Pocos serán ajenos al Agente 47, uno de los principales antihéroes que nos encontramos en el conjunto de videojuegos que han existido hasta hoy. La saga Hitman se remonta a hace ya varias décadas, con un producto que introdujo un aséptico, hermético y amoral personaje como protagonista. La saga Hitman fue evolucionando fruto de su éxito abarcando tendencias que estaban de moda y entrando en una dinámica que acabó con productos que habían perdido, mayormente, su identidad. Casí como la amnesia que caracteriza a este característico protagonista de la saga Hitman, cuanto más se intentaba explicar de su pasado y hacer manar emociones en él, más perdía la identidad esta importante saga.
Pero la sorpresa llegó a través de IO Interactive, quien recuperó las bases fundamentales de la saga Hitman para relanzarlo en la actual generación. Un relanzamiento agridulce para muchos, pues a una propuesta con buenas bases, su distribución episódica no resultó ser todo lo atractiva que se deseaba. Hitman 2 llega como un producto en bruto, sin recurrir a esa manera de dividir la experiencia en esperas. Unas esperas que no se hicieron tan abismales como cabría esperarse, dado que la fórmula de Hitman se había rediseñado en una plataforma de juego bastante revolucionaria.
Si ves esta calva y eres su objetivo, no habrá sitio para esconderse
Desafíos para el Agente 47
La fórmula que se estableción para el primer Hitman se mantiene inalterada en Hitman 2, salvando una diferencia notable. Hitman 2 llega con mucho más contenido desde su lanzamiento abarcando, nuevamente, la misma fórmula. Con hasta 6 mapas, cada uno de ellos presenta ese planteamiento desafiante en el que cada usuario podrá exponerse como el Agente 47 afrontando todos los desafíos posibles. Una historia central, guiada por una serie de secuencias cinemáticas nos introducen en un papel muy concreto, unos objetivos muy concretos y una metodología totalmente libre.
A partir de aquí, cada mapa irá exponiendo diferentes vías para afrontar la misión, suponiendo una diversificación notable de cada una de ellas. Un desafío constante, avalado por un planteamiento que maduró mucho en su primer juego y que continúa en Hitman 2. Podría achacarse que Hitman 2 parece un copia y pega de su antecesor, lo cual puede ser tan positivo, como negativo. No deja de ser algo decepcionante que a la hora de acceder a Hitman 2 se parezca tanto a la edición completa de su antecesor, ofreciendo, claro esta, nuevos contenidos.
Y es que Hitman conquistó a los fans, e introdujo nuevos, en un producto con una gran diversidad de modos de juego y opciones. Es así que el modo principal, lo que viene siendo abarcar cada misión en cada mapa conociendo la trama que hay tras esta entrega, es como rascar la superficie de un gran planeta. Cada mapa, cada misión, expone muchas alternativas de planteamiento que ser irán desbloqueando según vayamos subiendo nuestra maestría en cada uno de ellos, o a nuestro personaje. Además, existe esa alternativa que se popularizó durante Hitman, los Objetivos Escurridizos, que añaden un matiz dinámico a una propuesta que, de primeras, no hace esperar para tener el siguiente mapa.
Si tienes el primer Hitman, podrás acceder a todo su contenido desde Hitman 2
Un entorno vivo
Una de las características que IO Interactive ha querido recalcar continuamente sobre Hitman 2, es la evolución en la experiencia de juego. Como un juego de infiltración en tercera persona, deberemos ser parte de un entorno que denotará vida propia. Presuntamente, esto depara una experiencia más fluida, donde podremos dirigir nuestro plan maestro por donde nosotros queramos. En Hitman se ofrecían diversas oportunidades, que en esta ocasión se multiplican. Esta mayor diversidad se debe, en gran medida, a que la complejidad de cada misión, de cada mapa, se ha elevado de forma notable.
Ya en los mapas de Bolivia o Bombay se puede ver que Hitman 2 es un juego que puede definirse como retorcido. Mapas mucho más complejos, que alternan muchos más niveles, una extensión mayor y, con ello, muchas más opciones. Recurrir a la concentración nos abrirá la puerta a pistas importantes sobre qué objetos hay disponibles, qué individuos son peligrosos y donde están nuestros objetivos. A partir de ahí, las decisiones serán las que nos guíen por uno u otro camino, donde si configuramos la misión con ciertas condiciones, deberemos ajustarnos.
En cierto modo, la diversidad y la IA que ofrecían en Hitman ya parecían ser realmente eficaces. Pero Hitman 2 busca ahondar y ampliar cada uno de estos aspectos. Al haber una mayor complejidad y número de situaciones, la IA debe ajustarse más para abrir caminos y oportunidades. En cierto modo, esto depara un comportamiento tan predefinido como sucedía en el primero, aunque este script sea más complejo o diverso. Una vez nos enfundamos el traje, o nos disfrazamos, la sensación de introducirse en cada misión hace aflorar una sensación de ser más de lo mismo demasiado evidente.
Atender a todo, buscar oportunidades y planteamientos dinámicos, será la clave del éxito
Todo comienza con una sencilla misión de infiltración en una casa playera, donde se recordarán las nociones básicas a modo de introducción. Claro que, si algo no queda claro, siempre se puede recurrir a las mismas misiones del tutorial de Hitman. Un elemento un tanto disuasorio que puede dar todavía más sensación de que Hitman 2 es como un gran DLC del primero. A partir de ahí, viajaremos por el mundo exponiéndose a unos mapas de gran tamaño y complejidad, con muchos elementos que harán que durante varias partidas no descubramos todo lo que tienen.
Llega a ser bastante abrumador, incluso cuando no tenemos ninguna condición para abordar la misión, podemos llegar a perdernos. Ajustarnos a cada situación, disfrazarnos, evitar los enemigos que nos detectarán con mayor celeridad y observar el comportamiento general de los diferentes objetivos, será lo que determina nuestro éxito. Un juego que requerirá de más paciencia que otra cosa, pues al igual que el primero, no está demasiado preparado para cuando la acción se desata.
Ahora bien, lo que se busca en esta saga no es tanto el cumplimentar las tareas básicas, sino en seguir nuestro instinto y querer mejorar en cada momento. Tres niveles de dificultad, múltiples opciones para configurar nuestra misión y poner las cosas difíciles. Aunque los continuos guardados automáticos o la opción de crear nuestro propio punto de guardado, simplifican mucho la experiencia si somos cautos. Una actitud necesaria, no obstante, ya que Hitman 2 sostiene ese mismo tipo de juego que ofrecieron en su regreso. Plantear una misión, una estrategia, analizar las situaciones y aprovechar la oportunidad.
Los nuevos escenarios pueden ser auténticos laberintos de tortura, para encontrar la oportunidad perfecta
En la piel del asesino
Hitman siempre se ha caracterizado por ser un juego tremendamente diverso e inmersivo. Las posibilidades de introducirse en la piel del Agente 47 y tomar diferentes caminos ha sido lo que ha definido al concepto original. El regreso de Hitman implementó una serie de mecánicas y modos que permitieron volver a disfrutar de esta gran diversidad, donde la prioridad absoluta es ser camaleónico, pasar desapercibido y ejecutar asesinatos sigilosos. Es por esto que Hitman 2, al heredar la base de su predecesor, vuelve a pecar de ofrecer unas mecánicas demasiado ajustadas a este patrón, donde la acción, en caso de requerirse, no es tan amena.
El Agente 47 ha sido entrenado para ser un asesino letal, pero cuando se trata de enfrascarse en un tiroteo, su movilidad y las animaciones, resultan muy pesadas. En cualquier caso, el objetivo de este juego es más ser una sombra, donde esa habilidad no tiene tanta razón de ser. En gran parte, puede deberse a que el motor gráfico también se ha heredado por completo. El diseño de los escenarios, la riqueza visual, los detalles en general, se han visto potenciados para dar escenarios con más contenido, pero no por ello, con más calidad.
Técnicamente el juego no parece haber evolucionado en aspectos cualitativos, donde la elección entre calidad y rendimiento ofrece un cambio notable en la resolución frente a una mayor tasa de frames por segundo. En ambos casos, el rendimiento es sólido, pero recurrir casi en exclusiva a un cambio de resolución deja la versión que opta por la calidad un poco desamparada. Diseños bastante clónicos, animaciones un tanto limitadas, efectos ambientales bastante pobres o inexistentes y una iluminación focal muy estática, hacen de Hitman 2 una extensión del primero.
Los mapas presentan un diseño impecable, sobre todo, por la cantidad de contenido que muestran en pantalla
No se puede decir por esto que el resultado sea negativo, en absoluto. Hitman lució espectacular cuando vio la luz, ya que ofrecía una contundencia visual ajustada a las necesidades y a un rendimiento sólido en cada situación. Son muchos los objetos que nos podemos encontrar en pantalla y cada uno tiene su propio comportamiento, sus propias animaciones. Cierto es que en este último aspecto, no hay tanta naturalidad como cabría esperarse y se pueden dar desajustes un tanto curiosos, graciosos o inoportunos, según la ocasión.
El trabajo de IO Interactive para Hitman 2 ha sido intentar rizar el rizo con cada uno de estos mapas. La labor ha consistido en enriquecerlos a nivel de cantidad de elementos en escena. Lo primero son mapas más grandes, segundo, más complejos y dentro de ellos hay muchos más objetos, personas de la IA, enemigos y elementos que harán que cada misión sea un reto importante. Desde el abastado estadio de Miami, pasando por la rural y frondosa Bolivia, no podemos ignorar el trabajo realizado para dar vida a Bombay o cambiar de aires para visitar una mansión lujosa o un barrio residencial norteamericano. Recrear cada una de estas zonas permite gozar de una diversidad notable, más cuando sabemos que podemos optar por desafíos cada vez más retorcidos.
Los mapas son para perderse, pero también, son los que abren infinitas posibilidades
A nivel del apartado sonoro, atender a las voces en inglés estará al alcance de unos pocos. Tener que depender de unos subtítulos que solo saltarán en determinadas conversaciones puede restar interés. Gran parte de la experiencia reside en que estamos en ubicaciones vivas, donde las conversaciones de personas ajenas a la misión, transeúntes y comerciantes, pueden dejar de atenderse por esta circunstancia. Podemos pensar que siquiera el Agente 47 domina todas las lenguas, de forma que estando en el extranjero, que alguien hable y no le entendamos es parte de la inmersión. La banda sonora es correcta, con esas melodías sinfónicas para dar ambiente o acaparar la tensión necesaria en cada momento.
Hitman 2 ofrece mapas mucho más diversos, mucho más complejos, con mucho más contenido. No obstante, podría requerirse de un poco más de calidad en todo ello. Puede que la decisión haya sido añadir y ajustar, de forma que el segundo paso ha limitado lo que sería una evolución gráfica. La falta de margen entre ambos juegos también ayudaría a pensar que se ha otorgado una prioridad que ha dejado un poco desfasado un producto con gran potencial.
Técnicamente el juego ofrece una evolución muy escasa, con ese toque tosco en los diseños.
La plataforma para sicarios
Ya con Hitman, la necesidad de compensar esas esperas convirtió cada episodio en algo más que una misión. Lo convirtió en una gran experiencia donde cada uno se ponía sus propios límites. Una experiencia que permitía exponer infinidad de posibilidades, incluyendo opciones para compartir desafíos y aumentar de forma exponencial la propuesta. Hitman 2 añade en cada mapa todas estas opciones. A la espera de la llegada de los Objetivos Escurridizos, otros modos como es Escalada y la gestión de las opciones y dificultad, hacen que cada uno de los escenarios ofrezca tantas misiones como cada uno quiera.
A esto hay que añadirle una nueva opción multijugador competitiva. El modo Ghost aparece en Hitman 2 como una prueba desafiante donde dos jugadores se retan de forma indirecta para ver quien consigue eliminar al objetivo antes que el otro. Este modo añade cierto mordiente a aquellos que recurren demasiado a la paciencia. La tensión que genera pensar que el rival pueda tomar la delantera será lo que empuje a cada uno a tomar ciertos riesgos. Si eres habilidoso, podrás demostrar cuán buen asesino eres con este interesante modo Ghost.
Por otro lado, está el modo Sniper Assassin, que los que reservaron el juego llevan tiempo disfrutando. Este modo se centra más en una experiencia que recuerda a los primeros Sniper Elite, y que expone una serie de misiones, tanto para jugar en solitario, como en multijugador. En esta ocasión no hay que preocuparse en cómo infiltrarse, sino en la generación de oportunidades para ejecutar impecables disparos desde la distancia. Un margen de tiempo nos impedirá tomarnos todo el tiempo que queramos y la precisión será clave con este tipo de arma. Un añadido interesante, que tiene un punto de desafío importante, y que se complementa a una amplia propuesta repleta de modos de juego mucho más profundos.
El modo Ghost o el modo Sniper Assassin sirven para diversificar la acción e introducir modos multijugador diferentes
Uno de ellos es el que nos hará llegar periódicamente a los Objetivos Escurridizos. Una iniciativa que confirió a Hitman una dinámica muy diferente con desafíos habilitados de forma temporal y con un único intento. Durante la promoción del juego conocimos al personaje recreado por Sean Bean, que será el primer Objetivo Escurridizo, pero que no llegará hasta después del lanzamiento. Al menos, sabemos cuál es el fundamento de este modo de juego y solo podemos desear que hagan llegar muchos objetivos para que la comunidad de sicarios permanezca activa.
Pero el principal valor que tiene Hitman 2 es su propia plataforma para desafiar al jugador. El modo que antes se conocía como Modo Escalada es, sin duda, uno de los principales baluartes de la experiencia de esta nueva etapa de Hitman. En esta ocasión, no tanto como un modo de juego, se permite en cada mapa acceder a una serie de desafíos que intentarán que nos replanteemos de formas muy variadas cada uno de los escenarios. Obtener esa maestría en cada escenario requerirá de muchos intentos, de muchas partidas, de mucha paciencia y otorgará muchas horas.
Ahora bien, si a todos estos desafíos les añadimos los contratos personalizados, los cuales pueden ser compartidos con la comunidad, la cantidad de misiones que surgen son prácticamente infinitas. Ya no solo es buscar nuestro límite y plantear nuevos desafíos, es compartirlos y retar a los demás. Del mismo modo, aceptar el reto otorga a Hitman 2 el mismo espíritu de su predecesor.
Más que basarse en su contenido base, Hitman 2 repite fórmula de desafiar y permitir que los usuarios se desafíen
Más que secuela, es una ampliación
La realidad es que Hitman 2 es un producto muy deseado por aquellos que disfrutaron del regreso del agente 47. El primer Hitman limitó la experiencia por culpa de los episodios, pero una vez se completó, se convirtió en un producto realmente extraordinario. Un producto que está muy presente en Hitman 2, quizás demasiado. No solo por encontrarnos con el mismo tutorial hasta en las cinemáticas, sino que en el propio menú podemos acceder a los contenidos, siempre y cuando los tengamos.
Este aspecto resulta un tanto disuasorio, ya que pensando en que Hitman 2 podía haber incluido el primero como un obsequio, se convierte en una plataforma para intentar venderlo a aquellos que no lo tengan. Pocos juegos han usado este recurso para una segunda entrega, dejando la navegación un tanto desatendida ante la gran variedad de opciones que ofrece. Y es que Hitman 2 parecía querer quitarse esa estela de juego episódico haciendo llegar de una vez todo su contenido. Pero entre que posee un pase de temporada que incluirá nuevos capítulos a quienes paguen, así como la presencia de todo el contenido del primer Hitman, para los que lo tengan, incluyendo su episodio extra, Paciente Cero, hacen que todo lo que ofrece parezca menos.
Aun así, la realidad es que Hitman 2 llega con 6 escenarios realmente espectaculares, añadiendo misiones que no se quedan únicamente en la experiencia básica de la historia. Un juego que ha evolucionado, ofreciendo entornos más complejos y con muchas más opciones para abarcar misiones más complicadas. Y puede que hasta aquí acaben las principales virtudes de un juego que ha sabido aprovechar mejor la opción que se daba para mejorar en otros ámbitos en los que su primera entrega cojeaba.
Técnicamente no resulta espectacular y las animaciones se notan muy artificiales. Del mismo modo que el comportamiento de muchos de los personajes que rellenan los escenarios sin percatarse, siquiera, de que están disparando. Una IA cuyo comportamiento es irregular, desde demasiado tonta a comunicarse vía telepatía o tener capacidades extrasensoriales para saber de nuestra ubicación pese a no habernos visto. Pero si bien esto puede resolverse convenciendose de que el juego tiene que ser dificil, la realidad es que tanta presencia de su antecesor hace sentir que Hitman 2 parece más una expansión de Hitman que una secuela.
Los amantes del Agente 47 tienen una nueva oportunidad de disfrutar de muchos desafíos apasionantes
Una oportunidad que podría determinarse como perdida para haber abarcado un juego que ofreciera una sensación más consolidada. El regreso de Hitman ha permitido obtener una experiencia que retorna a los orígenes de este personaje, siendo una gran virtud para ambos juegos. Pero cuando parecía que el respaldo de la comunidad y de Warner Bros avalan una segunda entrega por derecho, el producto resultante se desinfla, aunque cumpla en su premisa más básica. Volver a meterse en la piel del Agente 47 para hacer frente a un sinfín de desafiantes misiones.