Han pasado 6 largos años desde que vimos por última vez al Jefe Maestro en acción, combatiendo junto al Equipo Azul para detener a Cortana y su ejército de Guardianes en su plan de dominar todo el universo. Después de finalizar la campaña, muchos usuarios consideraron que no estaba a la altura de las anteriores creadas por Bungie, y no era la primera vez que a 343 Industries le ocurría esto. Tanto Halo 4 como Halo 5: Guardians pecaron de alejarse del camino que la franquicia siempre había seguido y el que, al fin y al cabo, la había llevado hasta donde estaba ahora mismo.
Por eso, Halo Infinite era la última prueba (y más importante) de 343 Industries, donde debían demostrar que habían aprendido y escuchado de anteriores errores. Y, sin avanzar más de la cuenta, podemos afirmar con total seguridad que sí, el estudio ha escuchado todo el feedback recogido de sus dos entregas pasadas, y Halo Infinite retoma el camino del que, sinceramente, nunca tuvo que alejarse.
Esta entrega ha sufrido un desarrollo lento, tortuoso, lleno de problemas y salidas de figuras importantes del estudio (como varios directores del título) y, tras un primer vistazo a la campaña bastante decepcionante para la mayoría de los usuarios, 343 Industries decidió dar un año más de desarrollo para pulir al máximo la obra, y ofrecer una obra a la altura de la saga insignia de Xbox.
Ahora, toca hablar largo y tendido sobre la vuelta del Jefe Maestro, sus primeros pasos en la nueva generación de Xbox, y porqué 343 Industries ofrece algo que nunca se ha visto en la franquicia, y era necesario. Comencemos, pues, con el análisis de Halo Infinite.
El comienzo de una nueva era para la franquicia Halo
Como todos sabemos, Halo Infinite es una secuela directa de Halo 5: Guardians, por lo que los sucesos de Infinite transcurren meses después de los eventos de la anterior entrega, aunque desde un principio, 343 Industries ha querido vender esta nueva entrega como un «nuevo comienzo» para la era post-Bungie.
No es que el estudio desarrollador se deshaga de todo lo construido en la 4ª y 5ª entrega, hay cosas (como por ejemplo el propulsor, o un Jefe Maestro mucho más humano que el de la trilogía de Bungie) que aún se conservan, pero sí que Infinite recuerda, y mucho, a Halo: Combat Evolved, la primera entrega de la franquicia y la que supuso el gran auge tanto de la saga en sí, como de la marca Xbox.
Desde la propia carátula del juego , hasta las sensaciones que da el explorar el anillo, nos transporta a la primera vez que pisamos ese Halo, ese aura de novedad, de estar viviendo algo que no se había visto nunca en un videojuego. Halo Infinite puede que no cuente con ese plus de «sorpresa» que sí tenía Combat Evolved, pero lo que es seguro es que tiene la historia más misteriosa y con más secretismo de toda la saga (ahora entendemos lo callados que estaban en 343 sobre la campaña), y eso es algo que se echaba mucho de menos: la novedad en temas de narrativa.
Sin entrar en aspectos de la historia, los cuáles dejaremos para más adelante, solo podemos decir que la trama argumental de esta entrega es sin duda la que más preguntas pone encima de la mesa, consiguiendo que no podamos dejar de jugar por muchas horas, buscando las respuestas, igual que nuestro grupo protagonista.
El núcleo jugable y narrativo que 343 Industries ha creado es prácticamente perfecto, perfecto tanto para nuevos jugadores que quieren saltar a la franquicia por primera vez, como para veteranos que llevan años a los mandos del Jefe Maestro. Todos hemos podido ver las maravillosas sensaciones que desprende el modo multijugador, siendo una mezcla excelente entre añadidos nuevos para la saga y, a la vez, esa jugabilidad tan «Halo» que no podremos encontrar en ningún otro juego.
Pero eso no solo vale para el multijugador, ya que la campaña desprende una esencia en todo momento a que 343 Industries ha querido volver al camino que Bungie forjó durante sus entregas de la saga, y no podemos sino aplaudir la maravillosa decisión de echar la vista atrás, mientras que la franquicia progresa hacia adelante, todo ello a manos de una 343 Industries que en vez de defraudar, sorprende, y mucho.
El Jefe Maestro se enfrenta a su mayor batalla hasta la fecha
Halo siempre ha sido el sinónimo de grandes batallas futuristas, epicidad por todos lados, una banda sonora apabullante que consigue conectarnos con lo que está ocurriendo en pantalla, y en el centro de todo, el Jefe Maestro y Cortana, su IA acompañante inseparable. Pero con la irrupción de 343 Industries a la saga, consiguieron mostrarnos algo que en muchos fans de la saga, caló y muy fuerte, y eso es la vulnerabilidad del Jefe Maestro. Tanto en Halo 4 como en Halo 5: Guardians, vemos a John 117 irse rompiendo poco a poco, todo con la pérdida (y posterior traición) de la que era su acompañante más querida, Cortana, pero queríamos ver más de esa faceta, y en Infinite se muestra, y mucho más desarrollada.
Siempre hemos visto al Jefe Maestro como el héroe perfecto, alguien que puede enfrentarse a ejércitos descomunales y salir vencedor, sin importar el peligro al que plante cara. Sin entrar en spoilers de la trama, 343 Industries rompe con esta imagen del Jefe Maestro, y nos muestra a un soldado cansado, roto, vulnerable y con sentimientos, humano, al fin y al cabo, algo parecido a lo que hizo Rian Johnson con Luke Skywalker en la octava película de Star Wars.
Aún con todo ello cargando en su espalda, como siempre decide luchar, y ser el «faro de esperanza» para los restos de la UNSC esparcidos por el anillo, para que así, planten cara a Escharum y sus Desterrados.
Y aunque no queremos destriparos absolutamente nada de la historia y sus nuevas incorporaciones, solo decir que 343 Industries ha conseguido presentar a unos personajes (tanto compañeros como antagonistas) verdaderamente buenos. Por un lado, tenemos al Piloto y a nuestra nueva IA compañera: el Arma.
Ellos serán los encargados de acompañar y asistir al Jefe durante su viaje por la Instalación Halo Zeta, y durante ella, iremos conociéndolos más, y ahí es donde vemos la maestría de 343 Industries, ya que el estudio ha conseguido crear unos personajes entrañables, carismáticos, y que impactan de la misma manera al Jefe Maestro como al usuario.
Por otro lado, toca hablar de la facción enemiga: los Desterrados. Liderados por el cacique brute Escharum, consiguen igualar (y en algunos puntos mejorar) al Covenant en anteriores entregas, ya que este nuevo ejército cuenta con verdaderos protagonistas que imponen, y no poco.
Además de ser un problema para el Jefe y compañía, son personajes que tienen sus motivaciones, no son malos «porqué sí», tienen su historia, y hacen lo que hacen porque creen que es lo correcto. Aún sin llegar al nivel de, por ejemplo, los Profetas del Covenant, el cacique Escharum y su mano derecha, el élite Jega ‘Rdomnai, consiguen adueñarse de la pantalla cada vez que entran en acción, gracias a una interpretación y un diálogo excelentes.
Halo Zeta es un mundo abierto realmente vivo, y el mayor añadido a esta entrega
En esta entrega, 343 Industries ha decidido integrar uno de los cambios más grandes que hemos visto nunca en la saga, y ese es la implementación del mundo abierto. En anteriores entregas hemos podido ver grandes zonas abiertas donde, a bordo de vehículos, íbamos avanzando en el nivel, pero era eso: un pasillo amplio con una falsa sensación de libertad total.
En Halo Infinite, nos encontramos con la Instalación Halo Zeta al completo para explorar, teniendo por primera vez en la saga un mundo libre como tal. Aún sin llegar a los inmensos mapas creados para los títulos de Ubisoft, 343 Industries ha conseguido crear un mundo grande, y que se siente verdaderamente vivo, gracias a un ciclo día/noche que funciona a las mil maravillas, una fauna que envuelve todos los ambientes que visitamos de vida, haciendo de nuestro paso por el anillo una experiencia muy. muy gratificante, y sin que viajar por él se haga pesado, tanto a pie como a bordo de un vehículo.
Y no se trata solamente de un mundo vacío, sino que tendremos una variedad de actividades por hacer que conseguiremos, a veces, olvidarnos de la misión principal (liberar a marines de la UNSC, liberar puestos de los Desterrados, o encontrar coleccionables como mensajes de audio, o las míticas calaveras, entre muchas otras misiones secundarias por hacer). A priori, muchos pensarán que la Instalación Halo Zeta es un simple mundo abierto, pero no: tanto su diseño, como las misiones que vamos encontrando, hacen que se sienta una novedad de mucho peso dentro de la franquicia, pero que a la vez desprenda esa sensación «Halo».
Además, nuestro viaje por el anillo nos regala unas vistas verdaderamente impactantes, y gracias al añadido del gancho (posiblemente la mejor idea que 343 Industries ha tenido respecto a la jugabilidad), la verticalidad se hace rematadamente divertida, y nos invita a usar esa ventaja en posiciones elevadas contra los Desterrados, creando situaciones realmente peliculeras.
Un multijugador con aroma clásico, pero adaptado a los tiempos que corren
Nos pilló a todos por sorpresa que 343 Industries decidiese lanzar casi un mes antes del lanzamiento oficial la beta del modo multijugador, pero podemos asegurar que ha sido uno de los mejores movimientos que han podido hacer, ya que la mayoría de usuarios (veteranos en la saga o nuevos jugadores) están encantados con lo que el estudio ha creado, solamente habiendo probado una beta.
En esta beta hemos podido probar unos cuántos mapas, y diferentes modos de juego (como Asesino, Bola Loca o Captura la Bandera, por ejemplo), y nada más jugar los primeros minutos, nos damos cuenta que la jugabilidad ha sido pulida hasta la extenuación. Los Spartans dejan de ser tan frenéticamente rápidos como en la 5ª entrega numerada, para volver a ser un poco más lentos, y con un sprint menos rápido, recordando al ritmo típico de las entregas de Bungie.
Las armas nuevas funcionan de maravilla, cada una con su utilidad (las armas de rayos funcionan genial para paralizar vehículos, las de plasma para escudos, y las cinéticas para bajar la salud de los enemigos), y además, con una gran variedad de armas nunca antes vistas, como el Pincho o la Comando. Por otro lado, las armas clásicas se siguen sintiendo igual de bien que en títulos anteriores, y es algo que 343 Industries ha cuidado mucho, ya que si algo funciona, para qué tocarlo.
Por último, no podemos dejar de lado los «gadgets» como el gancho, el propulsor, o el sensor, ya que son uno de los mejores añadidos del juego, dotando a los tiroteos de una estrategia que, obviamente, cada uno explotará como quiera, pero que sin duda hace mucho más interesantes las refriegas entre Spartans (el gancho… ese maldito gancho es oro cuando se aprende a manejarlo). Todo ello, sumado a unos diseños de mapas maravillosos y unos modos de juegos divertidísimos, no podemos sino alabar el trabajo conseguido por el estudio al dotar al juego de una aroma que nos retrae a los viejos tiempos y eso es algo genial.
Aunque no todo podía ser bueno, ya que es obvio que 343 Industries tiene que arreglar la progresión de experiencia (cosa que es prioritaria ahora mismo en el estudio). Ya se ha discutido hasta la saciedad este tema, y siendo una cosa que criticar, el núcleo jugable, lo verdaderamente importante del multijugador, es casi perfecto y ese es el mayor halago que se le puede dar a un FPS, y más a Halo.
Sin Martin O’Donnel y Michael Salvatori, pero la banda sonora es algo de otro mundo…
Por último, no podíamos acabar este análisis sin mencionar uno de los aspectos más importantes de la saga: su banda sonora. Desde Halo: Combat Evolved, la banda sonora de la franquicia es mundialmente conocida por mucha, mucha gente, incluso gente que no está metida en el mundo de los videojuegos. Martin O’Donnel y Michael Salvatori crearon una banda sonora magistral que, a lo largo de todas las entregas de Bungie, nos acompañaron, creando gracias a ellas unos momentos que se quedaron grabados a fuego en nuestra memoria (tanto en trailers como el de «Deliver Hope» de Halo Reach o «Believe» de Halo 3, hasta la batalla de los Scarabs en Halo 3) y que al oír unas simples notas, consiguen ponernos la piel de gallina.
Desde Halo 4, 343 Industries ha querido rendir homenaje a las anteriores bandas sonoras, pero con su propio estilo, y parecía que no daban en la tecla correcta… Hasta ahora. Halo Infinite tiene como compositor a Gareth Coker, conocido por su hermoso trabajo en las dos entregas de Ori, y que en Infinite consigue lo que durante años pedíamos: una mezcla entre la música de O’Donnel y Salvatori, junto a nuevas piezas que casan perfectamente con el trabajo en entregas anteriores.
Y el resultado que podemos disfrutar en esta entrega es simplemente excelente, ya que la música compuesta por Coker es preciosa, y acompaña perfectamente cada momento de la aventura, tanto en la exploración del anillo, hasta las escenas más emotivas, consigue que conectemos con el Jefe y demás personajes de una manera increíble, llegando a veces a ponernos los pelos como escarpias y, para que mentir, alguna que otra lágrima hemos soltado. Además, los temas son muy variados, desde la simpleza de la música mientras andamos por la Instalación Halo Zeta, hasta los tambores y coros cuando luchamos contra los Desterrados, o esa delicada melodía que entra en escena cuando estamos en momentos emotivos. Otra vez más, Gareth Coker se supera, y mucho, con su trabajo.
Halo Infinite no solo es el mejor trabajo de 343 Industries, puede que sea la mejor entrega protagonizada por el Jefe Maestro
Llegamos al final de este análisis con un sabor de boca inmejorable, ya que el viaje del Jefe Maestro por la Instalación Halo Zeta es, posiblemente, el más completo de todos los títulos protagonizados por nuestro querido Spartan 117. Una historia que desde el minuto 1 atrapa y no puedes dejar de pensar en ella, una jugabilidad pulida hasta la saciedad, una banda sonora que junta lo mejor de la era Bungie y la era actual, y muchas sorpresas que aguardan a los usuarios que quieran ayudar al Jefe Maestro y su nueva IA en la batalla contra los Desterrados.
Un modo campaña excelente, junto a un modo multijugador que promete ampliarse muchísimo con el futuro, no augura sino unos años grandiosos para el título y para 343 Industries, ya que por fin, han sabido que teclas tocar, y el resultado es sin duda, brillante. Xbox y 343 Industries han mostrado al mundo que con cariño, dedicación, pasión, y sobre todo, el tiempo suficiente, se puede conseguir crear una obra digna de la saga insignia de Xbox. Ahora falta esperar al 8 de diciembre para poder adentrarnos en el mundo que Halo Infinite nos presenta, y pasarnos horas y horas, tanto en la campaña, como en su modo multijugador.
Galería: Así luce Halo Infinite en Xbox Series X
Y para que la espera se os haga un poco más sencilla os dejamos una galería de capturas in-game de Halo Infinite en Xbox Series X, esperamos que las disfrutéis.
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