas expendedoras repartidas por el juego, y que nos ayudarán a despistar a enemigos o a superar alguno de los puzzles que nos encontraremos durante la aventura.
Gylt no busca tener asustado al jugador en todo momento, lo que busca es agobiarnos y acongojarnos, mientras nos devanamos los sesos pensando en cómo nos hemos comportado con nuestros semejantes a lo largo de nuestras vidas. Del mismo modo, los puzzles serán más o menos sencillos y no nos veremos bloqueados por una excesiva dificultad. En muchas ocasiones, estos puzles serán opcionales, ya que Gylt cuenta con coleccionables ocultos repartidos por las diferentes zonas que veremos.
Además de las pilas para la linterna y los coleccionables, puede recoger inhaladores que usará para curar su salud en caso de recibir daño. En este punto aprovecho para decir que la cantidad de recursos que hay disponibles hacen que Gylt sea un juego mucho más llevadero y sumado al hecho de que podemos eliminar de «forma sigilosa» a los enemigos, hacen que podamos limpiar la zona y explorarla después en busca de recursos que nos ayuden a seguir en perfectas condiciones. Quizás poder elegir niveles de dificultad al título ayudaría a que la experiencia se sintiera incluso más agobiante y tensa.
El apartado artístico es una joya
En un mercado donde parece que el fotorrealismo es lo único que importa, juegos como Gylt demuestran que con una buena historia detrás, todo lo demás son extras. No obstante, que un juego no tenga los gráficos más espectaculares no significa que el acabado del juego no sea impecable. Como hemos dicho antes, Gylt bebe mucho de juegos como Silent Hill, ya que las calles de Bethelwood recuerdan mucho al icónico lugar de la saga de Konami, sumándole además que visitamos un colegio.

Estas calles, el colegio o algunas de las demás zonas que visitaremos se sienten inquietantes, peligrosos. Cada uno de los monstruos que vemos en el juego representa algo del mundo real y las escenas recreadas con maniquíes que nos encontraremos dejan muy claro lo que estamos presenciando. Los juegos de luz y sombras que nos acompañan durante el juego son simplemente sobresalientes, por lo que la linterna juega un papel importante para ver por donde nos estamos moviendo o que tenemos delante.
Debo hacer una mención especial sobre todo a la zona del colegio, donde cada pared, pupitre o pizarra tiene algún mensaje para nosotros. Debo decir que alguna de las situaciones que nos encontraremos en Gylt nos harán pararnos y pensar cómo nos sentiríamos en caso de ser la víctima de la escena, y consigue hacernos pasar más de un mal rato con lo que vemos.
Para concluir este análisis de Gylt nos queda repasar la parte sonora del juego. Aquí estamos ante otro trabajo enorme por parte de Tequila Works, su banda sonora, de la mano de Cris Velasco, que cambia según la zona en la que estemos o en caso de ser perseguidos por enemigos, dejando un conjunto que ayuda a subir la tensión en los momentos necesarios o de aumentar la emotividad de lo que estemos viendo en ese momento.
Conclusiones
Estamos ante sino el mejor, uno de los mejores trabajos de Tequila Works en muchos niveles. Gylt consigue una ambientación excelente, con una historia que engancha y una jugabilidad sencilla que hace que nos centremos en lo importante, su historia y el mensaje sobre el bullying y sus consecuencias que nos deja. Si bien para los más experimentados del género puede ser sencillo, sin duda hará las delicias de aquellos que busquen una aventura interesante y que deje huella tras jugarlo.