Existen grandes nombres en la industria del videojuego. Creativos legendarios que han convertido sus ideas en algunos de los personajes e historias más míticos del medio. Todos ellos han aportado su granito de arena y elementos diferenciales a las fórmulas tradicionales del sector. Y es precisamente por ello por lo que Josef Fares está destacando en su breve pero intensa trayectoria en el ocio electrónico. El diseñador de videojuegos sueco-libanés ha tenido una idea muy clara desde su comienzo en la industria: la cooperación debe ser la clave de sus propuestas jugables.
Con Brothers: A Tale of Two Sons utilizó una interesante mecánica. A pesar de ser un videojuego para un solo jugador, el usuario controlaba a dos personajes al mismo tiempo, cada uno con un joystick del mando. En A Way Out dio un paso más y ofreció una experiencia cien por cien cooperativa, “obligando” a los usuarios a jugarlo en compañía de otra persona, ya fuera en local u online, a pantalla dividida. A Way Out tuvo una fantástica recepción y es por ello que Fares y Hazelight Studios han decidido repetir la fórmula con It Takes Two, el título que hoy nos ocupa. Nosotros ya hemos podido jugarlo y te acercamos nuestro análisis de It Takes Two para Xbox One, versión que hemos jugado a través de Xbox Series X.
Dos mejor que uno
It Takes Two nos cuenta la historia de Cody y May, un matrimonio en horas bajas que ya ha decidido que el divorcio es la mejor solución para ambos. ¿La damnificada? Su hija Rose, que está dispuesta a todo para que sus padres sigan juntos. Sin saber muy bien cómo, Rose logra que Cody y Mae acaben metidos dentro de dos muñecos que ella misma ha hecho a su imagen y semejanza. Y es ahí cuando, junto al Libro del Amor, Cody y May deben comenzar a superar todo tipo de desafíos cooperando y poniendo ambos de su parte para poder revertir una situación adversa.
El insufrible Libro del Amor, también conocido como Dr. Hakim, no quiere que esta divertida transformación termine tan pronto, de modo que aleja al matrimonio de su hija Rose y les embarca en una aventura que les llevará por todos los lugares de su casa mientras reviven momentos del pasado. Una premisa que nos lleva a la verdadera clave de It Takes Two: la jugabilidad obligatoriamente cooperativa.
Habla, escucha, actúa
It Takes Two es un videojuego de plataformas, lo que es un punto diferencial con respecto a la anterior obra de Josef Fares. A Way Out apostaba por la cooperación en una aventura narrativa con toques de acción, pero It Takes Two nos lleva de lleno al mundo de los saltos, las caídas, los jefes finales y todo tipo de mecánicas ingeniosas. A lo largo de la historia nos encontraremos con variadas situaciones en las que no solo será necesario ser preciso a los mandos, sino que la comunicación con nuestro compañero de aventuras será fundamental para poder progresar.
Y es que, al contrario que en cualquier videojuego single player, It Takes Two nos invita a pensar las soluciones a los acertijos que nos van surgiendo pidiendo la opinión del otro jugador. Puede que en alguna ocasión nos veamos perdidos y no sepamos cómo avanzar. Es en ese tipo de situaciones donde It Takes Two se hace fuerte. La cooperación trasciende la pantalla y llega al mundo real, donde debemos buscar soluciones conjuntas para los retos virtuales. En este sentido, lo nuevo de Hazelight va mucho más allá de lo visto en A Way Out, donde la cooperación a fin de cuentas se limitaba a momentos concretos y no a la totalidad de la aventura.
Dos caminos, un destino
Cada “mundo” de It Takes Two nos ofrece unas herramientas distintas para superar los desafíos. Por ejemplo, en el primer nivel May tiene un martillo con el que puede golpear objetos para romperlos y también engancharse a clavos para superar espacios con grandes caídas. Cody, por su parte, tiene clavos que puede disparar a distancia para atacar a enemigos o para abrirle camino a May. Así las cosas, si bien en determinados momentos cada uno de los personajes tiene su propia senda para avanzar, el objetivo último siempre será reencontrarnos en el destino tras haberle facilitado la labor a nuestro compañero.
Fares ha puesto todo de su parte para que las mecánicas de cada mundo sean lo más ingeniosas posible y vaya si lo ha conseguido. It Takes Two te invita a seguir avanzando por el mero hecho de saber qué nos va a aguardar en el siguiente nivel. De qué nueva forma tendremos que superar los obstáculos y qué divertidos jefes finales nos esperan al final de cada fase. Por no hablar de una historia que no deja de ser más que un telón de fondo, pero que tiene su interés y su parte emocional.
Conclusión
It Takes Two es un videojuego imprescindible si eres amante de las aventuras cooperativas. Su plataformeo está repleto de ingenio y de momentos jugables brillantes, por lo cual es una gran noticia que para superar el juego tengamos que invertir algo más de diez horas. Su historia nos aportará ese toque de emotividad; su jugabilidad nos invitará a debatir y reflexionar junto a nuestro compañero de aventuras y sus minijuegos nos entretendrán durante todo el tiempo que deseemos.
Josef Fares ha tratado de juntar en una única propuesta la emoción y el plataformeo de Brother con la cooperación de A Way Out y el resultado no podría ser mejor. Por si todo ello fuera poco, no nos hace falta más que una copia para poder jugar en compañía de un amigo, pues el Pase de Amigo permitirá acceder a otra persona a nuestra partida sin coste adicional. Una forma magnífica de divertirnos en compañía.