Cuando se exponen los mejores juegos de conducción en estos tiempos, unos cuantos comienzan a recordar cómo eran los orígenes de esta pasión por la velocidad. En este análisis de Horizon Chase 2, en Xbox Series X, nos centraremos en exponer cómo se puede recuperar aquellas sensaciones de velocidad que se vivieron hace décadas en los salones recreativos. Y es que, la conducción retro también está de moda, atendiendo a muchas iniciativas donde se busca, un referente.
Y uno de los candidatos a serlo podría ser la saga Horizon Chase, que tras su primera entrega, Horizon Chase Turbo, han conseguido dar el paso adelante con una nueva propuesta. Una secuela que, consolidando una fórmula atractiva y sencilla, nos expone cómo eran aquellos años donde por cinco duros, echabas carreras apasionantes con un stick y un botón.
Un juego que hará disfrutar a propios y extraños, tal como veremos en el análisis de Horizon Chase 2
Y en ocasiones, es lo que hace falta. Una propuesta que lleve a los amantes de la conducción a un extremo opuesto a la simulación, y que tampoco busque una experiencia arcade con fundamentos realistas. Algo que sea sencillo, que se pueda disfrutar por los más jóvenes y adentrarse en este mundillo, así como generar cierta nostalgia
Mecánico pero desafiante
La conducción dista mucho de tener ningún tipo de relación con la lógica, más allá de que hay un acelerador, un freno y una palanca para girar. De hecho, somos conscientes de primeras cuando al ver el mapa de controles, observamos que se puede llegar a jugar con la cruceta y los botones para estas funciones. Y casi podríamos decir que una de las funciones es casi testimonial.
Alguno podrán haber acertado cuando decimos esto, el freno es un botón obligado de uso nulo, por que en este juego lo que prima es ir a toda pastilla en todo momento. Se exponen varias opciones para hacerlo, pero lo importante es meterse en uno de los coches y enfrentarse los sinuosos trazados esquivando coches y siendo el más rápido de todos. Pero si alguno piensa que la dirección es para trazar, aunque no se equivoca del todo, la realidad es que es para mantener el coche dentro de la pista y elegir un carril que esté desocupado. Es decir, que se nota mucho que el coche va girando en consonancia al trazado y nosotros, solo tenemos que hacer un gran esfuerzo para esquivar los obstáculos.
Circuitos ratoneros, elección de carril y un poco de cuidado con algunas curvas, asegurando esquivar y recoger las monedas para conseguir el supertrofeo
Obviamente, las curvas requieren de cierto toque de giro, pero notaremos que hay curvas en las que podemos elegir bien el carril, quitando o poniendo más giro, y en otras, esa opción solo estará disponible si levantamos el dedo del acelerador. Un acelerador que como mucho tiene tres posiciones, así que tampoco hace falta que os centréis en ser precisos en este aspecto.
A lo largo de las etapas, deberéis considerar dos aspectos fundamentales para haceros con el máximo trofeo. El primer aspecto, es la posición, donde rivalizar con la IA será una cuestión de tesón y reflejos. Según se va progresando en el Tour Mundial, o se acepta el desafío de un torneo de rango superior, los rivales serán más correosos y harán mejor uso del nitro. Un número de nitros limitado que solo se podrá incrementar implementando una mejora, o bien recogiendo botellas dispersas en el circuito. El otro aspecto al que hay que estar atento son unas medallas, que han de recogerse todas a la vez que esquivamos a los rivales cuando intentamos adelantarlos. De no conseguir el primer puesto y todas las medallas, os quedará un peldaño para tener el Super-Trofeo.
A toda pastilla por todo el mundo
Horizon Chase 2 presenta dos modos juego principales, que recuerdan a los que podríamos encontrarnos en un juego de recreativa. El primero es el Tour Mundial, que se convierte en la base de la experiencia del juego. Será allí donde debemos progresar, subir de nivel a los coches y desbloquear coches y otros accesorios decorativos. Resulta relevante ir subiendo el nivel del coche, sobre todo, por que las diferentes etapas que se van desbloqueando, irán requiriendo de mejores prestaciones.
Seis fases repartidas por el mundo y múltiples pruebas en cada una de ellas. Lo complicado, es dominarlo absolutamente todo y con todos los coches
No hay que ser un manitas, ni hay que saber de reglajes, es tan sencillo como ir avanzando carreras, obteniendo experiencia en el coche y al subir su nivel, se obtendrá un punto de mejora a repartir entre diferentes piezas. Otorgarán ciertas ventajas en los atributos de los coches y podremos ser más competitivos. Hay un total de 12 coches, 6 escenarios y dentro de ellos, entre tres y cuatro pruebas. Desde Estados Unidos, hasta Japón, se pasa por Brasil, Italia, Marruecos y Tailandia. Cada uno tiene varias carreras con escenarios distintos, buscando ser cláramente representativos tanto en su diseño, como en la música.
Y con todo eso, encontramos que el juego tiene un buen planteamiento y una ejecución realmente interesante. No se trata de un juego que busque lucir un motor técnico complejo, sino ser eficiente en la representación de la velocidad extrema. Y aunque la representación de los escenarios pueda parecer simple, tiene muchos detalles interesantes y un gran trabajo de diseño para añadir una gran cantidad de objetos que harán cada escenario único. Es algo que añade mucho énfasis a la propuesta, que veremos ir haciéndose cada vez más complicada en el diseño de los trazados y obligándonos en muchas ocasiones a levantar el pie.
Los coches tienen opciones de diseño y de mejora. Pero hay que conducirlos todos para conseguir desbloquear y acceder a todos los niveles
Los coches son modelos propios, obviamente ignorando licencias, pero con claros guiños y referencias a modelos actuales. Quizás son una amalgama de partes de coches reales que recrean modelos representativos de diferentes industrias del motor con gran acierto. Desde los pequeños hatchbacks, los muscle cars hasta los SUVs, pasando por un homenaje al NSX. Los modelos además tienen tres carrocerías que se pueden ir desbloqueando con el uso del vehículo, así como un buen número de llantas y una escueta variedad de colores para personalizarlo a vuestro gusto. Pero ojo, ganar el dinero que cuestan esas modificaciones puede dar cuenta de cuánto hay que jugar a este juego para tenerlo todo.
Sencillo, directo y desafiante
No es que Horizon Chase 2 busque revolucionar nada, sino recuperar algo que se podía estar perdiendo con tanto falso simulador, mundo abierto o juego que busque ser una referencia visual. Se busca la fórmula que hizo que los juegos de conducción fuesen atractivos para todo el público. Desde el más joven, hasta el más veterano, sabrá ver la propuesta como una recreación del desafío de velocidad que busca ser.
Ya sea en ese modo que nos permite recorrer el mundo, o en los desafiantes torneos, pasando por el multijugador tanto online, Horizon Chase 2 es el regreso a los orígenes de lo que ahora es un género que abarca muchos estilos y pasiones.
Con un apartado gráfico frenético, donde la sensación de velocidad está muy lograda sin desmerecer a un diseño que funciona bien, la mayor pega que puede achacarse es que no tiene demasiada profundidad, incluso, que podría requerirse de más mapas, o más coches, para evocar ese objetivo de desbloquearlo todo para satisfacer la necesidad de seguir jugando.
Aunque el concepto de los juegos arcade no se trata tanto de buscar resolver un misterio, o de alcanzar una meta una vez. Es un recurso de juego recurrente que buscaría un entretenimiento fugaz, sencillo y satisfactorio. Puede funcionar incluso si ya se tiene todo desbloqueado, por que la emoción de este tipo de propuestas no suele tener otro fin que el puro entretenimiento. Y Horizon Chase 2, lo consigue.