Ir al buzón, recoger el correo y abrir una carta a nuestro nombre: “Ha sido usted seleccionado para forma parte de la escuela de magia y hechicería de Hogwarts”. El deseo de entrar en el mundo mágico de J.K. Rowling ha estado presente a lo largo de numerosas generaciones, gracias al fantástico trabajo que la escritora realizó con Harry Potter, y a pesar de las polémicas que siempre la rodean. Pasear por los pasillos de Hogwarts, tomar una cerveza de mantequilla en Las Tres Escobas o adentrarnos en la oscuridad del Bosque Prohibido son algunos de los sueños que tuvimos aquellos que crecimos junto al mago que sobrevivió, y que de seguro tendrán varias generaciones futuras.
Desde que tuvo lugar su anuncio oficial, los fans de Harry Potter hemos esperado como agua de mayo la llegada de Hogwarts Legacy. El título se mostró como el proyecto más ambicioso que nunca se había hecho de la franquicia, lo que ha ido creando un hype desmesurado entre muchos de nosotros, a pesar de las dudas que han surgido conforme se acercaba el momento de su lanzamiento. ¿Será capaz de cumplir las expectativas, o caerá irremediablemente entre uno de esos juegos que prometen mucho y no cumplen con nada? Os lo contamos en nuestro análisis de Hogwarts Legacy.
La llegada al mundo mágico
Lejos de encarnar por enésima vez a Harry Potter, uno de los aspectos más atractivos de Hogwarts Legacy es que nosotros seremos los protagonistas de una historia que tiene lugar en el siglo XIX, para lo cual tendremos que crear a nuestro personaje a través de un completo editor. Lejos de poner a nuestra disposición innumerables herramientas de personalización, Hogwarts Legacy incorpora una amplia variedad de modelados, a los cuales podremos modificar aspectos como los ojos, el peinado e incluso la voz, pero no ofrecerá un editor tan profundo como el visto en otros juegos del género, algo que, a mi modo de ver, es positivo. ¿Por qué razón? Porque es apreciable que el juego ofrece aquello que quiere ofrecer, sin alardes, sin florituras, y con un objetivo en mente: adentrarte en el mundo mágico.
Una vez creado nuestro personaje, y tras una secuencia inicial que sienta las bases de lo que está por venir en la aventura, por fin cumpliremos uno de nuestros grandes sueños de niños: llegaremos a Hogwarts el día de la apertura del curso, y por fin pondremos sobre nuestras cabezas al sombre seleccionador para determinar la que será nuestra casa a lo largo de este 5º año de aprendizaje en una de las escuelas más importantes del mundo mágico. Y a pesar de las dudas que ha habido al respecto, os adelanto que la forma de escoger casa es todo un guiño al propio proceso en sí tal y como está descrito en los libros y en las películas, aunque sea de una forma realmente sencilla.

Hogwarts más vivo que nunca
Hogwarts como nunca antes se ha visto. Es lo primero que se puede decir cuando hablamos del fantástico trabajo que Avalanche Software ha realizado con la ambientación de Hogwarts Legacy. A pesar de que el título se desarrolla siglos atrás respecto a los sucesos protagonizados por Harry Potter, el castillo de Hogwarts nos resulta tremendamente familiar, y eso es una fantástica noticia. No solo es que se haya hecho especial hincapié en zonas tan emblemáticas de la escuela como el aula de defensa contra las artes oscuras, los jardines interiores o incluso la propia sala común de Gryffindor. Todo lo que vemos en Hogwarts tiene un cuidado fantástico hasta en el más mínimo detalle.
El mimo puesto por el equipo de desarrollo demuestra lo que ellos mismos querrían haber visto en un juego de la franquicia desde hace años, porque la sensación cada vez que recorres los pasillos del Castillo es de asombro absoluto, y mentiría si no dijera que en más de una ocasión se te escapa una sonrisa o un ¡Hala! con algunos de los detalles que puedes encontrar explorando la escuela. Ya os adelantamos que pasaréis muchas, pero que muchas horas vagando por las estancias del castillo, especialmente gracias a los secretos que esconde.
Y es que, si de algo va sobrado Hogwarts, es precisamente de secretos. La exploración del Castillo no solo servirá para impregnarse de la magia que desprenden estos muros, sino que el juego premia nuestras ganas de conocer hasta el último recoveco del mismo. El ejemplo perfecto es la cantidad de habitaciones secretas, desafíos de hechicería y otras muchas acciones que podremos realizar dentro de la escuela, lo que convierte a Hogwarts en un personaje más de la trama.
Pero la recreación de Hogwarts no es lo único bueno que ha hecho Avalanche a la hora de plasmar la escuela. Todo lo que ocurre dentro de ella nos ver que estas en un lugar vivo. A lo largo del día será común ver como los cientos de estudiantes del castillo van a clase, pasean por los jardines o estudian en algunas de sus estancias. Además, podremos tener conversaciones con algunos de ellos, especialmente con los que más peso tienen en la trama, y que nos ayudarán en nuestro camino de convertirnos en un gran mago.
El trabajo de Avalanche desprende amor por Harry Potter a cada costado, con detalles tan increíbles como la presencia de los elfos domésticos en el castillo, que desaparecerán si nos acercamos mucho a ellos, trasladando aquello que en las novelas tanto sorprendió a Hermione. Eso sí, no todo es perfecto, y siento que para aumentar aun más la sensación de pertenencia a Hogwarts el equipo podría haber establecido un sistema de horas. Es decir, que habría sido perfecto que, una vez entrada la noche, fuese necesario acudir a la sala común para poder pasar al siguiente día, lo que quizás supondría un engorro para algunos jugadores, pero habría implicado un nivel de inmersión mucho mayor que el sistema de cambio de día/noche que está presente con la pulsación de un solo botón.
Seguro que una vez leído esto podríais pensar que ahí acaba el buen hacer en cuanto al escenario de Hogwarts Legacy, pero lo cierto es que la realidad es bien diferente. Todo el mundo que podemos recorrer en el juego cuenta con elementos que destacan el ahínco con el que ha trabajado el equipo de desarrollo, con un Hogsmeade reconocible por todos los amantes de la franquicia; un bosque prohibido que te pondrá los pelos como escarpias, con algunos de los escenarios más emblemáticos de la adaptación cinematográfica; y unas llanuras escocesas repletas de vida.
En busca de la magia antigua
Hogwarts Legacy ha sido valiente a la hora de elaborar su modo historia. En lugar de tratar de recrear lo mismo que ya hemos jugado y visto una y otra vez, Avalanche ha apostado por ofrecer una aventura completamente original en la que, como hemos comentado, nos adentraremos en el mundo mágico del siglo XIX. Aquí, nuestro personaje será un joven estudiante que entrará en Hogwarts en su quinto año, y que tiene un talento que tan solo unos pocos magos poseen: es capaz de ver rastros de magia antigua.
Esta peculiar característica nos embarcará en un viaje que tiene un claro antagonista: el duende Ranrok, cuya intención no es otra que tratar de soltarse del yugo al que los magos han sometido contra su raza, acumulando el poder suficiente para poner patas arriba la jerarquía del mundo mágico. Para ello, Ranrok tratará de hacerse precisamente con esa magia antigua que nosotros somos capaces de ver, ya que le otorgará el poder que necesita para lograr su objetivo.
Dejando de lado los detalles sobre la trama, el juego centra el desarrollo de la historia en misiones principales y misiones secundarias. El aspecto más destacado en este sentido es que ambos tipos de misiones están correlacionados a lo largo de la aventura. Es decir, hay ocasiones en las que para poder iniciar una misión del modo historia es necesario haber aprendido un determinado hechizo que tan solo desbloquearemos una vez hayamos realizado la misión secundaria correspondiente, por lo que realmente, a pesar de tener este nombre, podrían ser consideradas como misiones de historia.
A pesar de lo negativo que podría sonar, nunca he considerado que el planteamiento hiciera engorroso el desarrollo de la aventura, ya que como digo, todo se desarrolla de tal forma que acabas realizando este tipo de misiones de manera orgánica. Eso sí, en alguna ocasión hemos sentido que ha habido alguna disonancia narrativa con lo que estaba ocurriendo en la misión principal y lo que veíamos en una determinada misión secundaria, aunque no ha sido ni mucho menos en todas las ocasiones.
Lo que sí me ha gustado mucho y creo que es necesario destacarlo es que el desarrollo del juego se adapta a ti, y no al contrario. ¿Qué quiero decir con esto? Que el juego ha sido desarrollado para adaptarse al nivel que presentas a lo largo de la aventura (al menos en la máxima dificultad), y que a pesar de que subí rápidamente de nivel debido a las horas que estuve explorando el castillo, el nivel de los enemigos siempre estuvo parejo al mío, tanto en las misiones principales como en las secundarias, e incluso en lo que respecta a todo el mundo mágico.
No obstante, y aunque a nosotros no nos haya pasado, también huelga decir que el juego tiene un sistema de recomendación de niveles, que nos indicará el nivel recomendado para acometer una determinada misión, aunque como digo, jamás me he visto en la obligación de tener que farmear puntos de experiencia para seguir avanzando en la historia.
Conviértete en un erudito
Todo buen juego de Harry Potter que se precie necesita que el momento de estudiante esté presente en la historia, y en Hogwarts Legacy lo está. A pesar de que tengamos que hacer frente a Ranrok y a sus esbirros, siempre tendremos tiempo para asistir a algunas de las clases que pudimos ver con Harry, Ron o Hermione, tales como herbología, pociones, defensa contra las artes oscuras e incluso encantamientos.
Será aquí donde aprenderemos a utilizar la mayoría de hechizos que desbloquearemos para el resto de la aventura, para lo cual se ha escogido un sistema similar al QTE para aprender a utilizar el hechizo por primera vez. Dicho sistema aporta poco a nivel mecánico, ofreciendo una sensación prácticamente idéntica que si el juego nos dijera «has desbloqueado accio» o similares, pero se agradece el intento de hacernos parte del aprendizaje. Sin embargo, si que habrá ocasiones en las que el juego nos haga hacer uso de estos hechizos en competiciones contra nuestros compañeros para habituarnos a su uso, algo que realmente podría haberse implementado con todos ellos.
Las clases están presentes, pero si es cierto que me habría gustado ver como estas tienen un desarrollo más elaborado. Y es que habrá momentos en los que simplemente veremos una cinemática de unos segundos en el que se resume la lección del día, para posteriormente plantarnos en la clase correspondiente para hablar con el profesor y realizar una «clase privada.
Pero no solamente de las clases vive el mago. Habrá algunos hechizos que lograremos aprender gracias a las amistades que cosecharemos en Hogwarts, que serán numerosas y de todas las casas de la escuela. En este sentido cabe decir que me habría gustado que hubiera un nivel de “personalización” más amplio en base a la casa escogida, pero entiendo que habría supuesto un trabajo titánico de opciones, y lo cierto es que el equipo de desarrollo ha cumplido con las demandas que se podían hacer en otros elementos más importantes.
Expelliarmus
Entrando en el meollo del asunto, muchas han sido las dudas que han surgido respecto al sistema de combate de Hogwarts Legacy. Seré claro y conciso: el sistema de combate de Hogwarts Legacy está realmente logrado y es muy divertido. El juego pone a nuestra disposición una gran variedad de hechizos y opciones con las que acabar con nuestros enemigos. Además de contar con un ataque básico, el cual lanzaremos en la mayoría de las veces, contaremos con un arsenal de hasta 16 hechizos diferentes, entre los que encontraremos algunos de los clásicos como Expelliarmus, Accio o Depulso.
El equipo de desarrollo ha categorizado estos hechizos en base a un sistema de colores, el cual tiene sentido en cuanto comencemos nuestro primer enfrentamiento. Los enemigos no serán meros sacos de boxeo, ya que contarán con barreras mágicas que nos requerirán hacer uso de alguno de los hechizos del color correspondiente a dicha barrera, lo que le añade al sistema un elemento estratégico que implica pensar en nuestro siguiente movimiento, y no ser un mero machacabotones. De hecho, es común que haya determinados hechizos del mismo rango que impliquen una mayor efectividad contra estas barreras, implicando una mayor vulnerabilidad del enemigo.
Pero lo mejor del sistema de combate es lo orgánico que se siente todo a la hora de combinar hechizos. Como si de un Hack & Slash se tratase, podremos realizar diferentes combinaciones de ataques para encadenar combos realmente poderosos. Ejecutar Accio para atraer al rival, soltar un par de ataques básicos que vendrán seguidos de un Levioso, a los que cuales les seguirá otros tres ataques básicos que culminarán con un Depulso. ¿Resultado? La vida de nuestros contrincantes se verá enormemente mermada.
A esto hay que añadir que no solamente tendremos que hacer uso de la magia para acabar con nuestros enemigos. El entorno será realmente importante de cara a los enfrentamientos más complicados y numerosos, contando con la posibilidad hacer uso de los elementos presentes en el escenario, e incluso de las propias armas de los enemigos si conseguimos desarmarlos previamente con Experlliarmus, generando algunos momentos realmente espectaculares.
No obstante, esto no será tan fácil como coger a un enemigo y fundirlo a golpes. El resto de rivales nos atacarán continuamente, con ataques que podremos esquivar o realizar parries, algo tan de moda a día de hoy. Eso sí, tendremos que andarnos con ojo, ya que habrá determinados ataques que no serán bloqueables, y que en una sucesión de golpes de enemigos puede acabar resultando nuestro fin. Jugando en modo difícil os aseguro que ha habido momentos en los que he sudado sangre para acabar con grupos numerosos de enemigos, algo que considero realmente satisfactorio.
Finalmente, en lo que al combate se refiere, cabe destacar que nos encontramos ante un título RPG, por lo que el sistema de mejoras es algo imprescindible en una propuesta de este tipo. No solo podremos mejorar el desempeño de nuestros hechizos de combate, sino que también podremos aplicar magia negra a algunos de ellos, añadir más slots de hechizos (hasta 4 diferentes para contar con una buena variedad de movimientos con un solo gesto) e incluso contar con mejores opciones de sigilo. Porque sí, el juego también ofrece la posibilidad de acabar con nuestros enemigos de manera sigilosa, y la verdad es que funciona realmente bien.
Alhomora
El sistema jugable de Hogwarts Legacy no solo se centra en el combate. Para añadir una mayor variedad a la propuesta, el juego requerirá que superemos algunos puzles a lo largo de la aventura, para lo cual también requeriremos hacer uso de algunos de los hechizos más populares en los combates. Estas fases suponen un soplo de aire fresco en determinados momentos, y aunque no implican un auténtico reto, sirven para ampliar esa sensación de pertenencia a un mundo mágico, en el que el uso de Wingardium Leviosa o de Accio serán determinantes en nuestro avance.
Y no habría mundo mágico que se precie si no tuviéramos la opción de volar en escoba. Aunque tenía mis reticencias sobre como funcionaría el sistema de vuelo, especialmente al saber que el Quidditch no está disponible en el juego, lo cierto es que volar resulta realmente satisfactorio. El modo en el que el estudio ha recreado el uso de la escoba es magnífico, y si a eso le sumamos que nos encontramos ante un mundo espectacular, esta combinación me ha llevado prácticamente a olvidarme del teletransporte a través de los polvos flu. Casi todos los desplazamientos largos los hago con escoba, y eso habla muy bien de este sistema.
Por último, Hogwarts Legacy utiliza un recurso tan explotado en el género RPG como el del equipamiento. A lo largo de la aventura nos iremos encontrando con equipamiento de distintas rarezas y niveles, que aumentarán las estadísticas base de nuestro jugador. De hecho, algunos de esos equipamientos serán incluso mejorables dependiendo de su rareza. Y aunque es relativamente sencillo encontrar equipamiento de alto nivel (teniendo en cuenta el momento del juego en el que te encuentres), será algo que no terminará de convencer a todos.
Un mundo mágico
Aunque en el análisis de Hogwarts Legacy ya hemos hablado sobre lo bien recreado que está todo el mundo mágico, no hemos hablado en detalles de su aspecto técnico. En Xbox Series X el juego contará con tres modos gráficos diferentes: fidelidad, fidelidad con trazado de rayos y rendimiento. A falta de tener un análisis técnico como los proporcionados por Digital Forundy o ElAnalistadebits, diría sin miedo a equivocarme que el modo fidelidad tiene una resolución entre 1440p y 4K, con una tasa de fotogramas por segundo de 30 fps; mientras que el modo rendimiento parece que opta por una resolución dinámica que da la sensación de bajar a 1080p cuando nos encontramos en exteriores, pero a cambio ofrece los tan ansiados 60 fotogramas por segundo.
Aunque comencé variando entre un modo y otro (también para apreciar las diferencias entre ambos), finalmente me decanté por jugar en modo fidelidad, ya que el cambio es bastante evidente: mejor resolución, mejores texturas, más vegetación y mucho más. Un mundo tan bonito como es el que ha creado Avalanche Software merece la pena ser disfrutado en su máximo esplendor.
Eso sí, el título no está exento de problemas a nivel técnico. Hace tan solo un par de días recibimos un parche que parece haber mejorado algo el rendimiento, pero tanto en el modo fidelidad como en el modo rendimiento son acusadas algunas bajadas de fps cuando estamos dentro del castillo, algo paradójico sobre todo cuando tenemos en cuenta que fuera de los muros no hemos tenido ningún tipo de problema.
Además, los glitch gráficos también hacen acto de presencia en alguna ocasión. Cabe destacar que no se trata ni mucho menos de un juego que presente bugs como personajes que aparecen y desaparecen, movimientos extraños o cosas del estilo. No obstante, sí que hemos presenciado como en alguna ocasión el poligonado de los personajes sufría algún “lapsus”, lo que provocaba destellos en partes como el rostro o las manos. Nada grave, pero que al final te puede sacar un poco de la escena que presencias.
En cuanto al apartado sonoro, el juego cuenta con textos y voces completamente dobladas al castellano. En este sentido nos encontramos ante un doblaje que no está mal, pero hay ocasiones en las que tenemos la sensación de que la sincronización labial no está del todo pulida, o que al menos sería mejorable. Y además, cabe destacar que no seremos capaces de cambiar el idioma del juego desde el menú del título (o al menos yo no lo he encontrado), por lo que todo parece indicar que tendremos que cambiar directamente el idioma de nuestra consolas.
Finalmente, la banda sonora ha sido compuesta por Alexander Horowitz, que ha sido capaz de capturar la esencia del mundo de Harry Potter a la perfección. De hecho, habrá ocasiones en las que sonarán algunos de los temas clásicos de la franquicia, aunque con una leve variación en su composición que la diferencia levemente de la realizada por el maestro John Williams.
Análisis de Hogwarts Legacy – Conclusiones
Hogwarts Legacy no solo es el mejor juego de Harry Potter creado hasta la fecha, sino que también es un buen RPG para aquellos que no sean amantes de la franquicia de J.K. Rowling. El mimo que Avalanche Software ha prestado en todos y cada uno de los elementos del juego es digno de admiración, siendo capaces hacer realidad el sueño que muchos tuvimos de niños: tener una experiencia en el mundo mágico.
Pero es que el gran trabajo del estudio no solo ha sido a nivel de recreación de este fantástico universo, sino que también ha sido capaz de crear una historia interesante, con un sistema de combate realmente divertido (y retante), así como una variedad de situaciones con puzles, retos, y todo tipo de acciones secundarias que hacen de Hogwarts Legacy un título completísimo.
Se echa en falta algunos elementos como el Quidditch, especialmente viendo lo bien que funciona el sistema de vuelo; o que hubiera un mejor comportamiento del ciclo día-noche de cara a nosotros como estudiantes. Pero más allá de eso y de algún que otro pequeño fallo técnico, no tengo absolutamente nada que reprocharle al juego. La magia ha llegado al mundo real.
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